El odio de unos huérfanos
El niño llamado Kota que en su mente habia odio hacia sus padres, a los héroes y los villanos estaba armando muchos cubos para construir junto con un muchacho de cabello blanco, Izuku un adolescente cuyo único objetivo en la vida es vengar a sus padres estaba acompañando al pequeño sobrino de una heroína que el combatían en antaño, los dos estaban concentrados en armar, Kota estaba construyendo y dándole las piezas a Izuku, mientras que Izuku usaba su telekinesis para mover las piezas a puntos más altos mientras también armaba sus propios cubos, Kota no estaba en una amistad con Izuku pero se sentía extrañamente cómodo, no como para contarle sus secretos más privados o para llamarlo si ocurre algún peligro pero si para pasar el rato o para jugar con sus juguetes.
Kota e Izuku ya casi habían acabado con su construcción a gran escala de la torre eiffel, solo faltaba poner una pequeña bandera en la punta, Kota tenía la bandera pero no podía ponerla hasta que se dio cuenta que estaba flotando, Izuku lo elevó por los aires y aunque Kota tuvo miedo al principio al ver como no le pasaba nada solo se concentró en poner la bandera, al final el trabajo del dúo dinámico tuvo un gran éxito ya que la torre había sido terminada con muchas piezas, Kota de la emoción y la felicidad empezó a saltar mientras que Izuku solo se quedaba parado viendo el trabajo.
Izuku se estaba retirando cuando escucho una pregunta.
Kota: ¿Que quisiste decir con que me tenias envidia?.
Izuku suspiro y respondió.
Izuku: Porque aun tienes familia que te mantenga humano.
¿Humano? Esa pregunta rebotaba en la cabeza de Kota como si fuera la primera vez que lo escuchaba.
Kota: ¿A que te refieres con eso?.
Izuku: Soy un monstruo, niño.
Kota lo miró confundido, ¿un monstruo? pero si solo es un estudiante.
Kota: ¿A que te refieres?.
Izuku se puso delante del niño y se inclinó para verlo mejor.
Izuku: Por qué yo ya he matado.
Kota: ¿Matado?.
Izuku: Así es niño, lo que tienes delante de ti es a un despiadado asesino que mato a miles de personas.
Kota estaba azul, el escuchó a su tía Mandalay que un niño que era más aterrador que cualquier monstruo o villano que ella había enfrentado pero era alguien indescifrable, ya que ayudaba a los civiles pero mataba a los de corazón oscuro.
Kota: ¿Y a cuantas personas haz matado? (Dijo temiendo la respuesta a esa pregunta).
Izuku: 10.182, y eso solo en este año.
Kota: Wow, no se que decir.
Izuku: Di lo que quieras niño, en cualquier caso poco importa, fue el mundo quien me volvió así.
Kota: ¿A que te refieres?.
Izuku: Tenía 5 años, mi papá iba a ir a mi fiesta para celebrarlo conmigo y mi mamá, espere con la vela del pastel encendido, espere y espere, espere 4 horas en frente del pastel esperando a mi papá y después escuche el teléfono de la casa, mi mamá lo contesto y adivina que pasó.
Kota: Díos.
Izuku: Mi papá murió el día de mi cumpleaños, mi mamá y yo estábamos destruidos pero decidimos seguir en nombre de mi papá pero eso no duró mucho.
Kota: ¿Y como murió tu mamá?.
Izuku: Estaba en la escuela como cualquier día normal, iba de regreso a mi casa para ayudar a mi mamá mientras ella me daba algo de comida deliciosa pero cuando llegué, vi a mi madre siendo abusada por un maldito héroe, intente ayudarla pero solo fui noqueado, me obligó a ver como el la abusaba y para rematar, le destruyó su pecho, mi mamá aún estaba viva pero por mucho que hiciera no podía salvarla, ella murió en mis manos, intentando decirme algo pero no podía pues su garganta estaba llena de sangre.
Kota pensó que el era el único que había sufrido la pérdida de sus padres en el mundo pero ahora haber escuchado tan desgarradora historia, se dio cuenta de cuan afortunado era al aún tener familia.
Izuku: Tus padres fueron buenos héroes, quería salvar al mundo con el objetivo de hacerlo seguro para ti, no muchos padres podrían decir que hicieron eso para su hijo, murieron sabiendo que tendrías a una tía que cuidaría de ti y te mantendría feliz pero ahora tu tía Mandalay está sufriendo al pensar que su sobrino la odia, no se merece eso ¿verdad?.
Izuku se paro, revolvió el cabello de Kota y se fue sin decir ni una palabra más.
Mandalay estaba haciendo la comida para su sobrino hasta que sintió como alguien estaba apretando sus piernas, al ver que era vio a su sobrino dándole un abrazo, el primero desde que su hermano había muerto.
Kota: Tía Mandalay ¿que vamos a comer? (Decía con una sonrisa).
Mandalay no sabia que decir pero si sabia a quien agradecérselo.
Izuku estaba mirando la luna mientras estaba acostado en el regazo de Kyoka cuando recibió un mensaje.
Mandalay: Gracias.
Izuku: No fue nada.
Kyoka miró que Izuku estaba sonriéndo.
Kyoka: ¿Pasó algo?.
Izuku: Nop (dijo al pararse) no pasó nada.
Izuku y Kyoka se dieron un beso mientras la luna les daba la luz para verse a los ojos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro