Mi boca, mis encías, duelen, cada vez que cierro mi boca ciento con mucho dolor mis dientes, siento como mis propios colmillos provoca un dolor terrible, punzante, constante. Cada vez que mastico es un dolor insoportable. Por favor, ya quiero que pare ¡ya no aguanto más! Duele, y mucho. Es un dolor insoportable.

Lo único que quiere es que pare, que pare ese indescriptible suplicio. Es lo único que pido, mis dientes se sienten como cuchillos, cada vez que les aplico presión... es más ¡solo con ser consiente ya me duele bastante! Por favor que alguien termine con mi sufrimiento. ¡No lo tolero!

Siento tanto dolor que es en lo único que puedo pensar, no puedo concentrarme en nada más que en esa molesta sensación... ¡¿Por qué el destino me hace sufrir con este dolor insoportable?! ¿Por qué nadie me ayuda? ¡Me estoy volviendo loco!

No puedo ni cerrar bien la boca sin tener que sufrir de una sensación indescriptible. Definitivamente este es la peor molestia que he sufrido en la vida.

Ya quiero que pare, es lo único que pido, por favor... quien sea, ayuda...

Empiezo a sentir un líquido extraño en mi boca y no es saliva, es un sabor metálico ¡¿Qué?! La preocupación y el pánico inundan todo mi ser... ¿Qué me está pasando? ¿Qué me ocurre? ¡Porque me pasa esto! ¡Que pare ya se los suplico!

Veo a lo lejos un estanque en medio de todo este extraño lugar, veo mi reflejo de Lucario y segundos después gotas carmesí distorsionan la imagen en el agua; mi respiración se vuelve muy agitada, mi corazón late a mil por hora y siento el peor dolor de cabeza que haya sentido en la vida. Lagrimas salen de mis ojos debido a esa explosiones de sensación negativas que tengo que soportar.

Tocó mis dientes pero termino cortándome el dedo con solo sentir mis propios dientes, vuelvo a ver en el estanque para darme cuenta que mis colmillos parecen cuchillos que perforan mi propia carne. Me doy cuenta que bajo el agua hay unas pinzas y sin pensarlo dos veces consigo dicho objeto y acto seguido voy a sacarme todas las muelas que pueda de una vez por toda.

Enseguida aplico todas mis fuerzas para sacar el primer diente, es tan difícil, están tan pegadas a mis encías ¡aplico toda mi fuerza hasta las últimas consecuencias! El dolor no hace más que aumentar más y más, la temperatura de mi cuerpo aumenta y gotas de sudor se hacen notar por todo mi cuerpo. ¡Dolor es en lo único que puedo pensar!

Luego de mucho esfuerzo logro sacar el primer diente, sangre brota de la destrozada zona donde hace falta esa cosa. Más tarde sale el segundo, tercero, cuatro, quinto y después de mucho rato fueron saliendo todos sin excepción alguna. Ya me quite todos mis dientes pero el indescriptible dolor no para, un dolor diferente pero igual de intenso que el primero; ahora mis ansias están sin su dentadura y chorros de sangre brotan de toda mi boca.

Comienzo a marearme debido a la pérdida masiva de sangre, lo único que quiero es dejar de soportar este dolor de alguna u otra forma ¡¿Por qué no puedo quedarme inconsciente?! No lo soporto más, ¡basta! Si no puedo dejar de sufrir a la buena. Me dirijo firme hacia el acantilado, miro hacia abajo; las olas chocan contra las rocas que hay hasta mero abajo. Sin más nada voy un gran salto al vacío para terminar con mi sufrimiento y chocar brutalmente contra esas afiladas rocas...

Despierto de golpe en una cueva al lado de mis amigos, Edgar, Rodolfo y Natalia, que siguen bien dormidos. Desde que encerré a Giratina en su prisión especial, he tenido pesadillas cada vez más aterradoras y no hacen más que agravarse cada día más ¿a qué se deberán estas pesadillas?

—Norberto, sé que sufres con tus pesadillas, esa fue una de las razones por las que regresaste al mundo pokémon... ¡Aun tienes muchos que pendientes por resolver! —Sentencia el legendario que controla el tiempo por telepatía.

—Dialga ¿sabes que me ocurre? ¿Por qué sufro en mis pesadillas? —Le cuestiono con mucha intriga por saber el por qué.

—Lamentablemente no sé con exactitud lo que te pasa, pero tal vez Darkrai sepa, tiene que ir con él y posiblemente tengas que derrotarlo de ser necesario —propone el tipo acero-dragón.

—Pues muchas gracias Dialga, cuídate y no te preocupes por mi ¡el tiempo esta salvo conmigo!

—Eso no me preocupa, recuerda que yo también controlo el tiempo, mi duda es que conforme avanza el tiempo se vuelve más difícil Giratina, otra de las razones por las que necesito ayuda, pero bueno, ese es problema para otro día.

—Ya tranquiliza Dialga, cuando aprenda a controlar mis poderes todo saldrá bien.

—Créeme, no quieres saber lo que se avecina...

Esta historia continuará.