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025.





Probablemente los recuerdos más hermosos que conservaba Jungkook eran todos desarollados a sus ocho o diez años cuando solía ir al campamento cada verano en Jejú.

Había conocido y aprendido miles de cosas allí, por ejemplo que aunque las películas lo repitiesen, la mantequilla de maní y la jalea no se juntaban a menos que quisieras una explosión de dulces en tu paladar. También que era completamente prohibido lanzarse en plena noche al lago, siempre habían supervisores, no importaba la hora ellos siempre estaban allí.

Y con su hyung había roto las reglas una que otra vez escalando árboles a tardes horas de la noche, colándose en el comedor horas después para robar alguna fruta o simplemente subiéndose al tejado de sus cabañas.

Era fácil. Era divertido. No habían complejidades de por medio.

Sólo eran ellos en ese entonces.

Y sólo son ellos ahora, solo que con complicaciones de por medio.

Jungkook llevaba días pensado en ello, para ser más exactos: dos semanas. Desde que vio nuevamente a Namjoon cuando éste regresó de inmediato luego de la llamada que le había hecho su hyung mayor, fue imposible no contarle de la situación para pedir ayuda y pretender solucionar los desacuerdos con el peliazul. Y no, no era que no confiase en Yoongi, porque lo hacía con ojos vendados pero a veces la terquedad y falta de convicción te lleva a hacer ciertas cosas como acudir a otra fuente por ayuda.

Lo que le había aconsejado Namjoon en ese entonces fue simple, sólo le dijo que siguiera sus instintos y que no tuviese miedo de sus gustos independientemente cuales fuesen, era normal experimentar para conocerse a sí mismo pero sin dañar a nadie en el intento.

En ese momento Jungkook supo que él había cumplido con cada uno de aquellos consejos, Yoongi ya se lo había hecho saber pero con otras palabras. El único y gran problema que tuvo entonces fue el dañar a las personas a su alrededor mientras intentaba conseguir su objetivo.

Jungkook había deducido erróneamente el ser heterosexual puesto que los hombres no lograban llamar su atención como tal. Él imaginó por un momento el estar besándose con Eunwon puesto que la mitad de su instituto insistía en que ese chico era completamente apuesto y encantador, pero él sólo pudo sentir las náuseas recorrer su interior de solo pensar en sus labios

Entonces no, los hombres no le atraían... O al menos no en su totalidad, porque si pensaba en los labios de su hyung, todo era diferente. No se sentía desbordadamente atraído pero tampoco asqueado e imaginó por un momento que sería por el tiempo y la compañía que había pasado con él durante años pero entonces imaginó lo mismo con su hyung de grises cabellos y el asco volvió a su ser.

¿Qué significaba eso? ¿Era Taesexual? Una vez escuchó a Minhyuk hablar de ello con total convicción, alegando que cuando tenías la Taesexualidad no te gustaba nadie más que no fuese Kim Taehyung.

Pero, era extraño, porque las chicas si lograban llamar su atención, no en su totalidad pero si a medias.

Eso le había expresado a Namjoon en su momento y recordó entonces las palabras exactas que este le había dado:



― Probablemente seas bisexual, Jungkook ―dedujo el mayor.

― ¡Pero me gustan más las chicas que los chicos! Ya le di mi conclusión, hyung―exclamó el azabache sentado justo en frente consiguiendo que el contrario rodase los ojos con fastidio.

Namjoon estaba seguro de haberle explicado ya unas diez veces, él no era tan paciente como Yoongi pero lo intentaría una vez más, si no captaba entonces le patearía por dos razones: la primera por idiota, y la segunda por hacer estragos con su hermanito.

― Escucha y presta mucha atención a mis palabras una última vez, ¿de acuerdo? ―pidió el mayor respirando hondo cuando Jungkook asintió abriendo más sus grandes ojos como conejo en fechas de caza. ― El que te atraigan más las chicas que los chicos no te hace más o menos bisexual. Pueden atraerte dos chicos y una chica pero seguirás siendo bisexual, no héterosexual, ni homosexual, ¿me entiendes?

― P-Pero solo me atrae Taehyung, hyung ―musitó cabizbajo. 

Namjoon gruñó al oírlo.

― En otro momento hubiese golpeado tu rostro al decir eso ―admitió.― Pero sé que eres inofensivo, sólo que tienes muchas dudas. Debes aceptar tus gustos Jungkook, hasta que no lo consigas no podrás vivir tranquilo. Hasta entonces las dudas y diferentes pensamientos abrumarán tu cabeza ―relató con más tranquilidad.― No debes tener miedo, si eres hetero, homosexual o bisexual, todos a tu alrededor te aceptarán pero deja las cosas claras desde un principio y no des más rodeos a todo.



Namjoon había sido más que claro con él. Aun así, Jungkook pensaba una y otra vez en lo mismo ¿Por qué era tan difícil aceptarlo? Su padre siempre lo quiso como fuese, incluso a sus catorce años le mencionó algo sobre el tema, ¿por qué temía entonces? ¿Por qué juzgaba sin saber? ¿Eso no le hacía un torpe? Ahora se arrepentía de lo que había dicho semanas atrás de la pareja en el centro comercial.

Le debía una disculpa a Taehyung, eso era seguro.

Namjoon dijo que Taehyung era una persona fácil de convencer, pero él no lo sintió así, incluso le molestó un poco el hecho de que descartase a su hermano de esa forma, porque pese a todo, Taehyung era difícil en cada aspecto.

Sin embargo, no dejaba de ser su hyung y compañero, además de que había dejado muy atrás aquel logo de mejores amigos, debía simplemente contactarlo y dejar de pensarlo por más tiempo, pero era difícil, tanto como el álgebra.

Jungkook chifló sus labios con fastidio, ¿cuánto tiempo llevaba recostado en aquel pasto? Probablemente muchas horas porque el sol ya no daba su completo esplendor, debían ser al rededor de las cuatro o tal vez las cinco de la tarde.

El azabache había decidido que lo mejor para sí mismo sería dar una vuelta para distraerse, en su hogar se encontraban sus padres. Yoongi se había marchado hace unos días atrás con el pretexto de no querer molestar más de la cuenta; sin embargo, Jungkook sabía que era más por verguenza hacia sus padres que otra cosa. 

Jungkook había terminado por trotar dos horas y por mero cansancio se recostó en el pasto de un parque cercano, sabía que ese quedaba a unas cuantas calles de la casa de Taehyung, había corrido hasta allí no teniendo un rumbo fijo en un inicio, sólo cruzaba por la primera calle que veía. Tal vez su cabeza le estaba jugando una mala broma al seguir indirectamente la casa del peliazul.

Aish, ¿por qué no podía apartarlo de su mente? Era parte de sus principales problemas, es cierto, pero debía darle descanso o terminaría completamente jodido.

Más de lo que estaba.

Por pretender distraerse se permitió cerrar sus ojos, realmente estaba agotado, tenía mucho tiempo sin trotar y sus pensamientos no le dejaban tranquilo, necesitaba relajarse. Tarareó entonces una canción que siempre solía escuchar cuando se encontraba abrumado, sin saber lo que realmente significaba la canción para él.

Estuvo a punto de dormirse, de no ser porque sintió el peso de alguien caer a su lado además del perfume tan peculiar que poseía esa persona, sabía bien quien era, más no se inmutó en lo más mínimo y siguió en lo suyo, sus ojos permanecían cerrados y el tarareo no terminaba.

― Tal vez debas dedicarte a la música y dejar la escuela, las tareas no son lo tuyo pero tienes linda voz ―alagó el chico contrario.― ¿Esa no era la misma canción que escuchamos en nuestro último viaje a Jejú?

¿La recordaba realmente? Si él era sincero, no podía reconocer que la canción la había conocido en Jejú y mucho menos que fue en su último día de despedida del campamento.

― Lo es ―afirmó el azabache entonces, parando el tarareo sin permitirse abrir los ojos, no quería demostrar sus nervios por medio de su mirada.― Creí que no la reconocerías, hyung

― Ese día-... Fue un lindo día ―aceptó el pelizul mordiendo su labio inferior sin querer decir nada más.― Creo que entra entre mis favoritos

Jungkook lo pensó una vez más, ese día sólo se habían encerrado en su cabaña ya que todos jugaban en el lago, Taehyung había puesto una canción de un mp3 que había quitado de alguien en el lugar sólo para enseñarle aquella canción de balada dulce. 

Taehyung le había pedido entonces que cerrase sus ojos y sólo disfrutara de la música, un Jungkook de trece años lo hizo sin dudar confiando plenamente en el chico que se encontraba frente a él en la cama, luego de unos minutos la música había parado y cuando quiso abrir sus ojos para opinar algo, unos labios fueron estampados torpemente sobre los suyos.

Ya no había música qué disfrutar, sus ojos ahora estaban abiertos al igual que sus labios mínimamente, ahora sus labios se movían lentamente a juego con los contrarios. Sabía que era un beso, pero no lo sintió como uno cualquiera, tal vez porque venía de su mejor amigo y compañero de juegos o porque era un chico. Independientemente de cual fuese la razón o el motivo, no importaba, no cuando buscaron intensificar el beso y un fuerte estruendo se escuchó fuera.

Se separaron de inmediato con las mejillas sonrojadas, la lluvia torrencial les relajaba, la música que había vuelto a poner el ex-castaño también ayudaba un poco.

Esa última noche juntos en Jejú fue de las mejores para ambos, donde pasaron el resto del día abrazados besando cualquier parte del rostro contrario que no fuesen sus labios, deseando que no terminase jamás.

Porque de no haber terminado, no estarían como lo están ahora. Uno al lado del otro con cierta distancia en medio recostados en el pasto, viviendo de dulces recuerdos pero sin querer formar nuevos por mero orgullo.

― También es de mis favoritos ―confirmó entonces el azabache.― El azul le queda lindo, hyung

― No haz abierto tus ojos como para saber de qué color es mi cabello, Kook ―habló con cierta diversión el mayor viendo como el contrario fruncía su ceño.

― Ya lo he visto antes por las fotos que subiste con Minhyuk hyung y Jimin hyung ―recordó.

Taehyung frunció su ceño sentándose en su puesto y recogiendo las piernas para voltearse y quedar frente a frente con el azabache quien no se había movido ni un centímetro teniendo sus brazos hacia atrás sirviendo como almohada para su cabeza.

― Jungkook, abre tus ojos ―pidió en tono de reclamo.

― No necesito hacerlo

― Enfréntame de una vez ―ordenó.― No podemos pasar el resto de nuestras vidas sin hablarnos como un par de niños ―admitió cruzando sus brazos al ver que el contrario no le hacía ni el más mínimo caso a sus órdenes.― Y de ser ese el caso, de no volvernos a hablar... Realmente me gustaría terminar las cosas bien, aún hay algo que debes saber

Jungkook sintió de alguna manera la tristeza reflejada en la voz de su mayor y lo entendía porque a él también le dolía el estar separado de su hyung, pero hasta hace minutos atrás se debatía en si poder siquiera enviarle un texto y ahora de la nada lo tenía en frente de sí exigiendo un veredicto final.

Taehyung hacía en ese momento lo que Jungkook debió hacer días atrás.

― ¿Cómo llegaste aquí? ―fue lo primero que preguntó el azabache al abrir sus ojos viendo como el contrario fruncía el ceño con desconcierto.

― Siempre venía con Tannie, pero hoy se lo ha llevado Minhyuk y por costumbre he salido ―explicó rápidamente.― ¿Hablaremos realmente o seguirás evadiendo lo obvio?

Jungkook suspiró sonoramente extendiendo uno de sus brazos en el lado donde se encontraba el mayor momentos antes.

― ¿Puedes calmarte? Hyung, sé que está nervioso y yo también ―admitió.― Pero, ¿podrías recostarte?

― Puedo hacer eso ―confesó el peliazul recostándose nuevamente con su cabeza apoyada en el brazo del azabache quien ahora daba suaves caricias en su cabello con sus dedos.― ¿Por qué haces esto?

― No puedes decirme lo que sea que tengas para decir si estás alterado ―musitó tranquilamente haciéndose una idea sobre qué trataba todo.― Nunca es bueno, necesitas relajarte, hyung

Taehyung entonces se permitió disfrutar de las caricias recordando su último viaje a Jejú junto a Jungkook, probablemente esta también sería la última vez que podría permitirse disfrutar del momento. 

Por mucho que quiera negarlo, Jungkook tenía razón, necesitaba relajarse. En los últimos días no había hecho más que pensar en ese momento y realmente no imaginó que sería tan pronto pero al ver al azabache tarareando con ojos cerrados, le fue imposible desaprovechar la oportunidad, tal vez era una clase de señal del destino y ¿quién era él para anteponerse?

Como también podía ser una señal para que no se acercase, no lo sabía, pero ya había hecho una gran parte de su plan y no podía dar vuelta atrás en aquellos momentos.

― Yo diré algo al azar de mi y tu lo harás de ti, ¿de acuerdo? ―ofreció el menor.

― De acuerdo

Bien, era perfecto, Taehyung tenía el trabajo facilitado desde ahora.

― Desde hace una semana tengo el peluche que hiciste para mi de niños en la mesita de noche ―admitió sin pensar el azabache logrando conseguir las risas contrarias.

― Quiero teñirme de rubio alguna vez

― Dejé de hacer ejercicio en exceso

Taehyung sintió un alivio al escuchar eso, pero su corazón se oprimía aún más al pensar que ahora él debía confesar y que en cualquier momento le diría la verdad a Jungkook.

― No he vuelto  cocinar desde que discutimos

― Escucho eyes, nose, lips desde hace dos semanas para dormir

― M-Me gustan los chicos

― Lo sabía

El peliazulado se tensó al instante e intentó levantarse de su puesto pero los brazos del azabache a su alrededor se lo impidieron. No sabía como actuar, qué hacer o qué decir siquiera.

― ¿L-Lo sabías? ―fue lo único que salió de sus labios.

― Sí, algo así ―admitió el azabache recostado con sus brazos enrollados en el dorso del contrario.― Digamos que hace unos días hablé con Namjoon hyung y pudo decirme algo

― ¿P-Por eso estabas evitándome? ―inquirió el peliazulado más en una confirmación.― Jungkook, si estabas evitándome por eso es mejor que lo confieses, no creo que sea bueno mantener nuestra amistad a la fuerza ¿sabes? Sé que soy un extraño para ti ahora por decir todo esto pero-

― Hyung ―interrumpió el azabache dejando caricias sobre el dorso de su mayor con sus pulgares.― ¿Soy un extraño para ti?

La pregunta de Jungkook le tomó desprevenido, y no por no saber la respuesta, sino más bien por la duda en sí, era simplemente raro.

― No lo eres ―negó rápidamente.― ¿Por qué lo serías? No haz hecho nada fuera de lo común

― Lo mismo digo para usted. No haz hecho nada que esté por fuera de las normas o derechos humanos ¿cierto? ―inquirió viendo como el contrario negaba con dudas, que probablemente estaban allí por culpa de sus actos pasados.― Entonces no tienes porqué ser un extraño. Ni para mi, ni para nadie, hyung

― Pero, antes habías dicho que-

― Sé lo que dije ―admitió cerrando sus brazos al rededor de los hombros del de tez morena en un abrazo.― Lo que dije fue una tontería, ¿de acuerdo? El único extraño entonces fui yo por no saber respetar los gustos contrarios. Fui un idiota

― Uno muy grande ―intervino el peliazul asintiendo.

― El punto es que, lo siento. Lamento lo que dije, por miedo actué de la peor forma y ahora no sé como remendarlo

Taehyung sonrió viendo como Jungkook le acercaba aún más y ponía el mentón por encima de su cabeza haciendo que la nariz del peliazulado chocase con sus clavículas directamente.

― Eres un tonto ―admitió el mayor entonces.― Pero un tonto consciente

Jungkook rió por las palabras contrarias.

― También soy bisexual ―admitió al fin.― Uno muy estúpido

El mayor salió del pequeño escondite que había hecho el azabache para él con su cuerpo para alejarse un poco y subir a su frente dejando un pequeño beso allí.

― Lo sabía

― ¿Cómo? ―inquirió el menor con desconcierto, apenas y había aceptado su sexualidad luego de tantos debates mentales, ¿cómo sabía siquiera semejante cosa?

― Puede que Namjoon hyung, también me haya contado una que otra cosa y alguien haya hecho un resumen para mi ―admitió con una sonrisa de labios.

― Minhyuk hyung y Jimin hyung

― ¡Hay un ganador! ―exclamó entre risas viendo como el contrario rodaba sus ojos con diversión.




Ambos habían pasado el resto de tarde juntos, simplemente allí tirados en el césped, se habían levantado para comer algo de algún puesto rápido de allí y ahora estaban listos para volver a sus hogares.

Nada había sido forzado ni mucho menos incómodo, las cosas no resultaron como lo planearon sino que todo salió tres veces mejor que como lo pensaron antes. No hablaron mucho, las palabras no eran necesarias en ese momento. 

Sólo se permitieron disfrutar del momento, no entre ellos nada más, sino las cosas a su alrededor.

Es fácil y sin complejidades de por medio, sólo ellos dos ahora y ellos dos siempre.

― ¿Te acompaño, hyung?

Taehyung sonrió a medias al ver los ojos contrarios brillar con el contraste de luces en el lugar.

― No creo que sea lo apropiado Jungkook, ¿sabes a lo que me refiero? ―inquirió con cierto miedo de que el contrario tomase mal sus palabras y toda esa tarde quedase en vano.

Jungkook por otra parte ya se esperaba la respuesta pero no estaba de más el preguntar, ¿cierto?

― ¿Desde cero? ―preguntó con una sonrisa que mostraba parte de sus dientes.

― ¿Puedes entenderlo?

― No tengo doce años hyung, puedo hacerlo ―confirmó sin perder su tono alegre.

― Entonces sí, desde cero

Taehyung se despidió dejando un suave y dulce beso en la mejilla contraria para darse vuelta emprendiendo su camino hasta casa con la felicidad desbordando en todo su ser.

Era cierto, las cosas con Jungkook no estaban arregladas como debería ser realmente, pero la parte más difícil de todo ya había sido medianamente tratada. Sabía de la orientación del azabache hace una semana cuando Namjoon decidió que lo mejor era sentarse a hablar seriamente como hermanos, lo dedujo al final cuando el mayor dijo que Jungkook pasaba por las inquietas dudas sin poder decidir algo como tal.

Aún así, eso no había quitado sus dudas, por lo mismo se había sorprendido en grande cuando el azabache tomó todo con total calma.

Había resultado mejor de lo esperado y aunque aún faltasen muchas cosas más por delante, no sería tan pesada la carga ahora.

Estaba bien con Jungkook.

Se sentía en paz consigo mismo.

Ya nada más importaba en su vida, porque para él, todo estaba resuelto después de ahora.



FIN.

AAAAA ¿Se la creyeron? JAAJSJDAJ PERDÓN YO LOS AMO.

Por si aún no entienden. No, este NO ES EL FINAL de la historia solo era joda, aún quedan capítulos pero no les voy a mentir, esto se está acabando. Un drama más y adiós.


Quiero pedirles perdón por haber pasado tanto tiempo sin actualizar, estoy en un momento en el que se me es difícil siquiera pensar en algo en concreto, este capítulo lo escribí como cinco veces, no estaba conforme y por eso me disculpo. 

En dos semanas iniciaré clases y espero dejarles muchos capítulos antes de entrar.


También quiero agradecerles porque somo casi 10k de vistas. Esto significa mucho para mi, no sé como expresarlo con palabras, quería hacer una maratón de agradecimiento cuando llegásemos a los 10k pero justo ahora como estoy me es imposible. 

Gracias por estar aquí y por la paciencia que me tienen. LOS AMO.



STREAM A CHICKEN NOODLE SOUP, Hoseok se botó con tremendo tema.



Gracias por leer.

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