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022.





― Tae hyung, ¿qué opinas? ¿Debería tomar el azul o el negro? ―inquirió el azabache posando para el castaño de manera exagerada con ambas camisetas encima de él.― ¿Con cual crees que podré conquistar el mundo? ¿eh?

Taehyung rió en grande, Jungkook era un torpe bromista con lindo cuerpo.

― Con ambas podrías conseguir lo que quisieras, Kookie ―admitió sinceramente sentado en frente del vestidor.― Las camisetas no te dan el estilo, tú se los das a ellas 

― Entonces... ¿Azul o roja? ―volvió a preguntar el azabache tratando de no mostrar sus nervios a la luz.

Aunque era muy tarde, sus mejillas ya le delataban.

― La roja, Jungkook ―contestó resignado rodando su vista a algún otro punto de la tienda luego de que el azabache regresara al probador.

Jungkook le había llevado a tropezones hasta allí, dejando besitos y uno que otro cariño en sus mejillas teniendo por excusa un: 

''Son muy lindas hyung, además están muy frías, necesitan calor.''


¿Se había sonrojado? Completamente.

Aquello sumando los abrazos y cariños que recibió su cabello, le había dado el impulso suficiente para intentar dar un pequeño paso con Jungkook. 

Hace unas semanas había aceptado su sexualidad con ayuda de Minhyuk, se autoproclamaba bisexual, aunque su amigo dijese que era un completo homosexual con la mitad de su alma encerrada en un closet.

Tal vez Minhyuk tenía razón en cierto aspecto, también debía admitir que probablemente Jungkook podría sentir algo por él aunque fuese muy mínimo ¿no? Porque si pensaba las cosa en perspectiva de un tercero, aquellos cariños que ambos se traían no eran de simple amistad.

Taehyung intentó contradecir al platinado en aquel entonces pero no encontraba palabras lógicas con las cuales debatir las aclaraciones del contrario, muy pobremente debió aceptar que Minhyuk y Jimin siempre tuvieron razón.

Recordó entonces la vez en que Jimin le aconsejó que no estaba mal probar y conocer si realmente aquello era cierto. Y tenía razón una vez más, no estaba de más experimentar un poco ¿no? Después de todo, es su vida.

― Hyung, ¿vienes? ―llamó el menor quien aparentemente había pagado todo.― Aún nos falta una tienda más

― ¿Hay más? ―inquirió el castaño cansado, recordaba que los roles hace unos años eran invertidos y no quería pensar que era la edad, no, apenas tenía diecisiete su cuerpo era joven.

Pero muy soso en comparación al del azabache que ahora le veía con una tímida sonrisa en sus labios. 

Agh, se veía tan lindo.

― Prometo que es la última, ¿sí? 

Taehyung asintió no estando muy de acuerdo, su trasero y pies dolían. A Jungkook se le había ocurrido la maravillosa idea de ir al COEX Mall, el centro comercial más grande del continente Asiático situado en Seúl, éste tenía ochenta y cinco mil metros cuadrados y Taehyung pudo jurar que el condenado de su mejor amigo le hizo caminar cada metro de aquel sitio comprando todo lo que consiguiese a su paso.

Lo único bueno de todo eso es que podía estar protegido de los trece grados que hacían fuera, era otoño apenas, la temperatura debería estar en unos veinte grados aún, ¡ni siquiera en Busán hacían temperaturas tan bajas como aquellas!

Ambos chicos se dirigieron al decimoquinto piso del lugar, –para ser más precisos– el piso preferido de Taehyung. 

Al llegar por medio de las escaleras eléctricas lo primero que podías ver eran repisas inmensas llenas de todo tipo de libros, del otro lado se encontraban las tiendas de perfumes y ropa para nada barata, y justo a esa sección era a la que se dirigían.

― Jungkook, no ―ordenó el castaño parando sus pasos por completo a sabiendas de lo que haría el contrario.

― ¿Por qué no?

― Porque no quiero, vayamos al cine ―ofreció intentando convencerlo.

Pero Jungkook en ningún momento detuvo su paso ni alteró su destino, en cambio, tomó la mano del castaño con fuerza para que no intentase huir del lugar como lo había intentado hacer antes de que siquiera le tocase.

― J-Jungkook, ese lugar es m-muy caro ―intervino nuevamente el castaño escuchando de inmediato risas del contrario.

Era estúpido lo que había dicho, sí pero, ¿tanto debía reírse?

Jungkook al fin había parado sus largos y rápidos pasos cuando estuvieron enfrente de la tienda que en letras grandes y doradas plasmaba un brillante Giorgio Armani en la fachada.

― No quiero Jungkook

― ¿No? ―inquirió el menor frunciendo su ceño mínimamente viendo como el contrario negaba.― Creí que le gustaba la moda italiana, hyung. Últimamente sus prendas son de la colección de verano del año pasado ―delató dirigiendo entonces sus ojos a la muñeca del castaño.― De hecho, ese reloj que usas es de Versace

Taehyung quitó su mano de la del contrario para esconderlo detrás de sí. El reloj sí era italiano, sí era de Versace y sí, Jungkook había acertado con su gusto por la moda italiana pero, ¿desde cuando lo había notado? ¡Ni Minhyuk que es un observador de primera le hizo un comentario! 

― ¿Desde cuando tienes interés por la moda? ―quiso saber entonces el castaño achicando sus ojos y cerrando aún más su abrigo prestado para que el azabache no pudiese distinguir el resto marcas que cargaba encima.

Jungkook pareció pensarselo, realmente no tenía un interés por la moda, pero a lo largo de los años su padre la había enseñado a distinguir las marcas de relojes y zapatos italianas a la perfección. Se podría decir que el señor Jeon era todo un detallista y quiso heredarle eso a su hijo aunque este no tuviese tanto interés en ello, pero debido a eso, ahora Jungkook podía distinguir un reloj Emporio Armani de un Versace PE.

Y justo ahora tenía un plan en mente, tal vez no era el mejor pero de algo serviría, ¿no?

― Hyung, usted realmente no quiere un regalo de mi parte, ¿cierto? ―inquirió el menor con una media sonrisa que realmente asustó un poco al contrario.

― N-No realmente

― De igual forma necesito un modelo para ciertas prendas, ya viene el cumpleaños de Eunwoo y me comentó que antes nadie le había hecho un detalle ―mintió descaradamente viendo como el contrario se relajaba, sabía cuales eran los puntos sensibles de su hyung.― Sus cuerpos son realmente parecidos ¿Me ayudaría, hyung?

Taehyung creyó que aquel chico realmente no le importaba al azabache, pero al ver que haría algo así por su nuevo amigo le conmovió y no le quedó más opción que asentir.

Jungkook notó el porqué su hyung no quería estar allí al entrar a la tienda y ver las miles deprendas en vitrinas. En primer lugar pudo ver que su hyung estaba nervioso. En segundo lugar, no se sentía conforme con su cuerpo y él no pudo entender aquello.

Es decir, él veía el cuerpo de su hyung como algo esbelto, suave, delicado y con curvas. Totalmente atrayente y llamativo. Muy contrario al suyo que era rustico y musculoso.

Pero se encargaría de hacerle sentir mejor.

Jungkook había hecho que dejasen la tienda para ellos hasta que saliesen, solo ellos y los encargados estarían allí. Claro que Taehyung no podía saber nada de ello o de lo contrario le patearía y se iría lejos por su cuenta. 

Sin embargo, el riesgo valía la pena.

Ya era la tercer combinación de prendas que usaba Taehyung al salir del probador, cada prenda escogida por Jungkook. Y el castaño usó las palabras típicas que había dicho con los dos atuendos anteriores:

― Es lindo, pero estoy seguro que quedará mejor en Eunwoonie ―repitió por tercera vez viendo las mangas del suéter color vino que cargaba encima. 

Jungkook como veces anteriores, decidió ignorarlo para contemplar a la perfección cómo encajaba cada pieza en el cuerpo de su hyung. Era simplemente perfecto, no había explicación ¿Por qué su jodida cintura era tan pequeña? ¿Era normal para un chico? El azabache no lo sabía y juraba que no le importaba, era malditamente atrayente.

― Queda hermoso, ¿de acuerdo? Puedo jugar por los mil demonios que a Eunwoo no le quedará así de bien jamás ―habló Jungkook sin prestar atención a sus palabras, seguía en su estado de hipnosis.― Y deja de llamarle así, me irrita

Taehyung algo apenado cruzó sus brazos por encima, la mirada de Jungkook en él era intimidante, no podía mantenerla.

― Espera aquí un momento, ¿sí?

Dicho eso, Jungkook se levantó del sofá para ir directo a donde se encontraban los encargados de la tienda, sabía de unas prendas especiales que aún no ponían en vitrinas pero quería verlas puestas en su hyung, definitivamente sí.

Mientras tanto, Taehyung esperó sentado en un sofá rojo en el gran cubículo para los cambios ¿Por qué debía ser tan grande el espacio? Eso hacía que su espejo fuese aún más grande y no le agradaba. 

Había que entender algo de ante mano, Taehyung no odiaba las prendas sobre su cuerpo, él amaba salir de compras con Minhyuk o Jimin por igual, lo que no le agradaba era el hecho de que Jungkook estuviese allí casi comiéndole con la mirada. Le ponía nervioso el comparar su cuerpo tan pequeño y frágil con el de su menor que era por mucho más grande que el suyo.

Era vergonzoso.

Aún así, Jungkook le repetía aquellas cosas que le hacían sonreír, en su primer atuendo el azabache había tenido que ir por él al probador para sacarle y luego decirle lo hermoso que le quedaba aquel cardigan con pantalones beige avellanado que marcaban sus piernas casi a la perfección.

En su segundo atuendo fue toda una odisea, Jungkook no le permitió hablar sólo para elogiarlo, hasta había señalado el hecho de que sus dedos eran finos y perfectos para los anillos que usaba, lo había descrito de una forma que más creyó pensar.

No tenía palabras para describir la sensación tan emocionante que sentía en su pecho, sólo quería llegar a casa y llenar de besitos la cara del azabache como éste mismo solía pedirle cuando era tan solo un niño. Porque sí, Taehyung al fin había aceptado el hecho de que Jungkook ya no era más un niño.

― Hyung, ¿podría probarse esto? ―inquirió con un poco de desconfianza, había intentado amontonar la ropa lo más posible para que no se notase pero su hyung no era tan tonto.― Será lo último, se lo prometo

― Luego nos iremos a casa ―condicionó el castaño recibiendo una sonrisa del contrario una vez tomó la ropa de sus manos.

Ya veía Taehyung ahora el porqué Jungkook no estaba completamente seguro de darle aquello, ¡era un indecente! No iba a salir con esa vestimenta del probador.

No era porque no le gustase, realmente había comprado ciertas prendas similares pero que Jungkook le diese algo así era inmoral.

― Hyung, ¿todo bien? ―preguntó el azabache del otro lado de la cortina.

― No saldré así, Jungkook

Taehyung no recibió respuestas del azabache, por lo que creyó que había entendido su error, no sabía si era una falta de respeto o algo más allá y realmente prefería pensar lo peor, ilusionarse nunca era bueno.

― Sabía que le quedaría bien ―susurró el menor corriendo las cortinas rojas para entrar. 

― Jungkook, vete

― No, yo quiero verte ―admitió viéndole desde arriba.

― Yo no quiero ―repicó el castaño desdoblando sus piernas y levantándose del sofá que hacía juego con las cortinas rojas para llegar a la altura del contrario.― Necesito que salgas ahora, quiero cambiarme esto ―explicó el castaño señalando la salida, controlando el tono de su voz, quería parecer decente y calmado pero todo eso se fue por la basura cuando escuchó la risita del azabache.― ¿Te parece gracioso? Intento ayudarte con tu estúpido regalo, y sé que probablemente a Eunwoo le quede mil veces mejor pero no es motivo por el cual debas burlarte de mi. Ahora vete de aquí, Jeon Jungkook

El azabache sólo se detuvo a ver a su hyung, había hecho una excelente elección con las prendas, constaba de un pantalón suelto ceñido a la cintura de color gris combinado con un top de rejillas negro y unos mocasines del mismo color, la ropa aún no había sido modelada siquiera por alguien más y Armani realmente no necesitaría otro modelo que no fuese Kim Taehyung, definitivamente nadie en el mundo sabría lucir su ropa como ese chico frente suyo que incluso enojado conquistaría una pasarela entera.

Tal vez su hyung podría ser modelo en un futuro muy cercano, luego podría convencerlo de ello, ahora tenía algo que arreglar si no quería ser abofeteado.

― No me iré ―anunció el menor abrazando a su hyung por su cintura totalmente descubierta y continuando antes de que éste siquiera hablase.― No me iré hasta que entiendas que todo queda hermoso en ti y dejes de mencionar al idiota de Eunwoo, ¿está bien? ―Jungkook ahora veía los orbes confusos y brillosos que le ofrecía su mayor.― Te ves fantástico hyung







Luego del pequeño incidente que casi termina en un azabache abofeteado y solo, ambos chicos salieron de Armani tomados de las manos nuevamente –luego de que Jungkook hablase con los encargados y entregara la ropa medida–, con la excusa de que Jungkook decía que las manos del castaño estaban muy frías debido a la ventilación de la tienda. 

La verdad es que a Taehyung no le importó mucho, sólo quería regresar a su casa antes de que sus mejillas explotasen.

Habían decidido tomar nuevamente las escaleras eléctricas en vez del ascensor y con ello habían parado en el piso dos donde un joven de aproximadamente veinte años tocaba muy dulcemente el violín, aquello había resultado ser un imán para el castaño puesto que el sonido iba combinado con suaves tonadas de un saxofón.

El menor lograba deleitarse no sólo con el sonido, sino también con la emoción que desprendía su hyung al ver a aquel par de chicos que apenas terminaban su pieza, desafortunadamente era su final, habían llegado muy tarde.

Taehyung sonrió al escuchar los aplausos provenientes del menor, le gustaba la idea de compartir el mismo pasatiempo como lo era la música. Pero los aplausos y emociones del azabache pararon abruptamente, el castaño no le veía sentido, tampoco pudo encontrárselo puesto que el menor le tomó de la muñeca y le sacó de aquel lugar rápidamente.

― Jungkook, ¿qué ocurrió? ―inquirió el castaño intentando seguir el paso rápido del contrario.

― N-Nada

― ¿Estás seguro? 

― S-Sí ―confirmó aún con nervios.― Recordé su insistencia para volver a casa y eso haremos

Taehyung sonrió no muy convencido, lo hablarían en casa eso era seguro.





☁☁☁



Taehyung se encontraba en la cocina de los Jeon haciendo la cena para ambos mientras Jungkook cambiaba su ropa. En el apuro por tomar un taxi y llegar a casa pronto, éste se había tropezado con un señor que cargaba un batido de menta probablemente en sus manos, y por consecuencia su camisa quedó empapada junto a su abrigo.

El castaño había pensado en el resumen de ese día, no fue tan malo como le pareció luego de salir de Armani, las cosas parecían ir de maravilla e incluso mejorar cuando vio un sobre dorado con su nombre bordado en negro debajo del microondas.

Taehyung no era tan cotilla, pero algo que llevase su nombre estando en casa de los Jeon y puesto de aquella forma no era algo para nada común.

Terminó decidiendo abrir el sobre, después de todo, trataba de él o algo relacionado, que tuviese su nombre no daba a entender algo más que no fuese eso.

Sin embargo, todo pensamiento o planes fueron completamente bloqueados por el contenido del sobre. Su mente no procesaba nada más que no fuese lo escrito en aquel par de papeles que se encontraban dentro.

― ¡¡Jeon Jungkook!!

El nombrado apareció un minuto después con su franela a medio poner y su cabello completamente despeinado, creía que algo horrendo había ocurrido, pero cuando distinguió que su hyung traía todas sus partes consigo pudo respirar tranquilo para terminar de poner su camiseta blanca.

― Hyung, creí que le había ocurrido algo ―confesó el azabache entrando a la cocina.― Huele muy bien, ¿Qué ocurri... Oh...

― Sí, oh... ―le imitó.

― Planeaba contarle después ―se excusó torpemente para tomar ambas reservas de las manos de su hyung.― Pero no encontré el momento indicado, supongo

― Reservaste boletos de avión además de habitaciones de hotel en Francia bajo mi nombre por tu cuenta ―resumió calmando cada una de sus emociones.―  ¿Y jamás tuviste dos minutos para enviarme un mensaje de texto preguntando si quería ir contigo o no?

Jungkook, no tenía nada para decir, planeaba dejar aquello para cuando terminasen sus clases y las vacaciones de invierno llegaran, ahora debía verse como un completo idiota haciendo reservas con dos meses y medio de anticipación.

En su defensa, cada reserva en Francia para esa temporada se agotaban un mes antes, y él planeó lo mejor. Sin embargo, nunca se planteó la idea de que Taehyung no quisiese ir con él.

― Fue egoísta, lo siento ―admitió el azabache.― Si no quiere ir, lo comprenderé.

Taehyung masajeó el puente de su nariz. Más que egoísta, Jungkook había sido tonto, se estaba cansando que todos decidieran cosas por él, tenía casi dieciocho años y podía valerse por si mismo si así lo quería. No dependía de los cuidados de sus padres directamente, por lo mismo podía hacer su vida como lo hizo su hermano a temprana edad.

― No me malentiendas, ¿sí? ―pidió el castaño apagando la estufa.― Es un lindo detalle y realmente estaría encantado de ir contigo, pero necesito pensarmelo

Jungkook dejó salir el aire en sus pulmones, aquello sin dudas era mejor que un no. Realmente no le importaba el dinero que gastó, después de todo, no era suyo directamente y si le preguntaban, él gastaría cada centavo por ver sonreír al castaño.

Pero con monedas o billetes no compraría lo que Taehyung realmente necesitaba en aquel momento.

― ¿Vamos a comer? ―pidió más en una pregunta intentando disipar la incomodidad que se había creado en la cocina.

― Sí hyung, le ayudo 

Jungkook tomó los platos que Taehyung había servido llevándolos a la mesa donde el castaño servía jugo para ambos.

― ¿Tu madre sigue insistiendo en esto de comer con utensilios de vidrio? ―preguntó Taehyung nuevamente.

La madre del azabache tenía una ley en su casa, y era comer con cubiertos, cucharillas y vasos de vidrio, de lo contrario no serías digno de comer en su mesa.

― Sí, aunque intente romperlos, al día siguiente siguen habiendo más ―confesó con fastidio viendo como el mayor reía sacando cosas del bolso que traía siempre consigo.― ¿Es broma?

― En absoluto ―respondió el castaño con simpleza sacando cubiertos de metal y ofreciéndole un par al menor.― Osas comer conmigo ¿o no es digno para el joven Jeon? ―bromeó imitando un poco la voz de Youngmi.

― Sería completamente irrespetuoso, joven Kim. En su hogar no le enseñaron lo que es el respeto de reglas, ¿no es así? ―jugó de vuelta el azabache tomando los cubiertos.― Afortunadamente, yo no aprendí nada de eso y puedo acompañarle en esta velada

Ambos rieron por sus absurdas voces y actuaciones mal interpretadas, disfrutaban de vez en cuando burlarse de ciertas reglas o autoridades tontas que imponían sus padres sobre sí.

― Hey, aún no me haz contado lo que ocurrió en el coex mall para que nos fuésemos así ―sacó el tema a relucir el castaño, tenía dudas y no planeaba quedarse con ellas.

Jungkook sintió los nervios invadir cada parte de su ser, ¿era necesario hablar de ello en la cena? El rostro de su hyung decía que sí pero él no quería, era vergonzoso ahora que lo pensaba bien.

― Pues... ―el azabache realmente dudaba en si decir la verdad o mentir, pero de igual forma era algo tonto.― Cuando estábamos escuchando la pieza que ambos chicos terminaron, ellos... Ellos se habían besado, ¿sabes?

Taehyung frunció su ceño no entendiendo del todo.

― Y eso es malo, ¿por qué ...? ―el castaño le ayudó para comprender un poco más pero Jungkook simplemente trababa sus palabras.

― Es asqueroso ―confesó al fin logrando que la cara del mayor palideciese.― Es decir, ¿debían hacerlo en público? 

Bien, aquello había descolocado por completo la mente de Taehyung ¿Acaso Jungkook se había vuelto jodidamente loco? ¿No pensaba o coordinada al menos sus palabras con sus acciones anteriores? Era estúpido.

― ¿Cual es la diferencia? Son sus vidas, ellos podrán hacer lo que quieran siempre y cuando no interfiera de mala manera en la sociedad ―explicó el castaño no sabiendo del tema en su totalidad pero conociendo los principios y derechos de cada ser humano.

― Realmente si lo hacen, no es normal ver a dos hombres besándose por la calle, ¿o si? Es extraño, es repulsivo, hyung.

Ese fue el detonante final para el castaño.

― Entonces, ¿besar a tu mejor amigo también es extraño y repulsivo, Jungkook? ―inquirió sabiendo cual era la respuesta por la mirada que el azabache le había dado. Eran demasiadas emociones y sentimientos en bajadas y subidas para procesar, debía calmarse si no quería que una vena de su frente explotara.― Bien ―habló nuevamente a sabiendas que el contrario no contestaría.― Jungkook, ¿qué pensarías si me gustaran los chicos?... Es decir, como al tipo que estaba tocando la pieza

En medio de su explicación al azabache le fue imposible no reírse.

― Eso es imposible hyung ―conformó tomando un poco de pasta para seguir comiendo.

Taehyung aún no entendía cómo era que ese niño frente a él fuese tan idiota.

― ¿Por qué lo es?

― Porque usted no es un extraño o rarito como ese par.


Ese par.


― De acuerdo, es suficiente ―culminó Taehyung para levantarse de la mesa y dejar su plato casi lleno.

El castaño caminó con prisa en busca de sus cosas, estaba seguro de no poder estar más tiempo compartiendo mesa con alguien así, nunca imaginó que entre todas las personas en el mundo y las que conocía, justamente Jungkook terminaría siendo lo que Minhyuk llamaría ''Un gay de culo fruncido''. No sabía porqué usarían aquel nombre pero si conocía su definición, y era exactamente eso que era Jungkook.

― Hyung, es muy tarde, no puede irse solo ―avisó el azabache desde el inicio de las escaleras viendo como el castaño pasaba por su lado sin siquiera mirarle en camino a la salida.

― ¿Qué planeas? ¿Acompañarme? ―preguntó con burla deteniéndose a ver el rostro contrario asentir en su dirección.― Ni de chiste

Taehyung juntó fuerzas para dar vuelta en sus talones y salir continuamente por la puerta, cerrándola de golpe al salir. Agradeció por un instante que ambos padres de Jungkook y Soomin tuviesen una cena esa noche porque de lo contrario no podría explicar el porqué de su ida repentina.

― Jungkook eres un jodido idiota ―susurró para sí mismo abrazándose debido al frío, nuevamente olvidó llevar consigo un abrigo.― Y yo también pero no tanto como tú ―confesó a las nubes que ocultaban la luna.― O tal vez más, porque puede que me guste un jodido idiota ―admitió queriendo retener sus lágrimas pero fallando en el intento.― Imposible

El día había iniciado demasiado bien par ser cierto, pero había finalizado como un infierno, tal vez se había ilusionado un poco en Armani, los actos de Jungkook fueron medidos y delicados, pero no tenían absolutamente nada que ver con sus palabras tan absurdas. ¿Cómo iba a causarle repulsión que un par de chicos se besasen, ¡si él mismo le había besado infinidades de veces!? No tenía ningún tipo de lógica o sentido.

Taehyung solo pudo ver entonces la resplandeciente luna salir y el final de su larga amistad en derrumbe, pero tal vez no fuese su culpa en totalidad.

Ahora que estaba seguro de sus sentimientos y verdadera identidad, no podía seguir mintiéndole o mucho menos ocultándole a Jungkook lo que realmente es porque se estaría mintiendo y fallando a sí mismo.

Lo mejor era.

Tal vez.

Alejarse.



¡HOLA! Hoy vengo más feliz que nunca, no sé si es porque bebí mucho café y no he dormido nada o PORQUE LLEGAMOS A 1K DE ESTRELLITAS. Realmente estoy feliz por eso y porque ya somos 7.95k de vistas, osea no ha pasado un mes y ya vamos para otro mil, yo-

Estoy agradecida con ustedes y por eso este cap es de 4k de palabras, tuve que dividirlo en dos porque realmente no iba a subir un cap de 8k de palabras, a mi me daría flojera leerlo y bueno, esto es una chota para empezar.



Con respecto al capítulo. Fua no sé que decir, ni yo entiendo al idiota de Jungkook y Taehyung, bueno, no es tan santo ¿saben? Los únicos que me caen bien son Nam, Minhyuk, Jimin y Eunwoo.

También quiero informarles que tal vez no falte mucho para que acabe con este fic, no soy buena sacando cuentas pero si no se me ocurre algún otro drama (o escribir con Dionysus de fondo) creo que esto acaba dentro de ocho capítulos.

QUIERO DECIRLES QUE LOS AMO Y SIN USTEDES NO SEGUIRÍA AQUÍ, perdón, prometo mejorar lo juro.



Le dedico el cap a @Ggukingdom porque no vive en Alaska pero es re frío allá y me inspiró a bajar las temperaturas, culpenla del clima.


¡Feliz inicio de semana, sonrían mucho bebés!


(Les dejo este edit porque les juro que de esto vivo)


¡Gracias por leer!

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