— Ya sabes, esa cosa que tenemos los alfas y seres masculinos —se burlo Lisa— con un nudo en la base, no hagas esas caras, es enserió lo que digo, al final del día este orgullo alfa no me sirve de nada —

— ¡Ya se que es un pene! —grito Jennie con la cara roja— ¿¡A que te refieres con meter el pene!? —

— Pues a eso —dijo Lisa con simpleza— Todos los alfas tienen pene, incluso los recesivos —

El silencio invadió el lugar y las feromonas de ira se levantaron.

— Pero... yo no tengo uno —Jennie apretó los dientes—

Y Lisa, ella quiso reír como una loca.

No la malinterpreten, simplemente era una situación muy extraña, ellas dos hablando de penes y metidas, le causaba gracia ¿ok?

También era un ganar para ella, significaba no forzar su propia puerta trasera, cerró los ojos de dolor imaginando una situación que no le sucedería y suspiro de alivio.

— Entonces... ¿Es un si? —

— ¡Déjame en paz! —

Otro rechazo a su dolido corazón.