Capítulo uno: Nervios de primeriza.
Myoui Mina rondaba de un lugar a otro, prácticamente en círculos y de milagro no realizando una excavación bajo tierra. Solía tener esa manía desde cachorrita casa vez que se sentía abrumada de los nervios puesto que hace unos días ella había invitado —torpemente por cierto— a Nayeon dejándole en claro que iban a ir a su primera cita. Nayeon simplemente afirmó, como si no fuera la gran cosa del mundo, pero para Mina, diablos, ella sentía desfallecer su sistema nervioso.
Sip, Mina una cachorrita muy pero muy insegura.
—Pinguino ya cálmate — le pidió Momo, su mejor amiga. La alfa estando recostada en la cama con los brazos cruzados siendo testigo en vivo del espectáculo de exasperación por parte de la pequeña alfa—. Si Nayeon te quiere va a aceptar todo lo que hagas.
Mina no dudo en bufar.
—Tú tienes a tu dulce Chae — contestó Mina imitando exactamente el tono dulzón que usa Momo con su pareja, la castaña entre abriendo los labios ofendida ante tan mala interpretación. Hizo un puchero—. Y a mí a duras penas Nayeon me habla.
Que la omega de Mina no tenta mucho tiempo para la alfa mimada sea un punto muy en contra para ella le hace estrujar los dedos de molestia. Pero aún asi, Momo inmediatamente sonrió al recordar a su pareja.
—Sí... ¿Puedes creerlo? Aun no asumo el hecho que me haya aceptado como su alfa —contó ilusionada Momo—. Chaeyoung-ah ahora es mi total felicidad.
Mina se detuvo con el seño fruncido.
— Pues que felicidad tan chiquita.
— ¡Mina-yah!
— ¡No me grite, unnie!
Chilló Mina, dejando de caminar en círculos, para luego ir hasta la puerta, recostar la cabeza en ella y seguir contando lo miserable que se siente: —Sólo iremos por un helado, o eso es lo que ella quiere ya que según "un helado es más económico, Mina-ah, no es necesario que la cita sea de lujo" ¡Por Dios! ¡Si ella quiere puedo comprarle un auto en forma de helado que lance fuegos artificiales hacia el cielo diciendo "Feliz primera cita, te amo muuucho!
Momo parpadeó ante lo dicho, si que este caso era único.
—Tal vez Nayeon solo quiere tu compañía, Mina, no acomplejes tanto las cosas por ser una primeriza.
—¡Pero yo quiero lo mejor para ella y ella simplemente no! —siguió insistiendo la alfa, tirando su cabeza raudamente en el madero de la puerta, golpeándola de paso y quedándose muda luego. Momo se asustó por el esporádico sonido, asi que no dudo en preguntar en el momento en que en toda la habitación estuvo en silencio sin los despotriques de Mina.
—...¿Estás bi-
—¡NO! ¡ME PEGUÉ FUERTE, AYUDA, VOY A MORIR ANTES DE TENER MI PRIMERA CITA! —lloriqueó aun en su posición.
Momo suspiró.
—Dios, Mina eres una maldita mocosa dramática.
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