¿Manos Manchadas? 4/4
Hola, ¿qué tal están por aquí? Me reporto con un nuevo capítulo en el cual trataré de aclararles todas las dudas que se generaron del anterior.
¿Y qué les puedo decir? El capítulo está con un tema fuerte y delicado, por favor lean con discreción y comenten mucho. Saben que amo sus comentarios y me siento extraña cuando no hay tanta cantidad.
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Solo al escuchar el impacto de cómo se fue rodando por las escaleras, sintió una satisfacción enorme. Con una sonrisa en los labios, se dirigió a la habitación para continuar extrayéndole los órganos a la mujer.
Al volver a entrar, absorbió el rico olor a sangre. Tanteando en la cama, buscó el bisturí que creía haber dejado, y comenzó a pensar cuál sería el siguiente órgano en extraer.
Tardó más de lo esperado, ya que al revisar su teléfono se dio cuenta de que habían pasado varios minutos y no había escuchado ningún ruido que indicara que la chica se hubiera despertado. Se pasó las manos por la cara para quitarse el sudor y soltó un gemido de resignación.
Oh, joder, parecía que de verdad la había cagado al lanzar a la mocosa por las escaleras. Más de cinco minutos que estaba esperando y nada que hacia algún ruido desde abajo que indicaba su despertar. Le iba a tocar bajar para asegurarse de que todavía estuviera viva. No quería agregar la muerte de una niña a la lista.
Llegando a resignarse sobre lo que estaba haciendo con el cuerpo de esta mujer, la llegó a dejar de lado, comenzando a bajar las escaleras con mucho cuidado de no resbalarse en el intento.
Cuando las terminó de bajar, se dio cuenta de que solo estaba a unos pasos y había más sangre en el piso.
Al medio voltear su cara con uno de sus guantes, se dio cuenta de que la herida de esta tarde se había vuelto a abrir y tenía toda la sangre esparcida en su rostro. Una escena demasiado tétrica hasta para el mismo. Lo único bueno de esto era que seguía respirando, la mocosa era leve pero lo hacía.
Así que se resignó a cargarla entre sus brazos para subirla hasta el cuarto que estaba cerrado, ya que era de la mocosa. No le costó tanto abrirlo y, a simple vista, todo estaba vacío sin muchas cosas para una niña de su edad.
Ignoro la situación, llegando a acostarla en la cama como si fuera una inocente niña. Antes de volver a esa habitación, tanteé para no chocar con nada en la oscuridad, ya que nada más había vuelto la luz.
Y se suponía que estas personas eran las ricas y estaban sufriendo de este tipo de carencias con la luz. ¡Vaya río de su propio chiste! Al estar ahí, por suerte su bolsa no estaba tan lejos. Estuvo buscando durante unos minutos hasta encontrarla. ¡Una suerte que se había traído hilos y agujas quirúrgicas! Las agarró para volver al cuarto de la mocosa.
Vio, o se imaginó, que aún no había despertado, porque creía ver su sombra en la cama. Así que se acercó hasta ahí, agarrando una sábana para limpiar esa sangre del rostro de la pequeña antes de comenzar a hacer la sutura correspondiente. No era un experto, pero imaginaba que con esto mínimo estaría viva hasta que llegara alguna ambulancia.
Y si no, bueno, se libraría de un buen estorbo en el camino para obtener a su peluche, ya que no existiría el estorbo de una niña en la ecuación.
Se autofelicitó a sí mismo por la gran hazaña que había hecho de salvar la vida de una pequeña antes de volver a salir de este cuarto volviendo de nuevo a su prioridad número uno, aunque antes vio la hora en su teléfono dándose cuenta de que era la 1:30 de la mañana. Tanto había durado con la costura de la niña. Bueno, ya arreglaría la situación.
Centró de nuevo su atención en el cuerpo de esta mujer, llegando a sacar el corazón sintiendo cómo palpitaba un poco entre sus manos. Volvió a sonreír al saber que él era el causante de esta masacre tan satisfactoria antes de tirarlo por las escaleras para jugar a los bolos, aunque no había nada en el piso.
Ignoró ese hecho viendo cómo se quedaba en uno de los escalones. Quiso por un momento bajar a buscarlo aunque se arrepintió. Ya luego tendría tiempo para jugar a los bolos con las demás partes del cuerpo que sacaría de esta mujer y por qué no, con el de ese Omega que estaba en el suelo.
¡Qué tan divertido sería tirar dos corazones por la escalera a la vez y luego aplastarlos! Sería muy interesante. Se volvió a reír de su propio chiste antes de terminar de entrar a esa habitación fijándose en la hora nuevamente: 1:40 AM. No le prestó mucha atención a eso antes de sumergirse en su trabajo tan satisfactorio.
1:40 AM:
Llevaba ya unos minutos sacando los órganos de este cuerpo para meterlos en esa bolsa. Sin contar los dedos que había tirado hace unos minutos por la escalera, les daba un toque exquisito. Hasta que un ruido en la parte de abajo lo hizo pararse en seco por unos segundos. Aunque lo ignoró, fue demasiado débil; podía ser cualquier cosa, así que continuó metiendo el pulmón en una bolsa.
Pasaron otros segundos más hasta que el ruido se transformó en un grito que intentaron acallar. Luego solo vino susurros y como pasos de alguien que venía subiendo las escaleras. Eso lo puso en alerta para esconderse, pero no pudo ya que su peluche lo vio.
¿Cómo rayos había terminado aquí? Fue su sorpresa inicial, además de verlo con la sangre en su ropa. Seguramente era por ese otro Omega en el piso de abajo. Vio cómo su amor se acercaba hasta el cuerpo, viéndolo y luego lo miraba a él.
Se veía tan hermoso como estaba que quería follárselo ahí mismo. Tuvieron unas cuantas palabras más por parte del Omega antes de que este comenzara a salir de la habitación. Podía dar con el cuarto de su hija, así que cuando se dio la vuelta, le dio un golpe por la espalda dejándolo inconsciente.
Al verlo inconsciente, se atrevió a inyectarle una droga para que durmiera un rato más antes de comenzar a arrastrarlo por toda la casa hasta una habitación donde lo acostó en el suelo. Luego, fue de nuevo a ese cuarto para buscar a la esposa y ponerla al lado de su preciado peluche.
Acomodó la escena lo mejor que pudo antes de sacarle algunas fotos en distintas posiciones. Salió de ese cuarto para comenzar a acomodar todos sus implementos. Sabía que su hermano estaba a cargo, pero igual no quería dejar muchas huellas.
Teniendo todo entre sus manos, comenzó a bajar por las escaleras con cuidado de no pisar el corazón y los dedos que había arrojado. Luego, se encargó del cuerpo número dos.
Al cual solo se encargó de sacarle el corazón con el bisturí, dejándolo en las escaleras, mientras él se sentaba en el sofá para relajarse y, por qué no, fumar un poco.
Había conseguido un puro de buena calidad en uno de los estantes.
3:15 AM:
Ya llevaba un largo rato deleitándose con su puro, sintiéndose en paz hasta que se cansó y decidió hacer su famoso juego de bolos con los corazones que estaban en las escaleras, viendo cuál llegaba más lejos.
Tenía expectativas de quién lucharía por su vida a pesar de estar muerto. Solo eran corazones; entendieron el chiste, era muy gracioso.
Aunque muy poco le duró su diversión porque comenzó a escuchar los pasos de alguien bajando. Pensó primero en que sería la mocosa, aunque luego se dio cuenta de que era su peluche. Lo veía cómo se acercaba, así que le terminó de dar los motivos suficientes al quitarse la capucha, dejando ver su rostro.
"Alfa, como llegaste hasta aquí, nos podemos ir a nuestro hogar. Te extraño mucho. Tenerte quiero, palabras bonitas de amor."
Escuchar eso por parte de su Omega fue simplemente mágico. El cómo se rompió toda distancia entre ambos y se llegaron a dar un beso, lo suficientemente apasionado y discreto para inyectarle algo, haciendo que fuera cayendo muy lentamente por las escaleras.
Esta vez sí se aseguró de que no se golpeara, pero ¡oh! había aplastado un corazón, aunque no habría problemas, total, ya estaba muerta esa persona antes de bajar las escaleras, quitando los mechones de la cara de su peluche y susurrando palabras.
“Esto va a terminar más pronto de lo que te imaginarás, amor mío”, le dijo, dándole un beso en sus labios antes de separarse y terminar de arreglar todas las cosas antes de llamar a su hermano.
4:15 AM:
Volvió a subir hasta arriba, empacando sus últimas pertenencias. En el proceso, intentó llamar a su hermano, pero no obtuvo las respuestas inmediatas que quería, así que decidió mandarle un mensaje.
Todo está hecho en esta casa. Puedes llamar a la policía y a la ambulancia. Recuerda llevarte mi peluche al hospital. Lo tendrás allí unas horas hasta que yo te indique.
Después de decir eso, bajó las escaleras y se aseguró de que su peluche estuviera al lado del cadáver antes de salir corriendo de la escena. Pero siempre admiró desde lejos cómo se lo llevaban esposado.
Era una de las cosas más hermosas que podía admirar justo ahora antes de desaparecer en su carro.
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Todo su cuerpo dolía, además, su mente estaba demasiado borrosa. No recordaba dónde estaba justo ahora. Parecía algún tipo de habitación con paredes blancas, todo era blanco. ¿Por qué tenía que ser así? Se paró de esa cama antes de intentar recorrer las instalaciones. Pero grande fue su sorpresa cuando vio a su hija entrar con una herida en la cabeza.
Ella solo lo miraba con mucho rencor y odio a medida que lo iba señalando con sus manos.
—¡Eres un monstruo! Tú la asesinaste. La mataste. Me dejaste sin nadie porque yo a ti no te considero mi mamá. Ella nunca la hubiera matado, sin importar lo que hubiera hecho. ¡Te merecías la muerte de mi hermanito! Te odio. No quiero verte nunca más en mi vida.
—Princesa, yo... yo estoy solo. Ha sido un accidente. Te juro que yo no accioné la pistola. No estaba ahí, mamá. No estaba en ese lugar. Te lo juro por lo que más quieras. Tienes que creerme cuando te digo las cosas.
No sabía ni cómo debía actuar. Los hechos en su mente estaban demasiado borrosos. Estaba sin recordar cómo había terminado aquí, además de los motivos del odio de su hija. Él no había hecho eso de matar a esa mujer.
Él era inocente. Sus manos no estaban manchadas de sangre. Entonces, ¿por qué lo acusaban? ¿Por qué estaba en este lugar? Era como un payaso de circo o algo para la diversión de los demás.
—Nunca más me vuelvas a hablar, mucho menos a buscar. Todos tenían razón: solo eres una puta, y la mataste a ella solo para quedarte conmigo. Y mira cómo te ha resultado las cosas, porque nunca me vas a tener en tu vida. No eres mi madre y nunca lo serás.
Al volver a darle una fuerte cachetada a su hija, comprendió que estaba repitiendo los mismos errores de siempre.
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Y bueno, con esto hemos terminado este capítulo. ¡Cuántas emociones y dudas hemos vivido! ¿Verdad?
Lo único que puedo decirles es que en el próximo capítulo ya se viene el secuestro. Ese salto en el tiempo del capítulo de ayer fue para prepararlos para lo que se viene.
Estos capítulos, en realidad, son cuatro y serán muy fuertes e intensos. Estarán llenos de sexo, drogas, perversiones y más, así que tengo que planear todo muy bien.
Espero que el capítulo de ayer los haya dejado pensando. Siempre encuentro la manera de sorprenderlos.
Aquí abajo pueden dejar sus opiniones sobre el capítulo:
* ¿Qué les pareció el líder?
* ¿Cómo se sintieron con Gi-hun?
* ¿Por qué sienten tanto odio hacia la niña?
* ¿Qué creen que pasará en el próximo capítulo?
¡Nos vemos el miércoles!
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Y si no les carga mi número de teléfono+5804241720472
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