¿Líder?
Tenía necesidades de las que ocuparse: ser el espectador número uno. Se atrevió a dejar solo a su peluche a pesar de que su parte alfa solo arruñaba para que volviera con su Omega. El sencillamente ignoró esto; solo quería ver sus reacciones ante este tipo de situaciones, como con su exposa. Claro que él mismo había planificado este encuentro entre ambos.
Ya se había cansado de tenerlo tan dócil. Quería ver nuevos límites en su preciado peluche, así que fue sencillo localizar a esta mujer. Le mandó un mensaje anónimo de dónde estaría su antigua pareja.
Por unos instantes pensó que lo iban a ignorar, aunque para su mayor sorpresa terminó viniendo. Así que se animó a dejarlos solos a ver cómo se desarrolla la situación. Y fíjate que él pensaba que su peluche iba a tener el valor suficiente para defenderse de las humillaciones de esta alfa.
Aunque sencillamente se dio cuenta de que no estaba preparado para estos límites que le quería poner, solo para su diversión. Así que cuando se cansó de todo lo que estaba viendo, se acercó unos cuantos pasos. En ese momento, la mujer pareció notar su acción y dejó en paz al Omega.
Vio cómo estaba tan destruido en ese piso lleno de humillación. En ese instante quiso consolarlo, aunque por ahora tenía otro asunto pendiente con la alfa. No dejó que terminara de dar algunos pasos antes de pegarla en el vidrio de su propio coche.
—Atrévete tan siquiera a volver a ponerle una mano encima al Omega como lo has hecho justo ahora y no la cuentas. Vas a terminar en una bolsa.
¡Joder! Cómo detestaba cuando la gente no se inmutaba con su presencia y se llegaban a rebajar. Aquí tenía el claro ejemplo de esta mujer tan ordinaria que, a pesar de que le estaban cortando la respiración, se mantenía con esa sonrisa que quería borrar. Cuando la liberó un poco, escuchó cómo comenzó a toser antes de hablar.
—Aja, ¿y quién lo dice? Un alfa patético al cual se lo está cogiendo. Déjame darte un dato útil que quizás te sirve: ese ni siquiera sirve para coger. Es una perra que llora por todo —lo decía con una sonrisa vacilante a pesar de la situación en la que la mantenía. —Por eso me encargué de quemarle sus pechos con cera.
Escuchar eso último lo llegó a descolocar de una manera muy fuerte porque él era el único capaz de poder hacer lo que quisiera con el cuerpo de su "peluche". ¡No esta mujer que no vale absolutamente nada en esta vida! Así que, de nuevo, la volvió a pegar contra la pared, pegando su cuchillo que mantenía entre sus ropas solo para que sintiera lo afilado del cuchillo.
—Fíjate lo que para ti no sirve para nada a mí me ha dado los mejores placeres de la vida y soy capaz de hacer lo que sea si te continuas metiendo en su camino —se atrevió a sacar el cuchillo de sus bolsillos, llegando a agarrar una de las manos de la mujer para, sin compasión, quitarle el dedo.
¡Oh, cómo amaba la sangre y los gritos de dolor! Más si era por hacerle pagar las lágrimas y humillación a su "peluche". ¡Qué grata satisfacción! Aunque esta mujer lloraba demasiado, parecía de verdad una cobarde después de todo el espectáculo que había hecho adentro.
—Ahora sí te quedas callada. Luego de que te quite un dedo, ¿das tanta pena? No vales para absolutamente nada. Quiero que esto lo tengas como un recordatorio: por cada golpe o humillación al cuerpo del Omega, es un dedo menos. ¿Y por qué no? Luego experimentamos con las demás partes del cuerpo humano. Te aseguro que será muy divertido."
— ¡Eres un cínico! Mereces la muerte por lo que me acabas de hacer. No sabes con quién te estás metiendo. Te voy a denunciar y, de eso, no tendrás duda. Nadie volverá a recordar tu patético nombre.
— Pues déjame decirte algo: mucha suerte intentando que alguien te crea todo tu patético discurso cuando no eres más que una borracha más del montón y te cortaste tú misma con la botella.
— ¿De qué hablas, estúpido? ¿No tienes idea con quién te estás metiendo?
Ignoro esas palabras antes de hacerle señas a las personas para que se encarguen de este estorbo de la sociedad, mientras él comenzaba a caminar de vuelta hasta el restaurante. Lástima que su peluche ya se había ido o, ¡ay!, habrían tenido una noche de sexo salvaje con el olor a sangre.
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Y con esto hemos terminado el primer capítulo de este segundo arco. Lamento que sea tan corto, pero considérenlo como un abreboca de todo lo que se está por venir.
Ya en el próximo capítulo estaremos con el paso de los tres meses.
Y vuelvo a abrir el debate de quién quiere narrar el capítulo.
A) Gi-hun
B) Hwang In-ho
Por aquí son libres de soltar todas sus teorías.
Aquí pueden expresar su odio o amor hacia el líder.
Además, solo para recordarles, esta es una historia con un romance tóxico, tendiendo a lo obsesivo.
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