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Nota de autor: Bueno, aquí estamos de nuevo con otra actualización mucho más larga que la anterior, y traté de profundizar más en las escenas sexuales.
Quiero aclarar algo por aquí: amo el romance tóxico y obsesivo con todas sus letras, así que esto es lo que verán. Si bien es cierto que el líder puede ser capaz de controlarse, por el momento la obsesión le gana más y aún no supera la muerte de su esposa. Tengan estos datos en claro.
Espero leer sus comentarios.
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Estaba sin terminar de entender por qué su alfa gruñía tanto en su interior. Al repetirse esas palabras dentro de su mente, era más que verdad: el Omega no podía sentir amor sino obsesión. El mismo sabía que era incapaz de sentir esos sentimientos tan carnales como el amor.
Tanto había sido la situación que tuvo que separarse de su Omega para que sus feromonas no se hicieran violentas y le provocaran algún daño a su preciado.
Justo ahora estaba en el baño, echándose agua en la cara, intentando calmar sus pensamientos. Mientras se iba mirando en el espejo, detallando sus facciones, intentaba entender un motivo del por qué rayos estaba así. Él sencillamente era un alfa que podía hacer lo que quisiera con su vida, y el Omega, verdad, si quería follarlo y botarlo luego, lo haría sin problemas.
Entonces, ¿por qué ahora estaba así, tan confundido, lleno de millones de pensamientos que pasaban por su cabeza? Algo de lo cual no se podía permitir mostrar debilidad, mucho menos ante alguien tan inferior como un Omega.
"Un Omega el cual es tuyo que puede ser capaz de entregarse a ti voluntariamente si eres capaz de mostrar tu verdadero ser."
Gritaban parte de sus pensamientos, los cuales sencillamente enterró en lo más profundo de su ser. Justo ahora no estaba para nada de esto de los sentimientos, mucho menos sentidos hacia esta persona tan baja. Ya que ellos solo sirven para reproducirse y servirle a los alfas en todas sus necesidades, hasta las más básicas.
Cuando se había sentido lo suficientemente tranquilo consigo mismo, volvió hasta su habitación donde lo estaba esperando su preciado Omega, el cual todavía se mantenía atado sin poderse mover mucho.
Aunque rápidamente vio como lo buscaba con la mirada, mostrándole esas mejillas totalmente sonrojadas. El gesto sencillamente lo excitó más de lo esperado.
Se fue acercando lentamente, como una presa dispuesta a cazar a su cena, para reanudar lo que tenían pendiente. Se subió encima de su Omega para de nuevo comenzar a besar sus labios y continuar con el manoseo en todo el cuerpo del mismo, sin dejar ningún espacio libre, todo a su merced.
Cuando se había cansado de besar los labios, fue bajando peligrosamente su cabeza hasta el cuello del Omega, donde se quedó por algunos instantes absorbiendo el olor a vainilla y excitación que soltaba su amado. Sacó su lengua para comenzar a lamer el cuello, sacando algunos gemidos. Le encantaban estos sonidos que era capaz de hacer, así que continuó con lo mismo.
Esta vez absorbió mucho más, por algunos segundos. Cuando estuvo conforme, soltó la piel, viendo cómo había quedado perfecto el chupetón en el cuello. Algo dentro de su ser le gritaba que lo marcara, aunque ignoró eso, continuando bajando en el recorrido hasta donde estaban sus pezones, los cuales parecían que se habían adelantado a la acción ya que ya se estaban poniendo erectos.
Admirando esto con una sonrisa, antes de acercarse hasta uno de ellos, metiendo su boca para comenzar a chuparlos con bastante fuerza, como esperando algún resultado de ellos, como la leche. ¡Oh! En definitiva no podía esperar a ver cómo se vería su Omega dando de lactar a algún bebé; sencillamente se vería hermoso, o mejor aún, con su vientre de embarazo.
Cuando se había cansado lo suficiente de chuparlo, lo soltó con un plote como si se estuviera desinflando un globo, admirando cómo había quedado de rojo e hinchado, antes de acercarse hasta el próximo y hacer el mismo trabajo, aunque no dejaría desatendido este pezón ya que con sus manos lo iba estrujando para que sintiera el mismo placer en ambos pezones.
Y ¡oh! qué majestuoso era el ver cómo se iba retorciendo del placer que estaba sintiendo en el cuerpo, el escuchar sus jadeos que intentaba callar mordiéndose los labios, aunque seguía sin funcionar. Él mismo era capaz de escucharlos fuerte y claro. Amaba todo el placer que era capaz de provocarle a su Omega en estos precisos instantes.
Cuando se aseguró que el otro pezón estaba igual de hinchado que el anterior, lo soltó haciendo el mismo sonido, antes de admirar la obra majestuosa que había hecho en ambos pezones. Ahora sí parecía un Omega lactando como se debe. Se volvió a acercar para darle algunos besos en los labios, volviendo a chuparlos durante algunos minutos más, antes de cansarse de lo que estaba haciendo.
Se quitó del cuerpo del Omega por algunos minutos, poniéndose una de sus manos en la cara, pensando en qué hacer a continuación, con qué juego proceder a hacer ahora para darle mucho más placer al Omega. Sabía que el efecto de lo que le había hechado ya se había acabado por haber perdido tanto tiempo en la discusión con su hermano y luego con su debate de moralidad en el baño.
Eso lo hizo perder más tiempo del necesario, y darle algún tipo de droga o afrodisíaco no funcionaría, al menos para él mismo. Total, su Omega estaba a su merced total y podía hacer lo que le placiera con el cuerpo de este.
Darle alguna droga para dormir y follarlo mientras estaba inconsciente... no, aún estaba sin llegar hasta esos extremos. Además, amaba ver cómo se retorcía del placer su pareja antes de hacerlo dormido.
Así que podría hacer con su Omega el anillo que lo mantenía en el pene de su preciado, el cual estaba bastante hinchado y sin poderle liberar de la carga de placer que estaba sintiendo, solo para llegar a evitar que derramara el semen en su cama.
Aunque tampoco estaría tan mal volver a eso; que se corriera sería majestuoso de verlo, o sería un fracaso con todas sus letras.
Continué pensando por algunos minutos más antes de decidir, por lo que su polla le dictaba, que era follarlo con todas sus letras. Se volvió a acercar hasta donde estaba, desamarrando un poco las cuerdas para que se pudiera mover un poco más, antes de sentarlo en sus piernas e embestirlo de un solo golpe, sacándole un gemido a ambos por la posición que estaban.
Esperé algunos instantes antes de que su Omega se acostumbrara a su tamaño nuevamente, mientras le iba dando caricias por todo el cuerpo, todo con tal de que se mantuviera excitado y olvidara el dolor al sentir como lo iban estirando por haber entrado tan bruscamente.
—Me amas de verdad... ¿Serías capaz de marcarme, de demostrarme que soy tuyo? — lo dijo en un susurro tan bajo que el Omega, en un punto de conciencia que fue capaz de sentir a través del placer que estaba sintiendo, lo escuchó.
—Sin pensar en esto, peluche, por ahora solo debes concentrarte en el placer que te estoy dando. Ya habrá momentos para hablar, si es que así lo quieres tú. — expresaba, poniendo uno de sus dedos en los labios de su Omega para que, por ahora, solo se quedara callado y disfrutara el placer que era capaz de darle justo ahora.
Cuando supe que ya se había acostumbrado a mi tamaño, comencé a dar algunas embestidas lentas y suaves para no causar mucho dolor, a pesar de que las paredes estaban bastante estiradas y lo recibían cálidamente. Eso solo lo hacía querer soltar mi nudo rápidamente, aunque necesitaba aguantar un poco más antes de volver a liberarlo.
Di algunas embestidas un poco más bruscas, escuchando esos gemidos entrecortados del Omega, hasta que di con el punto dulce que tanto estaba buscando dentro de su próstata, la cual se encargó de estimular durante varios minutos con embestidas más bruscas, sacándole más gemidos y algunas lágrimas a su peluche.
La escena era más que mágica de ver. Se sentía demasiado a gusto el cómo le estaba dando todo el placer necesario a su Omega, y mucho más ahora que había encontrado este punto en particular. Con una de sus manos, retiré las lágrimas de su Omega, mientras por dentro iba bajando el ritmo de las embestidas porque sentía que ya estaba a punto de soltar mi nudo nuevamente y quería que esta vez lo disfrutaran ambos como debían, y era justo y necesario.
Las embestidas cada vez se hacían más lentas a medida que mi nudo se iba hinchando dentro de su peluche. Cuando estuve en mi punto máximo, sentí como comenzaba a liberar el semen dentro de mi preciado. ¡Qué majestuoso se sentía el poder hacer esto de esta manera tan perfecta!
Aquí es donde quería estar y con mi Omega, aunque no todo era tan perfecto.
Repentinamente, vi cómo el Omega comenzaba a inclinar su cuello en señal de sumisión y para que lo marcaran. Quería y necesitaba olvidar ese gesto, así que sencillamente me concentré en continuar dando algunas embestidas más suaves, todo con tal de persuadirlo, aunque no funcionaba porque él llegó a hablar con una voz bastante débil y entrecortada.
—¿Acaso... no me amas para llegar a marcarme? Te parezco algo que no vale... la pena para intentar ser tuyo... O al menos, por una vez en la vida, no te pido mucho más que tu marca.
—Peluche, no es nada de lo que te puedas imaginar. Además, sencillamente, sigue sin ser el momento especial ni adecuado para marcarte. — me expresaba a mí mismo, intentando negarme la opresión que estaba sintiendo en mi pecho al escuchar las palabras de mi Omega.
Ya que esto solo le dictaba el marcarlo, besarlo y mimarlo como se merecía, mientras él no estaba haciendo nada de esto, más bien le estaba causando dolor a su omega.
—Yo no sé quién eres tú, pero mi parte omega te está amando y quiere entregarse a ti en cuerpo y alma, y yo también lo quiero así. Estoy sin entender el porqué no pareces corresponder mis sentimientos de esta manera. — intentaba terminar de liberarse de las ataduras y lo logró con una mano, la cual se encargó de tocar las manos de su alfa, sintiéndolo si era como se lo imaginaba, hasta más perfecto todavía.
— ¿Acaso tú estás sin sentirlo? Ambos somos destinados, ¿por qué nos negamos tanto al destino?
¡Joder! Como un carajo, porque sencillamente el omega dejaba de decir tantas estupideces y ahora estaba ahí sintiendo una de sus manos tocando las suyas. Era hermosa la escena, podría quedarse ahí, pero siempre existía un pero y en este caso era el que no lo amaba como debía.
Apartó la mano del omega para continuar liberando su nudo de su omega y haciendo que ambos fueran cayendo en la cama lentamente, a esperar que el nudo fuera bajando. Mientras era así, se encargó de pasar sus manos por el cuerpo de su amado, sintiendo que ahora no se estremecía, sencillamente se había quedado callado.
Con el pasar del rato, su nudo terminó bajando y se soltó, viendo cómo gran parte del semen se escapaba del omega antes de pasarle una de sus manos. Escuchó un sonido seco, como si intentaba callar, cuando se dio cuenta le rompió el corazón.
Su peluche, su omega más bien, estaba ahí, encogido en sí mismo, soltando algunas lágrimas y sollozos. ¿Acaso él de verdad estaba consciente ahora? Su celo no había sido lo suficientemente potente para estar sin conciencia, ¿o era uno de estos momentos de lucidez que mantenía? No, esto no podía estar pasando justo ahora.
Era solo un momento de lucidez de parte del omega, no era que era el mismo de nuevo.
Se atrevió de nuevo a quitarle las lágrimas e intentar hacer algo más con su omega para calmar este llanto. Detestaba verlo así, de esta manera tan destruido, tan roto consigo mismo, como si ya no tuviera más motivos para luchar o algo así. Esta vez se acostó frente a su omega, dejando que él mismo se colocara en su pecho, mientras le iba pasando sus manos por el cabello del omega y solo se dedicaba a escuchar cómo estaba sollozando en su pecho.
—Mi alfa no me ama, mucho menos puedo ser capaz de conocer su nombre. Debo ser tan asqueroso que ni siquiera es capaz de marcarme.
—No digas esto, peluche. Tu alfa sí te ama, solo que sencillamente prefirió marcarte cuando estés consciente y me conozcas. Y respecto al nombre, me puedes llamar In-ho.
—In-ho, me encanta ese nombre, alfa. Me hace sentir tan a gusto y tan calmado. Te amo con todo mi corazón.
Algo dentro de su ser se sintió cálido al escuchar esas palabras de su omega. Solo supo que lo abrazó mucho más para que ambos estuvieran tranquilos y sudorosos por toda la actividad física que habían tenido.
Asegurándose de que ya estaba dormido en sus brazos, se atrevió a levantarle un poco la cara a su peluche, viendo cómo aún mantenía las mejillas sonrojadas y algunos mechones en su cuerpo. Con un gesto dulce, se atrevió a quitar esos mechones que estaban molestando en su cara para ponerlos detrás de sus orejas, antes de atreverse a darle algunos besos lentos y perezosos a su Omega. Antes de soltarle unas palabras, murmuró:
— Te amo. Lástima que estoy sin poder corresponder a tus sentimientos.
Sintiendo como se estaba removiendo de nuevo, decidió pasar sus manos por la espalda del Omega, encargándose de pegarlo más a él, encargándose de mantenerlo seguro y soltando más feromonas.
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Ohh que capitulo como que el ambiente se calentó primero y luego caímos en picada no coman ansias todavía falta otra parte más.
Recuerden seguirme por tik tok donde subo spoliers del capítulo antes de publicarlo ahí y también pongo estos para que esté antes el capítulo.
Me encuentran como mariesca21
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