-Izaro Hicks, Alpha de la manada... ¿Aceptas a Joel como tu legítimo esposo para amarlo y respetarlo en la salud y en la enfermedad en la guerra y en la paz hasta que la muerte los separé?-

-Acepto- Dije sonriendo y sin dejar de mirar a Joel.

-Y tú Joel Apraiz ¿Aceptas a Izaro como tu legítima esposa para amarla y respetarla en la salud y en la enfermedad en la guerra y en la paz hasta que la muerte los separé?-

-Acepto-

Joel me sonreía igual y brillante pero con un ligero tono rosado tiñendo sus mejillas.

-Entonces... yo los declaro, marido y mujer-

Yo no esperé mucho más para jalar a Joel y besarlo.

Al instante se escucharon los gritos y aplausos de mi manada.

Me separé al terminar el beso pero escondí mi rostro en su cuello viendo mi marca en él.

-Ya sabes que en nuestra luna de miel no te dejaré descansar ¿No?-

Joel se ríe.

-Lo supuse, pero... no me molesta- Dijo.

-Bien... - Dije para luego lamer mi marca consiguiendo que se estremezca.

-Pero espera hasta la noche... - Dice.

Fue mi turno de reír y me alejé.

-Está bien, pero ya te aviso que no aguantaré mucho... - Lo agarré por el moño y acerqué mi rostro al suyo -Quiero tomar a mi esposo cuanto antes-

Se sonroja de nuevo.

-Estás muy ansiosa-

Miré al frente y vi a Abril junto a Brais, Enzo, Matt y Riley.

-Pues si- Dije sin negarlo.

Ellos se ríen pero luego se acercan a felicitarnos.

Algunos miembros de la manada también nos felicitaron y luego todos fuimos a por la comida que creo que es por lo principal que vinieron.

La fiesta después de la boda fue muy divertida pero en serio no podía esperar más a que llegara la noche, y cuando eso ocurrió y fuimos a nuestro lugar de luna de miel, no aguanté en llevar a Joel a la habitación.

Iba a ser nuestra primera noche como esposos y eso nos emocionaba a Yuka y a mi.

Ya no espero por tener cachorros también.

-¿Listo para no descansar?- Pregunté mientras me bajaba el cierre del vestido y me quitaba los tacones.

-Tuve prácticas de seis semanas de celo contigo así que... creo estar preparado, Lobita... -

Gruñí de satisfacción mientras acercaba mi rostro al suyo quedando a centímetros y cerrando los ojos.

-Adoro que me llames Lobita... - Dije.

Comencé a besarlo con pasión y deseo, le robé todo el aliento en aquel beso pero luego lo tumbe en la cama y me subí sobre él comencé a besar su cuello y bajé mientras que con una de mis manos desabotonaba su camisa y la abrí para luego bajar mis besos hasta uno de sus pezones y lamerlo.

Él se estremeció y jadeó.

Seguí bajando hasta su abdomen y luego me detuve para desabrochar su pantalón y comenzar a quitárselo.

Pero regresé a sus labios y lo besé y mordí su labio inferior para luego soltarlo.

-Esta noche te haré recordar que... yo y solamente yo, soy tu Alpha-

Agarré su miembro con una mano y comencé a apretarlo levemente consiguiendo que se arqueara mientras gemía.

Volví a abajar y lamí su miembro ya erecto para luego meterlo en mi boca y comenzar a succionar.