Jadeé y me abracé a mi misma. Me hice bolilla en el suelo y apreté los dientes.

Sentía tanto calor, mi entrepierna palpitaba hasta el punto que comenzaba a doler y mis pezones se habían endureciendo tanto que igual dolían.

Mi cuerpo se estremecía por todo y yo no paraba de suspirar o jadear.

Noté que estaba suelta pero aún así no podía pensar en escapar, mi mente no estaba clara y Yuka aullaba y lloriqueaba por necesidad al igual que mi cuerpo.

Gruñí y lloriqueé hasta que sentí el aroma de alguien más y escuché la puerta abrirse.

Era un Lican macho.

Sentí su mano sobre mi y solo eso hizo que mi cuerpo se crispara y un jadeo saliera de mis labios.

Me di la vuelta y solo pude distinguir que sonreía y sus ojos estaban llenos de lujuria.

Me tomó por los brazos y me levantó un poco para luego besar mi cuello.

-Mhm... - Murmuré.

No podía pensar en nada más, solo quería deshacerme de este dolor y calor.

Sentí que mordía mi hombro y eso me hizo soltar un gemido que pareció gustarle ya que se estremeció.

Sentí su mano colarse por mi ropa hasta mi trasero y me apretó, su otra mano me agarra un pecho y me acerca a él pero a mi mente llegó un solo nombre.

-Joel... Mhg... -

Comienza a desabrochar mis jeans y a acariciarme por sobre la tela de mis bragas.

Y de nuevo.

-Ah... Joel... -

Joel... ¡Mierda, Joel! ¡Cierto!

Empujé al rogue tan fuerte que quedó inconsciente al golpearse contra los barrotes de la celda y aproveché para transformarme y salir.

Habían varios guardias muertos en el suelo y eso me hizo pensar que fue el rogue que entró a la celda.

Bueno, me la hizo fácil.

Embestí la puerta hasta romperla y pude ver la luz del día.

"Joel... lo necesito"

Aullé llamando a Joel.

Se supone que no me entendería, pero solo si no fuera mi Mate.

-¡Ahí!- Vi a más cazadores acercarse a mi.

Yo salí corriendo y esquivé las balas.

Entré al bosque y corrí lo más rápido que pude hacia la manada.

No podía pensar en otra cosa o en alguien más que no fuera en Joel.

Lo necesitaba... necesitaba de él ahora mismo.

No de alguien más, solo de mi Mate.

¿Cómo pude siquiera dejar que alguien más se me acercara? De seguro... de seguro Joel lo habrá sentido...

¡Mierda, no! Tengo que llegar lo antes posible y decirle...

Esperen...

Es que sigo idiota. El link.

~¡Joel!~

~¿Izaro? ¡Izaro, al fin respondes!~

~Lo siento... ~

~¿De qué hablas? No importa ¿Dónde estás? ¿Estás bien?~

~No. Joel, lo siento... dejé que alguien más me tocara aunque sea solo un poco, pero aún así... ~

~Hey... tranquila, Izaro... lo sentí, no tienes que decirme nada... sé que estás en celo pero aún así no dejaste que hiciera mucho más... que hayas estado en contra de tus instintos dice mucho así que... ¿Dónde estás?~

Solté un sollozo.

De verdad... no merezco a alguien como Joel...

~Llegando a la manada... ~

~Mantén el contacto conmigo, quiero saber que estés bien en todo momento y saber cuando llegues~

~E..Está bien... ~

Seguí corriendo mientras hablaba poco con Joel para hacer lo que me dijo.

Divisé la manada al frente y se lo avisé a Joel.

Crucé el territorio y fui rápidamente a casa.

No había nadie fuera de sus casas que no fueran niños pequeños que aún no se transformaron.

Todos estaban en sus asuntos sin poder ir contra sus instintos y menos al tener Mates.

Aunque aún así, muchos guerreros no tienen Mates por lo que estaban encerrados y dormidos.

Por esa razón non pudieron ayudarme...

Entré a casa de golpe y vi a Joel.

-Te necesito... - Dije y fui rápidamente hacia él para luego besarlo con necesidad.

-Es... Espera... Izaro... - Él me separa -Primero quiero saber que estés bien, me preocupaste demasiado yo... no sabía que hacer. Cuando los demás entraron en celo y no podían ayudarte, entré en pánico... -

Yo lo besé nuevamente.

-Estoy bien... no me hicieron nada- Dije.

-¿Y ese rogue? ¿Qué te hizo?- Pregunta preocupado.

-Por suerte... nada, apenas comenzó yo te recordé y fue en ese momento que pude ir en contra de mis instintos y venir... -

Joel asiente y está vez es él quien me besa.

Mi entrepierna y pezones dolían un montón, más ahora que estaba con Joel y me estaba besando.

-No resisto más... - Dije entre jadeos.

Sentí que sonreía de lado y de la nada aparece su actitud segura y me tomó por la cintura.

-Bien... pero esta vez... - Sus manos bajan hasta dejando de mi trasero y me hace saltar y enrollar mis piernas en su cintura -Yo tomaré el control-

Gruñí de satisfacción al escucharlo así y el sentir sus manos sostenerme por mi trasero.

Su cambio de actitud me encantó por una parte pero por la otra... mi lado Alpha quería doblegarlo al igual que Yuka quien estaba como loca por tomarlo de una vez.

Rodeé su cuello y lo besé nuevamente.

-Apresúrate... me duele... - Chillé contra sus labios.

Él comenzó a caminar escaleras arriba y fue a la habitación mientras no dejaba de besarlo ni él a mi.

Me apegué cuanto podía a él tratando de sentirlo mucho más.

Llegamos a la habitación y él cierra la puerta para luego caminar hacia la cama, aunque en el camino, me quité mi camisa y quité la suya igual.

Me dejó acostada en la cama y se levantó para luego quitarse él mismo sus pantalones quedando en boxers y luego se acercó a mi para quitarme mis jeans y bragas.

Yo me arrodillé y lo tumbé rápidamente para luego besarlo pero me detiene y sonríe.

-Te lo dije lobita... - Gruñí de satisfacción ante el apodo, pero como me había distraído, él consiguió tumbarme y ahora quedó sobre mi -Ahora yo tengo el control-

Me sentía extraña estando abajo, me puse nerviosa rápidamente al igual que me sonrojé.

Ahora sabía lo que Joel sentía.