-Ah, por fin- Dije luego de terminar mi trabajo mientras me estiraba.

-Deberíamos irnos ya- Dice Joel.

-Si, solo déjame guardar las cosas-

Él y yo nos levantamos y comenzamos a ordenar todo. Estábamos en un silencio agradable a decir verdad.

-Oye... -

-¿Hm?-

-¿Recuerdas... cuando me hablaste del celo?-

-Oh, si ¿Por qué? ¿Te quedó alguna pregunta?-

-Yo... solo quería saber cuando es... el tuyo- Dice sonrojado.

-Ah... espérame que no recuerdo- Dije poniéndome en pose pensativa.

"Hey pulgosa ¿Cuando es nuestro celo?"

"Primero, ya deja de llamarme pulgosa. Segundo, no soy tu calendario y tercero, es en tres meses"

"Gracias"

Sonreí y lo miré nuevamente.

-En tres meses ¿Por qué querías saber?- Pregunté.

-N..No por nada... simple curiosidad ¿Nos vamos?-

Asentí.

Agarré mi abrigo y ambos dejamos mi oficina para luego salir del edificio y subirnos a mi auto.

Brais y Enzo iban en autos separados atrás nuestro.

Por precaución.

-Oye Joel, tu me dijiste que yo te gusto... -

Él se sonroja por completo y mira sus manos sobre su regazo.

-E..Eh, si... -

-Y no es novedad que tu también me gustas... -

Él me mira un momento.

-Nos besamos y todo pero... no somos nada oficial... - Dije y lo volteé a ver -Así que... ¿Quieres ser oficialmente mi novio, Joel?-

Yo sonreía, él estaba muy rojo y apenado pero sonríe igual.

-S..Si, si quiero-

Mi loba aúlla de la emoción y felicidad mientras que yo lo tomé por el rostro y le di un beso rápido para luego volver a prestar atención a la carretera.

Puse un poco de música para que el camino no sea tan silencioso y luego de unos momentos yo ya estaba cantando hasta que llegamos a casa.

-¿Quieres ver una película?- Pregunté.

-Claro, me gustaría- Dice.

-Bien, entonces vamos a la cocina a por palomitas o lo que quieras-

Tomé su mano y fuimos a la cocina. Yo comencé a buscar las cosas.

-Allí hay varios snacks, agarra los que quieras- Dije mientras buscaba las palomitas en los gabinetes de arriba.

Él me hace caso y escuché su movimientos y como sacaba algunas cosas.

-¿Dónde pusieron las palomitas?- Murmuré en un gruñido al no encontrarlas -¡There!-

Sonreí al verlas y las alcancé aunque tuve que ponerme en punta de pie para eso.

Cuando me di vuelta vi a Joel esperándo con algunas bolsas sobre la mesa.

Metí las palomitas al microondas y esperamos a que estén listas para luego agarrar todo e irnos a sentar al sofá de la sala y prendimos la televisión.

-Bueno... ¿Qué podemos ver?- Pregunté.

-Hm... - Él se pone pensativo -¿Una de acción?-

-Dale-

Miramos la pantalla y fuimos viendo las opciones en aquella categoría hasta que por fin nos decidimos por una.

Nos acomodamos en el sofá y abrimos nuestros paquetes de snacks para empezar a comerlos mientras mirábamos la película.

Hasta que vi como estando al final de la película, Joel comienza a quedarse dormido.

Sonreí y dejé todas las cosas en el suelo y luego me levanté para luego levantar a Joel en mi hombro.

-¡¿E..Eh?!- Él me mira y yo a él por sobre mi hombro y de reojo pero sonreí -¿Q..Qué haces?-

-Vamos a dormir- Dije.

-P..Pero e..es n..necesario que me cargues?-

-Pues si- Dije.

Subimos las escaleras pero él ocultaba su rostro entre sus manos mientras se sonrojaba cada vez más.

Llegué a la habitación y cerré la puerta para luego acercarme a mi cama y dejarlo en ella con cuidado y delicadeza.

-Anda, no te avergüences- Dije riendo un poco y tocando su barbilla para levantar poco su cabeza y darle un casto beso en los labios.

Me acosté a su lado y abrí los brazos hacia él indicandole que venga a abrazarme.

Él se sonroja más pero sonríe un poco y se acerca.

Lo abracé y suspiré sonriendo.

Comencé a cerrar los ojos poco a poco hasta que mi mente se nubló y me quedé profundamente dormida mientras abrazaba a Joel.

***

***

Los días con Joel me encantaban ya que jamás me había sentido así ni divertido tanto. Él consiguió que yo recuperase el tiempo que perdí por tener que comenzar a madurar a los nueve.

Cuando estoy con él, me siento una niña en algunos aspectos, aunque no siempre.

Aunque a veces lo notaba pensativo pero siempre me cambiaba de tema o no me contaba.

Hoy haré mi intento definitivo para que me cuente.

Yo estaba en mi oficina terminando un último proyecto, Joel ya tenía libre.

Me levanté al terminar todo y me estiré.

Seguí el rastro de olor de Joel para encontrarlo y lo vi en la cama, sentado en el borde pensando.

Yo me acerqué a él.

-¿En qué tanto piensas?- Pregunté.

-En nada, nada- Dice como siempre.

Yo fruncí los labios y le puse una mano en el hombro para tumbarlo en la cama y me subí sobre él para no dejarlo escapar.

-Joel, desde hace días que estás así. Ahora me dirás lo que te pasa si o si- Dije.

-No me pasa nada- Dice intentando levantarse pero volví a tumbarlo y esta vez me apoyé con mis manos a los lados de su cabeza.

-No soy idiota, Joel-

-Nunca creí que lo fueras- Dice.

-Entonces deberías saber que no puedes decirme que no te pasa nada cuando andas en la luna todo el día-

Él no dice nada y aparta la mirada.

Vi que comenzó a sonrojarse poco a poco y eso me confundió más.

-Yo... - Parecía dudar mucho en si contarme o no así que lo tomé por las mejillas con una mano -E..Estuve pensando m..mucho en... lo de la marca... -

-¿Huh?-

Él suspira y me mira de reojo.

-Y quiero... que lo hagas-

Me quedé mirándolo, inspeccionando por algún atisbo de duda o inseguridad, pero no, lo que él decía era verdad solo que... le daba vergüenza, es todo.

-¿Es enserio? Joel... no quiero que luego te arrepientas ni nada, yo... -

-Si... estoy seguro- Dice.

Cerré la boca totalmente sorprendida por lo que Joel estaba diciendo en este preciso momento.

Nos quedamos un par de segundos callados hasta que sonreí de lado.

-A ver... si estás completamente seguro... dilo de nuevo- Dije acercando mi rostro al suyo pero luego lo incliné hacia atrás con mi pulgar en su barbilla.

Quedé con mi rostro cerca de su cuello, mi respiración contra su piel lo hacía estremecerse y eso a mi me hacía sonreír.

Bajé más hasta el hueco del cuello.

-Q..Quiero que... me marques, Izaro-