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distorsión

Las personas con deficiencias mentales no eran bien vistas en la sociedad, incluso las personas dotadas eran mandadas a un manicomio dónde eran sentenciadas a muerte o a libertad.

8 de octubre 1998

— ¡Uno nuevo! — gritaron los guardias al trasladar a Levi Ackerman, un gran inventor cuyo delito fue pensar demaciado

— ya les dije, ¡no estoy loco!

— tus inventos no son comunes, eres un peligro para la sociedad — sin pensarlo mucho, lo aventaron a un cuarto totalmente blanco el cual contaba con dos ventanas a cada costado y una única salida — espero te sentencien a muerte, ¡Fenómeno!

Suspiró pesadamente, el bien sabía que la sociedad no quería personas sabías, solo deseaba personas ignorantes y conformistas

— pss

Un ligero y peculiar sonido llamo su atención alejándolo de sus pensamientos y hacerlo entrar en la cruel realidad

— pss, por aquí

Volteo a la izquierda y se acercó a una ventana donde provenía dicho sonido

— tranquilo, yo te inventé y te sacaré de aquí

Una dulce voz fue el primer sonido que hizo eco en su horrible celda y también fue el primer sonido que no le disgustaba escuchar

— perdona, pero soy real — se acercó más a la ventana la cual tenía barrotes de metal ya oxidados como impedimento para pasar al otro lado

— jajaja yo te inventé

— ¿Quien eres?

— no, ¿tú quien eres? — aquella voz se había transformado en una más aguda e intimidante que la anterior, cosa que le llamo la atención por lo que se levantó de puntitas para ver lo que albergaba la celda vecina a la suya — no me gustan los espías, será mejor que te retires

— te hice una pregunta y la respondieras — al ver tras aquella ventana no pudo visualizar a nadie por lo que empezaba a creer que estaba dentro de un mal sueño — ¿Dónde estás?

— ¿me buscabas? — sin previo aviso, unos ojos grisáceos se hicieron presente ante la vista del ojiazul quien desconcertado por tan repentina aparición cayó hacia el frío suelo de la celda — te dije que no me gustan los entrometidos

— tu fuiste quien empezó a hablar — se levantó con dificultad y empezó a limpiarse el polvo de su pantalón — ¿Por qué estás aquí?

— no lo sé, ¿y tú?

bipolaridad o delirio extremo — pensó al ver el cambio repentino de actitud. — me encarcelaron por pensar demaciado, yo debería de estar en mi casa inventando algo nuevo, ¡pero estoy aquí hablando con una loca!

— yo no era loca

— ¿Entonces?

— ¡ah! Pasar tanto tiempo aquí te hace enloquecer. Si entras cuerdo, sales loco

— yo saldré tal y como entré

— de eso no hay duda, saldrás pero solo a la horca o a la guillotina

— maldita demente — se recargo en una de las cuatro paredes y empezó a pensar como escapar de ahí. Él estaba acostumbrado al ruido constante del motor de sus nuevos inventos ya que lo distraían de pensar demaciado y a la vez le gustaba escuchar el motor de sus nuevos proyectos— tengo que salir

— lo harás — aquella voz ya no era ni dulce ni grave, más bien era neutra — yo también necesito salir, llevo tanto tiempo aquí adentro que no recuerdo cómo se siente estar bajo la lluvia

— ahora que estás más cuerda, ¿podrías decirme que te paso? — él no era ningún entrometido, pero si aquella chica de personalidad bipolar sería su única "amiga" dentro de ese basurero, al menos le gustaría saber las razones del por qué acabo ahí

— nunca he sido cuerda, con eso te lo digo todo

Se sentía incómoda, no quería decirle la verdad pero tampoco quería dejar de hablarle, él ha sido la unica persona que le ha contestado en 6 meses

— ¿Que hace una mente brillante como la tuya, en un lugar podrido como esté?

— es lo que me gustaría entender

Ambos jóvenes suspiraron liberando la frustración que sentían. Ella tenía que irse si quería vivir, y el quería ser libre para seguir innovando.

9 de octubre 1998

— ¿cómo va tu día?

— ¿tú cómo crees?

— ¡hay que huir! Conozco a alguien que nos puede sacar de aquí

— ¿hablas en serio? — se acercó corriendo a la ventana izquierda, levantó su vista buscando ver a quien le hablaba — ¿Quien?

— se llama jean, jean Kristen — los mismos ojos grisáceos se hicieron presentes ante la mirada del azabache quien al poder contemplarlos mejor quedó fascinado — se lo llevaron a la guillotina y jamás volvió

Esas palabras habían roto todas las esperanzas del Ackerman quien se dejó deslizar hasta caer sobre el frío piso

— lo mataron, es obvio que jamás volverá

— no no no, el escapó

— eres muy ingenua

— ¿te digo un secreto?

— depende

— ¿De qué?

— si te vas a callar me lo puedes decir, y si vas a seguir hablando prefiero no escucharlo

— juro que me quedaré callada

— entonces te escucho

— estás dentro de mi imaginación — dijo entre susurros aquella chica que tenía como vecina dentro del manicomio — ¿no es eso genial?

— no deberías alegrarte de ser loca

— y ¿por qué tú si?

— ¿Quieres callarte?

Se veía frustrado y confundido, aún no podía entender como había terminado en ese lugar. Lo que ayer parecía ser un sueño, hoy es su cruel realidad

— ¡ya nos darán de comer!

— ¿al menos la comida es buena?

— jajajaja por favor, estás en un manicomio no en una mansión — a él le impresionaba la rapidez con la que la chica cambiaba de actitud y fue entonces donde surgió una pregunta importante para él

¿Cuánto tiempo ha estado aquí?

El peculiar sonido de una charola deslizarse por el piso lo saco de sus pensamientos y lo volvió a plantar en la realidad

— aquí tienen gusanos — miro tristemente su plato, dándose cuenta que su comida sería solamente pan duro con agua

— ¡no le puedes servir esto a una persona! — reclamó eufórico

— ¡cállate enano! — aquel guardia se acercó hacia la pequeña ventana que tenía la puerta y lo encaró fríamente — no eres nadie aquí y para que te quede claro, te adelantaré algo

— ¡Sácame de aquí! — se abalanzó hacia la puerta hasta chocar con está, cosa que hizo enojar al guardia

— tú te lo buscaste. ¡Hey! Tenemos un rebelde aquí

— ¡Déjame salir! — tomó vuelo y se volvió a dirigir a la puerta la cual fue abierta en cuestión de segundos

— ya saben que hacer — a su alrededor había más de 5 guardias con palos y varas de metal los cuales no tardaron en llegar al cuerpo del azabache dándole varios golpes como castigo.

— ¡juro vengarme! — gritó con dificultad el ojiazul — ¡juro salir de aquí y vengarme! ¡Todos ustedes me la pagarán!

— sigue soñando idiota

Su cuerpo estaba tan lastimado que ya se había acostumbrado a los golpes, quería dormir, tenía tanto sueño que poco a poco empezó a cerrar los ojos teniendo como último recuerdo un par de ojos grises mirándolo con tristeza

9:00 pm

El leve sonido de continuos sollozos lo despertaron del trance en el que se encontraba, su cuerpo dolía más que antes pero hizo un gran esfuerzo por acercarse a ver quién era la persona que lloraba

— ¿hola?

— perdón, tenía que protegerte y falle

— oye, no es tu culpa — intento torpemente alcanzar los barrotes que tenía la ventana, sin embargo, las piernas le empezaron a fallar a tal punto de no soportar su cuerpo y caer ante el duro piso — ¿Puedes asomarte? Aún sigo adolorido

— me duele verte así — con dificultad, Levi alzó la mirada y vio que aquellos ojos grises eran los mismos que lo miraban tristemente mientras lo golpeaban sin razón alguna — no puedes ni levantarte

— estoy bien

— no has comido

— no tengo hambre

— pon tu charola junto a la ventana

Reconocía sus intenciones las cuales le sacaron una leve sonrisa ya que ella era la única persona [que conocía] aún con humanidad

De aquella ventana cayó un trozo de carne acompañado de tres tortillas duras

— lamento si no es mucho, pero al menos podrás comer algo

— ¿Por qué a ti te sirven carne y a mi un puto pan tieso?

— solo se lo sirven a las personas cuyo juicio está próximo a empezar — miro con lastima la pared como si pudiera ver a aquella chica de ojos grises — me alegra que hayas llegado antes de que me vaya

— saldremos de aquí — tomo la carne con determinación y le dió un gran mordisco — lo prometo

— si — aquella voz se oía apagada, sin vida — yo también lo prometí

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Dos días le bastaron a Levi para entender la crueldad que día a día vivían las personas que eran llevadas a dicho lugar cuyo principal fin era la tortura tanto física como mental.

14 de octubre 1998

— ¿Por qué no me dirás tu nombre?

— por qué eres un extraño

— llevamos seis días hablando, ya no soy un extraño

— si lo eres — afirmó con seguridad — solo conozco tus ojos, pero no te conozco a ti

— está bien, tú ganas — se levantó y caminó al centro de la habitación — asómate, aquí estoy

Con curiosidad, unos hermosos ojos grises sobresalieron de la parte inferior de la ventanilla y vieron de forma asombrada al chico que ella había "inventado"

— ya te conocía tonto jajajaja ¿Acaso no recuerdas que yo te inventé? — sus cambios de actitud eran cada vez más frecuentes, él conocía la mayoría de ellos pero aún le costaba acostumbrarse a todo su ser

— ¿entonces puedo ver el rostro de mi creadora? — su mirada ya se había acostumbrado a admirar el único paisaje que aquellos bellos ojos grises le proporcionaban, sin embargo, el quería conocerla por completo, era interesante y muy inteligente, le costaba entender las razones del por qué estaba ahí

— mmmm nop — de forma infantil cerró los ojos y se deslizó hasta llegar al frío piso que ella ya estaba acostumbrada a sentir

— ¿puedo saber al menos tu nombre?

— Mikasa Azumabito

22 de octubre 1998

La vida se estaba apagando para ambos, a Levi ya le estaba afectando escuchar continuamente sus pensamientos, incluso ya comenzaba a delirar

— ¿que día es? — pregunto curioso hacerca del tiempo

— puff jajajajajaj ¿tú llevas la cuenta?, Yo la perdí desde hace seis meses

Su conversación fue interrumpida por el eco de pisadas que se dirigían hacia ellos, sin embargo, esta vez no irían por Levi, si no que por Mikasa

— afuera

— ¿dónde la llevan? — se levantó de forma repentina y caminó hasta la puerta donde solo vio pasar a dos uniformados y una chica descalza de cabello negro la cual portaba un vestido blanco.
No recibió respuesta alguna, pero el bien sabía que ella estaría bien y lo único que podría hacer es esperar por su regreso

12:00 AM

El azabache no había podido conciliar el sueño, su mente lo estaba atormentando cada que recordaba como aquellos guardias se la habían llevado.

"Me estoy volviendo loco"

Se levantó y empezó a caminar en círculos

"No, no estoy loco"

Era evidente que estar encerrado no era la mejor cosa del mundo, y escuchar sus latidos, respiración y pensamientos a cada rato, lo estaba atormentando

"No si, si estoy loco"

Su vista se detuvo en la ventana que tenía a su lado izquierdo - donde ella "habitaba" - si no fuera por ella, él hubiera enloquecido desde hace días.

— ¿Mikasa? — se alzó de puntas hasta alcanzar aquellos barrotes que impedían el paso a la otra habitación — ¿Mikasa, estás ahí?

Se asomó hasta ver una silueta femenina acostada sobre el frío piso dandole la espalda

— ¡Mikasa!

— tres

— ¿qué?

— en tres semanas me ejecutarán

Su voz era apagada, sería y profunda, aquella chica con cambios constantes de humor se había ido para dar paso a una persona sin vida en su mirada.

— ¡Saldremos de aquí!

— jean — no lo miro ni se inmutó a moverse, simplemente lo dijo de la nada — él escapó

— falleció Mikasa, lamento traerte a la realidad pero él ¡falleció!

— no lo hizo — agarro sus piernas y se puso en posición fetal. Levi no la veía, pero su cabello se estaba mojando por el charco de lágrimas que parecía no tener fin — el vendrá

— ah — suspiró, se dejó caer y se recargo junto a aquella pared — lamento decírtelo pero, estás loca

— ¿Y que pensabas encontrar en un manicomio?

— no todos están locos, por ejemplo yo — ni él mismo estaba seguro de sus palabras, pero su orgullo le reafirmaba ser la persona más cuerda e inteligente de aquel lugar

— ¿Quien te lo ha dicho?

— yo lo afirmó

— entonces estás loco — esbozó una ligera sonrisa mientras reía ante dichas palabras — debí inventarse de otra forma, menos orgulloso, menos arrogante, incluso puedo asegurarte que no alcanzas el 1.70

— ¿Por qué lo dices?

— escucho cuando te alzas de puntas para alcanzar los barrotes

— estás demente, soy más alto que tú

— jajajajaja no quieras engañar a tu creadora, ya te dije que yo te inventé

— ¿y quién te inventó a tí?

— no se, a veces siento que soy la nada dentro de un todo

— definitivamente estás loca mocosa

— ¿Y quién te hace creer que tú no lo estás?

— mis constantes pensamientos me mantienen al tanto de eso

— ¿estabas solo?

— ¿qué?

— ¿vivías solo? — se levantó y caminó hasta aquellos barrotes donde solo alzó la mano y se colgó de ellos

— no necesitaba a nadie más — sentía que lo miraban, así que alzó su vista hasta toparse con un par de ojos grises

— ¿Te enamoraste?

— solo una vez

— ¿Me puedes contar de ella?

Se quedó pensando unos segundos y después habló — la conocí a las orillas de Paradis, tenía los ojos grisáceos y su piel era blanca pero, no le hable por qué ella pertenecía a Hizuru y creo que ya estaba casada

— ¡pero que trágica historia! Jajaja en definitiva estás loco

— bueno, y ¿a qué venía tu pregunta?

— confirma mi teoría de que estás loco

— explícate

— piensas, imaginas y creas, ¿ese es tu oficio no?  — el pelinegro asintió — el problema es que piensas tanto que todo lo que ves te parece real, yo por ejemplo

— jamás imaginaria a una persona con tus características

— emocionales y mentales tal vez no, pero entonces — su voz se hizo juguetona e infantil, cosa que llamo la atención del ojiazul — ¿por qué me describes como describiste a aquella chica?

— es una simple coincidencia

— piénsalo Levi, nunca le hablaste y no supiste su verdadera forma de ser, puede que cuando llegaste tu mente empezó a trabajar tan rápido que me imaginaste pero al no saber el actuar de tu "amor platónico" me creaste con constantes cambios de humor

— por qué no sé cómo era en verdad — jamás se lo había planteado de esa forma, empezaba a dudar de la veracidad de las cosas a su alrededor e incluso de su propia existencia

— pero es algo muy tonto jajajaja por qué yo te cree

— un momento — se había percatado de un pequeño detalle que lo asustó — ¿Cómo sabes mi nombre?

— ¿ahora entiendes lo que te digo?

Se levantó y caminó hasta el centro hasta poder ver la mirada gris que le dedicaba la pelinegra

— ¿Yo te inventé?

— no — su mirada se volvió sombría, su voz era más apagada y seria que la voz infantil que tenía — tu inventaste todo ésto, no estás encerrado, solo estás loco

— ¿cómo se que me dices la verdad?

— jajajaja realmente me agradas

— ¡Habla!

— para empezar, ¿Le creerías a una loca?

— eres tan misteriosa — se dió por rendido y se fue a acostar a un rincón de aquel cuarto — no pienso con claridad y siento que dentro de una cárcel para locos, eres la más cuerda del lugar

— dime algo

— algo

— no baboso — su repentina voz autoritaria hizo reír al Ackerman quien no dejaba de pensar en el argumento de su compañera — ¿Cómo se llamaba?

— ¿quien?

— ella

— no lo sé — suspiró. Si de algo se arrepentía en su vida, era de haberla dejado ir — fui convocado para enseñar mis grandes inventos a Hizuru, ella también era una de las grandes mentes que había conocido, pero nunca le pregunté su nombre y tampoco entablamos una conversación

— tu historia no es tan trágica

— no, para los demás no — cerró los ojos, intentando recordar más allá de esos ojos grisáceos que lo fascinaron desde el primer momento en que la vio — para mí sí

— ¿y por qué trágico?

— solo me he enamorado una vez

— ¿y?

— nada, olvídalo

El silencio empezó a reinar ese lugar donde ambos pelinegros solían hablar hasta caer rendidos, lamentablemente está día parecía ser cada vez más triste

— te sacaré de aquí

— ¿cómo?

— lo prometo

— no sabes ni lo que harás

— tal vez no sea una mente brillante como tú, pero al menos no he perdido la esperanza

— la esperanza no existe, es una palabra vacía dentro de un contexto social y religioso

— si llegara a ser real, ¿me creerías?

— no se

— ¡pues soy real! Mikasa Azumabito es real y te sacará de aquí

— si — suspiro pesadamente y sonrió con cierta nostalgia — eso mismo dije y aquí sigo

— esa es la diferencia que tenemos

— ¿Cuál?

— tu lo dijiste y no hiciste nada al respecto, en cambio ¡Yo! Realmente lo haré

— que día

— prefiero no decírtelo

— ¿Por qué?

— por qué ese día me ejecutarán

— ¿y si solo eres parte de mi imaginación? — alzó su vista hacia la ventanilla dónde lo miraban unos ojos grises profundos y penetrantes. Mikasa llevaba más de diez minutos con la misma actitud y personalidad, cosa que sorprendió al de ojos azul náutico quien sabía que sus constantes cambios de humor eran cada seis minutos

— entonces te regresaré a la realidad

29 de octubre 1998

— ¡Jean Kristen! — gritó con todas sus fuerzas y cierta pizca de esperanza mientras era observada con desaprobación por el chico de cabello negro quien se limitaba a observar su "intento de escapé" — ¡si me escuchas dí mi nombre, Mikasa Azumabito!

— Mikasa

— ¿jean? — volteo esperanzada a su derecha donde solo encontró un par de ojos azules que la miraban con desaprobación y cierto enojo

— no vendrá, ¡está muerto!

— ¡cállate!

— ¡callame!

— yo te inventé así que te ordeno que te calles

— no, yo te inventé así que te ordeno que te calles

— deja de remedar me

— deja de gritar como loca

— ¡pues eso soy! Una loca que busca como escapar por qué su juicio será ¡hoy!

— ¿Qué? ¿Por qué no me lo dijiste?

— si me creaste deberías saberlo

Unas pisadas huecas hicieron eco en dicho lugar alterando a ambos pelinegros

— hoy te ejecutarán maldita loca — abrió la puerta donde salió corriendo una pelinegra buscando salvar su vida — ¡se escapa!

Lo que parecía una salida exitosa, terminó convirtiéndose en un profundo fracaso

— ¡la tengo! — gritó uno de los guardias al tomarla de su largo cabello evitando que se saliera con la suya

— ¡déjame!

— al fin nos libraremos de ti

— ¡Sueltenla!

— cállate Ackerman

— déjenme — estaba asustada, pero su mente y pensamiento se habían deformado tanto que lo llegaba a expresar como enojo o felicidad — ¡por favor! No quiero morir

— debiste pensarlo antes de enloquecer

Sus ojos buscaban una salida, algún indicio para escapar — ¡maldito! — gritaba para ganar tiempo, hasta que vio un cuchillo en el pantalón del guardia que la sostenía de su hermosa cabellera

— llévatela

Sin pensarlo mucho agarro el cuchillo y se lo clavo en la entrepierna haciendo que la soltará al instante.

— hija de ...

Con gran determinación corrió hacia el segundo guardia, lanzándose hacia el hasta noquearlo

— maldita hija de... 

— dije que me vengaría — de forma rápida, le arrebato las llaves que poseía y lo empezó a ahorcar — te mataré por todo lo que me hiciste maldito mal nacido 

— ¡allí! — un grupo de persona había llegado al lugar tras haber sido avisados del comportamiento peligroso de la azabache quien solo corrió de nuevo a su celda y aventó las llaves hacia la celda vecina

— ¿Estás loca o qué? ¡Escapa!

— para serte sincera — levantó las manos y se arrodilló ante el grupo de guardias que la rodeaban, impidiéndole el paso — yo ya no tenía escapatoria

— ¡camina!

Levi se acercó a la ventana intentando mirar aquel rostro del cual lo único que conocía eran sus ojos grisáceos, lamentablemente solo pudo observar su cabello largo y negro cubrir aquello que el tanto deseaba ver

— ¡Las llaves! — volteó a ver el vacío de su celda intentando encontrar aquel objeto para escapar e ir a ayudarla — ¿Qué?

Se arrodilló y empezó a palpar con sus manos el frío piso donde el había escuchado que habían caído aquél objetó

— no hay nada — suspiro pesadamente y se dejó caer sin importarle el impacto que sufriría su cuerpo — ¿realmente estoy loco? — con miedo miro a su izquierda y cerró sus ojos con fuerza intentando despertar

"No era real"

Sus ojos empezaron a ver una realidad muy distinta a la que él decía estar sometido

"Nunca lo fué"

Empezó a ver el techo de su dormitorio e incluso empezó a sentir la calidez que le proporcionaba su cama

"Solo era mi subconsciente"

— no — estaba seguro de haber vivido y convivido en una celda blanca y sucia que años anteriores habían contenido a personas con problemas psicológicos

"No eras real Mikasa"

Lágrimas empezaron a caer de su ojos azul náutico tras haber imaginado a una persona que había contemplado como su igual

"Yo te inventé"

Se sentía mal, se sentía devastado. ¿Realmente se sentía tan solo como para haber imaginado a alguien más?

"O tal vez nos inventamos"

Su mente empezó a divagar en sus recuerdos que se mantenían intactos desde que "imaginó" llegar a ese lugar hasta que se llevaron a su vecina de celda

— no, esto no es real — cerró sus ojos y suspiro profundamente. Aquella sensación de calidez empezó a desaparecer poco a poco hasta tal punto de volverse totalmente nulo — realmente entre a un manicomio

Un gran estruendo y constantes gritos llamaron su atención, sacándolo de sus pensamientos.

— ¡Jean aquí hay uno!

— ¿jean? — se levantó y se asomó por la ventana — si el existe, quiere decir que Mikasa también

Sin previo aviso, aquella ventana se rompió dejándole una gran cicatriz que cruzaba su ojo derecho.

— ¡maldita sea! — exclamó frustrado y enojado mientras se cubría parte de su herida — al menos podré escapar

— ¡oye tú! — un chico alto y castaño se acercó a la puerta que contenía al Ackerman quien solo lo miraba fijamente — quítate si quieres ser libre

Sin reproche alguno, lo obedeció y caminó a un costado de su cuarto donde esperó pacientemente a que abrieran la puerta.

Jean empezó a darle martillazos a la cerradura de la puerta para dejar escapar al azabache quien lo veía con frustración ya que le pegaba a todo menos a la cerradura

— ¡dámelo imbécil! — exclamó un poco frustrado

— ¿Imbécil? — una sonrisa ladina se hizo presente en los labios del castaño quien lo miraba de forma desafiante — ¿Decías? — dió una patada a la puerta la cual calló al instante del lado del azabache

— no tenemos mucho tiempo, necesitamos liberar a los demás — exclamó una chica de cabellera rubia

— tranquila Annie — la miro tristemente —  liberamos a los que pudimos — su vista dió con el de ojos azul náutico quien lo miraba confundido

¿A los que pudimos?

— tenemos que escapar

— ¡hay más gente! Mikasa, ella fue llevada a la horca

— sabes que de ahí ya no salen — no se atrevió a mirarlo, simplemente coloco su mano sobre el hombro de Levi quien seguía sin creer que ella estaba muerta — ¡ahora corre si quieres vivir!

Cada uno tomo una dirección diferente, Levi no recordaba con exactitud el camino que tuvo que recorrer contra su voluntad para llegar a aquella habitación donde estuvo encerrado alrededor de dos o tres semanas, pero haría lo posible por salir de ahí junto a la chica de ojos grisáceos

— ¡Mikasa! — paso por varios pasillos buscando a la pelinegra con la intención de encontrarla aún con vida

"¡Está muerta! Acéptalo"

— sigue con vida, sigue aquí

"La creaste, jamás existió"

o ella me creo a mí

"Pudo haber escapado"

— estoy seguro que no lo hizo — se detuvo enfrente de una ventana y miro el hermoso cielo del cual lo habían privado días atrás — estoy seguro que no ha muerto

Se acercó para poder admirar la bella vista que solía visualizar desde su casa antes de ser encerrado injustamente

— no quieren pensadores extraordinarios, quieren personas conformistas e ignorantes — su vista fue bajando hasta dar con una fila de personas que se dirigía a la horca, entre ellas, Mikasa

La joven mantenía la mirada baja y una sonrisa ladina, subió a dicho aparato sin saber que alguien la veía a lo lejos

— ¡sigue viva! — un gran estruendo en el lado oeste hizo que la mayoría de las personas comenzarán a correr para salir con vida — ¿pero que?


— ¡corre imbécil! — una chica con  anteojos y de cabello castaño se acercó hasta, lo tomó de la mano y empezaron a huir del gran edificio que poco a poco se estaba derrumbando por los constantes bombardeos y explosivos

— ¡suéltame! — por más que forcejeaba no podía soltarse de su agarre — ¡aún quedan personas! — giró su vista hacia la ventana y vió como dentro de esa plaza la mayoría de personas ya se habían ido, solo quedaba ella con la soga en el cuello

— ¡no hay nadie! Ya desalojaron a todos

— ella está en la horca

— lamento decirte que ya no está con vida

Ambos se dirigieron a las escaleras dónde ya los esperaban sus demás compañeros

— ¿Hanji, no queda nadie?

— nadie

— ¡Mikasa! La acabo de ver en la horca — gritó con fuerza el ojiazul

— entonces vámonos

Al salir del edificio todo era un caos, la mayoría de las personas corrían hacia el lago ya que en la puerta se encontraban un sin fin de guardias quienes les apuntaban con armas de todo tipo

— jean, ¿ahora a donde?

— a la puerta central

— eso es prácticamente suicidio — gritó con enojo un castaño de ojos verdes — nos matarán antes de hacerles frente

— tengo todo bajo mi control

— confía en jean, eren

— tu tampoco confiabas en el connie

— tranquilos — se detuvo y escondió a un costado de los grandes muros que había antes de la puerta principal — Armin vendrá por nosotros

En ese momento se pudo escuchar un gran estruendo provenir fuera de los muros que dividían la sociedad del manicomio

— activa la señal de humo

— ¡si! — aquella rubia de ojos azules apunto hacia el oeste donde ya se podía visualizar una bengala de color rojo

— no tardará en llegar

Ante los ojos de Levi todo lo que podía visualizar era un completo caos, sin embargo, de entre las personas que huían pudo visualizar a grandes colegas que habían desaparecido meses atrás, por lo que pudo deducir que ese "manicomio" solo se encargaba de encerrar a las personas que podrían acabar con la tiranía del actual rey

— Mikasa

— ¿quien? — el de ojos color azul náutico señaló hacia la horca donde se encontraba la chica que tanto buscaba — ¡jean!

— lo sé Hanji, la ví cuando entramos 

— ¿no piensan salvarla? — pregunto con cierta molestia el Ackerman

— ¿no podemos rescatar a un muerto o si?

— ¿Quien? — confundido y enojado volvió a mirar a la horca donde solo se encontraba una chica de cabello castaño la cual era sujetada por la soga — pero, ella no es Mikasa

Una gran bomba se hizo presente del lado contrario al que se encontraban ellos, destruyendo y tirando el muro que dividía la sociedad de los "locos"

— ¡es Armin!

— a mi señal corran hacia la puerta central

— ¿estás loco? Nos meterán más de 20 balazos antes de dar un paso

— entonces usen los cuerpos

— no entiendo cómo escapaste de aquí — el ojiverde fue el primero en salir utilizando como escudo uno de los tantos muertos que había en ese lugar

Los demás lo siguieron utilizando la misma técnica que él a excepción del pelinegro quien se negó a utilizar el cuerpo de alguien como su escudo y salió corriendo sin protección alguna hacia la puerta

— ¡disparen!

— ¡maten al Ackerman! No podemos dejar que escape

— ¡cuidado!

Era demaciado tarde, en su cuerpo habían impactado 3 balas, haciéndolo caer mientras intentaba no perder la conciencia

— ¡Hanji! — gritó jean quien seguía avanzando hasta los guardias intentando agotar sus balas

— ¡si! — se dirigió a Levi quien se encontraba tirado intentando torpemente mantener sus ojos abiertos — te salvaremos

"Salven a Mikasa"

Sus ojos empezaron a ver borroso, los sonidos se empezaron a volver agudos e iban disminuyendo conforme el se iba quedando dormido.

9:15 pm

— ya está despertando

— muy bien echo cuatro ojos

— ¿y bien?, tenemos a Ackerman pero perdimos a Smith

— les dije que no salvariamos a todos

— ni si quiera salvamos a una cuarta parte de los que estaban encerrados

— los demás huyeron, podemos buscarlos

— si, pero el problema es ver si querrán unirse a nosotros y hacerle frente al rey

— son genios, sería demaciado inútil si no cedieran

— ¡sh! No revelen el plan enfrente de él

— lo escuché todo, no soy ningún tonto — se sentó con ayuda de Connie y miro fijamente su cuerpo — sea para lo que sea que me quieran, no los ayudaré

— ¿Por qué no?

— ustedes no me ayudaron a salvarla

— no había nadie en la horca

— oye — la mano de Armin se posó en el hombro del azabache, llamando su atención y a la vez enfureciendolo — pasaste mucho tiempo ahí, posiblemente lo imaginaste

— estoy seguro que ella es real

— ¿en serio?

— no — suspiro pesadamente mientras pasaba su mano derecha por su cabello — ¿Para que me necesitan?

— queremos revelarnos contra el rey

— y ¿que puedo hacer por ustedes?

— ayudarnos con el armamento

— está bien, por cierto gracias por curar mis heridas

— no hay de que — dijo Hanji

— descansa, mañana partiremos a primera hora

— ¿a dónde iremos?

— ¿no te han dicho que eres muy preguntón?

— si los voy a ayudar me gustaría saber cada detalle de su plan

— mañana te lo contaremos — dijo el ojiverde mientras se acomodaba en el pasto para dormir

— si, ya vamos a descansar

— buenas noches

12:30 am

Pasar la noche en la interperie no se compara en nada a pasar la noche dentro de aquel solitario cuarto donde la única vista era el techo blanco que le recordaba continuamente su gran deseo de salir y volver a admirar la noche como lo solía hacer antes de ser privado de su libertad

— no recuerdo haber visto tantas estrellas en una sola noche — su mirada en ese momento era de nostalgia y alegría al haber recuperado lo que tanto apreciaba

"Libertad"

Antes de aquel fatídico día, el solía admirar las estrellas como un modo de inspiración para seguir innovando y ayudar a su sociedad, una sociedad que le tenía miedo por ser un genio dentro de un saco de idiotas.

— mikasa, nunca sabré si fuiste real o solo eras parte de mi imaginación — dijo mientras miraba fijamente la hermosa luna llena cuyo color grisáceo le recordaba a aquellos ojos tan peculiares y atrayentes al mismo tiempo

"Y ¿si la busco entre los escombros?"

— aún sigo adolorido, solo caminaré entre los escombros

Se levantó intentando no hacer ruido, caminó hasta un árbol y se detuvo a observar el paisaje

Colina abajo se encontraba el famoso reclusorio hecho pedazos, sin embargo el único artefacto que no había sufrido gran daño era la horca

— es... — intento enfocar su vista en dirección a dicho artefacto donde el aseguraba que estaba Mikasa — bajaré para eliminar dudas

Era un hombre fuerte cuya fortaleza residía en una única meta

"Continuar con vida"

— hola — no estaba seguro de explorar lo que había quedado del manicomio, pero quería despejar cualquier hipótesis acerca de ella

— hola

Una voz dulce y tranquila se hizo presente, dejando al pelinegro perplejo

viene de la horca — pensó. Camino de forma rápida hacia aquella voz con la esperanza de encontrarse con aquella chica — hola — dijo un poco más alto que la anterior vez

— hola

El no sabía si su corazón se estaba acelerando por los nervios o simplemente era imaginación suya.

— hola — dijo una última vez antes de llegar a la horca

— hola

— ¿dónde estás?

— parada justo enfrente de tí

Aquellas miradas Azul náutico y gris ahora estaban una enfrente de la otra sin necesidad de una pared blanca; Levi admiro asombrado su fino rostro

"Ojos grises
Piel blanca
Cabello negro
Labios rosa pálido"

Su descripción de "mujer ideal" estaba justo enfrente de él, pero ya no sabía si era real o solo la había imaginado. Por otra parte, ella quedó asombrada al ver el rostro de aquel chico

"Ojos rasgados y
de color azul náutico,
Cabello negro,
Labios rosas,
Piel ligeramente bronceada"

Ninguno sabía que decir, para ambos era algo nuevo el intentar entablar una conversación frente a frente sin la necesidad de paredes.

— ¿eres real? — pregunto Levi

— ¿Tu lo eres?

— ¿Mikasa?

— ¿Levi?

Sus manos poco a poco se iban acercando a la otra para comprobar que la calidez que caracterizaba a los humanos estuviera presente en ambos.

¡Grave error! Sus mentes lo empezaron a distorsionar todo

— ¿Por qué estás fría? — preguntó algo extrañado y desilusionado

— yo estoy cálida — llevo su otra mano a su mejilla dónde comprobó su propia calidez — tu eres el que está frío

— no, no soy yo — bajo la mirada tristemente mientras soltaba la mano de Mikasa — ¿yo te inventé?

— supongo que sí — suspiro pesadamente, lo miro una última vez y lo encaró — lamento haberte creado

— no — ambos dieron media vuelta y empezaron a caminar en rumbos distintos — yo lamento haber pensado que eras real

Ella bien lo había dicho

"Si entras cuerdo, sales loco"

Él prefirió aceptar que ella había sido una simple imitación de la chica que realmente le gustaba.

"Fue parte de mi imaginación"

Ambos tomaron caminos distintos, guiados por lo que creían era real, sin reconocer la existencia del otro.

Pero, volvamos al inicio
¿Por qué los encarcelaron?

A ella la privaron de su libertad al negar casarse con el rey de aquella isla

"Me encerraron por amar a
un genio como yo"

A él lo encerraron por querer buscar al amor de su vida

"La chica perfecta, mi igual"

Ambos tomaron caminos distintos intentando encontrar a la persona de la que se enamoraron en las orillas de Paradis, sin saber que siempre estuvieron al lado del otro.

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Hola! Lamento si tarde en subir este one-shot :'v
Pero espero les haya gustado, el próximo mes intentaré publicar el siguiente capítulo de "por doce rosas"

Mi otra historia por el momento se quedará con dos capítulos, ya que quiero tener al menos 5 capitulos terminados para poder actualizar más seguido y no dejarlos esperando tanto tiempo.

En fin, espero esta pequeña historia haya sido de su agrado, yo me retiro para seguir estudiando ya que tengo examen de histología y anatomía :'v.

Nos vemos!!!

Pd: mañana corregiré los errores ortográficos :'v

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