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capítulo 16

Cuando fue el momento exacto donde observar el rostros durmiente de mi esposo se convirtió en la parte favorita de mi mañana.

Abrir mis ojos y verlo ahí con su cabello rosa plata medio despeinado cubriendo parte de su frente, es algo de lo que me acostumbrado y con el paso del tiempo se convirtió en una de mis partes más favoritas.

—Buenos días..—Dios, que buen buenos días, estoy viendo a un Adiel con su camisa bien suelta.

Matt trago grueso, la reacción biológica de todas las mañanas se había vuelto más dura, Matt cubrió su rotro con la colcha.

—¿Pasa algo?—Adiel se acercó más cerca de Matt, bajo la colcha. El rotro avergonzado de su esposo fue algo adorable de ver.

Oh, dios, no te acerques más. Mi cuerpo se está comportando raro, puedo sentir la respiración de Adiel, causando que todo en mi se estremesca.

—No, solo que eres demasiado guapo, y casi tengo una sobredosis por tanta belleza—Intento no pensar en cosas pecaminosas.

Adiel le gusta los halagos que provienen de su esposo, más ver esa mirada azul celeste que lo ven con mucha atención.

—Me alegró el saber que a mi esposo le agrada ver este rostro.

—No solo tu cara, tu cuerpo también—Mumurró—Ire al cepillar mis dientes—Matt camino muy elegante hacia el baño, pero cuando ya estuvo adentro. Observo que su rotro estaba rojo peor que un tomate.

Su parte baja también estaba más que despierta, tenía que ocuparse de eso.

Adiel escuchó perfectamente lo que dijo su esposo, observó su cuerpo el cual tiene cicatrices. Y llegó a la conclusión de que Matt lo decía solo para no hacerlo sentir mal. El abrocho todos esos botones sueltos.

¿Por qué le gustaría observa este maltrato cuerpo? No es agradable para la vista, aún recuerdo cuando ese viejo intentó que estuviera con alguien, esa mujer salió huyendo, gritado que era horrible.

—¿En que estupideces estás pensando.?—Cepille mis dientes luego me encargue de esa cuestión, salgo solo para ver a mi esposo con una expresión un poco melancólica.

—Solo recordaba cosas del pasado.

—¿Y la otra parte?—Subio arriba del regazo de Adiel, tomándolo desprevenido.

—Eso..era todo—Esta nervioso, nervioso que algo se levante y se clave en las caderas de Matt.

—No mientas, puedo leer tus expresiones. Estabas pensando en algo...—Las palabras murieron en la boca de Matt, ya que había sido capturada por los labios de Adiel.

Matt se aferró a ese poderoso cuerpo, las manos de Adiel abrazaron al hermoso Doncel, logrado que sintiera que ese toqué era como lava ardiente recorrido su piel.

Se besaron de una manera que no significa que es por impulso o porque le gusta sentirse uno al otro, fue un beso que demuestra algo que los dos aún no logran entender, pero que lo harán más adelante.

La falta de oxígeno logro separarlos, se miraron de una manera diferente, era como si hubieran descubierto un nuevo paraíso, todo estaba cambiando a su alrededor, en ese cambio cada uno está en el centro de ese nuevo descubrimiento, un descubrimiento llamado gustar.

Adiel acaricio el rostro de su esposo, Matt cerró sus ojos, dejo que el tocará tanto como quisiera. El menor parecía un conejito dormido en las grandes palmas de su dueño.

Me gusta este sentimiento, es reconfortante, mi corazón se siente cálido. Es como si todo se tiñera de un color diferente, en tan solo un mes me he sentido más feliz que en todos esos años de vida que viví antes de llagar aquí.

—Eres cálido—Matt abrió sus ojos, las gemas azul celeste veían a los de color miel—Estoy agradecido con quién sea, agradecido de ver llagado a este lugar, conocerte a ti a nuestra pequeña bolita de masa—Tal vez el destino no es tan jodido como lo creía.

¿Llegado a este lugar? Otra vez esta hablado como si este lugar no es donde siempre a vivido. Estaba por responder a sus palabras, pero Ayla despertó y se fue por ella a la cuna, también quería decirle que el me transmite una sensación de felicidad. Se lo diré cuando la atmósfera sea como la de hace un momento.

—¿Tiene hambre mi niña?—Matt la sostuvo en sus brazos—Eres tan bonita con esa carita fruncida—Subi mi camisa, ella dejo esa mala cara por una de felicidad. No hay nada mejor como comer.

Toc, toc, toc.

—¿Podemos entrar?—Nery está detrás de la puerta, tiene una expresión extraña.

—Pasa—Matt cubrió a Ayla, y sus crecidos pechos con una manta de gatitos. Así Nery no vería nada que la pudiera incómodar tanto a ella como a el. Y a un esposo que lo observa detenidamente.

—Adiel..

&¿Qué pasa?—Adiel se levantó de la cama, Matt también se preocupó.

—Es Zay, no se mueve. Esta hirviendo en fiebre—Intento sonar calmada, pero su rostro lo dice todo.

—Matt, volveré en un momento—Matt asintió, Adiel y su hermana fueron directo a la habitación de Zay, al mismo tiempo que le ordeno a Jun llamar al médico.

Los dos entraron a la habitación de Zay, encerio esta muy caliente, su rostro esta muy sudado.

—Zay—Le hablo con calma—¿Zay, me escuchas?—Las gemas color miel se abrieron con un poco de soñoliento.

—Hermana mayor—Su respiración es pesada—¿Porqué lloras? Te vez fea, solo es un poco de fiebre...no estoy muriendo.

—Tu eres el que se ve feo.

—¿Quién enfermo esta vez?—Entro el doctor.

__Es Zay__Informo Adiel.

—Den permiso, lo revisaré—El anciano comenzó su chequeó, le puso una intravenosa—Solo es un resfriado, ¿Estuvo afuera ayer?—Despues de darle los cuidados y la revisión adecuado, el aguardo sus cosas.

—Si, pero fue por poco tiempo—Contesto Nery.

—No importa el tiempo que estuvo bajo ese clima que estaba a una temperatura anormal, cambien su ropa, cambie el paño cuando ya esté secó, darle su medicina a la hora correspondida.

—Entiendo, gracias—Agradeció Adiel, el doctor se retiró.

—¿Qué tiene?—Matt entro a la habitación, Ayla se había quedado nuevamente dormida, Niel y jun cuidan de ella.

¿Eh, porqué Adiel me cubre mis ojos? ¿A caso está tan mala que no Puedo ver?

—Es un resfriado.

—¿Entonces por qué cubres mis ojos?

—Porque Nery está cambiado a Zay.

—¿Por qué lo hace ella y no tú? Una señorita no pude ver el cuerpo de un hombre, así sea su hermano.

—Gracias por su preocupación, cuñado, pero no veo a mi hermano como una persona, lo veo como un animalito herido al que hay que cuidar—Zay no podía refutar porque está bien dormido.

Si, en definitiva se parece a mí hermana, ella también decía lo mismo cuando me cuidaba cuando estaba enfermo.

Adiel retiró sus manos de los ojos de Matt, Nery ya había cambiado a su hermano con algo que parecía una bata de hospital. ¿De dónde sacó eso? Solo ella sabe.

—Bajen a desayunar, yo me quedaré cuidándolo.

—Le diré a melwin que suba con tu desayuno—Comento Adiel.

Los esposos se fueron a desayunar, sin saber que una nueva visita está por llegar a visitarlos.

—Melwin, lleva el desayuno a los mellizos a su habitación, para Zay que sea algo saludable porque tiene un resfriado.

—Enseguida—Se retiró.

—¿Te gustaría ser mi acompañante en una fiesta?—Adiel se colocó la servilleta en su regazo—Mi Nana, Nery, cuidarán de Ayla.

—¿De que se trata está fiesta?—Procedió a cortar mi desayuno.

—Solo es una fiesta que uno de mis amigos quiere realizar.

¿Amigos? Adiel jamás le hablo de ellos a Matt, después de todo a Matt tampoco le importaba la vida privada de Adiel. Para el lo único importante era el cara de Flor cadáver llamado Félix.

Pero yo soy diferente, a mí sí me importa cada cosa relacionada con Adiel, así se la más mínima.

—¿Cuando es la fiesta?—Limpio su boca.

—Hoy a las 7 de la noche.

—Te acompañaré.

—Esta bien si no quieres, no quiero que lo hagas solo para no hacerme sentir mal—Matt siempre se negó a ir conmigo algún lugar, decía que era asfixiante el estar cerca mío.

—No soy ese Matt que tú conocías, yo no digo cosas para hacer sentir bien a los demás. Yo no voy a obligarme hacer algo que no quiera solo por quedar bien o por no hacer sentir mal a otra persona. Entiendo que desconfíes de...

—No desconfío de ti—Aclare, pero es solo de su nuevo yo, si vuelve al anterior qué buscaba a Félix, no sé cómo me haría sentir. Este Matt me hace sentir cosas inexplicables, no quiero convertirme en alguien posesivo.

—Entonces no pienses en cosas innecesarias, y si tienes preguntas, dudas, solo dimelo directamente. No te crees un mundo de idioteces que yo no pienso—Adiel sebe como un zorro con sus orejas agachadas.

—Entiendo, no sacaré conclusiones a la ligera.

—Eso está mejor—Ambos se levantaron, se dirigen a la habitación junto a su pequeña.

—Maestro, el Joven maestro Gerson está por entrar—Informó el mayordomo.

—Entiendo.

Un hombre imponente con un cuerpo esbelto, camina con elegancia a hacia la sala, ese cabello azabache lo lleva enrollado en una media cola, sus ojos verdes son dos gemas que hacen contrate con su piel de marfil.

—¿Qué haces aquí.?

—Como siempre eres tan dulce a recibir a tus amigos—Abrazo a su querido amigo.

¿Por qué son tan altos? Este tipo mide 1.89 metros de altura. Es como está junto a dos varas de bambú.

—Hola, Señor Taylor. Disculpé mis modales espero y no crea que lo hice a propósito—Extendio su mano.

—Hola, y no lo malinterprete. Puedo leer su expresión que no lo hizo a propósito—Correspondió el saludo que solo duró dos segundos.

La ceja de Gerson se arqueó por la pequeña sorpresa, entonces creyó en lo que Adiel había dicho, que Matt había cambiado.

—Respondé a mi pregunta, ¿Qué haces aquí?

—Bueno eso es...¿no puedo venir a ver ha mi sobrina?

Tiene esa expresión de preocupación con algo de nerviosimos de que lo descubran porque cometió algo malo. No podrás a mi niña como escusa.

—Esta mintiendo—Matt le dio una mirada afilada—No ponga a mi pequeña como una excusa, no lo voy a permitiré.

Todo al rededor se volvió frío, era evidente que Adiel estaba molesto.

—De acuerdo, lo lamento—Levanto sus manos en signo de rendición—Eso fue muy desagradable de mi parte, vengo a ver a tu hermano—Qué sea lo que Dios quiera—Le estuve llamado pero no responde mis llamadas, entonces vine a ver qué sucede.

—Esta en su habitación, tiene fiebre.

—Subire a verlo.

—Tendremos mucho de que hablar, mi amigo—Gerson se detuvo en seco.

—Eso puede esperar—Fue directo hacia el convaleciente Zay.

—Parece que está interesado en el cuñado—Ambos se dirigen a su habitación.

—Si, lo deduje en la manera que hablaba cuando se trataba de Zay.

—¿Te molesta?—Jun y Niel, salieron cuando nos vieron llegar.

—No, ya está sufriendo porque Zay no capta sus indirectas, Zay tampoco sea ha dado cuenta que tiene un poco de sentimientos por su amigo.

Eso es un poco lamentablemente, bueno Zay solo tiene 22 años, a esa edad uno tiene mucho en menté.

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