Estoy en un prado, un prado hermoso con flores de diversas clases, tamaños y colores, mi olfato me permite distinguir el aroma de cada una al tiempo- ¿Estaré soñando o aquel dragón me habrá llevado a un universo paralelo?

Sigo observando el lugar, me encanta pero por alguna razón siento que algo anda mal, al darme vuelta para observar lo que hay a mis espaldas veo dos hermosos dragones uno es muy parecido a Taré, pero sé que no es él porque tiene los ojos verdes delineados por un azul rey. El otro dragón es un poco más pequeño color verde claro con ojos azul celeste como los de Taré, delineados con café.

Ambos me miran con preocupación y ternura, son mis padres; me preocupa su estado de ánimo, porque ellos siempre son muy seguros de sí mismos; mi instinto dice que ocurre algo grave, así, que corro hacia ellos; el dragón rojo se transforma en un rey joven y apuesto. Me dirige una hermosa sonrisa pero su mirada de preocupación continúa, me extiende los brazos y salto hacia él.

-¿Ocurre algo hija?- me pregunta mientras me sostiene en brazos

-Eso pregunto yo, mamá y tú se ven muy preocupados.- Digo frunciendo el ceño. Mi padre voltea a ver a mi madre que continua en su forma dragón.

-Siempre tan perceptiva... - me da un beso en la frente y me pone en el suelo- mi pequeña Ónix- dice mientras mira a mi madre fijamente, sé que están conversando telepáticamente, los dragones adultos pueden hacerlo a voluntad. – Algo malo va a suceder, me gustaría decir que te protegeremos y que no debes preocuparte, pero te mentiría, no podemos defenderte, el enemigo es muchísimo más poderoso que nosotros y nuestro ejército... -suspira a punto de llorar- Lo único que pudimos hacer fue conseguir un conjuro que impide que te maten antes de tu última transformación. Es patético pero esperamos que en ese tiempo puedas encontrar la forma de vencer al enemigo y recuperar el reino, tu reino...- las lágrimas bajan por su rostro y guarda silencio. Mi madre cambia su a su forma humana es una hermosa mujer, esboza un sonrisa hermosa pero esta se borra tan pronto como aparece; sus ojos están llorosos.

-Mi bebé, te amamos más que a nada, espero que entiendas que esta es la única forma de proteger al pueblo, investigamos por todas partes y ese conjuro fue lo mejor que hallamos. Debes ser fuerte como la princesa que eres y la reina que serás.- También llora inconsolablemente pero sé que espera una respuesta de mi parte, estoy anonadada, las lágrimas amenazan con salir de mis ojos. Así que solo asiento, poniendo mi mejor gesto de seriedad, porque mi mentor se enfadara si se entera que no he sabido manejar la situación.

-Buajajajaja...- Una risa macabra a mi espalda hizo que por mi espalda cruzara un escalofrío y los rostros de mis padres palidecieron, me giró para ver de quién se trata y...

Auch, eso dolió... estoy en el piso de mi cuarto; al parecer me he caído de la cama, estoy desorientada, ¡que pesadilla! O ¿Serán mis recuerdos? Me acomodo de vuelta en la cama, veo la hora es media noche, espero poder seguir durmiendo o mañana me dormiré en clases. Aunque no creo querer más pesadillas. Se sentía demasiado real. Suponiendo que esos sean mis recuerdos entonces, sí que soy un ser sobrenatural y nada más que una princesa dragón.

Jajaja...debería buscarme un psicólogo, una parte de mi sigue sin creer en Taré y los dragones. Sin embargo el dragón de mi sueño era muy parecido a Taré, la única diferencia es el color alrededor de los ojos. Si esto es producto de mi imaginación, mi cerebro me está haciendo una broma de muy mal gusto. Esto me va a volver loca... 

Agradezco a quienes le han dado una oportunidad a mi historia, me gustaría conocer vuestras opiniones. ¿Que creeis que va a pasar? Comentad