-¿A dónde vas?- Pregunta Taré mientras entra al cuarto y mi madre se pone en pie.

-A ningún lado.- Responde ella, marchándose.

-¿Estaban discutiendo? -Pregunta mi hermano y yo encojo los hombros- da igual, ya me dirás. Por ahora la dragona que me crió desea hablar contigo.

-Está bien- digo lo más tranquila que puedo y él sale dejando entrar a su madre de crianza.

-Princesa, gracias por acceder a hablar conmigo... sé que soy imprudente, pero por favor escúcheme... moriré feliz sabiendo que lo intenté.- ¿y a esta que le picó?

-¿Qué sucede? ¿Por qué vas a morir?- Le cuestiono con preocupación.

-Eso lo determinarás tu misma- Dice con nerviosismo.

-Sin tantos rodeos dime lo que sucede.

-Está bien alteza, usted sabe que crié a Taré como mi hijo y que los dragones nos emparejamos entre hermanos- Asentí, animándola a continuar ¿sería posible que la solución llegase tan rápido?- Resulta que una de mis hijas era la prometida de Taré y él la ha dejado para casarse contigo. Mi niña está destrozada, prefiero morir a verla sufrir.

-De hecho es una buena noticia para mí- Ella me mira boquiabierta- No te preocupes, no te delataré. Voy a hacer todo lo posible para que Taré vuelva con ella. Eso sí, esto no va a salir de entre nosotras dos.- Ella asiente

-¿Por qué lo hace? Taré me ha dicho que te ama desde que te vio como humana.

-Lo sé, desde que recordé a mis padres supe que éramos hermanos, algo me lo decía. He pasado tanto tiempo entre humanos que podríamos decir que mi apego por alguna de sus normas es demasiado fuerte para ignorarlo. El caso es que entre ellos no es bien visto casarse entre familiares cercanos, y si me caso con Taré no seré feliz. Ya le dicho a mi madre que no lo haré y tú me has dado un segundo motivo. Puedes retirarte.- Debo encontrar una solución.

-¿Por qué tan pensativa?- Dice mi padre mientras entra a la habitación seguido de mis demás familiares.- Vine tan pronto como pude, cuando me avisaron que habías despertado. Eres muy valiente, serás una excelente reina. Sé que no estás plenamente recuperada pero el pueblo no espera. Pronto vendrán los LEFA'S, organizaremos todo.- Y los invocados aparecieron en ese mismo instante.

-Majestad, hemos decidido reunir el pueblo dentro de ocho días, primero la boda y enseguida la coronación.- Dice el LEFA supremo.

-Será perfecto- Dice mi padre emocionado.

-Sí, los príncipes deben comenzar los preparativos, cumpliremos todos sus caprichos, será un día inolvidable- Dice mi LEFA con aire soñador. Ya está bien, pienso.

-Oigan, - digo con brusquedad- nadie ha pedido mi opinión, yo no me quiero casar- todos parecen desconcertados- No me casaré con mi hermano, el trono pueden dárselo a él, seguro tenía a alguien antes de mi aparición y sino pues que se busque otra. En cuanto a mí, nada me gustaría más que recuperar el tiempo perdido con mi familia, pero si no me dejan alternativa, me largo.

-Lo sabía, tiene el carácter de una reina- dice Taré. ¿Qué, acaso no me escuchó?

-Pues olvídame y busca a alguien te quiera de ese modo.- Digo a punto de estallar y me levanto para huir de la sala.

-Tú no vas a ningún lado- Dice mi padre tomando uno de mis brazos con fuerza- los miembros de la realeza no podemos dejarnos llevar por caprichos. Cumplirás con tu deber con tu deber y fin del caso.

-He dicho que no lo voy a hacer y no lo haré. Si tanto quieren que reine lo haré sola. Pero el pueblo quiere a mi hermano, mejor que sea él- Digo mientras el LEFA supremo me mira con desaprobación.

-Te lo voy a poner de este modo- Me dice en tono amenazante- o lo haces por las buenas o lo haces por las malas.

-No pueden conmigo- les digo con una sonrisa

-Oh, claro que sí querida. Se te olvida que somos los expertos y tu ni siquiera sabes todo lo que debes saber.- se burla- será sencillo y volteándose hacia los otros LEFA'S dice- mañana haremos un ritual para quitarle los poderes y los recuerdos humanos, así no podrá oponerse.

-Taré nunca será el elegido del RENYOJ, y sin poderes ni recuerdos no seré yo.- Digo intentando hacerles cambiar de opinión.

-Ya sabes las opciones- dice Taré- aceptas o aceptas.

-Es demasiado osado de su parte desafiar a alguien que tiene el poder que todos ustedes juntos no tuvieron para enfrentar a la bruja. Deben saber que no se los voy a poner fácil, se van a arrepentir de meterse conmigo. Es mejor que se olviden de mí y me dejen ir en paz. Yo sí puedo borrar vuestros recuerdos.- Les digo con autoridad y suficiencia. No me estoy echando un farol, yo puedo hacerlo, aunque la verdad no pienso caer tan bajo.