Una y otra vez oigo la macabra risa de la bruja, la oigo decir -La naturaleza se encargará de ti.- Todo está oscuro, mi magia no funciona, cada vez soy más débil, sé que debo dispersar la oscuridad pero no puedo, no sé hacerlo. No tengo conciencia del tiempo pero de pronto escucho un sonido diferente.

-Lo siento hijo, ella aún no estaba lista. Nadie le advirtió, no se puede usar magia antes de la última transformación, peor en la cantidad que ella lo hizo, tendremos que esperar a que su cuerpo se recupere- Era la voz de mi abuela y por el tono siento que no hay esperanza, nunca despertaré.

Y aquí está de nuevo este esperpento burlándose de mí, -La naturaleza se encargará de ti.- ya no la soportó más.

-¡No!- grito con fuerza y desesperación, quiero librarme ya de ella. Aunque acaso yo no la había visto morir, sí eso. Entonces –Estas muerta, no podrás conmigo- Estoy enfurecida por haber cedido ante un recuerdo- No lo permitiré- Grito con todas mis fuerzas y me siento, mirando a mi alrededor muy confundida.

-¿Qué no vas a permitir hija?- Pregunta mi madre saliendo su asombro, parece que le he dado un buen susto.- Debes relajarte- dice recuperando la compostura- Nos tenías preocupados- Su voz tiene un matiz de alivio y tristeza- Voy por la abuela- Murmura y sale casi corriendo. Puedo ver que estoy en un cuarto parecido a un hospital, pero sin tecnología solo están los implementos de mi abuela. ¿Qué habrá querido decir con preocupados? ¿Qué estará pasando? Escucho unos pasos acercarse con rapidez. Me pongo alerta por si es alguien indeseado. Pero afortunadamente es mi abuela.

-Oh, es cierto. Has despertado, pensé que te perderíamos, discúlpame pero es que ¿seis meses inconsciente? Sabíamos que no te habías ido por tus signos vitales, pero no reaccionabas a ningún tratamiento, no he podido alimentarte- Puedo sentir su frustración.

-¿Seis meses? ¿Inconsciente? – Tanto tiempo- Que extraño, pero bueno ya estoy bien...

-No, claro que no. Te quedarás aquí hasta que yo lo diga.- Me interrumpe y sale del cuarto, al mismo tiempo que entra mi madre.

-Mi princesa, no te vi crecer... Los LEFA'S nos han contado todo lo que pasaste y lo que hiciste por nosotros. Lamento el sufrimiento por el que tuviste pasar, desearía haber estado ahí para ti. Pero bueno aquí estamos y te agradezco que nos hayas traído de vuelta.- Las lágrimas corren por su rostro.

-Hermanita, te he traído algo de comer- dicen en la puerta y volteó para ver como entra Taré con una bandeja que deja en una mesa que hay junto a mi cama. Entre tanto mi madre me ayuda a incorporarme y ahora que veo la comida caigo en la cuenta delo hambrienta que estoy. Sin pensármelo dos veces empiezo a devorar el contenido de la bandeja.

-¿Vas a decir te lo dije?- Pregunta Taré con tono de diversión

-No... estoy... comiendo- digo mientras mastico.

-Ya veo, la abuela dijo que estabas hambrienta, no pensé que fuera tanto... aunque ahora que lo pienso son seis meses sin comer... Lo siento pero no te traerán más en un buen rato, tu cuerpo podría rechazarlo, debe estar sensible.- Dice llevándose la bandeja vacía.

-Es mi hermano, lo sabía, es igual a papá...- mi madre asiente pensativa ¿a todas estas donde está mi padre?- Le pregunto y ella frunce el ceño.

-En una reunión con los LEFA'S, quieren nombrar rey a tu hermano, pero Odnan no quiere, es tu puesto, solo que el pueblo reclama a Taré, él los lideró en nuestra ausencia- Dice como quien no le ve mayor importancia.

-Sí, pero ya estáis vosotros, el reino es de ustedes.- Digo sin entender de qué va esto.

-Noes así como funciona querida. La tradición es que el rey, cede el puesto a su sucesor cuando este demuestra que puede dirigir y proteger a su pueblo. Por eso seguían a tu hermano y solo se oponía la familia de tu padre, ahora solo se opone tu padre.

-Pues que Taré sea el rey, por mí no hay problema.- Sé que es un muy buen líder.

-No hija, tú fuiste criada para ser reina, él no. Además esta victoria es tuya, tú derrotaste a Gran Sazebac. – Ash debería prohibir la mención de ese nombre.

-Así es madre, pero fue gracias a Taré que recuperé mi memoria. Somos hermanos, el derecho de gobernar puede ser transferido a él. Además es un varón, un guerrero.- La verdad es que yo no me muero por gobernar y he notado que a él se le da bien. Después de todo unió a casi todas los clanes. Puedo ver que mi madre me observa con desaprobación.

-De todos modos ambos vais a ser reyes, la diferencia solo radica en quien dirige el consejo, y tú sabes más de eso.- Ahora sí me he perdido

-¿Qué ambos seremos reyes?- La sorpresa brilla en el rostro de mi madre.

-¿Acaso has olvidado que los dragones nos emparejamos con nuestros hermanos? La razón por la que yo busqué a alguien más es porque soy hija única. Entonces, tú serás la reina y tu hermano, tu compañero, el rey.- Ella se cruza de brazos, zanjando el tema.

-Eso jamás- Digo con determinación- ya cumplí mi deber rescatándolos a ustedes y si vais a agradecérmelo de esa forma, me voy por donde vine.