Cap. 9
— Oye, oye ¡oye! ¡espera, ¿no ves que no puedo caminar tan rápido?! — sus pies tropezaron entre sí haciendo que casi cayera de bruces contra el suelo sin embargo el agarre de Chan en su cintura lo hicieron permanecer de pie. — ¡Park Sunghoon!
El Alfa desde que había llegado hasta ellos se había concentrado en empujarlos hasta la cancha sin responder a sus preguntas sobre de qué estaba hablando con el misterioso Kim.
— Si no nos apresuramos el entrenador nos matará. — se excusó Park ya casi habiendo llegado a la cancha, pasaron por el pasillo helado que conectaba al improvisado estadio del Colegio y justo ahí por fin los soltó, pero no porque haya desistido de su idea de empujarlos si no porque Park y Soobin, capitán del equipo, se encontraban frente a la entrada de la cancha, ambos con brazos cruzados y una ceja alzada, bueno, eso último solo Park.
— ¿Donde estaban? — Soobin alzó las cejas mientras levantaba los hombros en tanto Yedam, Chan y Park temblaban ligeramente por la pregunta de Jay. — El partido debió comenzar hace cinco minutos, voy a repetirlo otra vez y quiero que me respondan, ¿Donde estaban?
Dos de los jugadores señalaron a Sunghoon al instante siendo entonces Yedam quien tomó la palabra.
— Park se demoró hablando con Kim. — Chan asintió y Kai se burló de ellos mientras daba media vuelta para dirigirse a las gradas y dejar a los jugadores con el capitán y el próximo capitán.
Sunghoon tragó saliva en cuanto Jay giró a verlo. — ¿Kim Sunoo?
Mordió su labio inferior antes de asentir levemente, para Jay los partidos eran importantes y cualquier cosa que afectara estos lo afectaba a él por lo que tendía a ser estricto con todo.
— Me choqué con él por accidente... — se excusó por lo bajo, Jay era el único que sabía sobre sus... pensamientos respecto al Alfa, Jay asintió segundos después para luego señalarles con la cabeza la cancha.
Los tres jugadores faltantes corrieron a la cancha yendo directamente con el entrenados y recibiendo la reprimenda de este junto a sus instrucciones.
— Es un juego previo a la temporada de competencia, demuéstrenles de qué están hechos, ellos deben tener miedo, no ustedes ¿entendieron? — todos asintieron en conjunto mientras los vitoreos de su colegio se escuchaban rodeando el ambiente, los gritos y exclamaciones llenando el lugar haciéndolos sentir nerviosos, ansiosos y eufóricos. — ¿¡ENTENDIERON!?
— ¡SI, SEÑOR!
Soobin dió la cuenta y pronto se escuchó el conjunto de gritos de los jugadores poniendo al aire el nombre de su equipo, estelares salieron a la cancha y la muchedumbre enloqueció, saludaron al contrincante y se pusieron en posición calentando en el sitio y preparándose para el inicio del juego. Pronto el silbato sonó y con eso el comienzo de la acción, en cuanto la pelota estuvo en movimiento todos fueron por ella.
Sería un partido reñido pero eso lo volvía emocionante, Sunghoon solo tenía un deseo; ser el autor del gol ganador y entregarle en secreto su victoria a su amor platónico...
El Alfa Kim Sunoo.
El primer tiempo había acabado ya hace un buen rato y parecía haberse llevado su resistencia porque ahora se encontraba apoyando sus manos sobre sus rodillas mientras respiraba agitadamente, negó con la cabeza cuando sintió su cuerpo querer ceder al desmayo, mientras más rápido respiraba más sentía el dolor helado en su garganta, tal vez debido a todos los gritos que dio en medio del partido, el equipo iba ganando con dos puntos sobre uno, por ahora todo iba bien, estaban a nada de llegar al final del segundo tiempo pero él quería aún anotar un gol, lo anhelaba, el enemigo parecía estar dispuesto a darles el empate o en el peor de los casos, voltear el marcador, por lo que un gol más sería beneficiario.
Giró hacia las butacas en donde el entrenador estaba atendiendo a un muy exagerado Alfa de su pequeña torcedura en el tobillo, Sunoo aún no entendía cómo es que el entrenador había dejado a Jeon participar en el primer tiempo, considerando lo malo que era jugando verdaderamente, aunque tal vez fue por esto, para sacarlo más rápido y no tener que escucharlo quejarse por no haber podido jugar con el equipo. Sonaba cruel pero Jeon de verdad era un grano en el culo y el entrenador no parecía querer soportar eso, ni ninguno otro del equipo.
El silbato sonó nuevamente, esta vez, él tuvo la pelota en su poder, mirando de reojo y con su vista periférica notó a tres queriendo rodearlo para que alguno de ellos consiguiera la pelota, notó a Park a su lado, unos metros algo alejado de él, no dudó en pasarle la pelota suspirando aliviado cuando este la recibió en seco y corrió en dirección a la portería como si su vida dependiera de ello, lo siguió de cerca por si lo necesitaba en cualquier momento y gruño ahogado cuando lo vió ser derribado por uno del equipo contrario, Jay cayó al suelo con un jadeo de por medio y él se apresuró en llegar hasta él para ayudarlo junto a Chan.
— ¿Estás bien? — preguntó cuando su amigo pudo estar de pie por fin.
Jay cerró un ojo ofuscado. — Ese hijo de puta — se quejó cojeando un poco del pie derecho. —, alguien debe decirle que esto no es fútbol americano.
Chan rió antes de asentir con la cabeza y mirar en dirección al insultado quien ahora estaba hablando con el árbitro. — Ojalá y no la dejen pasar, es la segunda vez y si lo hacen Jeon correrá hacia acá contento y bailando. — dijo él con sarcasmo.
— ¡DENLE TARJETA ROJA O LOS DEMANDO! — aquel grito llamó por completo sus atenciones girando entonces a ver al omega dueño de aquella demanda, Jay y Chan rieron al reconocer al omega de cabellos castaños pero su mirada no cayó en él, ésta, como siempre, encontró su camino hacia el Alfa de facciones gatunas notando como esta miraba hacia el lugar en el que estaban, se removió nervioso por la mirada del Alfa mirando hacia un lado rápidamente, siendo incapaz de poder mantener la mirada y frustrado también por eso, que ridículo estaba siendo, de seguro el Alfa pensaba lo mismo de él, aunque ni siquiera sabía si lo estaba viendo a él.
— Iré a ver qué pasa con el árbitro. — no esperó respuesta y trotó hasta el grupo que rodeaba al árbitro llegando en el momento exacto en el que este levantó la mano mostrando la tarjeta roja y dictando pase a un penal, su equipo celebró mientras el rival gruñía furioso, sus aromas esparcidos en el aire lo marearon y lo pusieron alerta, una reacción normal al estar frente a Alfas furiosos, a partir de ahora tendrían que ser más cuidados si no quería un enfrentamiento a mano y no precisamente por la pelota.
Caminó de nuevo a su posición y esperó ahí viendo de reojo como Jay caminaba hasta ellos.
— ¡Hey Park! — instantáneamente su cuerpo se enderezó y su mirada giró hasta el autor de aquella exclamación, observó curioso y confundido al Alfa de sus sueños preguntándose en silencio porque Kim había llamado a Jay. — ¡Suerte!
Dímelo, a mí, no a él. — gruñó su lobo, su nariz se frunció en un intento por retener el gruñido gutural que nacía de su pecho, lográndolo con éxito. ¿Por qué Kim tendría que desearle suerte a Park? Ni siquiera lo conocía ¿o sí? ¿lo hacía? ¿por qué Jay no le dijo nada? sus ojos se abrieron esta vez preocupado y asustado temiendo de que su mejor amigo le ocultara algo respecto a su crush.
Luego de escuchar el gracias de Jay este se acercó hasta el árbitro para recibir la pelota y poder el tiro hacia la portería, giró su mirada y sacudió su cabeza tratando de alejar por unos instantes aquellos pensamiento, era hora de concentrarse en el partido.
El silbato sonó y Jay retrocedió antes de correr hacia el balón y golpearlo con el costado de su pie izquierdo, la pelota voló y el la siguió con la mirada sintiendo su pulso acelerado, si la pelota no llegaba hasta la portería el la obtendría de cualquier forma.
La pelota pronto fue desviada de su camino por el cabezazo de uno de los jugadores del equipo contrario, Sunghoon corrió en dirección hacia donde esta iba y vió que llegó como un pase limpio hasta el Beta de camiseta 05 del equipo contrario, se apresuró para llegar hasta él viendo como este corría en dirección a la portería de su colegio recio a pasarle en balón a otros, eso le serviría, se apresuró a llegar frente a él y dió una vuelta en su lugar antes de salir corriendo por su lado habiendo robado en el camino la pelota, sonrió cuando su truco funcionó y dejó atontado al Beta muchos pasos atrás, corrió de frente tratando de no perder la pelota y mantenerla frente a sus pies cuando de repente notó como tres rivales venían en su dirección dispuestos a recuperar el balón.
Con una mueca miró de reojo hasta caer en Yedam, se apresuró en darle el balón y este lo recibió de pura suerte logrando que este no se le escapara, luego Dam se lo pasó a Soobin y este se adelantó mucho más a la portería, se puso del lado derecho esperando a que su capitán pateara para dar el punto, rozó su nuca distraídamente sintiendo un ligero dolor en esa zona pero antes de poder hacer cualquier otra cosa Soobin pateó la pelota en su dirección, abrió los ojos asustado de poder perderla por lo que se apresuró a tomarla con su pierna derecha y casi sin pensarlo corrió hasta la portería ahora libre.
Sentía el corazón retumbar contra su pecho en un ritmo acelerado y las gotas de sudor en su frente ahora parecían más heladas. — ¡VAMOS PARK! — con aquel grito se le erizaron los pelos y antes de que pudiera pensarlo más, el pateó la pelota.
Y anotó.
Los gritos en el lugar lo dejaron sordo algunos segundos antes de que el sonido fuera recuperado en cuanto sus compañeros de equipo se abalanzaron sobre él como monos al árbol, él jadeó al sentir el peso de todos ellos y pronto escucharon el silbato que indicaba el final del partido.
Habían ganado, y él había dado el último gol.
Cuando pudo recuperarse del shock se unió al bullicio de sus compañeros mientras elevaba la mano al aire y sonreía eufórico, todos ellos lo cargaron y se sintió digno de ser llamado Rey, se retorció con orgullo en su lugar antes de que su mirada pudiera captar en todo su esplendor a un emocionado chico que aplaudía contento sonriendo a labio cerrado y con los ojos perdidos en su dirección, y como lo había prometido.
Él le dedicó en secreto su victoria...
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