Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte Unica


La ciudad de Yidda ubicado a la orilla del mar Rojo, era gobernado con gran sabiduría y poder, todos alababan al rey por sus grandes proezas, pero los años de grandeza también acompañan a su ya cansado cuerpo.

Se aproxima la coronación del siguiente rey, su nombre es Taiga. En su cumpleaños número 20 será la coronación.

Taiga es muy carismático, todo aquel que lo conoce lo admira y quiere. Sin embargo esta tan acostumbrado a su castillo, sus riquezas que humildad es lo que le falta. La máscara que le muestra a todo su pueblo esta tan bien hecha, que incluso un rumor malo de él, nadie se lo creería, incluso serian capaces de defenderlo contra todo.

Su padre es el único que ve detrás de esa mascara, porque él fue quien lo crió de esa forma. Y con los años se dio cuenta de su error. Cuando la madre de Taiga murió, la tristeza invadió a ambos, y su único consuelo fue adquirir esclavos para su diversión, su padre al tiempo lo dejo, pero Taiga le fascino, cosa o alguien que quería, era suyo antes de conseguirlo.

Pero hay algo que su padre sabe que su hijo no ha podido conseguir, hay un muchacho de piel achocolatada con bellos ojos azules, es un bailarín exótico, unos de sus soldados acompaño a Taiga a verlo y quedo fascinado, tanto que le comentaba a otro guardia, y fue así como el rey supo del muchacho.

El padre de Taiga estaba en camino a la casa de Madam Sheila, para terminar el acuerdo de la adquisición de uno de sus bailarines, ese sería el regalo de Taiga, para su coronación y cumpleaños.

Pov Rey

Acababa de llegar a la casa de Madam Sheila, hace mucho que no la visitaba para entretenerme, y muchos menos para comprar. Estaba esperando a "Acuamar" así se hacía llamar la dueña y por petición de ella, así me debía dirigir.

La veía acercarse con su caminar tan provocativo y sensual, y ese vestuario que traía la así mas bella. Esos pantalones holgados trasparentes y un sostén, de color rojo pasión, una trasparente túnica que caía desde sus hombros cubriendo sus brazos hasta el suelo. Su pelo recogido y un peculiar maquillaje que resaltaban sus ojos, era una delicia a la vista.

Buenas tardes mi rey – su voz salió tan provocativa, que un suspiro salió de mi boca, no estaba para entretenerme, sino por el regalo de mi hijo –

Buenas tardes, lo que pedí ¿ya me lo puedo llevar? – pregunte –

Ya ha venido tantas veces, y obtendrá la misma respuesta de parte de "bombón", él no es uno más de mis bailarines – y eso era cierto, era un hijo para la mujer, por eso siempre que venía a convencerla para comprar aquel muchacho que cautivo a mi hijo, con una sonrisa bien disimulada y unos ojos fieros y bellos que me atendían, advirtiéndome que no dejaría ir tan fácilmente a su hijo –

Eso lo se me lo dijeron la primera vez que aparecí, pero sé que esta vez dirá que si, le prometí algo que no rechazaría, quiero saber su respuesta

Yo no estaría tan seguro mi rey "bombon" jamás aceptaría algo que privara su libertad – me dijo ella todo altanera, aun sabiendo que esta antes su rey –

Mi querida acuamar te estás tomando muchas libertades, solo haz lo que te digo, llámalo – la mire con superioridad, y vi que se tenso pero no dejaba de verme con advertencia – y dile que lo busca el rey, él sabrá que hacer

La vi marcharse y a los minutos vino una de sus bailarinas con el mismo estilo de ropa, me guio hasta la habitación del muchacho. Cuando la bailarina corrió la cortina dejándome pasar, observe al joven, sentado en una pila de almohadones, con un pantalón holgado color azul agua, un bello collar de oro adornando su pecho y por ultimo una corona de monedas rodeando su cabeza, lo hacía tan inalcanzable. Su mirada era altanera, con razón mi hijo quedo cautivado, todos le daban con el gusto, es el primero que no cae ante esa mascara, aparte de mi. Sé que este muchacho lograra recuperar a mi hijo, antes lo sucedido con mi esposa.

Buenas tardes Daiki – salude, clavando la misma mirada de superioridad que él mostraba –

De nuevo me honra con su visita mi querido rey – le veo sonreír – y dígame que busca esta vez

Sabes muy bien lo que quiero Daiki, ¿me dirás al fin tu respuesta? Ya espere bastante, y mi paciencia tiene un límite – lo digo con superioridad y un poco de molestia en mi voz–

Supongo que acuamar lo puso de mal humor – sonríe con altanería –

Tch... Daiki tu respuesta ¿cuál es? – suelto con molestia –

– Suelta una carcajada sutil – ahora sé de donde saco el carácter Taiga – lo miro incrédulo, sé que mi hijo viene muy seguido, pero no sabía que Daiki lo tratara con tanta familiaridad –

¿Desde cuando tan cercano a mi hijo? – pregunto –

Mi querido rey, eso no le debe importa, lo que yo haga con mis clientes

Tratándose de mi hijo me importa – veo que se tensa – entonces Daiki, sabes porque eh estado tanto tiempo visitándote y no por tus servicios

Lo se muy bien – sonríe – y ya tengo mi respuesta

Supongo que mi oferta de ser la pareja de mi hijo fue muy tentadora – sonrió con arrogancia –

Creadme mi rey que fue una propuesta muy tentadora, pero hay algunas cosas que no me gustan de ellas – lo miro confuso, que más quería –

¿A qué te refieres?

Que su querido hijo es quien decide con quien quiere pasar el resto de sus días, no usted mi rey – lo miro incrédulo –

Y entonces supongo que tu respuesta es un no – lo veo agarrar, un grano del racimo de uva a su lado, para llevárselo a su boca –

Esta usted equivocado mi rey, todo lo contrario. Aceptare ser el regalo de su hijo – sonríe con arrogancia – pero hay una condición

Te escucho – lo miro hacer la misma acción que antes –

Yo no quiero ser el amante de su hijo, mucho menos uno del montón, de lo contrario hace mucho que hubiera cedido a mis instintos – lo veo sonrojarse, aunque es muy sutil, por su color de piel que no deja apreciarlo con mas fulgor ese tono tan bello en él – si su hijo decide que yo sea algo más que su esclavo, cuando se asciende al trono se necesita una esposa, y yo no pienso permitir que me digan que soy una diversión de su hijo, cuando ya está casado con alguien más, y mucho menos cuando saben de dónde provengo

eso es entendible, de lo contrario mi hijo te hubiera llevado aunque no te gustara. Deberías estarle agradecido que considera lo que tú quieres – le digo –

No está respondiendo a mi pregunta – le sonrió – deseo que deje a su hijo coronarse como rey sin casarse

Pides mucho para ser un mero esclavo Daiki – lo veo sonreír con altanería –

Conoce la puerta mi rey – lo miro con furia – y sabe perfectamente que si ni su hijo o usted me han llevado a la fuerza, es porque elijo muy bien a mis clientes

Tch... de acuerdo lo acepto, ¿algo más que desees? – lo digo con ironía, y veo que sonríe, "piensa pedirme más cosas, que se cree que es. Calma, todo es por Taiga" suspiro –

Ya que seré prioridad para su hijo – sonríe – ¿Quién tomara el lugar de su hijo llegado el momento?

Voy a suponer que ni para eso, queras prestar a mi hijo, y que él me dé un heredero – suspiro –

Piensa muy bien mi rey – sonríe – pero estas condiciones la hago si es que su hijo me logra amar – lo miro confuso –

¿Y si mi hijo no te amara? – pregunto –

Quiero que me devuelvan mi libertad, para alejarme de Taiga – sonríe – esas son las condiciones para aceptar ser el regalo de su hijo, más precisamente ser su esclavo

Pero tú lo aceptaste, ser el esclavo de mi hijo – sonrió – toma lo que desees y vámonos, hoy te entregare a Taiga

Íbamos camino al castillo, uno de mis soldados se sorprendió, por llevar al muchacho con nosotros, más precisamente diría que se moría por saber que hacía con él, cuando nadie lo pudo sacar de ese lugar. Cuando sepa que ya nadie se deleitara con él, salvo mi hijo. Supongo que mi Taiga será el objeto de odio, por llevarse a semejante manjar, que nadie pudo probar. Sonrió, y observo a Daiki a mi lado, mirándome como si me hubiera vuelto loco. Así que le doy a entender que no era nada.

Pov Daiki

Llegamos al castillo, el rey me guió por los largos pasillos, decorados con telas en las paredes, tejidos entre columnas. Era muy bello, que mis ojos se sentían tan bien al observar cada rincón del castillo, ese sería mi nuevo hogar. Me costó mucho tomar esta decisión, después de todo, desde la primera vez que baile para Taiga a la vista de todos lo que iban a verme, quede cautivado, por esa mirada de fuego, que me absorbía.

Ese muchacho con su postura altanera, sentado al fondo de todos, entre los cojines y a su lado varias bailarinas que querían su atención, pero no la tenían, porque yo fui el causante, de que esos ojos me observaran, y recuerdo que por satisfacción había sonreído en esa dirección, logrando que esos ojos rojos, me observaran tan penetrantemente, privándome de mi libertad. Pero no fueron esos ojos nada más los que se posaron en mí, porque desvié mi mirada a las mujeres que lo rodeaban y me miraban con odio. Sin embargo mi vista volvió a clavarse en ese joven de cabellos rojo y las puntas negras, con nada más que su túnica cubriendo su cuerpo de un color pastel claro tirando a ser mas blanco, y un collar largo adornando su pecho.

Lo vi caminar en mi dirección y mis movimientos de baile se tensaron, si un hombre no hubiera gritado que había dejado de bailar, no me habría dado cuenta, que mis movimientos se detuvieron solo para observar a ese tigre, dispuesto a cazar a su presa, y mis piernas temblaron porque yo era esa presa.

Recuerdo que cuando ya lo tenía al frente mío, el estiro su mano en mi dirección. Y por inercia mi cuerpo reacciono, y sujeto la mano extendida por esos fieros ojos. De un jalón, me acerco a su cuerpo, sentí su mirada clavada en mis ojos, su mano libre rodear mi cintura, y a mi cuerpo lo recorrió una corriente eléctrica que se intensifico cuando, sentí su aliento en mi oído, pero todo lo que mi cuerpo sintió se derrumbo cuando susurro las siguientes palabras "serás mi nuevo juguete" fue en ese momento, que mi conciencia regreso de golpe a mi cuerpo, y recupere mis movimiento, para volver a ser yo mismo.

– FLASH BACK –

Me separo de él, poniendo mi mano libre en su pecho alejándolo, apenas un poco.

Me temo, que eso no podrá ser – le sonrió con arrogancia, él me mira incrédulo –

Disculpa, sabes quién soy yo – lo veo devolverme la misma sonrisa –

Me temo que no, y es lo que menos me importa, interrumpiste mi baile, deberías tener más consideración – sonrió –

Yo no fui quien paro sus movimientos solo para observarme – me sonrojo, y por su sonrisa él lo noto –

Es que tu sola presencia me molesto – veo que borra su sonrisa –

No deberías tratar así a tus nuevos clientes

Y quien dijo que te considero uno de mis clientes – sonrió – estas muy equivocado si piensas que soy como todos los demás – sentí que su mano, que aun sujetaba la mía perdió fuerza y logre soltarme, pero de manera brusca sin proponérmelo – si me disculpa muchos pagaron por verme bailar – me despido dándole un beso en la mejilla derecha, para alejarme con una sonrisa y mis caderas contoneándose, para seguir mi baile interrumpido –

– FIN DEL FLASH BACK –

El rey se detuvo frente a una habitación, en la entrada tenía dos esclavas con la misma vestimenta a la que estoy acostumbrado a ver en casa de Madam Sheila, con la diferencia que para saber quién es esclavo de quien, hay un distintivo, en el cuello de la persona, en este caso es un collar grueso, que le salen cadenas incrustado un rubí rojo en ella.

Supongo que ellas están al servicio de Taiga, están allí esperando a que su amo le diga que necesita de ellas. Observa que ellas me ven de pies a cabeza, despectivamente y yo la miro con arrogancia, que sepan que yo no estoy en el mismo lugar que ellas, o bueno pretendo no estarlo. Y no es porque sea engreído pero sé que tengo las de ganar.

El rey hace que una de ellas nos dé el paso a la habitación de su hijo, una vez adentro veo a Taiga, sentado en almohadones, con la espalda apoya a su amplia cama. Pero el no me ve, esta tan ocupado en la mujer que sostiene entre sus piernas, que lo que menos le importa somos nosotros.

La mujer le está donde de comer de manera provocativa. El rey llama la atención de su hijo, llamándolo por su nombre, y es entonces que me observa sorprendido, y creo que mi cara muestra lo molesto que estoy con la escena dada por él, que de inmediato aleja a la mujer con brusquedad y se para en frente de su padre, sus ojos no dejan de mirarme, pero yo he girado mi rostro con molestia para no verlo.

Padre – lo oigo decir – ¿A qué debo el placer de tu presencia?

Como ves no vengo solo – noto el tono burlón del rey, pero no puedo ver, porque si lo miro también mirare a Taiga y no le daré con el gusto – pronto cumplirás tus 20 años, y ascenderás al trono así que traigo conmigo a tu regalo – fue allí que mire en dirección al rey, lo vi dando un paso al costado y señalándome –

¿Me estás diciendo que conseguiste para mí lo que yo no pude? – dice Taiga despectivamente –

Creo que el rey actual tiene más poder que tu mi querido hijo – sonríe con arrogancia, y veo la mirada molesta de Taiga –

¿Y quieres que te agradezca por el regalo? – sonríe –

Si no estás contento por el regalo – observo que el rey se acerca a mí, y rodea mi cintura con su brazo – creo que yo le podría darle mejor uso – sonríe, observo a Taiga mirar con odio a su padre, da los pocos pasos que nos separaban, y sujeta mi mano, jalándome a su cuerpo para rodearme él con sus brazos –

Largo padre – lo sigue mirando con molestia, el rey sonríe y se retira de la habitación, luego Taiga hace que todas las mujeres que estaban en su cuarto se marcharan, para quedarnos a solas, supongo que no estará contento que haya aceptado el trato del rey y no el de él – ahora mi querido bombón me quieres decir ¿porque me perteneces? – sonríe –

Podemos hablarlo, sin estar tan juntos, no lo crees – sonrió altaneramente –

Lo dudo mucho, porque justo ahora sé que también estabas con mi padre – le sonrió –

Celoso de mi cliente Taiga – lo oigo chistar, y mi sonrisa se amplía más, acerco mi rostro al suyo y dejo un pequeño beso en ellos, separándome de su cuerpo dirigiéndome a donde él estaba anteriormente, me siento y lo miro, invitándolo a mi lado. Él se acerca hacia mí sonriendo –

Como crees Daiki que estaría celoso de ese sujeto, es más le estoy agradecido por mi regalo – estando ya en frente mío, el se agacha acorralándome entre su cuerpo y los almohadones – pero quiero saber cómo te convenció, cuando yo llevo dos años intentándolo, y simplemente hace 6 meses que puedo tocarte y besarte – deja un beso en mi frente, luego en la punta de mi nariz para finalizar con un casto beso en mis labios –

También recuerdo que hicimos un trato Taiga, y sabes que confió en tus palabras, pero no soy idiota, ¿algo que tengas que explicar? – él sujeta mis caderas para colocarme entre sus piernas, quedando de frente, y poder ver esos ojos tan trasparentes y honesto, solo conmigo –

Lo que viste no fue nada mas, que ella dándome de comer – lo miro enojado haciendo un puchero, para correrle la cara, y lo oiga reír – ahora si preguntas la posición en la que estábamos hay cambia las cosas – ahora lo miro con enojo, dispuesto a separarme de su cuerpo. Pero el ve mi iniciativa y me sujeta con más fuerza – déjame explicarte, tu lo pediste

Tch... te escucho pero apúrate que me vuelvo a casa de Madam Sheila

Pensé que ahora yo era tu dueño – sonríe –

Hay condiciones mi querido Taiga, no me iba a dejar traer solo para tu diversión – en mi tono de voz se oye la molestia, en un descuido Taiga deja un beso en mi mejilla –

Quiero escuchar esas condiciones luego que dejes de ser arrisco y me dejes seguir hablando – me quedo callado dándole a entender que siga – desde que te conozco jamás volví a tocar a un esclavo como quiero hacerlo contigo Daiki, y lo sabes muy bien. En primera esa mujer se me subió encima, un minuto antes de que tú llegaras, y me alimento en contra de mi voluntad. Si tus celos no te dejaron ver mi mirada de odio hacia la mujer, ya no es cosa mía, mi querida pantera

Y piensas que con eso te creeré Taiga – lo veo sonreír – de que te ríes

Porque ya me perdonaste Daiki – me besa en los labios – además ahora es tu turno de decirme cuales fueron las condiciones que mi padre te dio, sabes muy bien que en mi opinión mi trato era mejor que él de mi padre

Al menos sabes que me ofreció tu padre – el niega con la cabeza – eso pensé – sonrió – además Taiga querías que huyéramos lejos, te piensas que tu padre nos hubiera dejado irnos así como si nada

Podríamos haberlo intentado – me sonríe como si fuera un niño planeando su siguiente travesura – entonces que harás Daiki, sabes que para poder tomar la corona me tengo que casar con la futura madre de mi heredero, y por mi parte no lo pienso hacer, no pienso hacerlo y mucho menos ahora que te tengo en mis brazos como mío, solamente mío – me besa el cuello, haciendo un camino de besos hasta mis hombros – solo mío, y de nadie mas – sonrió y le doy un beso en la frente –

Sobre eso yo estoy de acuerdo contigo, la única razón por la que acepte ser tuyo amor – me sonríe tiernamente – fue con la condición de que seas rey sin casarte y que tu padre busque por otro lado a tu futuro heredero, lo ultimo no esta tan asegurado, pero no tendrás un hijo con nadie

Y mi padre acepto – me miro incrédulo –

Pues mi querido Taiga yo tampoco sé porque acepto, pero sin embargo estoy feliz de estar aquí a tu lado

Pov Taiga

No puedo creer tener a mi Daiki entre mis brazos, después de lo que me costo el poder estar cerca de él.

Recuerdo nuestro primer encuentro, fue tan atrayente, ver ese cuerpo bailar tan sensualmente, mis manos pedían a grito sujetar esas caderas que esos ojos azules se posaran en mí y en nadie más. Y como si fuera una invocación sus ojos se clavaron en mi, y sus siguientes movimientos fueron dirigido a mi persona, lo sé porque esa mirada azul penetrante no dejaba de sonreírme, invitándome a lo prohibido, cayendo en ese océano para hundirme en su cuello, cada giro de cabeza dado y sus brazos acompañando esos movimiento al compás del sonido, eran una delicia.

Mi cuerpo se levanto por sí solo, dirigiéndome hacia él, veo sus movimientos detenerse sin apartar la mirada de la mía, esperando mi llegada. Le ofrezco mi mano para que sea sujetada por ese ser tan bello y cautivador. Con solo sostener su mano sentí que mi mundo dio un giro completo, y perdí mi fuerza de voluntad cuando lo acerque a mi cuerpo. Sin embargo mi voz se acerco a su oído susurrando una frase, que fue mi perdición. Todo se volvió opaco mi voz acompaño a mi cuerpo, mostrando la misma mascara que todos conocen, y cuando él se alejo de mi supe que fui un idiota, porque no lo quiero como a los demás, no quiero que nadie lo vea más que yo, y fue ese día que comencé a dejar de jugar y ganarme un lugar en la casa de Madam Sheila para ser un cliente especial para Daiki.

Fue allí que supe que "bombón" nunca dio baile privados a sus clientes predilectos, todos eran en conjunto, jamás fue más allá del baile. Y luego supe que la dueña lo crió como si fuera su propio hijo, y de boca de Daiki que su padre fue quien lo vendió a ese lugar.

Tras ocho meses viéndolo bailar como todos los demás, y que los celos no se apoderaran de mi cuerpo para alejar esas miradas de mi chico. Comencé a esperarlo en la entrada que da a las habitaciones, cada vez que pasaba a mi lado su mirada no se despegaba de la mía, sin embargo antes de cruzar la tela que cubría la entrada hacia las habitaciones, alejaba su mirada.

En algún momento considere que era estúpido hacer todo esto para conseguirlo a él, cuando me iba a dar por vencido después de tres meses, observándolo pasar a mi lado, fue ese día en el que Daiki se detuvo ante mí.

– FLASH BACK –

Aun sigues aquí – me sonríe –

Tenía pensado que sería la última vez en imponer mi presencia antes esos océanos tan aguerridos – sonrió –

Te cansaste de esperar a que te hablara – me sonríe altaneramente – y yo que venía a entablar una conversación, pero si ya te ibas no se puede hacer nada – apenas dio un paso para alejarse, mi cuerpo reacciono sujetando su mano, llevándolo contra la pared, para ver esos ojos mirándome con picardía –

Dije que lo estaba pensado – sonrió – ahora que se que la dulce pantera quiere hablar, estoy a su disposición

¿Pantera? – me mira sorprendido –

Claro – sonrió, acercándome a su oído – porque no te dejas cazar, eres tu quien quiere cazar

Me gusta y a quien se supone que quiero cazar – sonríe –

Me gustaría estar en tu mira, para poder capturarte – estoy tan cerca de sus labios – aunque si tú me cazas ya me pertenecerías – veo que el acorta la distancia y me da un sutil beso en los labios, una corriente pasa por todo mi cuerpo, quiero más sin embargo me lo niega –

Te propongo un trato – sonríe, sin embargo no se aleja de mí –

Te escucho – sonrió –

Puedo acceder a bailarte en privado – mi sonrisa se amplía mucho mas de la que tenia – y si quieres algo mas, hay mas condiciones

¿Cuáles? – pregunto por inercia, tan precipitadamente que ni lo pensé –

Que quiero ser el único en todo el sentido de la palabra, ¿estarías dispuesto? – Sonríe – pero tendrás que ganarme, tendrás que dejar de jugar si quieres tenerme – se acerca a mi oído, para morder el lóbulo, sacándome un suspiro – ¿qué decisión tomaras?

Mi querida pantera hace mucho que deje de jugar para poder tenerte – sonrió robándole un beso, y veo sus mejillas tornarse de rojo – acepto el trato con toda felicidad

Entonces tienes tiempo para un baile – sonrió y asiento con la cabeza –

– FIN DEL FLASH BACK –

Seis meses más fueron suficientes para conocer cada detalle de mí aguerrida pantera, conocer su arrogancia, sus tiernos gestos a mis palabras, esos sonrojos tan sutiles que su piel ocultaba, esa mirada llena de retos a mi persona dispuesto a ganar, en cualquier mini concurso que hacíamos en privado, y eran los mejores porque en uno de ellos, pude tocarlo con toda libertad.

Me acuerdo que me encontraba con Daiki sentados en los cojines de la habitación de él, con una botella de licor y acompañados con tazón de frutas exóticas. Las cosas iban tomando un rumbo que no debían, Daiki se levanto para comenzar a mover su caderas de manera sensual, queriendo despojarse a los minutos de su pantalón. Y antes que lo hiciera por más que me moría por verlo. Lo detuve, sin embargo eso no estaba en sus planes, rodeo mi cuello con sus manos, logrando capturarme. Y me beso, no como un saludo sutil, sino algo más profundo. Sus labios tocaron lo mío, mordiendo mi labio inferior, para introducir su lengua y comenzar una danza con la mía.

Sus manos sujetaban con más vehemencia mis cabellos rojos, y mis manos comenzaron a reaccionar a las acciones que Daiki provocaba. Mis manos pasaron a sujetar su cintura y comenzar a subir por esa esbelta espalda, mis pasos nos guiaron hacia donde estábamos con anterioridad, y cuando deshice el beso y comencé a bajar besando su cuello hasta bajar por todo su pecho.

Alguien nos interrumpió y de manera abrupta, Daiki volvió en todos sus sentido alejándome de él. Para prestar atención a la persona que entro, se alejo para hablar con ella. Para luego volver y despedirme.

Ahora que lo pienso ese fue el momento que dio comienzo a algo mas con mi pantera, aunque esa vez me quede con la ganas, nunca hemos ido más lejos que caricias y besos ardientes, simplemente por respecto a él.

Sin embargo ahora que será mío, que lo tengo para que pasemos el resto de nuestras vidas juntos. Y tengo aceptación de mi padre, ya no me importa nada más que la felicidad de mi pantera.

Pasaron ya 5 años desde que estoy con Daiki, viviendo en el castillo. Aunque al principio el pueblo no acepto la relación, al tiempo comprendieron que si mi bella pantera me hacia feliz, se darían la oportunidad de conocerlo.

Fue en uno de los recorrido por el pueblo que Daiki encontró en un callejón a un bebe llorando, que lo recogió y lo trajo al castillo.

Me había sorprendido de verlo llegar con un bebe en manos, sin embargo fue en ese momento que al mirar a los ojos a Daiki, sabíamos que ese niño iba a alegrar el resto de nuestras vida.

Todo el pueblo aceptó al futuro heredero, viendo el pronto provenir de esa inocente criatura, esperando que sea un gran rey, como los demás reyes que rigieron Yidda.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro