Capitulo 8
Narra Afrodita
Ya era de día y me había levantado una vez salí de mi habitación busque con la mirada a mi papá ya que era raro que no se levantara temprano así que fue a su habitación, pero estaba cerrada por lo que me sorprendió así que solo fue a preparar el desayuno a la cocina.
Afrodita: Minos ya se habrá ido .... —pregunte quedándome quieto un rato— igual le preparare el desayuno ya que dudo que se haya ido—Hable para ir preparando el desayuno para todos
Narra Albafica
Estaba durmiendo tranquilamente hasta que los rayos del sol iluminaban la habitación haciendo que me despertara, abrí los ojos poco a poco, todo era borroso hasta adaptarme a la luz, pero sentía algo pesado en mi cuerpo, cuando me di cuenta estaba muy cerca de Minos, mi cara estaba muy cerca del pecho de Minos cosa que hizo que me sonrojara ante la cercanía que había.
—Mi... mi.. mi.. Minos...
Narra escritor
Estaba durmiendo hasta que los rayos del sol empezaron a salir, rosaron mi rostro levemente, empecé a abrir los ojos además de escuchar como alguien me llamaba, una vez abiertos pude visualizar a Albafica quien estaba demasiado cerca de mi pecho y lo estaba abrazando cosa que me sonrojo y retire, mi brazo.
—Lo... lamento....ah yo... —No sabía que decir estaba nervioso y sonrojado, también pude notar que Albafica estaba igual de sonrojado salvo que no podía dejar de verlo
Albafica: Yo...—me separe alterado y nervioso, con la cara toda sonrojada—Esto.... yo... no ... olvídalo—me levante sentándome en la orilla
Ambos nos separamos rápido con los rostros sonrojados por lo que no dijimos nada, solo me levanté para ir al baño donde me cubrí con mis manos la cara—Ok.... esto nunca lo espere .... —Dije para salir después de cambiarme y darle pase para entrar al baño mientras yo lo esperaba en la habitación
Me levanté rápidamente y sin mirarlo me fui al baño, estando dentro me cubría la cara con mis manos—Que hice... —para cambiarme de nuevo y salir—¿Estás bien? ¿No te lastime...?
Minos: No tranquilo.... no estoy lastimo no te preocupes ... —Hable para calmarlo ya que estaba algo preocupado, por lo que solo sonreí—Bueno vamos ... —Estire mi mano en su dirección con una pequeña sonrisa
Suspire aliviado al saber que no le paso nada—Que bueno... —mire que este me extendió la mano para sostenerla— ¿Aaa... dónde vamos?
Minos: Pues vamos a desayunar además quiero saber cómo está tu herida—hable tranquilamente para sujetar su mano y verificar su herida para saber si ya había cicatrizado—Me alegro ya está mejor, aun te duele—Pregunte observándolo mientras sostenía su mano ya que estaba preocupado por su herida
Albafica: Cierto... lo olvide... —mire como sujetaba mi mano solo hice una pequeña expresión de molestia cuando toco mi mano, pero ya no era tan doloroso—Estoy bien Minos... además es gracias a ti que ya me esté recuperando... —decía tranquilo, pero miraba a otra parte
Minos: Me alegro ... —Hable soltando su mano ya que ya la había verificado—No tienes que agradecerme, bueno vamos a desayunar creo que Dita ya está despierto—hable mientras me dirigía a la puerta para salir
Albafica: Si... vamos—caminaba detrás de él hasta salir de la habitación e ir a la cocina y por sorpresa afrodita ya estaba despierto y solo nos miraba—Buenos días hijo, ¿dormiste bien?
Ya había terminado de hacer el desayuno, por lo que observe como Minos salía de la habitación de mi papá cosa que me sorprendió, pero me quede callado más cuando mi papá salió después de él—Buenos días papá ... Buenos días Minos
Afrodita: Bien ayer estaba algo cansado y ustedes que tal durmieron—hable sentándome en la silla al ver como ambos se sonrojaron y desviaron la mirada para sentarse—Bueno .... dejare de pensar en lo que estoy pensando—Comente divertido al ver como mi papá casi se ahoga y Minos solo desvió la mirada
Nos sentamos ambos en la mesa hasta que Afrodita nos preguntó cómo habíamos dormido por lo que solo desvié la vista—Bien ... —Hable tranquilamente hasta que escuche la pregunta de Dita quien casi hace que se ahogue Albafica por lo que le pase agua—ten un poco de agua
Albafica: Qué bueno hijo—sonreí y tome un poco de jugo hasta que afrodita pregunto cómo habíamos dormido, casi me ahogo al recordar que él y yo dormíamos junto y aún más porque estábamos abrazados—Cof ... cof.... cof—Minos me ofrecía agua por lo que la tomé sin dudarlo ya más tranquilo pude responder—A.... nosotros... dormimos bien jeje—miraba a todos lados encogido de hombros
Observe como mi papá que casi se ahoga ante mi pregunta por lo que solo suspire al saber que estaba bien—bueno si ustedes lo dicen—comente mientras comía otro bocado de mi pan. aunque de vez en cuando los miraba ya que ambos estaban algo extraño—están seguros que están bien... —pregunte para que ambos solo asistieran con la cabeza—bueno iré al pueblo tengo que ir hacer unas cosas—Me levante de la mesa para dejar los platos y salir de la puerta dejándolos solos
Estábamos comiendo cuando Afrodita dijo que se retiraba porque tenía que hacer algunas cosas y antes de que Albafica dijera algo él ya se había ido—y.... ¿Qué quieres hacer?
Asentíamos con la cabeza cada vez que preguntaba si estábamos bien, afrodita dijo que iría al pueblo por unas cosas—Esta bien hijo ve con mucho cuidado—mire como se despedía y salía de la puerta, suspire con pesadez y colocaba mi cabeza sobre mi mano ya que habían pasado muchas cosas que no quería contarle a afrodita—No lo sé... tú tienes alguna idea? —decía aun sin mirarlo
Minos: Una de las ideas que creo que te alegra y te relajara es ir a volar—comente para levantar los platos y empezar a lavarlos en la cocina—A menos que quieres hacer otra cosa, aunque podemos pasear por el bosque...
Me quede pensando en sus sugerencias de ir a volar creo que era lo que más me gustaba en vez de estar aquí encerrado—Me agrada la idea de ir a volar ... —decía sonrojado mientras limpiaba la mesa
Minos: De acuerdo entonces vamos a volar—Hable para terminar de lavar y secarme las manos—vamos rosita—comente para salir al jardín donde me detuve y me coloque mi armadura para sacar mis alas y estirar mi mano en su dirección
Nos dirigimos al jardín en donde Minos llamó su armadura quedando la figura de grifo en frente de los dos, jamás la había visto así, hasta que se la coloco, me extendía su mano yo igual extendí mi mano entrelazando nuestros dedos—Otra pregunta para ti.... no te pesan las alas? —pregunté intrigado mientras tocaba una de sus alas
Minos: Pues la verdad no me pesa—Comenté al ver como tocaba mis alas—Bueno empecemos el viaje—Hable sonriendo y cargando lo, para elevarme en al cielo—Esto es algo que nunca me cansaría de hacer
Albafica: Debe ser agradable volar todo el tiempo—me aferre a Minos colocando mis manos alrededor de su cuello y cerrando los ojos por la brisa al subir al cielo, ya después pude acostumbrarme—Yo también no me cansaría de hacer esto—sonreí al mirar el hermoso cielo
Minos: Si es agradable la verdad—Comenté ya en el aire—Me alegro que te guste y ahí esta una nube, aunque creo que no tengo que decirte—Hable para acercarme y ver su sonrisa al tocarla—Sin duda tu sonrisa es hermosa
Le mire con una sonrisa y como ya era costumbre extendía mi mano para poder tocar la nube, solo que me sonroje cuando dijo que mi sonrisa era hermosa—G-gracias.... —decía con timidez, continuaba tocando la nube parecía algodón de azúcar de lo suave que estaba—Es muy suave
Minos: Si tienes razón...—Hable con una sonrisa sobre mi rostro cuando un pedazo de nube rozo por mi mejilla—Hoy día el cielo está despejado observaba como se pone el sol—Mencione para que observará en aquella dirección
Me reí un poco al ver como pasaba una nube por la mejilla de Minos, cuando me miró yo miré hacia enfrente mirando el cielo despejado—Es cierto, hace un hermoso día—miraba hacia otro lado donde a veces se podían ver a las aves volando por las naves—Mira—señalaba a donde estaban las aves
Observe a donde Albafica me indicó donde habían varias aves, las cuales eran de un hermoso color por lo que Sonreí—Son hermosas hay un lugar que quiero mostrarte—Hable para dirigirme al fondo del bosque donde había una hermosa pradera con distintas flores— ¿Te gusta?
Albafica: Lo son...—Minos me dijo que me mostraría algo así que fuimos en dirección al bosque y al llegar a observe una pradera con distintas flores, baje de sus brazos y empecé a caminar asombrado por ver el paisaje— ¡Es hermoso! —decía con una sonrisa—Parece un sueño
Una vez que llegamos Albafica bajo de mis brazos y empezó a recorrer el lugar su sonrisa era lo que más me gustaba—Me alegro que te gustara de vez en cuando vengo cuando me quiero escapar del inframundo—Hable para sentarme de bajo de uno de los árboles mientras observa a Albafica divertirse
Albafica: No somos tan diferentes—cerraba los ojos y respiraba profundamente disfrutando del paisaje y del dulce aroma de las plantas, olvidando todo lo que tenía que ver con mi sangre y mi encierro, ahora me sentía libre—Tienes muy buenos lugares—le mire con una sonrisa y me acerque para quedar a su lado, recostándome en el suelo mirando hacia arriba
Ambos estábamos sentados observando el claro cielo despejado—Si tienes razón, siempre encuentro lugares hermosos—hable para cerrar los ojos unos minutos para disfrutar el silencio y la brisa que llegaba por toda la pradera
Albafica: Sí que son hermosos—decía con tranquilidad mirando aun el cielo, me levante un poco y miraba a Minos quien estaba con los ojos cerrados, me había quedado mirándolo por varios minutos y pensé que estaba dormido por que no los abría, respire profundamente—Creo que estoy sintiendo algo por ti.... —dije casi susurrando y medio sonrojado
Estaba en total silencio tanto que me había quedado dormido por unos minutos hasta que escuché a Albafica pronunciar algo por lo que poco a poco empecé a abrir los ojos—Mh... Perdón parece que me quedé dormido... —Hablé un poco cansado y estirándome—Estas bien estas algo rojo... —Pregunté para colocar mi mano en su frente para ver si tenía fiebre aquello llevó a que nos acercáramos por lo que estábamos a centímetros uno del otro
Me separe un poco de Minos al verlo despierto, mi cara estaba sonrojada—N-no.... no pasa nada.... —suspiré aliviado gracias a Athena que no había escuchado nada, vi que Minos se acercaba a mi casi tan cerca que solo nos dividían a unos cuantos centímetros, por lo que mi cara se ponía aún más roja de lo normal—E.... estoy bien... no tengo nada... Uff... qué bueno que no escuchaste.... —lo último olvide que lo había dicho en voz alta, pero me di cuenta muy tarde por lo que me tape la boca
Cuando me acerque observe como su rostro estaba más rojo de lo que costumbre—¿Eh? ¿Que no escuche? —Pregunté ya que él había dicho algo que me llamó la atención de seguro cuando estaba dormido me dijo algo y no lo escuche—Que me quería decir Rosita—Dije observándolo aun estando cerca de su rostro
Albafica: Yo n-no dije nada... —decía entrecortado negando lo que dije, intentaba apartarme de él, pero por mi torpeza caí al suelo estaba demasiado nervioso, miraba a Minos que se acercaba aún más hacia mí—yo... yo... olvídalo... —decía encogiéndome de hombros
Minos: Estas bien, no te golpeaste—Pregunté al ver como se cayó al suelo por lo que me preocupe y estire me mi mano para ayudarlo a levantarlo—De acuerdo... si tú lo dices Rosita—Comenté para sujetar su mano y atraerlo a mi haciendo que nos miremos además de volver a quedar a centímetros de nuestras caras y si su cara estaba roja antes ahora estaba el doble
Sujete su mano ayudándome a levantarme, pero quedando muy cerca, casi que nuestros rostros se juntaban, no podía dejar de mirar sus ojos de color violeta y con esa típica sonrisa de él esperando a que le contará, mi corazón estaba latiendo con tanta intensidad sin saber por qué, porque este sentimiento es hacia el... ¿por qué?... un espectro ... porque, cada vez que me pongo así es cuando él está cerca, no lo entendía—Minos... hay algo que debo decirte... —dije nerviosamente, mi cuerpo estaba temblando, mi cabeza estaba indecisa por decirle o no... pero si no lo hacía seguiría así... —Yo... creo que... me atraes... —este se sombro por lo que dije
Podía sentir como su cuerpo temblaba un poco, yo solo permanecí en silencio esperando a que hablara hasta que lo que dijo me sorprendió—Yo... Pues... Tú también... A mí... —Hable sonrojado y un poco nervioso, aunque Albafica ya sabía lo que sentía por él igual me ponía nervioso al estar cerca suyo más con tal confesión—Me gustas... —Fue lo que dije para sonreír y sin permiso me acerqué para plantar un tierno beso sobre sus labios mientras entrelazaba mi mano con la suya
Me había quedado en silencio escuchando a Minos, aunque yo ya lo sabía ahora entendía a lo que se refería, debía admitir que durante todo este tiempo ese sentimiento creía aún más, ¡mire a Minos y sin que yo pudiera reaccionar este se acercó a mi sintiendo sus suaves labios sobre los míos—...!!—estaba sorprendido no me esperaba esa acción, mi cuerpo no se podía mover estaba en schok, poco a poco me iba tranquilizando y cerrando los ojos correspondiendo al beso
Podía sentir como Albafica estaba estático hasta que poco a poco sentí como me correspondía, me alegre por ser correspondido y cerré mis ojos para continuar aquel beso que hacía que mi corazón palpitara con fuerza.
Pasamos un tiempo hasta que nos separamos y no podía dejar de mirarlo, esos ojos celestes que me volvían loco solo sonreí sin soltar su mano.
No sé cuánto tiempo estábamos así, solo me dejaba llevar por que beso hasta que nos separamos por la falta de aire, abrí mis ojos para mirar los suyos—Minos... —mi cara estaba sonrojada no sabía que decir, solo podía pronunciar su nombre, miraba a otro lado
Lo único que pude hacer es sonrojarme al igual que Albafica más cuando nos separamos—Hay algo... Que te quiero dar... —Mencione mientras que con mi otra mano sacaba una cadena con unos grabados de peces del signo de piscis—Esto... Es para ti... Te lo quería dar ayer... Pero... —Decía nervioso y un poco sonrojado
Albafica: Algo... para mí? —solo miraba a Minos sonrojado y vi que sacó algo, era una cadena con un gravado de peces del signo de piscis—Minos.... esto... no era necesario... —lo tomaba con mi mano mirando cada detalle de la cadena—Gracias—lo miraba con una sonría
Observe como estaba feliz por mi regalo por lo que me alegro—Sé que no era necesario, pero te lo quería dar algo—menciono sonriendo—Te lo coloco... —Hable para que se dé vuelta y acercándome para colocarle la cadena
Me di la vuelta y movía mi cabello dejando que él me colocará la cadena, que terminar miraba la cadena—Es muy hermoso, gracias—me di la vuelta mirándolo, pero ya no dije nada porque no sabía que decir
Cuando termine de colocar le la cadena nos miramos, yo esta con sonrisa porque le quedaba hermosa—Te queda hermosa la cadena...
Miraba la cadena se veía realmente hermosa, el gravado en ella lo representaba—Gracias Minos es realmente un hermoso detalle—Lamento no haberte dado nada ...
Solo negué con la cabeza—No necesito nada... con estar a contigo es el mejor regalo—Hable sonriendo y Sujetando su mano
Sujetaba su mano entrelazando sus dedos con los míos—Minos yo... no sé qué decir, es la primera vez que yo experimento con esto y aún es muy extraño, pero me hace sentir bien
Solo sonreí ante lo que decía, sabía que era verdad ya que estar en aquella soledad nunca habría experimento estas sensaciones, pero me alegraba que al menos sonría y se sienta libre de aquella prisión—No tienes por qué decir algo... sé que todo esto es nuevo para ti, por lo que no te presiones... De acuerdo—Hable tranquilamente sin perder mi sonrisa
Albafica: Pero no te molesta... que yo no tenga alguna experiencia con esto? —miraba a otro lado, pensando en no arruinarlo, sostenía más su mano
Minos: Claro que no me molesta... —Comenté para sujetar más fuerte su mano y con la otra su barbilla para hacer que me mirara—En realidad me alegra ya que seré el primero con el que lo experimentarás... No en el mal sentido, claro—comenté bromeando un poco haciendo que riera y se sonrojara—Por eso no me molesta—comenté para volver a besarlo
Albafica: Jeje.... si serás el primero... y la primera vez que lo experimento—me reí nervioso y sonrojado, le miré y este colocando su mano en mi barbilla, miraba cada parte de su rostro analizándolo, podía sentir como es que nuestros alientos se mezclaban y sin decir nada más volvía sentir esos labios suaves y definidos de Minos, dejándome llevar nuevamente
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Mientras tanto en el pueblo Afrodita había terminado de comprar las cosas que necesitaba entre ellas unas pastillas para el dolor de cabeza, cuando estaba por ir al santuario enfoco una cabellera azulada y sabia de quien se trataba, por lo que camino a donde se encontraba.
Afrodita: Hola pose—hablo sonriendo y levantando su mano en modo de saludo mientras se acercaba
Poseidón había salido del santuario para explorar y relajarse además de escaparse de Sorrento por lo que tuvieron como una leve discusión, mientras camino escucho aquel llamo y reconoció inmediata la voz haciendo que volteara a ver a la persona con una leve sonrisa.
Poseidón: Hola Afro
Afrodita: ¿Cómo has estado? —comento al ver como su tono del dios parecía apagado
Ambos se la pasaron conversando y Afrodita tratando de animar al dios ya que se le veía apagado por lo que ambos fueron a un restaurante donde la mayoría de personas los miraban, pero poco les importaba.
Poseidón: Si duda me gusta estar aquí
Afrodita: Me alegra que sea así —menciono para tomar un poco de su té—Sin duda este lugar es especial
—Ni que lo digas, hay veces que no quisiera volver a mi mansión—menciono al recordar que siempre estaba solo en ese lugar, tan grande, pero vacío por dentro—Aunque me gustaría que fueras
Afrodita: Claro que me gustaría ir a tu mansión—hable sonriendo, aunque entendía un poco a lo que se refería con respecto a no volver a su mansión—Mi templo también es hermoso tanto como sus rosas que habitan conmigo, pero igual me condenan a una eterna soledad
Ambos se quedaron en silencio cada uno entendía a lo que se refería con respecto a la soledad que los a aprisionaba, pasaron los minutos donde decidieron salir del lugar tranquilamente, Afrodita se despidió de Poseidón al llegar a su templo por su compañía ya después Afrodita entro a su cabaña donde dejo escapar un suspiro de sus labios.
Afrodita: Parece que papá salió—mencione para dejar las cosas y empezar a acomodar las en la despensa, hasta que escuche que alguien toco la puerta— ¿Hmm? ¿Gatito? —menciono al abrir la puerta y ver a Aioria
Estaba caminando en mi templo cuando decidí ir a visitar a Afrodita ya que desde tiempo que no lo veía, por lo que estaba preocupado subí los escalones hasta el templo de piscis donde me acerque con cuido y decidí tocar la puerta.
Aioria: Hola Dita—mencione sonriendo ante la mirada del mayor—Perdona por venir así de repente, pero quería saber cómo estabas te extrañe mucho
Afrodita: Yo igual gatito—hable sonriendo—Bien y ¿tu como estas?
Aioria: bien... ¿Y tú? ¿Qué me cuentas rosa?
Afrodita: Pues.... no hay mucho que contar solo que me desaparecí unos días jejej—comenté nerviosamente— y tú que cuentas?
Aioria: ... ¿Y eso por qué Afro?
Afrodita: Solo tuve un poco de fiebre... y no pude salir de mi templo además de enterarme de varias cosas—Lo último lo murmure y suspire pesadamente
Aioria: ¿fiebre?... —me alarme un poco— ¿Pero por qué?... —escuche lo que dijo por lo que afile un poco mi mirada— ¿De qué te enteraste? Soy curioso
Afrodita: Sí que eres curioso gatito—rio un poco y sonrió amablemente—Pues... la fiebre fue... porque recuerdos que estaban bloqueados llegaron de golpe
Me había quedado callado unos segundos, por lo escuchado—... ¿Qué recuerdos? —hable, pero luego mi estómago gruño un poco por lo que me avergoncé un poco— ... Podemos tomar algo? Tengo hambre
Afrodita: Claro—menciono para entrar a la cabaña y que pudiera pasar— ¿Qué es lo que quieres tomar? —pregunte observándolo
Aioria: chocolatada y galletas... ¿Entonces vas a contarme? —lo sigue dentro sentándome en una de las sillas
Afrodita: De acuerdo ... entonces será chocolatada y galletas—hable para volver con los vasos y las galletas—pues... por dónde empezar, pero prométeme que todo lo que te diga no le dirás a nadie—lo observe detenidamente
Aioria: Vaya. Parece muy secreto—menciono al ver como su mirada estaba seria— Claro que puedes confiar en mi Rosita.
Afrodita: Bueno...—Un poco dudoso por hablar ya que los únicos que lo sabían eran Minos y mi papá por lo que tome aire para continuar—Recuerdas aquella... pregunta que me realizaste ya hace tiempo lo de la diosa....
Aioria: Si... Lo recuerdo. Yo creo que eres Afrodita... ¿Has averiguado algo?...
Afrodita: Si... Bueno... La cosa es que si soy la reencarnación de la diosa...—Hable para lanzar un suspiró y jugar con mis manos por los nervios
Aioria emocionado la abrazo— ¡!Lo sabía!!
Afrodita: ¿Eh? —Me sorprendió su repentino abrazo por lo que me sonrojo ligeramente—Sí... acertaste con aquel tema—hable estaba nervioso por su repentina cercanía
Aioria: Yo lo presentía como todo griego
Escuche lo que dijo por lo que reí bajo—Como griego... enserio...— hable sin poder créelo lo que escuchaba—Pues por esa razón es por lo cual no salí de mi templo—menciono mientras lanzaba un suspiro—Aunque hay más...—lo último lo murmure bajo
Afrodita: ¿¿más?? —sorprendido—Dime Afro—le suelta y toma una galleta
Observa al gatito emocionado por saber más sobre lo que pasaba, por lo que sólo negaba con la cabeza—Pues todo ocurrió ese día que pose... Digo Poseidón—menciono para hablar con respeto ante el dios de los mares— apareció en el santuario.... Ahí fue cuando recupere todos mis recuerdos, bueno no todos sino la mayoría—Hable observando mi reflejo en mi taza
Aioria: ¿Poseidón...? —se queda un momento pensando— Kanon lo está cuidando. Tal vez Poseidón venga a vivir a Leo...
Afrodita: Si... gracias a él... pude recuperar mis recuerdos no todos, pero algunos de cuando era diosa... —Hablé para tomar un sorbo de mi chocolate
Le observa como estaba pensativo—Entiendo... ¿Parece que eran buenos amigos no? Es bueno que esté aquí—comente para tomar una de las galletas de la mesa
Afrodita: Si él era un gran amigo aun lo sigue siendo...y siempre me protegía... —Hable sonriendo levemente—Aunque a veces quisiera tener todos mis recuerdos... hay algunos los cuales no.... quisiera—Hable para cerrar mis ojos unos minutos y suspirar
Aioria: Bueno... Al menos si son recuerdos feos están en el pasado. Estoy seguro de que él aun quiere cuidarte...
Afrodita: Solo Suspiré para abrir nuevamente mis ojos—Puede que estén en el pasado, pero son como horribles pesadillas todas las noches... más sobre aquel que me arrebato mi felicidad.... —Hable mientras hacía más presión sobre mi taza
Aioria: Afro... ¿Quieres hablar de eso? O ¿prefieres que cambiemos de tema?...
Me quede callado unos segundos, pero siendo sinceros necesitaba hablar lo con alguien—Creo que... De verdad si necesito hablar lo con alguien... —hablo sin mirarlo a los ojos
Aioria: Puedes hablarme a mi si lo deseas... Aunque no te obligaré a hacerlo... —menciono un poco preocupado ya que era la primera vez que lo veía de ese modo
Afrodita: No te preocupes... Confío en ti, la verdad además ya no puedo más... —Sin decir mucho sentía como mis ojos se empezaron a cristalizar—Hace tiempo yo no me quería casar con Ares, pero Zeus me obligó—mencione cerrando mis puños con fuerza— al principio me llegue a enamorar...de aquella persona fría y terca—hable con tristeza sintiendo como las emociones fluían— Pero después empezó con toda la oscuridad....
Le escuchó con atención. Aioria pensaba que Afrodita amaba a Ares—Y luego qué pasó? —hable observándolo en silencio
Afrodita: El empezó a golpearme.... Y de vez en cuando su carácter era lo peor...—Hable entrecortado—Y a los demás dioses... Ni siquiera les importo—hable con la mirada fría— A pesar de todas las pruebas—sintiendo enojo al hablar— Athena y Poseidón se enteraron y me ayudaron... A esconder me...
Aioria: lo lamento... Es... Bueno que al menos te hayan ayudado... —apoya su mano sobre su compañero, pero pudo notar como su cosmos cambio
Afrodita: Si hicieron lo que pudieron...después Ares me busco por todos los lugares hasta... Lo hizo...—Ya no aguanté y empecé a llorar—E-el... me obligó... a hacerlo.... —comente con las lágrimas cayendo de mis mejillas al recordar el recuerdo—y después de eso le pedí a Athena que cuando reencarnara me quedara con ella como caballero dorado.... Fue ahí cuando me quite la vida no antes de que Ares me dijera que cuando volviera a renacer me encontraría de nuevo.... —mencione con la mirada baja tratando de calmarme
Aioria: Lo siento mucho Afro...—se anima a abrazarlo acariciando suave su espalda para calmarle—Pero... Estamos Cuidándote ahora... Somos muchos los que te tienen aprecio... Athena... Nosotros tus compañeros y ahora Poseidón. No te hará daño ya... —hable amablemente tratando de calmarlo
Afrodita solo se dejó abrazar por su compañero, las lágrimas rodaban por su mejilla sintiendo miles de emociones en una vez, nunca se sintió tan vulnerable ante otras personas, pero todo lo que estaba sucediendo, la recuperación de sus recuerdos, decirle Athena que ya había despertado, todo estaba causando demasiado estrés para piscis menor que ya no aguantaba. Sentía como sus parpados estaban agotados por lo que solo cayo dormido en brazos del menor que seguía acariciándolo.
Aioria al darse cuenta que Afrodita se había quedado dormido, ayudo para acomodarlo y llevarlo a su habitación para que pudiera descansar sabía bien que su compañero estaba estresado, por lo que suspiro y lo dejo en su cama para que descansara.
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En la India Shaka caminaba por los largos pasillos del templo donde se hospedaba, ya era su ultimo día en su ciudad natal ya que tenía que volver al santuario, para entregar su reporte de su misión. Mientras caminaba podía sentir las pequeñas brisas que llegaban a su rostro por lo que suspiro pesadamente, para levantar su mirada con dirección al cielo, claro sin abrir los ojos.
—Está decidido, le diré a Mü lo que siento cuando llegue—hable suspirando y recordando la última vez que se vieron
X: Señor Shaka
Shaka solo suspiro para voltear a mirar en donde sonaba aquella voz, aquella mujer era de caballera negra hasta la cintura, con ojos verdes y piel pálida se acercó con una sonrisa sobre su rostro al ver al joven de cabellera rubia, Shaka ya sabía quién era por el tono de voz la había identificado por lo que no necesitaba abrir sus ojos.
Shaka: Dígame que necesita señorita Emily—hablo con respeto y calmadamente
la chica solo sonrió al estar de él—Señor Shaka quería confesarle algo que guarde por mucho tiempo—menciono jugando con sus manos nerviosamente
Shaka solo la miro intrigado, pero igual permaneció en silencio para esperar a que continuara. Pasaron algunos minutos para que la chica se calmara y decidiera continuar.
Emily: ¡ME GUSTA SEÑOR SHAKA!
Grito para agachar su cabeza y cerrar los ojos, Shaka solo permaneció callado ante la declaración de la chica por lo que solo se dio media vuelta, pero antes de irse le dijo unas cortas palabras.
Shaka: Lo siento, no puedo corresponder—menciono para retirarse del lugar dejando la chica sollozando por el rechazo
Shaka camino y suspiro para abrir un poco los ojos, soltó un gruñido al llegar a su habitación donde alisto su maleta, para partir del lugar quería llegar rápido para poder decirle aquel chico que le robaba los latidos y pensamientos de su corazón.
—Lo hare, antes de que alguien me gane—menciono decidido para salir de su habitación con su mochila en mano para caminar con dirección a la salida donde lo esperaba un señor mayor que era como su pequeño maestro en el templo
X: Fue un gusto volver a verlo—menciono inclinando la cabeza y despidiéndose de Shaka que solo sonrió levemente para empezar a caminar con dirección a la estación del tren
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En el inframundo todos estaban realizando sus deberes, bueno casi todos a acepción del tercer Juez del inframundo que se encontraba fuera de los reinos de Hades. El señor Hades se encontraba descansando como de costumbre ya que aún no era tiempo de que despertara, lo que, si algunos espectros al ver lo aburrido de la situación decidieron planear un pequeño ataque al santuario o visitar a los caballeros dorados, pero aquello tendría que ser planeado para su pequeña broma.
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Pasaron unos minutos en el cual nos separamos por falta de aire donde solo sonreí para guiarlo y sentarnos debajo del árbol donde estábamos tranquilos bajo el silencio y la vista de la pradera—me gusta la tranquilidad y más cuando estoy junto a ti ...
Nos separamos por la falta de aire y caminaba detrás de él hasta quedar debajo del árbol mirado la pradera—Tienes razón, es muy tranquilo estar aquí.... me gusta...—volteé a mirarlo—He de admitir que es mucho mejor estar ahora con alguien... —decía tranquilo, pero sonrojado—Como tú.
Nos volvimos a ver por lo que sonreí por lo que dijo—gracias por el halago rosita, al igual que tu compañía es la más hermosa que puedo tener—hable para volver a observar la pradera y hasta que sentí como recostó su cabeza en mi hombro por lo que solo coloque mi cabeza con la suya—¿Estas cómodo? —pregunte ya que no quería que se lastimara el cuello
Me quede en silencio mirando la pradera y coloque mi cabeza en su hombro y el sobre la mía, preguntándome si estaba cómodo—Si, estoy cómodo... —dije tranquilo y sonriendo—¿Crees que afrodita acepte esto? ... digo sobre nosotros...
Minos: Yo creo que sí.... —Recordando la plática que tuvo con la rosa menor cuando lo invito la primera vez a su templo—Pero igual creo que debemos decirle—Hable sonriendo y hablando tranquilamente
Suspiraba y mi sonrisa se desvaneció al pensar en cómo lo tomaría afrodita, aunque él ya estaba acostumbrado a que en estuviera en nuestro templo y no solo el sino también los demás caballeros, si alguien de ellos llegara ver a Minos lo atacarían sin pensarlo por ser un espectro y eso era lo que me preocupaba—Solo a afrodita—dije tranquilo y continuaba mirando—¿Ahora que lo pienso que estará haciendo?
Observé un poco de preocupación en su rostro y ya tenía idea de lo que pensaba por lo que sonreí—No te preocupes de acuerdo por eso... Todo saldrá bien—Hable alegremente—Pues... me imagino que estará leyendo o tal vez se encontró con algún compañero para conversar
Albafica: Olvide que estoy a lado de uno de los jueces del inframundo—decía de forma divertida, sonriendo—Supongo... sé que afrodita puede cuidarse por sí solo, pero me preocupa su bienestar
No pude evitar reírme al escuchar en la forma de lo que dijo por lo que me gustaba verlo y hacer bromas de esa manera—Que gran manera de decirlo no lo crees caballero de Athena—Hablé siguiendo el juego—Sí... Afrodita es fuerte además es normal que te preocupes ya que es como tu hijo...
Albafica: Lo se...—me quede pensando en afrodita hasta que me empezó a seguir el juego, no me iba a quedar así que me levante—¿No es así? O tal vez debería decir... estoy con el gran Minos de grifo estrella celeste de la nobleza y uno de los jueces del inframundo—movía mis manos e intentando imitarlo—Creo que es un nombre muy largo—me reía
Observé a Albafica levantarse y seguir el juego por lo que me empecé a reír hasta que me imitó—Si es un nombre muy, pero... pero muy largo... No—Hable Levantándome y preparándome para imitarlo—Caballero de Athena del último templo Albafica de piscis—Hable imitando lo, como la primera vez que nos encontramos y no pude evitar reír—Este lado tuyo no lo conocía Rosita....
Albafica: Demasiado—miraba como este se levantó y empezó a imitarme como cuando nos vimos por primera vez— ¡Hey! No recuerdo haberlo hecho así—me sonrojaba pues mi presentación y mis movimientos eran casi raros—Bueno al menos el mío es más corto—sonreía al mirar a Minos riéndose
Minos: Bueno yo si me acuerdo que era algo así—comente riendo y sujetando mi estómago por lo que me reía—Bueno en eso tienes razón el tuyo es más corto
Miraba otra vez que me imitaba, pero yo no recordaba que era así, cada vez se reía amas—Ya entendí Minos no te rías... —me encogía de hombros cada vez que decía algo, ya me estaba dando algo de incomodidad
Me empecé a tranquilizar para ya no molestar a la Rosita—Perdón me dejé llevar... —Comenta para suspirar y relajarme para dejar de reír—Y quieres ir a comer... —Pregunté para entrelazar mi mano con la suya y volver a sonreír tranquilo
Suspiraba aliviado, creo que debería cambiar mi presentación si no Minos volvería a reírse, mire que entrelazada mi mano con la de el—Claro... ¿quieres ir al templo? O ¿quieres ir a otro lado? —preguntaba tranquilo esperando su respuesta y sujetaba más su mano
Minos: Creo que podemos comer afuera... En el pueblo—Hable sonriendo mientras caminamos por la pradera—Quieres volar mi rosita—Mientras depositaba un beso sobre su mano
Albafica: Me parece bien... solo donde no haya tanta gente... —caminábamos tranquilamente y Minos deposito un beso sobre mi mano haciéndome sonrojar y encogerme de hombros—Podríamos ir volando, aunque no quiera que fuera una molestia el tenerme que cargar—miraba hacia otra parte
Minos: De acuerdo Rosita—Hable sonriendo—Y sabemos que nunca serás una carga para mi además me alegro cuando te veo sonreír cuando estamos volando
Albafica: Mm.... —miraba a otro lado sonrojado y encogido de hombros—Si tú lo dices...—miraba como Minos llamaba a su cloth y de nuevo me atrajo hacia el
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Dentro del mundo de los sueños aquellas pesadillas volvían a invadir dentro del menor, sus lágrimas caían por sus mejillas sintiendo como su cuerpo temblaba y se retorcía entre las sabanas.
La sangre se veía claramente, los gritos resonaban por cada rincón aquella silueta portando un chuchillo sobre su mano clavando uno y otra vez sobre el cuerpo inerte de aquella mujer de cabellera rubia, sus cabellos estaban dispersos por el piso mientras que sus ojos se mantenían abierto levemente se fueron cerrando no antes escuchar aquella frase que helaba la sangre.
"Nos veremos pronto, mi bella esposa"
Afrodita despertó jadeando y sudando por aquel recuerdo que lo perseguía cada vez que iba a dormir, tenía miedo sentía como su corazón estaba acelerado y como trataba de relajarse, hacía de todo, pero no podía espero unas horas hasta que al final pudo relajarse, lo que no sabía era que una pequeña sombra lo observaba analizando cada paso o movimiento que realizara, también que era el causante de sus pesadillas.
X: Esto es divertido—hablo riendo un poco al ver como el caballero sufría y retorcía ante las pesadillas—Hare que odies a los que más amas—menciono con los ojos rojos y desapareciendo dejando al caballero en su habitación
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