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Capitulo 5

Camus se queda dormido casi a la orilla de la cama sin prestar a atención a su alrededor. Milo se fue a dormir al sillón hasta el día siguiente. La luz y el hambre lo molestaron así que se tuvo que levantar temprano para hacer de desayunar para ambos.

Milo llegó a la puerta del cuarto y dio suaves patadas tocando la puerta, pues en sus manos tenía un plato con un waffle adornado con frutas y miel natural y en su otra mano una taza de café con infusión de canela- Cam, ¿despertaste? -Pego su oreja a la puerta para intentar escuchar.

Camus despierta con pereza y va a abrir la puerta apenas abriendo los ojos para no tropezar-Que pasa Milo porque tocas así?

Milo rueda los ojos y pone cara obvia, mirando lo que trae en las manos- ¡Te traigo el desayuno, bello durmiente! Despierta ya y ponte a comer de una vez... -Lo hace a un lado, pasando al cuarto y dejando la comida en la mesa de noche- ¡Y ponte el pijama, por el amor de Athena! -Lo mira de reojo sonrojado al ver su torso desnudo.

Camus lo deja pasar aun adormilado-Eso se ve bien. ¿De qué hablas cual pijama? -se mira y ve que no trae ropa. Corre a la cama y se tapa-¿Qué paso? Porque estoy... esta no es mi habitación-Ahora si ya está despierto

Milo parado al lado de la cama, mirándolo confuso- Discúlpame Camus, pero... Te viole... -Habla sarcástico

Camus: ¿Qué? -lo ve en shock quedándose mudo y quieto un rato sin saber que decir

Milo se cruza de brazos y rueda los ojos-Camus... - suspira - tomaste demasiado anoche, no esperaste a subir a tu templo así que te dejé dormir aquí. Te dejé un pijama, pero como terco que eres, no la usaste-Le indica el pijama que se encontraba aun doblada al lado de él- Además, yo dormí en el sillón. Anda a comer, que se te va a enfriar. ¿Quieres comer aquí o en la barra?

Camus sale de su trance y busca su ropa- yo voy a cambiarme-se mete al baño aun con la manta y se viste rápidamente. Su cara esta toda sonrojada. Ya se han visto desnudos de niños, pero el extraño sueño que tubo lo trae nervioso y apenado.

Milo lo mira extrañado con las manos en su propia cintura y el ceño fruncido- Sabes que no me gusta que comas la comida fría - se da la media vuelta en ademán de que lo siga - anda vamos a desayunar-Se dio cuenta que estaba sonrojado, pero prefirió no decir nada.

Camus suspira fuerte tratando de calmarse-Perdóname si te cause problemas-lo sigue caminando lento, tenía un leve mareo

Milo se sienta frente a él para desayunar. Sonríe a sobremanera- Dijiste que tenía una sonrisa bonita y cálida-Comienza a comer mirándolo con una sonrisa.

Camus casi se ahoga con el café. Terminando tosiendo un poco-Yo dije eso... -lo ve rojo y carraspea antes de contestar- si tienes una bonita sonrisa

Milo: Dijiste bastantes cosas, de hecho-Comienza a jugar un poco con las moras que estaban sobre el waffle, se sentía nervioso.

Camus: ¿Que dije? -pronuncia con voz algo aguda por el pánico a saber que dijo

Milo le sonríe y posa su mano sobre la suya para tranquilizarlo- Nada malo, no te preocupes.

Camus: Te estas divirtiendo con esto, ¿verdad? -hace puchero y come para evitar su mirada burlona

Milo alza una ceja y se separa- ¿Divirtiéndome con qué, Camus? -Dice un poco molesto.

Camus: A mi costa -le dice sin reclamo

Milo sólo suspira pesado y se dedica a comer en silencio y algo serio.

Camus: De verdad no hice nada raro. -menciono para tomar un poco y agachar la mirada-No recuerdo mucho de ayer

Milo: Es mejor que no lo sepas...

Camus: ¿Tan mal estuve? Debí ser un gran desastre

Milo: No exactamente, solo que dijiste algunas... Cosas...-Se sonroja demasiado y carraspea un poco. Se levanta para llevar sus cubiertos al fregador y se queda ahí un momento, recargando las manos en la barra mirando a la nada.

Camus: ¿Qué cosas? -menciono al observar cómo se levantó de su asiento con dirección a la cocina- ¿Ofendí a alguien? -estaba nervioso por saber qué era lo que había dicho el día anterior

Milo se encontraba aún por la tarja, echándose agua en la cara para espabilar y deshacerse del sonrojo- No te preocupes, Camus. No hiciste nada malo-Le habla desde la cocina- Ya eres libre de mi por hoy.

Camus: ¿Me estas echando? ¿Interrumpo tus planes?

Milo abre los ojos sorprendido y apenado por lo que él acababa de decir- Claro que no, Camus. Sabes que éste también es tu hogar. Es sólo que... A veces pienso que te molesta estar conmigo...-Lo último lo dice en un tono melancólico.

Camus: Me gusta estar contigo, aunque seas muy ruidoso-sonríe-Tú te ibas con tus "citas", yo era el mal tercio

Milo: A mí me gustas tú-Rio internamente, pues le gustaba poner nervioso al galo.

Camus carraspea-¿Cómo sabes que te gusto?

Milo la pregunta lo descolocó un poco, pero decidió contraatacar- Yo también... - se sonroja - he imaginado lo que dijiste ayer que imaginabas conmigo... -Bajó la mirada por la pena y por nerviosismo, froto su antebrazo derecho con su mano izquierda

Camus se queda congelado asimilando lo dicho-te ...lo ...con...te? -casi se desmaya

Milo sólo asintió con su cabeza, intentando cubrir su sonrojo con los mechones de cabello que caían por su rostro.

Camus: Milo... yo... eso.... Solo fue... -trata de justificarse, pero no encuentra como

Milo él tampoco sabía que decir. Sólo se dedicó a verse los pies de manera incomoda y moverlos de un lugar a otro.

Camus: Milo yo lamento incomodarte con eso... solo fue algo de mi adolescencia...

Milo hace una mueca, decepcionado- ¿De verdad lo fue...?

Camus: Bueno... -no puede afirmar o negarlo. Con los años dejo de lado esas fantasías por cuidar a sus hijos/discípulos, aunque uno que otro sueño seguía siendo con su amigo

Milo: Si eso quedó en la adolescencia... Te pediré que te retires, entonces...-baja la mirada y se da la vuelta, con intención de salir del templo

Camus lo detiene tomándolo de la mano-Milo... no... no sé si solo fue eso

Milo se detiene y se estremece ante aquel tacto en su mano. Sintió que sus fuerzas se fueron y se quedó estático- V-ete...-comenzó a lagrimar

Camus: Déjame tratar de explicarte...

Milo observo la mano del contrario que Camus mantenía agarrada temblaba del nerviosismo. Se quedó callado, esperando a que el contrario prosiguiera

Camus respira y suspira agradeciendo que no lo está mirando-Yo, si tuve muchas fantasías así... tantas que mi maestro me descubrió una vez...-hablo sonrojándose al acordarse de lo que paso en aquel tiempo-Me dijo que era muy irrespetuoso para ti y trate de olvidarme de eso...

Milo: ¿Te descubrió...? Y....-Las palabras no le salían, se encontraba demasiado nervioso y tembloroso.

Camus: Es vergonzoso decir que me descubrió... acarisiandome-tiene la cara completamente roja-Me dijo que, pese a que era normal... era pervertido usarte como referencia...

Milo: Yo... Yo también lo hice... Estaba loco por ti... Pero pensaba que amar a un compañero era una falta de respeto, un deshonor y....-lagrimeaba en silencio- Me reprimí yo mismo... Tenía que sacarte de mi cabeza a como diera lugar... Por eso tantas mujeres, por eso tanto sexo, alcohol, drogas...-suspira muy hondo- Pero nunca pude sacarte de aquí...-posa su mano en su propio pecho, sobre el corazón

Camus: Milo...-lo atrae hacia el algo temeroso, trata de limpiar sus lágrimas-Lamento hacerte pasar eso. Mi maestro me obligo a meditar y tener la mente ocupada en otros asuntos. Luego con los niños... yo no sé qué siento. -menciono para limpiar sus lágrimas-Te aprecio mucho

Milo quita su cara para evitar el tacto contrario- Pediré una misión larga para despejar mi mente... -le suelta la mano- Estar aquí... Me destroza...

Camus: Te puede hacer más mal. Te lo aseguro-vuelve a atraerlo- podrías... enseñarme.

Milo se queda completamente estático y palidecido ante aquel pedido. Trago grueso saliva, pensando en qué decir- ¿S-sabes lo que me estás pidiendo, Camus? -por fin lo mira a los ojos. Los tenía brillantes por las lágrimas derramadas. Lo miraba con miedo- No habría vuelta atrás...

Camus su rostro se siente demasiado caliente-Lo-lo sé...-lo mira con miedo reflejado en sus ojos-No quiero perderte... quiero saber que siento y ya no lastimarte por mis acciones

Milo cierra los ojos unos segundos inhalando y exhalando para relajarse. Extiende su mano hacia Camus, pasando sus dedos desde su codo, acariciando hasta llegar a su mano, entrelazándola con sus dedos- Vamos... Vamos a despejarnos-lo jala para empezar a bajar por los templos

Camus se estremece por su tacto y con nerviosismo entrelaza sus dedos-¿A dónde vamos?

Milo le sonríe cálidamente- Solo vamos a dar una caminata...

Camus no dijo nada solo se dejó guiar por el griego sin soltar su mano y con cuidado sujeto un poco más la mano contraria y sentir su calidez con su contacto. En el templo de piscis Afrodita se había levantado temprano con los ojos algo lagrimosos por aquel sueño donde una extraña mujer le hablaba por lo que solo tomo un poco de café y se vistió para salir a caminar necesitaba respirar aire, por lo que empezó a descender por los templos cuando llego a Acuario se sorprendió no ver a Camus.

-Hola Hyoga-hablo con una pequeña sonrisa y acercándome a donde estaba

Cuando el pequeño se dio cuenta de su presencia voltea verle con una sonrisa sobre su rostro al verlo-Hola Dita, ¿vas al pueblo?

Dita solo negó con la cabeza-No voy a dar un pequeño paseo de pasada que voy un rato al coliseo y ¿tu padre? -pregunto curioso al no notar su presencia

Hyoga: Mi papá siendo sinceros no sé a dónde se fue-hablo alzando lo hombros con señal de que no sabía en donde estaba

Dita lo escucho por lo que le pareció raro, pero decidió mejor no decir nada-Bueno... nos vemos luego pequeño-me despido con la mano para pasar por el templo

Mientras Dita bajaba llego a Capricornio donde se detuvo unos instantes y tomo un bocado de aire para poder ingresar, sin importar pedir permiso al guardián, una vez ya adentro no observo a Shura por lo que siguió su camino con dirección al coliseo.

En el coliseo se encontraba Aioria ayudando a los novatos con sus entrenamientos a lo lejos Milo y Camus paseaban tranquilamente observando a los aspirantes, pero de un momento a otro una presencia si hizo presente en el coliseo alertando a la mayoría de caballeros, Afrodita también lo sintió por lo que se apresuró en llegar a donde se encontraba.

-Buenos días caballeros-menciono el dios menor con una sonrisa sobre su rostro al ver como estaban preocupados y nerviosos por su presencia

Afrodita quien había llegado se percató quien era por lo que se acercó a donde estaba-Buen día señor Thanatos-Realizando una reverencia ante su presencia

-Buen día caballero hermoso-hablo el dios refiriéndose a Dita que solo sonrió levemente por su alago, el dios observo a todos sin importación por lo que solo suspiro, por lo que ve como los demás caballeros se acercan a donde se encontraba

Milo: Milo de Escorpio, señor -rueda los ojos y se cruza de brazos para presentarse ante el dios junto con Camus que se mantenía en alerta

El dios solo lo observo para encogerse de hombros-Si, como sea-menciono apartando la vista del mortal

Mientras ellos conversaban un joven que parecía muy prolijo y adinerado se abre paso como si nada entre los caballeros y observaba con interés a lo que pasaba-Con que así pierden los tiempos mortales je... -no era otro más que El Dios Poseidón

Afrodita quien observo al sujeto entro como si nada sintió como una punza en su cabeza haciendo que un pequeño mareo llegara por lo que sacudió un poco su cabeza para evitar lo que estaba sucediendo y lo observo para realizar una pequeña reverencia ante el dios -Buenos días dios Poseidón un gusto tenerlo en el santuario

Aioria al ver como el dios apareció se sorprendió y se escondió detrás de la rosa-¡Como que es un gusto tenerlo! ¡Es un intruso! -menciono a la espalda de Dita

Afrodita: ¿Ah...? -Observo como Aioria se esconde detrás mío por lo cual rio un poco por su comportamiento-No es un intruso gatito la diosa Athena lo mando a llamar, por lo que tiene permiso de estar aquí

Thanatos: ¿No quieres que te de una paliza mejor? -Levanté una ceja ante su rebelde comportamiento-Una cara llena de heridas te haría lucir medianamente más atractivo

Milo se para frente a él, cara a cara- No olvides que aquí ya no tienes poder como Dios "menor"-Sonríe de lado, orgulloso y amenazante- ¿Por qué no lo intentamos?

Poseidón se pone a ver todo mientras come un dulce entretenido con esos dos.

Su altura no era suficiente para mí por lo que me obligue a mirarlo hacia abajo, una amplia sonrisa adorno mi mortecino rostro ante su desafío-¡Soy el dios que rige sobre la muerte, mis amadas morirás obedecen a mí, no a Hades quien solo gobierna un pedazo de infierno, y tú un simple mortal supones que tus burlas podrían afectarme cuando tengo tu vida en mis manos!!!?? Hahahahahaha que graciosos e Interesantes son en algunas ocasiones-Sin más di un paso al frente dándole un pequeño golpecito entre las cejas para luego inclinarme a su altura y pegar su nariz con la mía-No me subestimes pequeño niño

Milo: Lo mira fijamente a los ojos, sonriendo esta vez más amplia y cínicamente pues estaba cumpliendo su cometido, molestar a un Dios por simple diversión- No subestimes tú - apunta con su dedo índice al Dios menor, tocándole el pecho. -...a un caballero de Athena, pues te recuerdo que uno de ellos fue el que te venció-Lo mira por completo de manera despectiva y se separa sin perder aquella sonrisa altanera que lo caracteriza.

Me separo del mortal para ver de reojo a ese dios olímpico, tan despreocupado y mimado como siempre-¿Te entretienes Poseidón?...

Termina su dulce y se saborea un poco-Por supuesto. Gracias por este espectáculo. No espero menos de Uds. La verdad es mucho mejor que estar en el fondo del mar o en mi vieja mansión aburrida... Creo que me quedaré aquí por mucho tiempo-observa unos restos de columna rota en el suelo y sacando un pañuelo limpia la superficie para sentarse tranquilo-Sigan-se oye demandante y dominante. Pues estaba acostumbrado a que todo el mundo haga lo que a él se le antojaba

Decide ignorar a lo que dice el dios de los mares para seguir con lo suyo-A los dioses no se les derrota pequeño e insignificante mortal, golpes de suerte son los que tu gente tiene en escasas ocasiones, aunque es gracioso ver como se pavonean por dichos placeres momentáneos que para nosotros no significan absolutamente nada

Sorrento en lo alto de un pilar, muestra su presencia en el santuario tocando una hermosa melodía con su flauta dorada, se quedó mirando por un momento a los santos dorados y en seguida pajo al lado de su dios Poseidón-Emperador Poseidón.... lo he estado buscando por todos lados.... -dijo mientras se arrodillada ante el para hacerle reverencia a su dios de los mares

Afrodita: Si gatito así que no causen problemas, aunque Milo nunca se controla-Observando como iniciaba una pelea con el dios

Una vez dicho eso al caballero peli azul caminé en dirección a Poseidón, quedando frente a frente, un dios y un pequeño niño rico mimado-No soy un circense que puedas comprar pequeño Dios, así que mejor busca otra manera de entretenerte-sostuve su mentón con mi diestra y lo atrae hasta a mí para que pudiera mirarme fijamente

Afrodita mientras estaba observando lo que estaba sucediendo escucho una melodía que hizo que se relajara y sonriera, aunque un tenue recuerdo llego a su cabeza, por lo que sintió un sentimiento de tristeza-Un gusto volver a verte Sorrento tu melodía es encantadora como siempre-Hable con una sonrisa observando como apareció en el santuario

Sorrento: Con el respeto que tengo hacia usted dios de los muertos... aparece de mi emperador -saca su flauta por si necesitaba atacar y defender a su dios, pero escucho lo que dijo el caballero por lo que solo asistió con la cabeza por su saludo

Milo al sentir la presencia de su amigo decide terminar con aquella tonta palabrería- ¡Ja! Escasas ocasiones, dice... Nos vemos luego, señor "Dios Thanatos" - comentó despectivo - Fue un placer intercambiar palabras con usted el día de hoy. Con permiso-Se da la media vuelta y agita su mano en señal de despedida, pasando al lado de Camus un poco avergonzado y retirándose junto a su compañero de acuario.

Poseidón: ¡Ay no! ¡¿Viniste tú también?! ¿Cómo me encontraste?? Uno no puede salir en paz nunca. ¿No pienso regresar me oyes?! Si quieres quédate. ¡Pero no voy a regresar! ¡Por primera vez en toda mi vida me estoy divirtiendo! Espero que hayas traído al menos mis cosas. -vuelve a sentarse. Era demasiado caprichoso el Dios como para colmos haber reencarnado en un multimillonario maleducado y que creía que merecía todo -Y no me molestes-finge seguir viendo la pelea tranquila

Sorrento: Es mi responsabilidad cuidar de su bienestar emperador, no tengo intención de regresar lo al mar-saca un maletín con todas las cosas-Y ya me esperaba que usted saliera, así que di la tarea de traer todas sus cosas

Poseidón observa sus cosas-Tal vez compremos cosas nuevas. Vale. Nos quedaremos aquí. En el Santuario. Le diré a Athena que nos de la mejor habitación, ¿pero quiero dormir solo me oyes? Sabes que odio sentirme vigilado. Ve a llevar mis cosas adentro anda... -saca otro dulce mirando a Thanatos tranquilo como si nada. No le temía a la muerte pues era un Dios y era inmortal -¿Decías??...

Justo esa mirada desafiante era lo que buscaba, quería ver al Dios que residía dentro de ese cuerpo mortal, una vez que pudo hacerlo apretó su agarre para luego liberarlo de manera brusca haciendo que se sentara de nuevo-¿Ensuciarte? Pero si tú ya estas sucio desde el momento en que te atreviste a vivir como un mortal, hasta aquí puedo oler tu fétido aroma a humano, es una lástima, considerando que eres un olímpico... Pero esos asuntos no me conciernen en realidad-dando media vuelta comenzó a alejarse hasta que una bruma oscura envolvió su cuerpo-Sigue divirtiéndote con los mortales.... Poseidón-una vez dicho eso la niebla oscura se dispersó y con ella el dios mortal

Poseidón molesto se limpia la ropa sacudiéndosela-Es el contenedor de mi esencia. Es mortal claro. Pero yo no. Hasta luego-sigue como si nada mirando todo el lugar alrededor

Sorrento le da un trapo para que se limpiara la ropa-Emperador será mejor no perder el tiempo con ese dios

Poseidón: No le temo... Me da igual lo que haga o diga... -se termina de limpiar-Estoy cansado y tengo hambre. Tú -señalando a Afrodita-Mujer. Cocina algo para todos...

Antes de que Afrodita pudiera responder un llamado lo hizo voltearse, Albafica quien había llegado al coliseo se acercó a su hijo para hablarle: Oye hijo no sé si sea buena idea quedarnos a parados mirando a los dioses como discuten...-suspira de decepción-¿Quieres ir por un helado?

Afrodita: Disculpe...-Un poco molesto por cómo me hablo-Dios Poseidón con todo respeto no cocinare ya que me retire con mi padre en estos momentos. -Hable realizando una reverencia e ir donde mi padre-Vamos papá...

Poseidón: ósea que tengo que mandar un Tsunami y que quede todo bajo el agua... Vale... ¿Cómo es tu nombre? -pregunto al caballero que desde que entro le capturo la atención

Afrodita: Mi nombre es Afrodita de piscis-Realizando una reverencia para ir donde mi padre-Vamos papá

Albafica lo espere para dar media vuelta e ir al pueblo a comer unos helados-Vamos-menciona para empezar a caminar a junto con su hijo

Poseidón: ¿Afrodita?... Eres Aa... Aaafrodita?? espera y que haces sirviendo a Athena y mezclándote con estos mortales?? -la sigue para poder alcanzarlo

Afrodita sigo a mi papá para salir del santuario-Tengo mejor autocontrol que el bichito-Reí ante lo que había dicho mientras caminaba con mi padre

Albafica: jeje si era esperarse de ti-siguen caminando hasta ver al dios detrás de nosotros-¿Hay algún problema dios de los mares? -se detuvo a mirarlo y hacer reverencia

Afrodita: Tienes razón papá-Camino hasta que escucho al dios Poseidón cerca de nosotros por lo cual me detengo y lo Observo-Sucede algo dios Poseidón-Le preguntó al ver como quería decirme algo

Poseidón: ah... Eres... ¿Afrodita? ¿La Diosa? ¿Te preguntaba que hacías con los mortales?

Albafica mira a su hijo de arriba abajo intrigado y sorprendido-¿Tu eres una diosa? -miro a Poseidón y tena la misma cara que yo

Poseidón: tal vez... Se parece mucho a ella... -murmuro para sí mismo y observándola con una sonrisa al volver a verla

Afrodita espere a que el dios hablara y haciendo la misma pregunta que me hizo Aioria ya hace días, porque tanta curiosidad en ese tema, me pregunté mientras observaba sus sorpresas en sus rostros. -Ah... Con respecto a eso yo tengo entendido que no soy la diosa Afrodita, aunque si lo supiera creo que Athena ya me lo hubiera dicho...-Me quedé en silencio unos minutos-Esta ya es la segunda vez que me lo preguntan-Lancé un suspiró pesado, aunque me dolía cuando hablaba

Albafica: No no no... mi hijo no puede ser la diosa afrodita, admito que tiene una belleza como nadie más pero eso no significa que sea ella

Poseidón la abraza apretándola en sus brazos haciendo que sus pequeños piecitos se despegaran del suelo-Yo creo que eres tú! ¡Tanto tiempo sin vernos! -sin soltar aquel abrazo y sintiendo como el aroma a flores llegaban a cuerpo

Albafica mira la acción del dios sobre su hijo y sin pensarlo 2 veces tomo el brazo a afrodita colocándole detrás de el-No te atrevas a tocarlo de nuevo-sacando varias rosas en sus manos

Afrodita me quede estático ante lo que pasaba más cuando el dios Poseidón me abrazo-¿Qué? -Fue lo único que dije al escuchar las palabras pronunciadas por el dios hasta que sentido un pequeño dolor en mi cabeza y me sentía un poco mareado, pero para mi suerte mi papá me tomó del brazo colocando me detrás de él.

Albafica miro de rojo a su hijo, preocupado al mirar como este se tocaba la cabeza-¿¿Te encuentras bien??? -Regresa al templo yo me encargaré de todo

Poseidón: Afrodita y yo somos amigos... No le haría daño-responde tranquilo-Solo que hacía tiempo que no le veía. En fin. Me alegra haber venido... ¡Me retiro... -mira a Afrodita y se va a hablar con Athena-! Sorrento! ¿Dónde te metiste?? -molesto- ¡Nos vamos!

Sorrento apenas si podía con las maletas de Poseidón que no pude llegar a tiempo-Aquí.... estoy...-decía cansado

Podía observar como mi papá estaba preocupado por lo que sólo asistí con la cabeza-Si...-Hablé un poco débil ya que no sabía que era lo que pasaba y mi vista se ponía borrosa

Sorrento en su mente se estaba quejando por todo-Si mi señor...-cuando dijo que irían Athena miró hacia arriba y aún faltaban muchas escaleras por subir-~me voy a morir...~

Miro al dios aun con molestia, cuando ya estaban a una gran distancia, me acerque a mi hijo-¿Afrodita estas bien? ¿Te lastimo? Dime por favor-decía preocupado, así que puso su mano en su cuello para que se apoyara en mi-Vámonos...

No dije nada ya que me dolía la cabeza y poco a poco me sentía más mareado, cuando mi papá me ayudó empezamos a caminar de vuelta a nuestro tiempo-P.. a. Pá.. Es..toy bien-Fue lo único que dije antes de observar como mis ojos se cerraban para solo observar la oscuridad

Albafica: No estás bien, te llevare al templo-seguía caminando con cuidado, pero deje de escucharlo, mire su rostro y tenía los ojos cerrados-¿Hijo...? ¿hijo? ¡AFRODITA! -movía su cara y su cuerpo para que reaccionará, estaba demasiado preocupado- ¡No por favor! ¡Resiste! -cuidadosamente lo cargue entres mis brazos estilo princesa y corría lo más rápido posible hacia el templo-!!Aguanta!! aguanta!! Por favor hijo...-no hubo respuesta, a estas alturas ya pensaba lo peor

Minos se encontraba volando en camino al santuario de Athena observe a Albafica corriendo y en los brazos traía a Afrodita por lo cual me preocupe y descendí para ver lo que sucedía-Albafica...

detuve mi andar y mire hacia atrás encontrándome con Minos-Minos... lo siento no tengo tiempo... -decía casi entre llantos, pero desvíe la mirada para que no me viera en esta situación y continúe con mi camino, hasta llegar al templo de piscis-Afrodita por favor... -entre a su habitación recostándolo en la cama-Responde por favor...

Observo su rostro lleno de preocupación y con los ojos lagrimosos por lo cual observe como se retiraba no me importo por lo cual lo seguí hasta llegar a su templo-Albafica ten...-Le ofrecí un paño húmedo al ver como parecía que tenía fiebre-Que pasó.... Con Afrodita-Pregunté preocupado por el menor

Tome el pañuelo para limpiarme las lágrimas-No lo sé... afrodita y yo estábamos a punto de ir al pueblo cuando apareció Poseidón, preguntándole si él era la reencarnación de la diosa afrodita... intente defenderlo, pero no sé qué paso... el no respondía y perdió la consciencia -no quería perder a alguien más, menos a alguien como el

Minos escucho cada palabra por lo cual coloque mi mano sobre su hombro haciendo que me viera-Primero tienes que tranquilizarte Albafica. Afrodita es fuerte no le pasara nada-Hable para tranquilizar a la rosa mayor-Tiene un poco de fiebre...-Hable para llevar mi mano a su frente y verificar lo que había dicho

Miraba hacia otro lado, evitando admitir que tenía razón sobre afrodita-Estoy bien Minos...-apartaba su mano de mi frente, aunque sentía un ligero dolor en la cabeza-No es gran cosa...

-Albafica sabes si Acuario está en su templo para que nos ayude a bajar un poco la fiebre de Afrodita-pregunte al mirar como el menor respiraba agitadamente por la fiebre-Poseidón... Que hiciste esta vez...-Lo último lo Murmure y consulte esperando en silencio al saber que no obtendría una respuesta

-Creo que Camus y Hyoga están en el templo... -me levante-Iré por una toalla para ponerlos en su frente ... perdón por las molestias

Minos: No es molestia Albafica además Afrodita es importante para mí también-Hable tranquilamente para levantarme de mi sitio-Iré a Acuario para ver si nos pueden ayudar. -Salgo de la habitación para bajar por las escolares del templo e ir a Acuario

Albafica: Gracias Minos-lo mire saliendo del templo, regrese a la habitación de afrodita para tomar sus manos-Vas a estar bien ... vas a estar bien

Estaba bajando hasta llegar a la entrada del templo de Acuario con mi vista trataba de buscar al caballero o a su alumno y eleve mi cosmos para que supiera que estaba presente ya no me importaba si se daban cuenta de mi presencio o no ya que estaba preocupado por Afrodita.

Dentro del templo Hyoga se encontraba limpiando las esculturas de hielo que mi padre hacía en sus tiempos libres cuando siento el cosmos de un espectro, sorprendido salí del templo hasta encontrarme con nada más y nada menos que Minos de grifo- ¡Que haces aquí! ¡Como entraste! -estaba en posesión de ataque

Minos: Cálmate Caballero de bronce-Hable un poco irritado y no estaba para juegos en ese momento-Necesito tu ayuda...-Escuche como me dijo que porque me ayudaría por lo cual solté un suspiró pesado-Se trata de Afrodita así que deja tus tonterías y sígueme de una vez...-Hable ya harto y caminando para subir de nuevo al templo de piscis

Hyoga: Afrodita...-estaba preocupado- ¡Hey espera! -camine a su lado para llegar hasta el templo de piscis, que le habrá pasado a afrodita que tuvo que venir un espectro por ayuda? -Afrodita?? Albafica???

Albafica estaba en la habitación cuando escuche la voz de Hyoga, me dirigí a ellos-Gracias Hyoga por venir, necesito tu ayuda... es Afrodita

-¿Paso algo grave está bien?

Albafica: Perdió la conciencia y tiene fiebre ... ven sígueme

Todos caminaron para regresar a la habitación donde se encontraba Afrodita con la respiración agitada al igual que su frente sudaba demasiado por lo que Hyoga se preocupó por la rosa.

Albafica: Crees que puedas bajar su fiebre

Hyoga toco la frente de Afrodita y si tenía razón, temía mucha fiebre-Lo intentaré-eleve mi cosmos en la palma de mi mano bajando su temperatura con mi cosmos mientras observaba las facciones de Afrodita tratando de hacer que se relajara

Apenas llegamos al templo de piscis observe como Albafica llegó a nuestro encuentro y nos dirigimos a la habitación donde estaba Afrodita y el caballero de bronce empezó a emanar su cosmos para ayudar a bajar la fiebre.

POV AFRODITA

Me dolía todo el cuerpo al igual que la cabeza, no sabía dónde estaba era un lugar plagado de rosas camine lentamente por aquel lugar sin saber por estaba en aquel lugar

-¿Estoy en mi templo...?

Pregunté confundido hasta que una mujer apareció trate de hablar, pero ella me traspasó como si fuera un fantasma y un escalofrió recorrió mi cuerpo

-¿Qué está pasando...? ¿Papá? ¿Dónde estás...? Papá

Comencé a gritar entre el gran campo de rosas de nuevo apareció aquella mujer que con cautele se acercó retrocedí por inercia, pero no espere que me besara de pronto sentía como miles de imágenes llegaban a mi cabeza caí al suelo sujetándolo por la información que llegaba, las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos por la tristeza y dolor como también la ira comenzaron a florecer dentro de mi.

POV ESCRITURA

Albafica: Está reaccionando-me puse a un lado de afrodita tocando su cabeza porque decía mi nombre, parecía estar en un sueño-Aquí estoy hijo... aquí estoy-miraba como el santo de bronce continuaba bajando la temperatura de afrodita y eso me aliviaba

Una vez el caballero de bronce terminó su trabajo se retiró dejándome solo con la rosa mayor quien se estaba quedando dormido por lo que lo recosté en mi hombro para que pudiera descansar y esperar a que despertará Afrodita.

Sus parpados se sentían cansados, pero hizo un pequeño esfuerzo para abrirlos cuando los tuvo abiertos su vista estaba algo borrosa por lo que se aclaró en unos segundos donde observo a su padre descansar en el hombro de Minos.

-Papá...-hablo débilmente ya que sentía su garganta seca

Me había recostado en el hombro de Minos quedándome medio dormido en espera de a que afrodita despertara hasta escuchar una débil vos de él, me levante rápidamente y me coloque a su lado-Afrodita, gracias a Athena que despertaste-decía aliviado y con una sonrisa-Todo está bien...-hablo con una pequeña sonrisa-Minos me ayudo a traer a Hyoga para bajar tu fiebre

-Escuché la débil voz de Afrodita donde Albafica reaccionó y se acercó a donde se encontraba yo solo permanecí en silencio, pero solté un suspiro de alivio al verlo despierto-Me alegro que estés despierto... -la voz de Minos resonó haciendo una leve sonrisa

Afrodita observo a la habitación un poco confundido, ya que no recordaba cómo había llegado hasta que las manos de Albafica lo hicieron volver de su nube aquel rostro de preocupación hacia que le doliera el pecho por lo que suspiro un poco para poder hablar.

Afrodita: Gracias Minos... perdón por preocuparte papá-hable un poco débil mientras tosía un poco de nuevo ese sentimiento de tristeza llego recordando la conversación que tuve en el sueño, por lo que no pude evitar llorar levemente

Albafica: No pasa nada hijo-me hacer que a él para limpiarle las lágrimas y abrazarlo-No sé qué fue lo que paso, pero ahora debes descansar... aún está débil-me levante-Te traeré un poco de té-le sonreí y moviendo la cabeza le dije a Minos que salíamos, para dejarlo descansar

Mi padre me seco mis lágrimas y sentí su cálido abrazo por mi cuerpo cuando nos separamos me dijo que me traería un poco de té-De... acuerdo papá...-Hable despacio para observar como ambos salían de mi habitación-Esa chica... -Me pregunté mientras sentía como el sueño me volvía a cobijar

Minos no dijo nada solo salió de la habitación siguiendo a Albafica quien le pregunto cómo podía agradecerle por lo que solo negó con la cabeza-No tienes que agradecerme Albita con qué Afrodita se encuentra bien es suficiente para mí-hablo con una sonrisa indicando que no quería nada por haber ayudado-Lo que sí creo es que tendrás que hablar con Athena sobre lo que paso

Albafica dio un suspiro, mientras estaba preparando el té de Afrodita-Tienes razón, aunque fue extraño la reacción de mi hijo cuando le pregunto sobre el tema-tomo dos tazas de té una para Minos y la otra para su hijo- Cuidado está caliente, aunque te soy sincero si mi hijo es la verdadera diosa no me importaría ya que después de todo es como un hijo para mi

Minos escuchaba con atención lo que decía por lo que agradeció por el té por lo que con cuidado bebió un sorbo-si tienes razón, pero si es la verdadera diosa su cosmos no tardara en aparecer-menciono seriamente y captando la atención de la rosa mayor

Albafica se tensó un poco, por lo que suspiro un poco con timidez y sostuve la tasa con timidez-Minos... puedo decirte un secreto? -lo mire por un momento y en silencio miro a su alrededor para cerciorarse de que afrodita no estuviera cerca-Prométeme que no se lo dirás a nadie más... ni mucho menos a afrodita... -mire que este acepto con la mirada, tomé un respiro profundo-Puede que ya todos saben que afrodita no es mi hijo de sangre.... pero muchos no saben cómo llego al santuario.

-Hace ya unos 22 Años Athena me mando a llamar a su templo... ella me dijo que, si podía contar conmigo para algo tan importante, yo aún intrigado acepte... y ella se dirigió hacia mí, pero entre sus brazos... había un bebé... afrodita

Minos solo se quedó callado procesando toda la información que le cayó como un balde frio por lo que suspiro y miro a Albafica-Tienes que decirle, la verdad alba-menciono para tomar un sorbo de su te

Albafica: No lo entiendes...-dije molesto sosteniendo mi taza y mirando mi reflejo en ella-Cuando Athena me entrego a afrodita en mis brazos.... tenía miedo... miedo de lastimarlo... pero al mirarlo aquel lindo rostro, lo frágil que era y aquella hermosa sonrisa en su rostro... hizo que mi corazón latiera, en mi mundo de soledad por fin había alguien a mi lado que necesitaba mi ayuda y protección para cuidar de esa pequeña vida...-hizo una breve pausa para limpiarme la lágrima al recordar ese hermoso momento-Athena me encomendó cuidarlo por el resto de mi vida como si fuera su verdadero padre... no sin antes advertirme que por ninguna razón dejaría que un otro dios se acercara a él... de lo contrario ... el alma de la diosa afrodita despertaría en su cuerpo...Desde ese día he cuidado de el cómo mi hijo... y ahora que se encontró con Poseidón ... tengo miedo de perder a mi hijo...

Minos permaneció en silencio unos minutos dejando la taza que traía en mi mano en la mesa que se encontraba y Sujetando la mano de Albafica haciendo que me mirara-Albafica.... De algo estoy seguro Afrodita no se alejará de tu lado ya que, para él, tu eres su padre aquella persona que lo cuido y lo amo además de protegerlo... -Sonríe amablemente para secar una de las lágrimas que caían por sus ojos-Así que no te preocupes que te ayudaré a protegerlo... Ya que Afrodita también es alguien importante para mí.

Albafica: Gra... gracias por tu apoyo Minos...-por unos cuantos segundos miraba sus ojos y colocando mi mano sobre la suya que estaba en mi rostro hasta que dijo sobre Poseidón que me hizo apartar su mano y apartando la mirada a otro lado-El aún no esta tan seguro sobre si es o no es la diosa... -mire la habitación de afrodita que afortunadamente continuaba cerrada-Ya ha tenido un día muy alborotado, ¿no lo crees? ... débemos dejarlo descansar antes de contarle todo....

Minos observo como le incomoda aquel tema por lo cual solo suspiré y volvía mi mirada a la habitación de Dita-Tienes razón sí que fue agitado... Si me permites me podría quedar a descansar en tu templo... Sé que es algo extraño, pero me preocupa Afrodita-Hable tranquilamente y esperando en silencio a su respuesta

Albafica se exalto un poco por lo que dijo de quedarse, me levante nervioso-No hemos tenido visitas desde hace años .... y menos con un espe.... -sentí su mirada sombría en mi-Al...alguien como tu... -jugaba con mis manos intentando calmarme, no entendía por qué me sentía tan nervioso-Solo hay un problema... solo tenemos 2 habitaciones... afrodita está en la suya, así que solo queda la mía...-le señale con mi mano y caminaba para guiarlo, al llegar abrió la puerta, no era la gran cosa, pero con las suficientes comodidades para que alguien durmiera tranquilo-Puedes quedarte esta noche aquí, yo dormiré en la sala

Minos: No es necesario Alba puedo dormir en el sofá enserio-hablo tranquilo, pero la rosa mayor seguía insistiendo por lo que el seguían negando ante la comodidad-Pero es tu templo Alba, yo puedo enserio no es necesario

Albafica: Si necesitas algo pues decirme-solo lo mire por un momento y después me di la vuelta saliendo de la habitación-Descansa...-cerré la habitación sin hacer mucho ruido, busque una sábana para cubrirme con ella, me recosté en el sofá más grande, a pesar de la preocupación no solo por mi hijo sino por Minos... así que intentaba dormir al menos un poco, cerré mis ojos poco a poco hasta tenerlos completamente cerrados quedándome dormido

Minos solo suspiro al verlo y se hecho en la cama para poder dormir ya que fue un día largo por lo que solo suspiro para quedarse dormido sintiendo el aroma de las rosas por la habitación.

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