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Capitulo 2


La mañana de nuevo llego algunos se levantaron como de costumbres, otros no tenían ni animo de hacerlo, ahora mismo el caballero de virgo estaba bajando las escaleras con una bolsa sobre su mano la razón era porque partía una misión cuando llego al templo de Aries suspiro profundamente para elevar un poco su cosmos dando entender que pedía solicitud de paso por el templo.

—Hola Shaka—menciono sonriente como siempre, el caballero de Aries haciendo un lado para que pudiera pasar por su templo

Shaka: Buenos días Mü—menciono tranquilamente y sereno lo cual era muy usual en su forma de comunicarse con los demás

Mü: ¿Vas a ir al pueblo?

—No, el patriarca me encomendó una misión por lo que tengo que ir—hablo caminando con su compañero

Aries escucho aquello por lo que sonrió un poco triste al saber que se iría de misión—Oh entiendo, ¿pero no iras a acompañado? —comento al no ver a su compañero de misión

Shaka: Esta misión, pedí que fuera en solitario—hablo ya llegando a la salida—Además volveré a mi país de origen para verificar que todo esté en orden

Mü sintió como una leve punzada, pero solo sonrió a su compañero—Entiendo... entonces esperare a que vuelvas—menciono alegremente, aunque un poco tristes

Shaka no dijo nada solo asistió para empezar a bajar las escalares dejando a su compañero en la entrada de su templo, ya cuando estaba a una distancia prudente dejo escapar un suspiro de sus labios para mirar de reojo al santuario.

Shaka: Yo... También ...te extrañare—menciono al no ser capaz de decirle sus verdaderos sentimientos al primer guardián, desde que volvieron a la vida, se concentró en su meditación como también en el entrenamiento, pero siempre acompañado de su amigo de la infancia, por lo que poco a poco sabía que empezó un sentimiento de atracción, pero no tenía el valor para decirle.

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En piscis Afrodita ya se había levantado temprano para esperar a Minos quien llegaría en pocos minutos, estaba nervioso, pero sabía que cuando ambos lucharon y volvieron a la vida pudo notar como ambos se atraían o más bien Minos por Albafica ya que siendo sinceros Albafica no tenía mucho conocimiento de aquellos sentimientos.

No tardo mucho para que Afrodita observara al cielo que descendía Minos con su típica sonrisa sobre su rostro cuando lo vio se dieron un pequeño abrazo.

Minos: Tiempo sin verte pescadito—menciono para corresponder al abraso del menor

Afrodita solo sonrió para luego separarse—Si, bueno llamare a mi papá suerte y no dejes que te mate—comento nervioso para entrar a la cabaña en busca de su padre quien se encontraba en la cocina—¿Papá?

Albafica: hm... ¿Dime hijo?

Dita: Pues Minos ya llego, te está esperando afuera

Albafica escucho lo que dijo, por lo que realizo una pequeña mueca, pero suspiro para levantarse y salir con su hijo al jardín donde Minos los esperaba con una sonrisa.

—Bueno... yo me voy tengo que hacer algunas cosas—menciono para salir rápidamente del templo dejando a los mayores en el jardín

Minos se despidió de Afrodita para mirar al mayor y sujetar su mano donde deposito un beso sobre su mano—Tiempo sin verte Albafica

Albafica se puso un poco nervioso por el contacto por lo que solo realizo una mueca pequeña—Lo mismo digo Minos—hablo para separar su mano del contacto—¿Cómo llegaste hasta aquí?

Minos: Solo volé hasta aquí, no te alegra de verme—sonriendo y observando cómo se ponía nervioso por lo que decía—Además Afrodita me dijo que podía venir

Albafica: Había olvidado que podías volar —lo mira, manteniendo su distancia—¿Y desde cuando conoces a mi hijo? —pregunto curioso

Minos: Pues tu hijo es buena persona, además de que se parece a ti... bueno en personalidad no tanto—soltando una risita—Pero creo que es un secreto que más adelante te contaré rosita—menciono para estirar una rosa en su dirección

Albafica lo miro con una mueca y desviando su vista—Es un buen muchacho, solo me sorprende que ya se conozcan—toma la rosa que le entrego para después oler su fragancia

Minos: Si, más adelante te contaré como lo conocí—sonriendo amablemente—¿Y te gusto la rosa que te trague—se mantuvo en silencio esperando su respuesta

Lo mira con una pequeña mueca—Es un buen muchacho, solo me sorprende que ya se conozcan—toma la rosa que le entrego y suspira—Si... Mi hijo insistió que pase tiempo contigo... solo por el, más te vale no hacer nada—amenazo con la mirada

Minos: Tranquilo no te haré nada, lo prometo—cruzado de brazos—Entonces voy a agradecer a Afrodita por esta reunión—sonriendo—¿Y cómo has estado? Aparte de estar aquí en tu templo

Lo mira con un poco de desconfianza—No hay mucho que hacer por aquí, solo mirando a los demás desde aquí y cuidando a mi hijo

Minos: Tu templo es muy hermoso al igual que las rosas que están aquí presentes—observo el panorama del templo—En mi caso sólo me la paso en el inframundo ayudando a las almas y lo que me ordene la señorita Pandora—dejo salir un suspiro para sentir la brisa que llegaba al templo

Desvía la mirada algo nervioso por su comentario—Gracias, supongo...—había un silencio incómodo entre los dos—¿No te cansas o te aburres de ese trabajo? —tratando de romper el hielo que había entre ambos

Minos: Te soy sincero... Si es un poco aburrido, pero —observando el lugar—tengo que hacerlo o me "castigan" son como tus obligaciones de caballero—hablo un poco desanimado y sin despegar la mirada de las rosas—Digamos que estar todo el tiempo en el inframundo... no es tan agradable... Lamento si te hice sentir incómodo todo este tiempo—volteando para míralo con una mirada de arrepentimiento

Albafica: Te entiendo...—escuchaba con atención lo que decía, hasta verlo algo desanimado—No no, yo soy el que debería disculparse por la pregunta—ahora se sentía culpable—discúlpame... no soy muy bueno entablando una conversación con otras personas

Minos: No te disculpes—moviendo sus manos en negación—Entonces ya somos dos que no sabemos entablar conversaciones—lo observa y sonríe—¿Quieres ir al pueblo a caminar o ir al bosque donde hay tanta gente? —pregunto esperando en silencio

Albafica: Si iguales...—encogiendo los hombros y soltando una leve sonrisa—preferiría ir al bosque, no quisiera causar problemas en el pueblo, además por temor a que alguien salga herido por mi culpa

Minos: De acuerdo Albabita—sonriendo y estirando su mano en su dirección—conozco un método más fácil de bajar las escaleras

Albafica lo miro algo temeroso ante la acción—¿Un método más fácil? —tal vez era porque no estaba acostumbrado al contacto físico o por lo que paso en el pasado, pero esto era por Afrodita, con un suspiro pesado, tomo su mano—No lo hagas incómodo...

Minos: Si es un método más fácil, pero lo de incómodo pues no se... Ya que—con su mano atrajo a Albafica a su cuerpo para cárgalo en modo princesa y sacar sus alas de su armadura y emprender el vuelo e ir al bosque

Albafica: ¡Espera... espera Minos! —aquello lo tomo despavorido por que no pensó que irían volando. Estando ya en los cielos miro de reojo hacia abajo, la altura era mucho mayor a la que el esperaba por lo que su cara cambió a una horrorizada, que sin pensarlo cerró los ojos y con sus brazos envolvió el cuello de Minos

Minos observo como Albafica había cerrado los ojos tal vez por el miedo, pero una pequeña sonrisa en su rostro apareció—Puedes abrir los ojos—hablo tranquilamente para esperar a que el caballero los abriera

Albafica: No ¡No! ¡Lo hare! —ahora mismo se encontraba indefenso ante Minos, era la primera vez que me veía asustado enfrente de alguien

Minos pudo observar como el rostro de Albafica se había tornado pálido y como se aferraba más a su cuello para no caerse por lo que un sonrojo levemente apareció sobre su rostro y agradecía que estuviera con los ojos cerrados—Te prometo que no te pasara nada, además la vista es espectacular .... Lo prometo confía en mi esta vez—hablo tranquilamente para darle confianza

Albafica: ¡Prométeme que no me soltaras! —respiro profundamente, para abrir lentamente los ojos con dificultad debido al aire, pero poco a poco se acostumbró hasta tenerlos completamente abiertos, miro hacia su alrededor y vaya su sorpresa al ver que estaban por las nubes—Minos... esto...es— jamás había visto algo como esto, parecía estar dentro de un sueño—es hermoso

Minos: Te prometo que no te soltare—hablo al ver como ya estaba con los ojos abiertos observando a su alrededor y aquel brillo resaltaba en su mirada—Sabia que te gustaría, además tienes una linda sonrisa—agachando su cabeza para obsérvalo con una sonrisa sobre su rostro

Albafica volvió a mirar el rostro de Minos, estábamos tan cerca del uno sobre otro haciéndome sonrojar no solo por su sonrisa sino por el alago—No es para tanto... —desviaba la mirada por vergüenza

Minos: Te ves tierno sonrojado pareces una rosa —Hablo y soltando una risita por el comentario—
Bueno ya vamos a llegar al bosque a menos de que quieras permanecer unos minutos más aquí arriba. —Preguntó con una sonría ya que me gustaba ver a la Rosita sonriendo de aquel modo y lleno de brillo en su mirada

Albafica: ya te dije que no me digas así... —encogido de hombros y haciendo una mueca de enojo, pero luego se desvaneció, miro un poco más a su alrededor—Solo un minuto más... —no quería dejar esta sensación de alegría y emoción

—De acuerdo Albita—Sonrió y dejó que el viento chocará con nuestras caras entonces me elevo un poco más están cerca de una nube—¿Quieres tocar esa nube? —Preguntó al estar cerca de ella

Albafica dio un suspiro para calmarse no quería arruinar este momento, miro hacia enfrente acercándonos a una de las nubes—¿Puedo tocarla? —emocionado estiro una de sus manos hacia la nube y como estaban en movimiento pudo sentir la suavidad de la nube—Es muy suave


Minos: Claro que puedes—Me empecé a acerca a dónde estaba y pode observar cómo se sorprendió al sentirla además de la emoción que trasmitía su rostro era tan tranquilo y lleno de vida—Cierto es muy suave, me alegro que te esté gustando el viaje. Me avisas cuando quieras bajar—Sonreí, pero observé como el sol se estaba ocultando por lo cual decidí llamar su atención—Mira Albabita

Albafica asiento con la mirada, aunque siendo sincero quería aun disfrutar de este momento, esta sensación me traía una agradable calma que jamás había imaginado y menos a lado de un espectro como Minos, lo mire por un momento y después fije mi mirada hacia el sol. Mis ojos al igual que mi rostro estaban asombrados por el hermoso atardecer.


Minos solo me limite a observar como disfrutaba del hermoso atardecer y por primera vez sentía alegría verdadera al ver su rostro lleno de asombro. Cuando lo espiaba me di cuenta que su vida era monótona a excepción cuando estaba junto a Afrodita y por primera vez estoy feliz e sentir como mi corazón pensaba a palpitar de solo ver su reacción—Si es muy hermoso... Al igual que tu—Murmure bajo esperando que no me escuchara o tal vez si—Es lo más hermoso que puede ver en mi vida

Albafica: ¿Dijiste algo? —estaba distraído por el atardecer que no logré escucharlo, habían pasado ya unos minutos—Minos.... creo que deberíamos bajar—me preocupaba que estaría cansado y más porque me traía en sus brazos

Minos: Claro tu mandas Albita—menciono para lanzar un suspiro mental al no ser escuchado por la rosa mayor, por lo que solo empezó a descender

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Unas horas antes en el templo de géminis del cual algunos pensarían que sería una típica pelea de compañero o con algún guardia, pero en este caso era una discusión entre el guardián y Sagitario.

—Aioros, es obvio que nació un sentimiento amoroso tras la culpa... Eres el único que no entiende—Hablo Saga cruzado de brazos y con un poco de molestia

Aioros: Pero yo no salí con Shura...

—Pero te gustaría... ¿Verdad? —hablo ya molesto y lanzando un bufido de sus labios—No puedo creerlo, la traición, la decepción

Aioros: No. No me gusta Shura... —hablo ya un poco harto del tema y sintiendo como sus ojos le ardían

Saga: No lo sé. Le preguntaré que ha pasado entre ustedes.... Si no mal recuerdo, él resucitó primero

Aioros: Saga... Nunca me gustó Shura... El que mencionó que tendría un romance con él fuiste tú—menciono señalando con su dedo al mayor— Él no es mi tipo...

—¡¡No me mientas Aioros!! — tira la mesa por la ventana logrando que el estruendo se escuchara por los demás templos

Templo de piscis

Narra Afro

Estaba regando mis rosas como de costumbre y me acerco a la entrada de mi templo para apreciar la vista hasta que veo como una mesa salía con fuerza de la casa de géminis.

—¿¡Que mierda!? —exclame al ver lo que sucedida por lo que eleve mi cosmos para saber quiénes estaban ahí —¿Qué le pasa a Saga y Aioros? —menciono para comunicarme con el arquero vía cosmos—Arquerito, me puedes explicar porque una mesa acaba de salir por la ventana de la casa de géminis

Aioros: Lo siento Afro... Fue un pequeño accidente... —respondiendo al llamado vía cosmos para después cortar la comunicación con su compañero

—Mejor que resuelvan sus problemas—comente para volver hacerlo lo que estaba haciendo

Aioros suspira porque ahora iba a tener que limpiar los vidrios—No miento. Él no me gusta en absoluto... No le encuentro... Atractivo alguno. Y... Soy demasiado tradicional... Los prefiero griegos...

Saga: Eres racista... Eso no me interesa. ¡¿Pero entonces porque diría que eres su ex?!! ¡Tus mentiras Aioros, todas tus mentiras!

Aioros: ... No Saga. Estás imaginando cosas... Yo no quiero a Shura y dudo que Aioria... Tampoco... —menciono ya harto y haciendo una mueca de molestia—¡La verdad no te entiendo en absoluto! ¡Me tienes harto con el mismo tema! —grito ya sin soportar lo que decía

Saga: Siempre mintiendo

Aioros: Pero no son mentiras amor... ¿En qué miento? ¿En lo de Shura?

Saga: ¿Por qué metes a Shura en esto? ¡¿No tienes suficiente conmigo?! ¡Es al menos 7 años menor que tú! —hablo molesto y haciendo que Aioros lo mirara incrédulo—Mencionaste qué Aioria saca todo de la heladera

Aioros: Y es cierto... Pero eso te lo dije. Saca comida para llevarle a tu hermano...

Saga lo observo también molesto y llevando su mano a su cabeza para suspirar y darse la vuelta para adentrarse a su habitación e sacar una chaqueta de su perchero—Ya no quiero hablar.... Necesito aire no me esperes....

Aioros lo observo retirarse, pero no dijo nada, solo se dio la vuelta para empezar a limpiar los trozos de vidrio que estaban esparcidos por el templo sin prestar atención al mayor, ya una vez solo decidió desahogarse—¿qué? ¿Por qué te enfadas? ¡Eso lo sabías! Dijiste que no era un perro para que lo alimente—hablo un poco alto para ver si lo escuchaba y si era así que le doliera.

~~~~~~~~M~~~~~~~~

Mientras todos discuten en la casa de géminis Aioria se mete con sigilo al Templo de su hermano y toma algunas cosas de la nevera. Un tapper con pollo, algunas cervezas y algo de leche. Ya cuando tenía todo listo lo guardo en una bolsa que cargaba sonriendo por lo que había encontrado se dispuso a salir del templo sin ser visto. Por lo que decidió tomar el camino de los túneles para poder salir rápido y llegar a la entrada del santuario muy pocos sabían de los túneles solo algunos caballeros que cuando querían escapar del lugar lo utilizaban para salir.

Afrodita: ¿Aioria? —Sorprendido al verlo a la salida del santuario—¿Qué haces con toda esa comida?

Aioria le cubre la boca y se la lleva al oscurito, para que nadie los vea—Sh... No digas nada... —lo suelta suavemente—Es para... Kanon.

Afrodita: Pará Kanon... —Hablo observando unos minutos en silencio—¿Saga sabe de esto Aioria?

Aioria: ¿Por qué tiene que saberlo? Kanon está grande y crecidito no?

Afrodita: Solo preguntaba—Desviando la vista y alzando los hombros—Ven te ayudo con las cosas—Sujetando algunas de los alimentos—Vamos...

Aioria: Gracias Afro... Es en el bosque... —le preocupaba que alguien más supiera dónde estaba la cabaña, pero pensaba que podía confiar en él, por lo que empezaron a caminar en aquella dirección

—Bueno tu eres el guía ahora—Sonrió amablemente para seguirlo en el bosque mientras que la noche ya se presentaba

llegan al bosque todo era bastante oscuro hasta la cabaña claro que tenía un poco de luz. Aioria toca la puerta y Kanon abre—Que hace él aquí? —en realidad estaba sorprendido, no molesto—Bueno pasen.

Afrodita: Hola Kanon—Sonrió dirigiéndome a la cocina—Dejaré las cosas en la refrigeradora y en la despensa

Kanon estaba sorprendido, más cuando observo a Afrodita ya hacía tiempo que no lo veía y debía decir que estaba muy hermoso por lo que su dirección se fijó culo por como lo menea al caminar por lo que no pudo evitar sonrojarse levemente.

Afrodita: Kanon puede que no te esté observando, pero te agradecería que ayudaras con las cosas—Hablo sonriendo tétricamente, mientras aparece una rosa en mi mano ya que le ponía un poco incómodo la forma en la que lo miraba

Kanon: Claro preciosa—toma las cosas mirándole fijo— ¿y qué trae a la sirenita por aquí? —menciono con una sonrisa ladina sobre su rostro

Afrodita: Pues estaba ayudando al gatito a traer las cosas para ti—Señalando con mi dedo—Además que haces tú aparte de esperar a que el gatito te traiga la comida—Sonrió burlona mente, para verlo al rostro

Kanon: Eso no puedo decirlo primor. Pero pienso quedarme por mucho tiempo.

Afrodita lo escucho atentamente haciendo que volteara a verlo—Que ocultas gemelito—menciono acercándose quedando cara a cara—Sabes, tu estas lleno de misterios gemelito

Kanon: Claro que lo soy, y no puedo hablar de ese temita precioso—guiñando su ojo y aprovechando la cercanía para pasar su mano por sus mechones de cabello de Afrodita

Afrodita: Dejando con la intriga—hablo para apartarme un poco ante su acción, pero sin perder la sonrisa sobre mi rostro

Kanon al ver lo que hizo solo rio un poco, por lo que una idea surgió por su cabeza—¿Por qué no cocinas algo? —hablo para lanzar una palmada sobre sus pompas causando que Dita lo mirara sorprendió y Aioria se molestara un poco

Afrodita: Que malcriado Kanon lo de tu hermano se te está pegando—Lanzando una rosa, que rozo su mejilla causando que se arañe y sangre un poco—Vuelve a hacerlo y está vez no fallare —Caminando a la cocina

Kanon se hizo a un lado rápidamente y su mejilla Sangro apenas. La fue a agarrar del brazo, pero Aioria le detuvo— Kanon... Déjalo... —menciono apretando el agarre de su muñeca—Afro... Será mejor que te vayas... Yo me quedaré aquí. Descuida, yo preparo el café más tarde...

Afrodita: De acuerdo gatito—Sonriendo amablemente—Nos vemos gatito y tu gemelito—Observándolo—Te cuidado porque toda rosa tiene espinas—Saliendo de la cabaña y dejándolos solos

-Aioria le acompaña afuera y suspira aliviado— ... Afro... No juegues con Kanon él... Es algo... Brusco...

Afrodita: Gatito... — Colocando mi mano sobre su hombro— Puede que sea brusco, pero tiene que aprender a respetar y lo sabes. —Ya me voy gatito, te dejo con el descortés y enojón del gemelito—adentrándome al bosque mientras con mi mano me despedía del león

Aioria le ve irse, por lo que solo volvió adentro suspirando— ... No creo que quiera aprender eso... —murmura para sí mismo y entra— no debiste tratarla así... —menciono observándolo de frente

Kanon: me atacó. Iba a tener su merecido... Luego habla de respeto. Anda. Vamos a dormir. —menciono para caminar a su habitación dejando al menor en la sala

Afrodita caminaba de vuelta al santuario—Hay los hombres de hoy en día no tienen respeto—Empezando a subir por los escalones del santuario —Hay a veces odio estar en el último templo—Suspiro mientras subo las escaleras

~~~~~~~~M~~~~~~~~

Minos había aterrizado en el bosque donde había una pequeña laguna donde sonriendo bajo a Albafica con cuidado para que viera el lugar y estuviera cómodo.

Albafica: vaya que si es un lindo lugar—aterrizamos en el bosque y ya estando abajo le pedí que me bajara—Am.... esto del vuelo queda entre nosotros ¿Sí? Mi hijo se reiría de mi si se enterara—dijo nervioso

Minos: Claro, no le diré nada a menos que tú me lo permitas—Comenté Sonriendo y Sentando me en la orilla de la laguna—¿Y porque Afrodita se reiría? —Pregunté para ver cómo se sentaba un poco alejado de mi—Albita recuerda, tu veneno no tiene efecto en mí, no tienes que alejarte. —Hable tranquilamente esperando su respuesta

Albafica: ¿Olvidas lo que paso la última vez que nos vimos? —me senté al menos un metro de distancia ahora que los dos estábamos en paz no quería que algo le pasara—Es mejor así y sobre mi hijo... él y yo somos completamente diferentes, yo por ser alguien reservado no estoy acostumbrado a estar con las personas y si alguien está cerca me ponen nervioso y actuó torpemente y por eso se ríe por todo lo que hago—en mi mente imaginaba como se reiría de mi si se entera que le tengo miedo a las alturas

Minos escucho aquello que dijo y sin importar me acerque a donde estaba y pude notar su sorpresa en su rostro—Te lo repetiré, no le tengo miedo a tu sangre Albafica así que no tengas miedo de lastimarme—Hable seriamente para luego sonreír amablemente—Así que Sonreí y divierte me gusta verte sonreír, puede de que ambos sean diferentes, pero después de todo es como un hijo para ti y lo quieres y el a ti también, siempre que habla con Afrodita me contaba cuanto te quería.

Albafica: me sorprendió su cercanía tan de repente, suspire y fije mi mirada hacia la laguna, pero mirándolo de reojo—Luego no me reclames que te lo advertí...—me puse a pensar todo que dijo sobre afrodita, así que invoque una rosa roja para mirarla—Gracias... Yo... solo quiero ser el mejor padre para el que yo no pude tener, a pesar de que no sea mi hijo de sangre, daría lo que fuera por verlo feliz—baje la rosa, dejándola en el agua y con el viendo se adentraba al centro de la laguna en representación de mi padre Lugonis—¿Minos... puedo decirte algo? —le mire

Minos: Puede observar como aquella rosa se adentraba quedando al centro mirando de reojo a Albafica quien se notaba un poco triste—Tu eres el mejor padre para Afrodita de eso no lo dudes y Afrodita a pesar de todo sabe qué haces tú mayor esfuerzo para hacerlo feliz—Hablo tranquilamente y observando a la laguna donde estaba aquella rosa—Claro... Dime que sucede

Albafica suspiro y miro de nuevo la rosa ante de responder—Creo que me equivoque contigo... pensé que eras alguien cruel o malvado... —le mire, pero mi expresión era de culpa—Ahora que estás aquí conmigo... yo Te juzgue mal.

Minos podía observar la culpa en su rostro, y aquello no le gustaba al verlo de esa manera por lo cual se atrevió a darle un abrazo—No te culpes, prométeme que no te culparas de nuevo aquellas cosas quedaron en el pasado ya no pienses en aquello—Hable sin deshacer el abrazo y dejar que mi calor lo acobije

Albafica estaba sorprendió por su abrazo, mis brazos estaban a punto de apartarlo, pero por alguna razón no pude, en vez de eso puse mis manos temblorosas en su espalda, era la primera vez que alguien me abrazaba, mi corazón latía con intensidad, era una sensación extraña, pero a la vez me tranquilizaba, podía sentir su calidez—Así que esto es un abrazo....

Minos: Si Albafica esto es un abrazo—Podía sentir su calor y mi corazón empezó a palpitar con rapidez ante tal a cercanía cuando nos separamos Sonreí con amabilidad y bese su frente con delicadeza—Me avisas cuando quieras volver al santuario para ir volando y ver las estrellas de paso

Albafica su beso me hizo retroceder hacia atrás—¿Espera... espera que haces? —estaba nervioso, confundido y sobre todo sonrojado sin que yo me diera cuenta, mientras cubría mi frente

Minos: Te ves lindo sonrojado—Hablo tranquilamente—Creo que ya debemos volver para que no llegues tarde a tu templo vamos —Me levante de mi lugar y estire de nuevo mi mano esperando que la aceptara

Albafica: No soy lindo—me levante rápidamente, negando lo que dijo—Si deberíamos regresar... afrodita estará preocupado si no regresamos—dije algo nervioso y sin mirarlo tome su mano

Minos: De acuerdo Albita—Sujete su mano y lo cargue para emprender el vuelo mientras estábamos en volando observaba como las estrellas resplandecían—El día de hoy las estrellas están brillando con intensidad...

Albafica nuevamente puso sus manos alrededor de su cuello, ahora ya había perdido el miedo y ahora podía disfrutar mejor el ambiente, mire hacia arriba—Es cierto, mira ahí está tu estrella—señaló la estrella que le pertenecía a Minos

Minos ante lo escuchado levanto su vista y enfoco en donde estaba señalando—Es verdad, todas están resplandeciendo el día de hoy, pero la tuya también brilla con intensidad—Hable para ver la constelación de Albafica donde también resplandecía

Busque mi constelación y coincidentemente la estrella de Minos estaba a un lado de mi constelación—Dirás las dos brillas con intensidad—sonreí al mirarlas, sin darme cuenta apoye mi cabeza en su pecho, la vista me estaba cazando y mis ojos se empezaban a cerrar poco a poco.

Mientras volaba escuche lo que dijo Albafica por lo que observe y tenía razón ambas estaban brillando y estaban juntas por lo que Sonreí. Paso un poco de tiempo y me di cuenta de que Albafica coloco su cabeza en mi pecho cosa que me sonrojo, además de ver como se quedaba dormido poco a poco—Descansa... Te aviso cuando lleguemos—Hable bajito y amablemente al ver como se quedaba dormido en mis brazos

Me había quedado completamente dormido durante todo el viaje, olvidándome que aún estaba en los brazos de Minos—Zzzz.... ZZZ...

Observe como Albafica se había quedado dormido cuando llegamos a su templo me encontré con Afrodita quien solo me dejó pasar y me dirigí a sus aposentos donde lo deje sobre su cama antes de salir de la habitación le deje una nota y deposite un beso en su frente—Hasta luego Rosita... —Susurre para salir de la habitación y apagar la luz para que descansará.

Me movía de un lado para otra hasta sentir las sábanas de la cama que me hizo despertar, mire a mi alrededor confundido por que no recordaba estar en mi habitación, lo único que recordaba era que yo estaba con...—¡Minos...! ¿fue un sueño? —me toque la frente, intentaba ordenar todos mis pensamientos, el lago, la luna, las estrellas... acaso fue un sueño? Pero era tan real, mire a mi lado y había una carta—Minos...—me levante rápidamente, saliendo de mi habitación y encontrándome con afrodita—Hijo... creí que estabas dormido

Afrodita estaba en la sala leyendo un libro cuando observe a mi padre salir de su habitación con prisa—Hola papá buenas noches, si buscas a Minos se acaba de ir—Levantándome de mi lugar para acercarme a donde se encontraba—Me dijo que te dejo una nota en tu cuarto, él te trajo hasta aquí y dijo que mañana vendría a verte de nuevo que descanses papá—Me retire de la sala para caminar a mi habitación

Albafica: Así que todo fue real...—seguí a afrodita con la mirada—Gracias por avisarme, buenas noches hijo—caminé hasta sentarme en el sofá, miraba el sobre con detalle, tenía un sello de cera con la forma de un grifo, intrigado por saber qué es lo que contenía la abrí

"Querido Albita
Si ya te levantaste te estarás preguntando donde me encuentro, te comento que de vuelta al santuario, te quedaste dormido en mis brazos por lo cual te deje descansar y te lleve a tu habitación.
Me alegro haber pasado un lindo día contigo mañana iré a verte de nuevo.
Que pases linda noche Rosita. "

Termine de leer la carta, lentamente me levante del sofá para retirarme e ir de nuevo a mi habitación, al llegar me senté en la orilla y tomando una almohada me la puse en la cara—¡No! ¡no! ¡no! no!!!! ¡Esto no puede estar pasando! —eran muchas sensaciones que daban vueltas en mi cabeza, pena porque Minos me trajo, enojo por que me había quedado dormido y la más fuerte de todas... aquel beso en la frente—Tranquilo Albafica... —respiraba profundamente cada vez que decía algo, para intentar calmarme—solo fue un momento de amistad con Minos... eso no fue un beso... solo duerme ... —suspire por última para recordarme en la cama.

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