Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo

**20 años después**

—¿Ya están todos listos? —preguntó emocionada y nerviosa una joven de diecinueve años a su familia.

—Sí, hermana, todos estamos listos para recibir a tu novio —contestó un joven de la misma edad, pues era su mellizo. La voz la sacó con irritación, con celos.

—Cálmate, Adir —menciona Hiram riendo.

—Ya casi llega, ¡ah! Estoy nerviosa por que a papá no le agrade.

—Es verdad, contigo y Amiel no ha querido a ninguno de los intereses amorosos que han tenido en ustedes —contestó un menor rubio de diecisiete años.

—Pero al parecer le agradó ese chico, Haka se llama ¿verdad? Cuando le hablabas de él —agregó Izan con burla.

—¿Ustedes creen? Tara, Shafer, ¿ustedes qué opinan? —preguntó la melliza mirando a una joven de cabello oscuro, Tara, de veinticinco años, novia de Izan; y a un chico moreno también de cabello oscuro, Shafer, de veintidos años, ambos son hermanos.

—Que estés tranquila —responde Tara divertida, removiéndose en el regazo de Izan, que gruñó con el ceño fruncido y sonrisa ladina por lo que con intención, su novia provocaba.

—Sí, yo creo que estará bien —añade Shafer riendo—. ¿No es así, Jaziel? –le guiñó un ojo, a lo que él menor se sonrojó

—Cla-Claro… —respondió sonriendo nervioso sentándose al lado de él.

—Dejen de darle más nervios a Adir —dijo Daniella, la madre de casi todos los jóvenes reunidos, llegando con Neizan—. ¿Y Amiel?

—Yo iré a buscarlo, siempre está donde mismo —riendo, el hombre mayor subió las escaleras y se dirigió a una habitación tocando la puerta, recibiendo el sí para entrar—. Te estamos esperando.

—Ya voy, padre —Amiel estaba con su telescopio viendo las estrellas. Su rostro era pura fascinación por las constelaciones y cuerpos celestes—. Ya estaba listo.

—Te encanta mucho verlas ¿no?

—Sí, por alguna razón me da mucha tranquilidad —él tenía una sonrisa con mirada nostálgica, algo que no comprendía en el porqué de ese sentimiento—. Bien, vamos.

Padre e hijo bajaron y se dirigieron a la sala, en donde todos estaban reunidos, entre ellos, ya estaban los invitados especiales.

—Señor —habló el enamorado de Adir, dirigiéndose al mayor con sumo nerviosismo, pues sabía bien que ni un solo pretendiente agradaba al señor—. Yo quiero a su hija.

Está hecho todo un manojo de nervios. Pensó Neizan y se echó a reír. —Está bien, lo apruebo —todos observaban con asombro al hombre que por primera vez aprobaba a un pretendiente de su hija con total facilidad.

—¡Gracias! —Haka estaba feliz y se notaba— Déjenme presentarles a mi familia. Ellos son mis padres, Sem y Lena —dijo, a lo que ellos saludaron, Amiel los veía, sentía que los conocía, al igual que el resto de los hermanos y primos—. Y ella es mi hermana menor.

La vista de todos fue puesta en una joven de cabello largo oscuro y sus ojos de color avellana, hubo sentimientos mezclados que muchos no comprendían. Amiel y esa chica cruzaron sus miradas en un momento silencioso.

—Tú… —Amiel estaba por hablar, pero Neizan lo hizo enseguida.

—¿Nirelle? —dijo sin pensar. Todos le miraron extrañados, a lo que él dejó escapar una risilla— Discúlpenme, pensé que ese sería tu nombre, eh… ¿Estoy en lo correcto? —la joven soltó una pequeña risa.

—Es un muy lindo nombre, pero lo siento, ese no es el mío —el mayor se halló confuso, ¿acaso no era ella? Sin embargo, eso no era posible, pues sentía que en verdad se trataba de aquella que ha estado esperando—. Me llamo Naysa.

Neizan se hallaba otra vez confundido. ¿Por qué otro nombre?
Aun así la noche continuó en un agradable ambiente, Amiel y la joven rápidamente entablaron una conversación, y sus hermanos veían con asombro cómo el mayor reflejaba un interés en alguien.

—¿Sorprendido? —Gon e Iván se aparecieron cuando Neizan estaba solo.

—Sí… ¿Es ella?

—Por supuesto, puedes sentirlo, y un poco verlo —añadió Iván.

—Pero no entiendo. ¿Por qué otro nombre?

—En realidad, Elrick, tu padre, le dio ese nombre con el que la conociste para salvarla. Creció sin un nombre propio, y creo que era justo que ahora viviera con el que no había podido hacerlo —explicó Gon con una sonrisa.

—Entiendo —los tres la observaban tan sonriente conviviendo con todos—. Milagro de Dios ¿eh? Definitivamente lo es —Neizan río bajo y volvió junto a su familia que tanto ama.

Durante tres días, Amiel y Naysa habían estado dando paseos, iban al parque de diversiones, a subirse a la rueda especialmente, y sus familiares estaban muy sorprendidos de que Neizan más que no oponerse, los alentaba a salir.

—Naysa —habló Amiel un tanto nervioso. Peinaba su cabello con las manos a pesar de tenerlo impecable. Ambos estaban sentados en el patio bajo un roble—. Yo… eh…

—Estás muy nervioso —rio bajito—. ¿Qué pasa?

—Es que…, no quiero que lo tomes a mal. Sé que nos conocimos hace tres días, pero, ¿puedo besarte?

—¿Eh? —la joven se sonrojó ante su pregunta, de hecho el mayor también lo estaba. Y por un rato el silencio se adueñó de ellos. Con sonrisa nerviosa, Naysa afirmó y así, unieron sus labios en un estático beso que sintieron, ardió por todo sus seres— ¿Quieres escuchar algo raro?

—¿Qué? —mencionó sonriendo embelesado, sintiéndose el más feliz del mundo.

—Siento como si te conociera desde hace mucho.

—Yo también, y por alguna razón quiero decirte Estrellita.

—Me gusta —ambos rieron mientras juntaron sus frentes y se veían con ternura, casi a punto de darse otro beso.

—Oh, ustedes son como Romeo y Julieta —agregó Adir llegando con su familia, usando un tono coqueto—. En sólo tres días ya se han besado.

—No creo que tengamos una comparación con ellos —río Naysa.

—¿Y si en realidad ustedes ya habían estado juntos en otra vida? —la melliza brincaba haciendo reír a todos, pues ella era muy romántica y le gustaban ese tipo de historias. Seres unidos por lazos a través del tiempo.

Amiel y Naysa no descartaban esa posibilidad aunque fuera en juego, sentían que era la única explicación para ese sentimiento que conocieron apenas se habían visto y que les condujo a que al siguiente año ya se hubieran casado, unque a nadie le extrañó que hubiera sido tan pronto. Y unos meses después, anunciaron que serían padres. Nadie dejaba de estar emocionado por la pareja.

«Ya viene» Nasya avisaba sobre las contracciones. Su esposo rápidamente fue con ella para sostenerla, y los demás en la casa parecían haber entrado en pánico. No había tiempo para llevarla al hospital, así que Neizan asistió el parto en la casa, en donde no sólo Gon e Iván estaban presentes, también Esteban, Ezequiel y demás amigos que conocían a la joven, también se encontraban los que una vez fueron sus padres, además de la madre de Amiel.
Un niño saludable llegó al mundo, iluminando aún más la vida de los amantes y sus familiares. Neizan entregó al infante a su padre, quien derramó lágrimas en el momento de tenerlo en brazos.

—Mi Estrellita, es muy hermoso —Amiel se acercó a entregárselo a su esposa para posteriormente, abrazarlos a ambos con premura.

—Mi vida. Nuestro pequeño hijo —era inevitable que no llorara con el hecho de sentirlo.

—¿Ya te vas? —preguntó Esteban a Gon en cuanto abría el portal— ¿No le ayudarás a encontrar un nombre? —añadió riendo bajo.

—¿Qué caso tiene? De cualquier forma no importa el nombre que le den, se lo pondrán con amor —dijo sonriente.

—Gon —Nasya habló captando la atención de todos, especialmente de los seres invisibles—. Quiero que su nombre sea Gon —expresó con alegría la joven acurrucando con amor a su hijo a su cuerpo, y con Amiel gustando del nombre.

La actual Muerte 616 sonrió con unas cuantas lágrimas.

Un gran honor y alegría era lo que sentía, de que en cierta forma lo recordara. Junto a Iván se retiró haciendo aparecer su guadaña, listo para continuar su labor como su compañera lo hacía, con compasión, compromiso y amor.

Dicen que para que algo comience, otra cosa ha de acabar, sin embargo, la vida tiene muchas vueltas, y las despedidas no existen, sólo el hasta luego. Conocerán bien la ley de Lavoisier-Lomonosov: La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma.
Y

así es la vida con sus altibajos.


Todos poseen luz y oscuridad en su interior, eso no es malo. Lo malo sería que no equilibres tu corazón. Cada extremo es malo, demasiada luz te puede cegar y hacer que termines sin ver la realidad de las cosas; y quedarte en la oscuridad te llevará al desasosiego del temor y la desconfianza. Ambos extremos provocarán que no experimentes lo bueno de la vida y te prives de aquello que significa Estar vivo.

Mi trabajo es simple, protegerte antes y después de morir, recoger tu alma y guiarlo a tu lugar de resguardo y así, mantener el equilibrio. Cambiar tu destino no es posible, pues final, bueno o malo, depende de ti.
¿Qué soy? La repuesta es fácil.

Soy la Muerte.


×~×~×~×~×


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro