Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 63: Nuevo Comienzo

—¡Nirelle! ¡Amiel! —dice Sara al abrir la puerta de su hogar— Pasen.

Cinco años ya habían transcurrido, 616 sigue haciendo su trabajo con empatía a la vez que visitaba alegre a sus familiares y amigos. La pareja había llegado en auto, pues, aunque bien pueden viajar por el portal de la joven, a ella le gusta recorrer el camino en coche cuando visita a Elrick.
Un sábado en la tarde de reunión familiar donde hablaban felizmente hasta que la noche llegó, Nirelle se disculpó, pues tenía que recoger a alguien, así que cruzó su portal.

—Se ha ido —mencionó Elrick tomando su té.

—Ella regresará, le encanta viajar en auto —menciona Amiel viendo por la ventana con una mirada algo triste, pues ella le dijo a quién recibiría.

La Muerte entró a una habitación de un hombre mayor y con el cabello blanco, yaciendo en su cama sentado del respaldar y lentes para aminorar el cansancio de sus ojos por la lectura.

—Hola, mi amiga —dice sonriente mientras cierra su biblia.

—Hola Sam —habla con nostalgia, tristeza y amabilidad.

—Estoy listo —menciona recostándose en la cama y poniéndose su viejo rosario en el cuello—. No te sientas mal, me diste una segunda oportunidad, y disfruté de mi vida.

—Sé que lo hiciste —se sentó en la cama al lado de su viejo amigo, notando el antiguo obsequio que ella le había dado.

La joven comenzó a cantar una canción de cuna, la misma canción que Haka usó con ella para calmarla por las noches cuando pasó tres días en su campamento.

—Es una bonita canción —atina a decir cerrando los ojos para dormir, después de unos minutos, murió—. Así que así se siente ser un espíritu —añade después de haber salido de su cuerpo.

—Se siente raro —sonrió levemente levantándose de la cama y ponerse frente a él—. Sam. Gracias por todo, especialmente por casarme con Amiel.

—No hay nada que agradecer —menciona abrazando a su amiga antes de cruzar el portal que ella creó.

Definitivamente van a ascenderlo a Ángel —piensa mientras seca sus lágrimas—. Bien, pues es hora —agrega sonriendo—. Adiós.

—No es un adiós, mi amiga —dio una caricia a la mejilla de ella—. Es un hasta luego —dice despidiéndose después de haberse ido.

La joven quedó viendo por unos segundos el cuerpo de Sam, luego rezó un momento y fue a avisar a los monjes de lo ocurrido, quienes le agradecieron el gesto, ellos ya no le veían con desconfianza, sino con un gran respeto.

Mientras tanto Amiel esperaba a su esposa en casa de Elrick.

—¿Y cómo han estado con ese asunto? —pregunta el mayor.

—Hemos intentado —responde Elrick con una sonrisa—, pero aún no logramos quedar embazados. Aunque eso no nos aflige, así que no hay necesidad de preocuparse

—Amiel —Sara capta su atención—. ¿Ustedes dos no piensan tener niños? —él ladeó su cabeza con una sonrisa pequeña.

—Me encantaría —miraba su reflejo en su café—, pero no es posible.

—¿Por qué? ¿Nirelle no puede por ser Muerte?

—Ella es puede tenerlos, pero no de mí y ningún otro vampiro, mi especie no puede procrear.

La pareja vio al mayor con un semblante algo caído, pero manteniendo una leve sonrisa, fue entonces que la chica regresó. Notaron que tenía los ojos un poco irritados, Amiel sabía que ella había llorado antes de volver.
Luego de haber hablado por un rato más, las criaturas se despidieron de los humanos y se fueron en auto, la joven estaba mirando por la ventana viendo el paisaje nocturno sin necesidad de algo que le iluminara.

—¿Quieres hablar? —Amiel preguntó con simpatía.

—Por ahora no, pero gracias, en verdad estoy bien.

El mayor se detuvo frente a un antro donde la menor bajó, pues ella iba a cumplir la cita que les había prometido a Tara y Shafer.

—¿Estás segura que quieres ir ahora?

—Sí —sonrió—, después de todo me distraerá un rato.

—¿No quieres que te espere?

—No, está bien, regresare por el portal —menciona con una sonrisa despidiéndole con un beso para así entrar al lugar.

Que ruidoso. Pensó Nirello a quien le molestaba el volumen de la música caminando a través de todo el gentío que bailaba, inmediatamente pudo visualizar a sus amigos llamándola en una mesa circular, cuyo asiento era un sofá en forma de U, ellos no tenían a la vista sus rasgos demoniacos.

—Esto es increíble —menciona Tara viendo con los ojos entrecerrados a la joven—. Siete años para cumplir una cita con nosotros.

—Lo siento, he estado ocupada —dice rascando su cabeza por detrás.

—¡Que importa! Ella ahora está con nosotros. ¿Quieres probar la cerveza? —añade el peliblanco abrazando a Nirelle, quien ríe con su pregunta.

—No, pero ¿puedo preguntar por qué la insistencia con que viniera hoy?

—Hola preciosa —menciona divertido un hombre humano sentándose al lado de la joven y rodeándola con el brazo—. ¿Así que esta es la lindura que me prometiste? —preguntó dirigiéndose a la súcubo.

¿Para esto me llamaban? —ella veía a su amiga con los ojos entrecerrados, suspiró y se levantó— Bien, vamos.

El humano guió a la joven a una de las habitaciones privadas dentro del antro, ahí la arrinconó contra la pared mientras él la veía con deseo, fue entonces que la Muerte le atravesó el pecho con su mano negra, sacando de su interior una llave pequeña, después de eso el sujeto se desmayó y ella salió del lugar entregando el objeto a su amiga.

—¡Muchas gracias! —vocifera con una sonrisa enorme.

—Si querías que te ayudara a cancelar un contrato me lo hubieras dicho desde un principio. Me siento usada —Nirelle llevó su mano al pecho dramatizando dolor.

—Bueno, divertirnos y hacer que me ayudaras fue matar dos pájaros de un tiro —dijo orgullosa mientras reían.

—Como sea… —Nirelle fijó su vista en un punto en la barra de bebidas dónde un joven de unos veinticuatro años estaba.

—¿Uhm? ¿Qué pasa con ese chico? ¿Te gusta? —decía burlona— Pues lo siento, porque ya le puse el ojo así que… ¿eh? —Tara y Shafer miraron confusos a su amiga, pues la chica tomó la mano de la sucubo y le puso una bolsa con monedas de oro en su interior.

—Esto cubre más de lo que vale ¿no es así? A ese muchacho me lo quedo yo —dice divertida comenzando a caminar.

—Es-Espera Nirelle ¿qué significa esto?

—Se fue… —dijo Shafer, sin embargo su sorpresa subió cuando ella se había acercado al chico rodeándole con los brazos el cuello— ¡¿Qué está haciendo?!

—¡¿Acaso va a engañar a su esposo?!

—Hola ¿quieres acompañarme al cuarto? —pregunta Nirelle al joven usando una voz y una sonrisa atrevida, el chico estaba confundido de que esa chica se le haya insinuando así, pero aceptó encantado.

Una vez dentro de la habitación, Nirelle lo empujó levemente haciéndolo caer en el sofá y sentándose arriba de él tomándolo de las muñecas.

—¿Te diviertes? —preguntó sonriendo.

—Sí, y ni siquiera hemos empezado —respondió el chico lamiendo sus labios, pero su expresión cambió cuando 616 encendió sus ojos quitando la sonrisa, acercándose a la cara del menor y mostrando sus colmillos, asustándole.

—¿Y ahora te diviertes?

—¡¿Qué eres?! —el joven trataba de quitar a la Muerte de encima, sin éxito.

—Has estado utilizando a quienes te entregan su corazón. ¿O acaso ya te olvidaste de ella? —616 cambió su apariencia a una chica de dieciséis años de cabello pelirrojo, la misma chica a la que le salvó de aquel ritual satánico.

—Laura… —musitó con consternación, su voz temblorosa por el miedo era fácilmente percibida.

—Déjame decirte una cosa, amigo mío —regresando a su apariencia original se acercó a su oído, susurrándole con una voz más macabra—. Intenta hacer eso de nuevo, y no voy a llevarte al calabozo, personalmente te llevaré al infierno.

Ella se quitó de encima, apenas lo hizo el chico salió corriendo despavorido de la habitación, Shafer y Tara se acercaron a la joven quien estaba recostada de la puerta cruzante de brazos y sonriente, le preguntaron por lo ocurrido y ella les contó, a lo que ellos sólo le aplaudían.
Tara trató de regresar las monedas, pero la menor negó diciendo que no era necesario, después eso Nirelle regresó a su hogar, abrazando y contándole a Amiel lo que pasó en el antro.

—¿Y por qué me lo cuentas así? —pregunta lanzando un pequeño bufido burlón teniéndola debajo de si.

—Porque no quiero ocultarte nada.

—¿Y lo hiciste con intención de engañarme?

—Claro que no —ella frunció el entrecejo haciendo al contrario soltar una pequeña risilla.

—¿Ves? Entonces no tengo porqué enojarme, pero es un lindo gesto que tengas esa confianza para decírmelo.

A veces me gustaría que tuvieras la confianza para contarme sobre ella. Te amo —dice cerrando los ojos para dormir.

Así pasaron otros cinco años, una mañana Elrick y Sara fueron a visitar a la familia de Amiel y Nirelle, estando todos reunidos junto con Gon y Haka presentes, la pareja anunció felizmente:

«Estamos esperando un hijo»

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro