Lentamente comencé abrir mis ojos, al tener de nuevo mi vista, pude mirar muchas cosas, mis seis sentidos estaban completamente renovados.

Habían mejorado bastante, gracias a mis devorados duendes, hablando de ellos, sus inútiles y primitivas mentes se fusionaron con el mío, gracias a eso.

Logré conseguir un poco de información de mi mundo alrededor, sin embargo, también adquirí ese impulso de solo masturbarme y procrear con las aventuras que se topen en mi camino.

Puede ser un problema para el futuro...

Sin embargo, mientras posee huevos (Fuerza de voluntad y autocontrol), todo estará en control.

O eso espero.

Quién pensaría que sentir mis brazos y piernas se me haría un susodicho, sentir la sangre pasar por mis venas, mover mis articulaciones, e incluso respirar, era asombroso todo lo que hace sentir tan vivo a un ser humano.

¿?: Debo irme de aquí...

Dije, para tomar algunos taparrabos, de los duendes, para hacerme unas ropas y salir a toda prisa de la cueva donde estaba.

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Ahora me encuentro llegando a la salida de esta cueva, tomando los recuerdos de los duendes que devoré, y convertí parte de mí.

Finalmente llegue al final de este lugar, y lo primero que noto, es sentir que... no siento nada.

Eso me asusto un poco, ya que pese que no sienta nada, podía mirar a mi alrededor como las hojas de los hermosos arboles se movían, parecía que había viento.

En eso cierro mis ojos, y tras unos segundos, logro por fin que mi tacto funcionara bien, no sé cómo rayos lo hacía, pero parecía que mi cerebro funcionaba como una especie de sistema.

Finalmente logro sentir el aire, eso dibujo una sonrisa en mis labios.

Que, sin perder tiempo, comencé a caminar, sabiendo que cerca de la cueva donde estaba, habría a lo mínimo, unos 100 Km de aquí, un pueblo, donde podría pedir ayuda, o consejos.

¿?: Vamos a ver qué puedo encontrarme por el camino...

Decía, comenzando a recorrer mi largo corrido, hacia aquel pueblo, de mis recuerdos de los duendes.

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Después de un rato, solo caminando, llegué a una hermosa pradera, mientras caminaba, pude divisar que, debajo de un árbol pequeño, se encontraba un caballo, de color blanco, se encontraba agonizando.

Tenía en su estómago, de lado derecho, una flecha que había penetrado su piel, y carne, su sangre hermosa, se encontraba como un rio, es decir, dibujaba una línea hacia abajo.

Al mirarlo no pude sentir más que curiosidad, me acerqué a él, el caballo se encontraba respirando entrecortado.

¿?: ... Eres un bello animal... lo más hermoso de todos... superando incluso aquellos llamados perros...

Tome con cuidado su cabeza, al hacer un movimiento, el caballo tosió sangre, mientras colocaba su cabeza sobre mi regazo, en eso comienzo acariciarlo, mirando la flecha incrustada.

¿?: ... ¿Cazadores? ellos... te hicieron esto...

Digo, teniendo en mi mente, los recuerdos de algunos duendes, que lograban llegar por esta pradera, teniendo algunos recuerdos de un grupo de cazadores, que acosaban una manada de caballo y solo para marcar o saber, quien mataba más caballos, los pequeños caballos muertos, le daban más mérito a ese grupo de cazadores.

¿?: Que es... este sentimiento... Lo siento... es una verdadera pena... puedo sentir tu impotencia en mi corazón...

Y si, en mi corazón, y no en los demás corazones de los duendes que había dentro de mí.

Miro al caballo, sus ojos se cristalizaban, y dejaba salir una hermosa gota, que dejaba ver su hermosa tristeza.

Sonreí, no por satisfacción, sino por presenciar su tristeza, en eso dejé de acariciar su hermosa cabeza, para después tomarla una vez más, solo para colocar de lado, la mía, apoyando su cabeza con la mía.

¿?: ... Te doy una oportunidad... para que te vengues de ellos... sé que me entiendes, vosotros los caballos pueden entender a nosotros... te doy... la oportunidad de... vengarte... y parar esta locura... pero a cambio... quiero devorarte... no comerte... sino devorarte... hacer que mi cuerpo te consuma, hasta formar parte de mi... todo de ti, tu piel, la poca sangre que te queda, tus huesos, tus venas, tus ojos, tus órganos... todo lo que te conforma... ser de mi propiedad... ser de mi cuerpo... para siempre...

Le sonreí, el caballo débil se quedó mirándome por unos segundos, en eso con poca fuerza y con delicadeza, alejo su cabeza de la mía, para colocarlo en mi regazo, con su cuerpo débil se movió.

En eso, mis ojos hicieron contacto con los suyos, para luego que el caballo dejara salir un débil relincho, dándome, a mí, su consentimiento, y su deseo de venganza.

¿?: ... Bueno... entonces... no se diga más...

Poseía unas vestimentas, de parte de los duendes que había devorado, y que se unieron a mí, en eso, con mi mano derecha, logro quitar la flecha al caballo, quien dejo salir un sonido de dolor débil, para después tomar mi camisa puesta, dejando expuesto mi panza, que lentamente formo pequeños tentáculos, que, con delicadeza, se introdujeron en la panza del caballo.

El pobre cerro sus ojos, al sentir el dolor de cuatro tentáculos siendo dolorosamente introducido a su cuerpo, mis tentáculos comenzaron a dejar fluir mi liquido tranquilizante, parecía un analgésico, el caballo comenzó a cerrar sus ojos, esto debido que sentía un líquido caliente, que lo tranquilizaba.

Le di eso, para que no estuviera sufriendo el pobre, en eso me levanto, teniendo aun mis tentáculos dentro de él, comenzó acercarme a su cabeza, una vez enfrente, y mis tentáculos estirados, tome con cuidado su cabeza, para pegarlo con mi panza, en eso, lentamente el caballo comenzó a ser unido a mí, comenzando a ser literalmente ser comido, primero fue su cabeza, luego fue su mitad de cuerpo, después solo le quedaba sus patas de atrás.

Para último, solo quedar su cola de caballo, y nada.

Solté un enorme suspiro, al sentir ahora dentro de mí, el ser del caballo, y, por ende, sus recuerdos, su vida, y, sobre todo, su velocidad.

¿?: Cumpliré tu venganza... ya sé dónde están...

Con los recuerdos del caballo, pude saber en seguida la ubicación donde estaban ellos, o, mejor dicho, la base donde los cazadores estaban.

El pobre había querido pelear, pero, ¿Cómo rayos un caballo iba a poder contra un montón de cazadores, bien preparados, con arcos y armas?

Sin perder tiempo, corrí hacia esa ubicación, obteniendo su grandiosa velocidad.

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Después de un tiempo, finalmente había llegado a la base de los cazadores, sin perder nada de tiempo, baje de la colina, hasta la entrada de la base, en la puerta no había nada de seguridad, así que entre.

Con tan solo entrar, me tope con una base, con algunas casas, y con su muralla de troncos filosos alrededor, en eso comenzó a caminar por la base, topándome con solo un montón de cajas con vino, cajas con flechas, arcos, armaduras, e incluso algunos suministros como comida, y pequeñas pociones de curación.

Pese a todo, no mire a nadie, así que solamente me quede en una posición, en donde nadie me viera, hasta que llegaran.

Paso la noche, y por fin esos cazadores llegaron, todos con sus sonrisas bastardas, sonriendo, y diciendo que lograron matar más caballos.

Lo que hacía que Troya, (así llame al caballo que devore) dentro de mí, se molestara demasiado, sin prestarle nada de atención, solamente espere, hasta que todos durmieran.

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Una vez que la noche se presentó, finalmente había salido, con el propósito de devorar a los cazadores.

Después de todo, sus habilidades con los disparos de arco me funcionarían muy bien.

Si, sé que quede matar a estos bastardos, pero sería un enorme desperdicio perder esas habilidades... hay... vale...

Troya se está molestando con mi decisión, así que vale, solo los mataré.

Gracias a mi habilidad de crear mi propio rostro, logré quitar un pedazo de piel de mi cachete, al momento de quitarlo, se podía mirar mi carne, como si fuese una plastilina, y en mi mano, aquella carne con piel que era mi cachete, como plastilina también.

Sin perder nada de tiempo, tire al suelo mi cachete quitado.

¿?: Muy bien, sabes lo que debes hacer... arrastrarte hasta sus recámaras y matarlos, introduciendo tu cuerpo dentro de sus orejas, después consume sus cerebros...

Dije, dejando que mi cachete comenzará arrastrarse en el suelo, dirigiéndose hacia mis futuras víctimas.

En eso solo comencé a esperar, pesé que no se escuchaba nada, podía sentir mi cachete, comiendo un delicioso cerebro, dándole a mi cachete todos sus recuerdos, sus pensamientos, e incluso sus conocimientos, no su mente, eso logré separarlo del cerebro que se convertía en pura masa gris, con mi plastilina de cachete.

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Había pasado ya un tiempo, y mi cachete volvió, con rapidez rápidamente se unió a mi pierna, logrando recuperar mi cachete perdido, acto seguido comencé a dirigirme con mis víctimas, o al menos una de ellas.

Llegué a su choza o casa de madera, una vez enfrente de la puerta, la abro, revelando rápidamente por la linterna de petróleo, el cuerpo de mi víctima, tenía sus pupilas blancas, su nariz se encontraba con algo de sangre, y su boca, no dejaba de chorrear baba.

Claro, eso sería por un tiempo, este cuerpo solo era un cascarón vacío, sin pensar, razonar, y ni siquiera un rastro de personalidad.

Solo di una sonrisa, Troya estaba muy feliz, así que, sin perder tiempo, comencé a retirarme, dejando los cuerpos de los cazadores, sin embargo, me detuve, al mirar las cajas de vestimenta.

Bueno, ahora que todos estaban muertos, no creo que estos sujetos chupan pijas, les importe que me robe sus ropas.

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Después de un tiempo, finalmente había salido, ahora portaba unos sacos que pretendían ser... ¿Zapatos? Portaba una camisa verde con mangas largas, encima tenía un chaleco delgado de color café, unos pantalones marrones, y, por último, y menos importante... nada más.

¿?: Hmmm... podría llevarme unas armaduras... pero no le veo lo necesario...

Comencé a retirarme de la base, dejando por fin esa base, por pura suerte pude encontrar algunas bolsas con monedas, así que podría comprar algo cuando llegue al pueblo.

Mientras volvía a caminar por la pradera, mi sexto sentido que estaba desarrollando, sintió algunas presencias, voltee atrás, topándome rápidamente con una manada de caballos.

¿?: ... ... ... ¿Caballos?

Mientras los miraba, una hembra, se acercó a mí, la yegua se quedaba mirándome, se acercó para olerme, y una vez olido, la yegua me lambio mi cachete.

No entendía el porqué, hasta que sentí a Troya, aquella yegua, no era nada más que su novia, al parecer hasta los caballos pueden incluso reconocer el olor de sus difuntos maridos.

¿?: ... Ahora lo entiendo... Troya... tu fuiste atacado... por proteger que tú manada... salieran ilesos de los cazadores... verdad...

Troya relincho suave, dándome entender que sí, su esposa se encontraba cerca de mí, sin embargo, la aparte.

Cosa que confundió a la yegua.

¿?: Tu esposo... ahora es mío... hicimos un trato... y no se debe romper... así que ahora deberás vivir sin el... y a esa cría que tienes en tu panza...

Hace unos segundos, también me percate de unos hermosos latidos, proveniente de la panza de la esposa de Troya.

Pese que no me entendió, la esposa de Troya, con lágrimas en sus ojos, se apartó, y la manada de... ¿Unos 12 caballos? También lo hizo.

Al mirar su acción, di un suspiro para continuar con mi viaje, a aquel pueblo que mire, Troya se sentía deprimido, sin embargo, el me haría caso, de hecho, es con él con quién puedo platicar.

Con los demás duendes, solamente los silencie, para no escuchar sus malditos gritos de sufrimiento, por estar dentro de mí.

Troya y yo, nos dirigimos ahora sí, al pueblo.

Fin.