Nell tomó de mi mano el vaso que sostenía y me susurró:

—Si te hago el favor ¿me darás un beso?

Por los santos chocolates, ¡Enserio! Ahora quiere que lo besé por ayudarme a vengarme de mi enemigo ¿Y qué fue toda esa palabrería en la repostería? ¿Una farsa para que los pocos clientes que quedaban pensaran que somos una pareja de enamorados?

—El trato está hecho y no pediste nada a cambio cuando te lo propuse, así que, no, no te daré ese beso que tanto anhelas —le respondí desafiante —Además debemos irnos, será una noche larga, ¿no lo crees mi amor? —añadí sonriente.

—Te tomás tu papel muy enserio. Tienes razón, es hora de irnos —habló.

Y llegamos al ascensor, para luego llegar al auto de él y... Comenzar el trayecto...

Ya teníamos veinte minutos de camino, y al mirar por la ventana, comencé a reconocer algunos de los edificios y lugares que se podían ver desde el vidrio.

¿Dónde es exactamente el evento?

En fin, al llegar a nuestro destino supe que el evento, no era tan simple como Nell dijo, yo pensaba que el abuelo era uno de los invitados, al igual que yo ¡y estoy llegando a la puerta principal de su casa!

La mansión Sirhe... ¿Cuándo fue la última vez que fuí a la casa del abuelo...? ¿Qué estaba planeado?

Entramos a escena y mi abuelo se nos acerco en cuanto nos vió...

—Aquí están los protagonistas de la noche, mi preciosa Talía y el joven Nell. Te pareces mucho a tu abuelo chico —enunció —¡Ah! Al parecer ya se están acostumbrando a estar unidos, eso es bueno, después de todo van a tener que estarlo —comentó con entusiasmo al notar nuestra unión de manos.

—Bueno señor no sé si a ella le agrade su modo de pensar, sin embargo haré lo posible para ganar la apuesta; ya que su bella nieta me tiene flechado —discursó él mirándome con lujuria, pero no mucha, algo sutil.

—Ustedes están muy motivados por lo que veo. Y cariño deberías tomar en cuenta que tú corbata está mal puesta —Los interrumpí para hacer mi movimiento y de paso arreglar ese nudo abultado ¿Acaso se hizo mal el nudo a propósito?

—Gracias mi amor —me contestó Nell.

—Bueno, espero que disfruten la velada, los dejaré solos para que puedan conversar a gusto. Luego del anuncio estarán muy ocupados —habló mi abuelo dejándonos solos.

¿Anuncio?

¿A qué se refiere mi abuelo?

¿Y por qué no sabía de esta celebración?

Aunque no es el aniversario de la empresa, ni el cumple de mis abuelos y mucho menos el aniversario de su boda; esas fechas las tengo marcadas en mi calendario.

Entonces ¿Cuál es el motivo de esta celebración?

Incluso el gobernador y demás políticos y empresarios de la ciudad están presentes. Espera... Alia no era hija del director del banco de la ciudad; ojalá que no me note, es más que no venga, que sepa de mi prometido mañana, no hoy.

¡Espera! Si el gobernador está aquí... ¿Su hijo también estará presente?

—¿Nell, que haces aquí? Estás guapísimo como siempre, ¿a que se debe tu presencia en este evento? ¡Sabes que hoy el viejo Sirhe va a revelar la identidad de su adorada nieta! De seguro es una chiquilla toda fea y loca, con mal gusto en la moda —comentó una mujer con un escote demasiado exagerado, creo que esa es a la que hice pasar el ridículo aquel día, parece que es una chismosa además de infantil y codiciosa fémina.

—Por Dios Arlen deja de ser tan fisgona, además ¿qué haces aquí? —le preguntó tratando de que no lo tomara del brazo.

Yo al ser de estatura baja y estar de un lado tomada de brazos con él, al parecer la chica no me noto, o simplemente pensaba que era una chica cualquiera y no yo, la pequeña que la hizo ver como idiota y alborotadora.

La noche será interesante...

—Es que no sabes que soy hija del dueño del banco, como la hija mayor debo estar aquí y al parecer no fue mala idea venir —Escuché que dijo con un tono sexual —¿Qué dices si nos vamos a un lugar donde podamos hablar solos...y recordar los viejos tiempos?

—Entonces mi amor, no me vas a presentar a tu amiga —enuncie para que ella se percatara de mí.

Tal parece que su sonrisa de perra en celo se esfumó al verme agarrada a Nell.

Pobrecita...