Me despedí de mami y comencé a caminar hacia el instituto, junto a mí veía adolescentes con el mismo uniforme que yo, pero solo unos pocos.

Observaba los establecimientos ya abiertos sirviendo al público, a personas con traje yendo en sus autos, todo un paisaje urbano.

Llegué al edificio más feo y con colores cutres, gracias de nuevo al gobierno por brindar unos recursos tan “fantásticos" para la formación de nuevos profesionales en el país.

Entré por el portón y me senté en uno de los bancos más cercanos a dicha entrada metálica, pasados diez minutos Alia y la muchedumbre atrás de ella hicieron su aparición dramática cual película de superhéroes, en este caso, ellos eran los villanos.

Enseñando el escote, con la falda más corta de lo establecido, unos labios color magenta y un bolso de esos que valen un riñón, que creo que “supuestamente” ahí están sus libros y útiles escolares.

Comencé a fotografiar como paparazzi acosador y cuando pasó por donde mí me lanzó su costoso accesorio, la postguerra había empezado...

—Oye cuatro ojos, ciega falta de glamour recoge mis útiles, por tú culpa mi hermoso bolso importado se ha caído ¡Anda que no tengo todo el día! —exigió con su chillona voz.

—Tú eres la que debe recogerlo, no yo querida, además tengo un hermoso nombre para que me andes llamando como se te antoje —le dije yendo a mi clase de biología.

Maldita travesti, eso es lo que parece, inventando ser una mujercita a tan corta edad cerebral, bueno si es que todavía le queda materia gris en su cabecita llena de extenciones, ya que ni tiene mucho cabello la pobre.

Tomé mis horas de clases de lo más pacífica y confortable a pesar de que Alia y la delegada tuvieran sus miradas asesinas puestas en mí, me sentí como actriz acosada por sus mayores fans...

Me dirigí al recreo y me senté en la biblioteca; en el suelo, recostada en el último estante, al fondo del lugar para que nadie me molestara.

—Hola —saludó Peters pasados quince minutos de mi lectura —¿Puedo sentarme?

—Claro, es una biblioteca para todos —afirme.

—Quiero preguntarte... ¿Quiénes eran los chicos con los que te ví el fin de semana? —soltó diciendo su duda tocando sus manos con impaciencia, se vió como cachorrito de lobo gruñendo.

Yo al final no pude resistir, y le conté todo, incluso continúe hablando de regreso al aula; sabía que no era un chismoso, como un par de estudiantes metiches que buscan atención, y que podía confiar en él, ya que no hablaba casi con nadie e ignoraba a las personas que consideraba de intelecto inferior y que no le aportarían nada a su persona.

Él puso muchas expresiones que jamás las había visto plasmadas en su rostro, pero solo le conté lo que debía saber no “mis cosas privadas” como besos, golpes dados por mí y por no contar dichos sucesos quedó más confundido que al principio.

Dije y oculte cosas solo eso, después de todo no debes contar todo lo que te ocurre, siempre habrán oídos y paredes invisibles para esa clase de cosas...

—¿Así que Talía tiene un prometido? —me preguntó la mismísima arpía de Alia, los rumores se esparcen más rápido que la droga, aunque a fin de cuentas si quiere saber que sepa, me vale madres lo que me diga o haga.

—Si, es cierto —afirme —¿Quieres saber quién es? —le cuestioné fingiendo ingenuidad.

—No gracias, seguro es un viejo gordo y feo de quien serás esclava el resto se tu miserable vida, solo quería confirmar lo que escuché —enunció lo más alto posible y haciendo muecas dignas de un bufón.

—Tal vez lo conozcas algún día —le dije —Y si es horrible, quisiera alejarlo de mí, pero no puedo, necesito ayuda —hable con la voz entrecortaba haciendo el papel de una damisela en apuros.

—Si lo traes a la escuela mañana, tal vez te ayude a que lo eches fuera de tu vida —me sugirió.

—Esta bien. Le diré que venga a recogerme —le dije antes de que llegara el profesor.

¡Por Dios! Esta chica cree todo lo que digo, es tan inocente en cierto modo e ignorante, si ella quiere ver a Nell yo no tengo ningún problema, ahora si ella cae como animal en celo por él, pues me va a odiar o va a querer se mi amiga.

¿Cuál será su reacción?