Las féminas no dejaban de lanzar suspiros en el restaurante familiar, parecían lobas liberando su excitación al conocer un macho alfa bien parecido.

Yo me sentí muy fuera de lugar en el ambiente, a diferencia de ellas yo me asemejaba a una linda víbora, observando desde las sombras.

—¿Y ahora qué tienes mi amor? —interrogó recostado en la mesa ¿Que eres un niño? ¡Siéntate bien!

—Tengo hambre, pero no me puedo decidir querido —le contesté haciendo énfasis en la última palabra, quería ver cómo iban a reaccionar estás depredadoras, así que le puse un poco del factor adorable y cariñoso.

De volada Nell tomó una buena postura en la mesa y continuaba sonriendo ¿acaso no le duele su mandíbula?

«Si está feliz todo bien» —pensé al mirarlo.

—Hermosa puedes elegir lo que quieras, después de todo eres mi esposa bella —enunció con orgullo.

Ja, ja, ja ciertamente cree que me tiene en la bolsa y creo que está siendo lo contrario, pero nadie sabe y pues la atención recibida después de que él dijo las palabras “Esposa bella” las mujeres presentes interesadas en mi idiota prometido dirigieron sus ojos hacía mí.

“Una niñita emo y sin clase”.

“Tan joven y ya está casada”.

“Ellos realmente no combinan”.

La críticas que susurraron habían tocado un punto delicado en mí, aunque estoy acostumbrada al acoso en la escuela y a que hablen mal de mi aspecto o el estilo obscuro y sombrío que visto; oir que la gente de la calle también te hablé así es un poco doloroso, pero yo no iba a dejar que eso me afectará, si pude con las palabras mal dichas de Aria, un par de arpías que no han tenido una relación con un hombre en meses o quizás años, no será un problema.

—Listo ya esta, sé que voy a comer —hablé decidida.

—¿Ya? ¿Estas bien cariño? —interrogó —¡Mesera! —gritó para llamar a la chica —No te preocupes eres la única para mí —agregó acariciando mi rostro con sus grandes manos.

La escena era la típica del chico cuando trata de cosquistar a la virgen inexperta, eso si me dejó en shock, mis pupilas se dilataron y mi rostro era parecido a un cebolla gritona, sin las lágrimas.

—¿Díganme que van a ordenar? —enunció la mesera.

—¿Cariño te puedes acercar un poco más? —le pregunté al hombre.

—¡Si! —exclamó como si hubiera ganado un premio, pobrecito no sabe que lo uso para divertirme una rato.

—Podemos hacer ese tipo de “cosas” en otros lugares, aún soy joven y se ve como si fueras mi hermano o profesor —le susurré de forma seductora en su oído, bueno al menos lo intente no sé si resultó.

Por un momento sentí su respiración cambiar un poco, al alejarnos y volver a nuestro sitio melones andantes estaba con una expresión alegre por fuera, pero pude ver cómo apretó su bolígrafo y sus cejas dieron un sutil movimiento indicando incomodidad.

—Puedes acercarte —le indiqué a la chica —Sabes, eres irritante con ese par de senos siendo encarcelados en un sostén que apenas te sirve, si quieres darles un buen uso deja este lugar y ve a un burdel.

Con ese simple detonante Crista explotó en enojo y me propició una bofetada.

—¡Pero que crees que haces! —exclamó con furia Nell —¿Porque golpeas a mi novia? —preguntó tomándola por el brazo con el cual me golpeó.

Yo me quede cual damisela en apuros; los demás espectadores se quedaron conmocionados, algunos por el manotazo que recibí y los demás creo que fue por la declaración repentina de mi prometido.

Al fin pude obtener mi recompensa por la otra vez, parece que la trabajadora es muy fácil de persuadir y manipular con palabras.

—Yo... Lo siento señor cliente...no quise hacerlo —Se inclinó disculpándose.

—¿Este es el comportamiento del personal de este restaurante? ¿Agredir a sus clientes? —añadió tras escuchar las disculpas.

—Cariño no te preocupes, estoy bien solo fue un golpe leve —comenté para calmar su enojo colocándome en medio de él y la camarera.

—Pero...

—Nell, eres un adulto y tus acciones pueden traer consecuencias, no vez como te miran los demás, incluso algunos te pueden reconocer debido a la fama de la compañía que diriges ¿Podemos continuar con nuestra cita? —recité primero en un tono serio y lo endulce conforme más hablaba.

La chica con senos grandes fue salvada gracias a mí, y quedó en ridículo por haberme hecho lo que hizo, salió corriendo, creo que hacía la cocina y nosotros volvimos a colocarnos en nuestra mesa.

Parece que este “novio” va a ser muy divertido.