“Bienvenidos al Rincón del pollo” era lo que se escuchaba desde las bocinas del lugar, aunque también se oían los especiales de comida y pues la canción pegadiza del establecimiento.

—Si lo quieres asado o frito, el Rincón del pollo es tu mejor opción —canté con la música de fondo mientras llegábamos a nuestra mesa.

—¿Incluso te sabes la canción? —musitó el chico burlándose de mí.

—Oye no soy una gran cantante, pero me encanta este lugar y como no me sabría su himno; si me gane un peluche de pollito por cantarlo —enuncie orgullosa de mi hermoso Pío que por cierto ¿dónde lo metí? Bueno, lo buscaré en cuanto llegué a casa.

Él comenzó a reír a carcajadas, si se estaba burlando de mí, aún cuando llegamos a nuestra mesa en donde habían dos vasos de agua, que nos trajo la muy amable mesera junto con los menús, aunque no le quitó los ojos de encima a Eak riendo, parece que su peso no le importó a la chica.

—Gracias por tus servicios, te llamaremos en cuanto estemos listos para ordenar —interrumpí la observación de la fémina sonrojada ¿Ya estaba en ese estado? ¿Qué demonios tienen estos hombres? ¿Acaso están liberando hormonas cada segundo mínimo?

La chica se alejó de nosotros, y supongo que se ocupó de otras cosas mientras nos decidíamos, el inútil individuo ya me estaba hartando así que le enfríe la cabeza con la vaso con hielo que tuve a mi disposición; él porsupuesto que se enojo y yo me empecé a burlarse de él y después le dije:

—¿Ya decidiste que vas a ordenar? —Fue la interrogante que le lancé entre risas.

Él me miró feo, estaba enojado y se quitó el sacó, lo sacudió y me lo lanzó, yo lo colgué detrás de mi silla y continúe mirando el menú muy calmada; Eak mostró ser un caballero ya que quería tirar agua contra mí, pero se contuvo y lanzó un largo suspiro malhumorado.

—Talía la próxima vez que vayas a “enfriar mi cabeza” asegúrate de no estropear mi humor, bien —comentó —¡Ah! y solo tendrás dos platos para elegir así que piensa con cuidado —agregó.

¿Así que esta es tu venganza contra mí? Solo comer dos platos, bien, excelente; si crees que tendrás éxito en tu cometido, estás muy equivocado. Comencé a mostrar una sonrisa siniestra, el castaño me miró intrigado, de seguro quizo saber que pediré; la joven chica volvió para ver como estaba Eak debido al “incidente”, trajo consigo unas toallas para ayudar a secar su cabello y al irse me susurró “¿Podrías darme su número?” ¡O sea que! ¡Está loca, si yo apenas lo conozco!

—Ya decidí mi comida —hablé cerrando el menú colocándolo en la mesa.

—Que bien ¿y qué es? —preguntó con falso interés.

—No tengo porque decirte —contesté volteando la cabeza a un lado.

Él estuvo en silencio por varios segundos y luego dijo:

—Sea lo que sea, tendrás que decirle a la mesera así que ¿cuál es la diferencia de decirlo ahora?

—Buen punto, pero ya se lo que haré no te preocupes, mejor piensa en buscar una camisa y saco nuevos —le refute con ironía.

—Haz lo que quieras, niñita.

¿Qué fue lo que dijo? ¡Niñita yo! Entonces está empezando un pleito conmigo luego de mostrarse agradable y tímido, será que él no sabe lo mucho que detesto este tipo de personas que son víboras disfrazadas, parece que Nell y él tienen cierta similitud en su actitud.

Porque tengo que sufrir tanto, primero un mujeriego y ahora un lobo vestido de oveja, papaíto ¿porqué abriste el hocico? ¿Acaso no sabes lo frágil que es una adolescente en estos casos?

—Ya se han decidido —habló la chica en su traje con falda corta, incluso más que la de la escuela a la que asisto.

¿Ya no saben cómo atraer clientes que tienen que recurrir a esto?

—Si y ven acá dame una orden de esta, y esta bebida, no comeré postre “cierta persona” no me dejó elegir más de dos opciones del menú  —le dije señalando lo que sería mi almuerzo.

—Yo quiero el plato mediano de pollo asado, dos pastelillos de chocolate, una ensalada sin tomate y un zumo de naranja y melón —explicó detallando todo lo que comería intencionalmente para hacerme enojar.

La mesera se retiró a entregar la orden, y antes de irse le dió una mirada de reojo a Eak y se mordió el labio inferior ¿Cuán promiscua puede ser una mujer para intentar ligarse a un hombre? ¿En verdad debemos rebajarnos por alguien?