
Capítulo 84: Intenta callarme
POV Jade/Hermione
Estaba cansada, me relajé un poco al llegar a la sala común, sé que Harry se llevaba la mayor atención, pero una conmoción en el cuarto de los chicos me alertó, por dios, Harry ya explotó. Pensé mientras llevaba mi mano a mi frente con exasperación. Miré a Ron y subimos corriendo las escaleras.
- ¿Qué está pasando aquí? - dijo Ron y yo al instante desarmé a Harry, quien apuntaba a Seamus.
- ¡está metiéndose con mi madre! - gritó Seamus.
- ¿Qué? - se extrañó Ron - Harry nunca haría eso. Conocimos a tu madre y nos cayó muy bien...
- ¡Eso fue antes de que empezara a creer al pie de la letra todo lo que dice sobre mí ese asqueroso periódico! - exclamó Harry a grito pelado y rodé los ojos.
- ¡Oh! - dijo Ron, que empezaba a comprender - Ya veo...
- ¿Sabes qué? - chilló Seamus acaloradamente, lanzando a Harry una mirada cargada de veneno - Tiene razón, no quiero compartir dormitorio con él; está loco.
- Eso está fuera de lugar, Seamus - aseguró Ron, cuyas orejas comenzaban a ponerse coloradas, lo cual siempre indicaba peligro.
- ¿Fuera de lugar, dices? - chilló Seamus, que a diferencia de Ron estaba poniéndose muy pálido - Tú te crees todas las chorradas que cuenta sobre Quien-tú-sabes, ¿no? Te tragas todo lo que cuentan, ¿verdad? - acusó en nuestra dirección y rodé los ojos.
- ¡Pues sí! - contestó Ron muy alterado.
- Entonces tú también estás loco - afirmó Seamus con desprecio.
- ¿enserio vas a pelear con nosotros? - dije y me miró - escucha atentamente, puedo entenderlo de tu madre, pero tu has vivido con Harry y Ron en la misma habitación. Los conoces hasta cierto punto.
- Pero insultó a mi madre - exclamó.
- Calma - dije cortante y se miraron. Suspiré - no voy a decir que lo que hizo Harry está bien, porque no es así, no puedes despotricar en cualquier lugar así, sabes nuestra situación ahora - dije a Harry.
- Hermione - intentó decir Ron. Pero seguí.
- Entiendo su posición, porque me encuentro en la misma. Pero no sabe nada, todo el mundo quiere creer en el ministro porque también tienen miedo - dije a Harry. - Seamus, tú también deberías entenderlo, lo que pasó ese día, fue duro para nosotros, no puedes simplemente preguntarlo, no como seguramente te lo hiciste, sin esperar a que haya una reacción - dije y agachó la cabeza - salimos vivos por suerte.
- Lo siento - dijo mirándome algo arrepentido, a lo que le hice una señal con la cabeza para que también lo hiciera con Harry - lo siento Harry, no lo pensé así.
Como Harry no decía nada hice la misma seña.
- Yo... también lo lamento, han pasado muchas cosas... y creo que me terminé desquitando contigo y tu madre... - dijo agachando la cabeza.
- Ser el centro de atención y miradas juzgonas es duro, pero no creo que esa se a la manera correcta de tratar nuestros problemas, no vas a hacer que confíen en nosotros, no es bueno dividirnos, somos amigos, lo primero que hay que tener en cuenta es la confianza, aun si no queremos hablar - dije y Seamus y Dean asintieron.
- Entonces...
- ¿Hay alguien más cuyos padres tengan algún problema con Harry? - preguntó Ron algo confundido con lo que pasaba.
- Mis padres son muggles - dijo Dean encogiéndose de hombros - No saben nada de ninguna muerte ocurrida en Hogwarts porque no soy tan idiota como para contárselo.
- Eso es suerte, tus padres no reciben El Profeta. No se han enterado de que a nuestro director lo han echado del Wizengamot y de la Confederación Internacional de Magos porque está perdiendo la cabeza... - dijo Seamus algo estresado.
- Mi abuela dice que eso son tonterías - intervino Neville - Afirma que el que está perdiendo los papeles es El Profeta, y no Dumbledore. Así que ha cancelado la suscripción. Nosotros creemos en Cedric, Harry y Hermione - concluyó con rotundidad. Luego se metió en la cama y se tapó con las sábanas hasta la barbilla. - Mi abuela siempre ha dicho que Quien-tú-sabes regresaría algún día, y asegura que si Dumbledore dice que ha vuelto, es que ha vuelto.
- Vayamos a descansar, es algo tarde - dije suspirando - chicos, cuando decidamos hablar, solo tienen que estar ahí para nosotros, escucharnos, no juzgarnos. Eso es una verdadera amistad, yo confío en que lo entenderán en un futuro, pero si su opinión de lo que ven aquí en el día a día flaquea con un par de comentarios en nuestra contra ¿Qué clase de amigos quieren ser?
Tras decir eso, desaparecí por la puerta, estaba por ir directamente con las chicas, pero fui arrastrada a una habitación distinta, contigua a Harry. Era Tom, quien mie sonrió depositando un beso en mi frente.
- Lo triste es que ahora no puedo ir a ti tan fácilmente - dije y sonrió.
- Siempre está la opción de dormir conmigo a través de tus portales. - sugirió.
- No voy a dejar sola a Olivia con Lavender y Parvati, no se como saldría esa loca combinación de personalidades. - dije y suspiró.
- Siempre que quieras, sabes que estaré esperando por ti - dijo escuché un carraspeo.
- Estaremos - aclaró Lucas - somos pocos en este dormitorio, pero seguimos existiendo - Kyle asintió de acuerdo con él.
- Bueno, nos vemos mañana - dije mientras le daba un beso en la mejilla a Tom y salía rumbo a mi habitación.
(...)
Bajamos rápidamente, mientras me acercaba al GC, Harry parecía de mal humor, contrario a los hechos del libro, Lavender no dudó en creerme, ella junto a las demás chicas estuvieron cuando estuve en un largo lapso de depresión después de que pasará ese irremediable cierre del torneo. Solo que ella no me ha preguntado porque teme escucharlo, saber lo que pasó.
Vi a Theo y Blaise acercarse, pero antes de poder hablar con ellos, sentí como me cargaban, para hacerme cosquillas, a lo que comencé a reír sin poder controlarme, llamando la atención, eso me llevó a los recuerdos de mis hermanos, quienes hacían eso para animarme cuando estaba triste o estresada.
Salí de ese momento cuando nos separaron y otros brazos me cargaban, fue todo muy rápido, pero según lo entendía, me encontraba en los brazos de Theo, quien tenía una pelea de miradas con Kyle. Ante eso suspiré mientras intentaba regularizar mi respiración.
- No puedo creerlo, ¿puedo preguntar cuantos son? - dijo al cielo - ¿cómo se multiplican cual plaga?
- Kyle... - advertí.
- Hey, no es mi culpa, es de ellos, tu te estabas riendo en mis brazos, juntarte con estos tipos te va a amargar - dijo con simpleza.
- Creo que quisiste intercambiar papeles con ellos - dije alzando una ceja.
Cuando estaba por contestar, vi a Angelina caminar en nuestra dirección, sonreí espléndidamente sorprendiendo a Kyle, mientras me impulsaba para abrazar a Angelina, que algo sorprendida me sostuvo.
- ¡Hola, Angelina! - dije contenta y ella parpadeo varias veces.
- ¡Hola! - contestó ella con brío/animo - ¿Qué tal las vacaciones? - Y sin esperar respuesta, añadió - Me han nombrado capitana del equipo de quidditch de Gryffindor.
- ¡Qué bien! - dijo Harry sonriéndole.
- Sí, bueno... Necesitamos un nuevo guardián ahora que Oliver se ha marchado. Las pruebas serán el viernes a las cinco y quiero que venga todo el equipo, ¿está bien? Tenemos que ver quién encaja mejor en esa posición. Aunque ya me estoy haciendo una idea de quien sería un buen prospecto - dijo mientras me miraba de soslayo.
- De acuerdo -contestó Harry. A lo que terminó por mirarme esperando mi afirmación.
- Nunca me lo perdería - afirmé. Angelina le sonrió y se fue.
- Ya no me acordaba de que Wood se marchó - comentó Ron con vaguedad mientras se sentaba. - Supongo que el equipo lo notará, ¿no?
- Supongo - contestó Harry, y se sentó en el banco de enfrente - Era un buen guardián...
- Era entregado al equipo de Gryffindor - aclaré mientras me acercaba lo primero que vi para desayunar - sigue su pasión por el quidditch, es algo admirable, sus prácticas son duras, pero parece muy motivado a ser todo un profesional.
- Espera... - dijo Fred, quien parecía procesar mis palabras - ¿sigues en contacto con Oliver?
- Claro, aunque no estoy obligada a informarles eso - dije encogiéndome de hombros.
- ¿te gusta? - dijo Harry y me tensé, mi mente viajó al día en que nos besamos.
- Lo extraño - contesté.
- Eso no responde mi pregunta - dijo Harry y todos me miraron.
- No empiecen ¿sí? Solo... - busqué las palabras - era muy amable y compartíamos esa pasión por el quidditch, además de que me distraía y desestresaba junto a él cuando pensábamos en nuevas técnicas. - expliqué.
- Entonces si te gusta - dijo Kyle con obviedad y lo fulminé con la mirada, a lo que sonrió socarronamente.
- Pues mucho más que tú, sí - dije y me miró ofendido.
- De todos modos, no irá mal un poco de sangre nueva, ¿verdad? - comentó Ron intentando cambiar de tema.
De repente se oyó como un rugido, y cientos de lechuzas entraron volando por las ventanas más altas. Bajaron hacia las mesas del comedor y llevaron cartas y paquetes a sus destinatarios, a quienes rociaron con gotas de agua; evidentemente, fuera estaba lloviendo.
Tuve que apartar con rapidez mi zumo de naranja para dejar sitio a una enorme y chorreante lechuza que llevaba un empapado ejemplar de El Profeta en el pico. Tenía que revisar si Skeeter también pidió favores para mi en el profeta.
- ¿Todavía recibes El Profeta? - preguntó Harry con fastidio.
- Será mejor que te controles Harry - advertí mientras ponía un knut en la bolsita de piel que la lechuza llevaba atada a la pata y el ave volvía a emprender el vuelo.
- Yo ya no me molesto en leerlo. Sólo cuentan tonterías. - comentó Ron.
- Es conveniente ver si puede tener impacto cuando comienzas a mover tus contactos - dije encogiéndome de hombros mientras buscaba cuidadosamente.
- ¿qué? - dijeron y sonreí.
- Nada - me limité a decir.
- ¿Qué influencias? - dijo y de repente Ron pareció comprender, pero antes de que hablara le llené la cara de puré, haciéndolo callar.
- Solo me tenías que decir que me callara ¿sabes? - dijo mientras escuchaba risas a nuestro alrededor, culpa mía.
- Lo siento, pero tienes una enorme boca y no sabes poner filtros cuando hablas. - dije pasándole una servilleta.
- ¿gracias? - dijo y rodé los ojos.
- Ajá - dije sonriendo, lo había logrado, era pequeño, casi imperceptible si no lo lees con atención, pero impactante al final.
- ¿qué? - dijo Harry.
- ¿ya miraron el horario? - dije guardando el periódico. - es el peor lunes de la vida.
- ¿qué? ¡Oh, no! es cierto lo que tenemos hoy apesta! - gruñó Ron - Historia de la Magia, clase doble de Pociones, Adivinación y otra sesión doble de Defensa Contra las Artes Oscuras... ¡Binns, Snape, Trelawney y Umbridge en un solo día! Espero que Fred y George se den prisa y se pongan a fabricar ese Surtido Salta clases...
- Tienen algunas dificultadas con eso, así que van a tardar un poco más de lo esperado ¿no? pero si te quieres arriesgar no tenemos problemas. - dije y me miraron.
- ¿no tenemos que dar el ejemplo ya que somos prefectos? - dijo Ron alzando una ceja.
- Claro, somos prefectos, pero no perfectos, además, mientras hagan las cosas con moderación, no tengo inconvenientes, es una buena idea para ir promocionando la tienda. - dije y Tom me miró junto a los demás.
- ¿Qué tienda? - dijo Kyle.
- Por ahora no pregunten, todavía seguimos discutiendo el nombre - dije y ellos suspiraron.
- Es que eres demasiado necia, Sortilegios Granley suena bien. - dijo Fred.
- Me gusta más Sortilegios Weasley, como debe ser, yo solo proporcioné algunos juguetes de bromas, ustedes están viendo lo demás, yo estoy bien con que una sección de los productos lleve mi nombre.
- Nosotros estamos viendo lo comercial, pero sin ti y tu ayuda financiera, no seríamos nada - dijo y suspiré.
- ¿ayuda financiera? Hermione ¿tienes dinero? - dijo Ron extrañado, pues conocía a mis padres, quienes eran de clase media.
- Solo son mis ahorros - dije con simpleza y los gemelos carraspearon nerviosos volviendo a comer.
- Es cierto, ¿Qué van a hacer con los TIMOS? - Dijo de pronto George - espero que para este curso hayas abandonado materias Hermione, o vas a entrar en un colapso nervioso - ¿Por qué tienen la necesidad de redirigir la atención hacia mí?
- No voy a abandonar nada, ya he preparado un horario específico para lograr el rendimiento esperado este año y el próximo, además, es bueno para mi currículo - comenté y los gemelos me miraron junto a Tom.
- ¿currículo? ¿Eso si quiera lo necesitas? - dijo George divertido.
- Nunca se sabe cuando lo necesitaré, la mejor forma de dominar el mundo es apuntando al mejor cargo - dije sonriendo con suficiencia.
- ¿planeas entrar al ministerio? / ¿quieres dominar el mundo? - dijeron Fred y George al mismo tiempo.
- No lo sé todavía, y es una respuesta a ambas preguntas - dije sonriendo.
Pronto capté la mirada de sorpresa de Harry y Ron, por lo que voltee y vi una escena que adoraba ver, era Tom quien me miraba con una sonrisa de enamorado, al notar que lo miré me sonrió con coquetería, pero no pude evitar sonreír con ternura.
- Entonces lo que tu quieres aportar a la tienda de Fred y George son tus productos de broma ¿no? - dijo Harry al instante llamando mi atención.
- Si, aunque lo mío solo es un plus - dije encogiéndome de hombros.
- Bromeas, tus productos son los mejores. - dijo Lee Jordan, para sorpresa de todos.
- Por mucho superiores. - dijo Fred.
- Y de la mejor calidad. - completó George sin quedarse atrás.
- Es cierto, Hermione ¿de dónde sacas el dinero para los materiales de tus productos? ¿con cuanto los apoyó? - dijo Ron.
- Tenemos que ir a clases - dije en un intento de desviar el tema.
- Hermione, enserio, contesta - dijo y miré a los gemelos con reproche y suspiré.
- Vendí varias partes del basilisco tras lo ocurrido en segundo año - dije y me miraron con sorpresa todos. - ¿qué? la sangre de basilisco se vende muy bien, además del veneno, no sé que hacer todavía con el esqueleto, ¿un museo tal vez? Si, en el futuro pondré un museo "las aventuras del trío de oro" Gracias Ronald - dije y me miró con sorpresa.
- Acaba de decir que usará eso como producto comercial - dijo Lee con sorpresa.
- ¿si quiera seremos comerciales en el futuro? - dijo Harry alzando una ceja - nos odian y juzgan de mentirosos.
- Tranquilos, lo que pasa ahora se resolverá al fin de curso - dije encogiéndome de hombros.
- ¿Cómo estás tan segura? - cuestionó Harry y lo miré alzando una ceja, suspiró - estadística y probabilidad, son predecibles - dijo y reí para despeinar su cabello más de le usual, vi un leve sonrojo en él.
- Bien dicho, pero creo que este fin de semana será momento de que hablemos - dije y me miró con sorpresa. - hay ciertas cosas que debemos hacer.
- ¿Cómo qué? - cuestionó Tom colocándose en medio mientras caminábamos a la primera clase.
- Oclumancia - dije y pareció entender.
- Entonces te ayudaré - dijo Tom y sonreí.
(...)
Aquel día tuvimos que soportar tres cuartos de hora de una inalterable perorata sobre las guerras de los gigantes. En vez de regañar a Harry y Ron con la mirada por no poner atención, pude pasar gran parte de la clase mandándome notas con Tom acerca de lo que sabíamos de la guerra de los gigantes.
Estaba lloviendo, yo aproveché para intentar alejarme con Tom, en busca de Olivia y Lucas, pero al parecer Harry y Ron tenían otro tipo de pensamientos, pues se nos acercaron para hablar de los posibles temas que veríamos en pociones, a lo que Tom dijo de forma cortante que leyeran sus libros y averiguaran cual era la poción más difícil.
Los chicos parecieron ofendidos, le había comentado algo de la personalidad de Snape, por lo que pareció no sorprenderle, a cinco minutos, nos dirigimos rápidamente hacia la que serían las dos horas más pesadas del día, no iba a negar que Snape era bueno enseñando, haciendo de lado su mal humor, realmente sabía de pociones.
Harry se había rezagado junto a Ron siendo abordado por Cho, lo que agradecía, ante eso, recibí muchas miradas y susurros molestos, pero todo eso pasó a segundo plano cuando Tom tomó mi mano con cariño. ¿acaso este año tendría un romance de colegio tipo manga? Siempre me ha gustado ser espectadora, pero creo que ahora, al lado de estos chicos que me hacen feliz, no suena tan mal.
Pronto llegó Snape y nos adentramos al aula, no estaba segura de si sentarme con Harry y Ron, pero antes de poder tomar una decisión, aparecieron Olivia y Lucas, al instante Lucas hizo a un lado a Tom con gracia sentándose rápidamente junto a mí, Olivia no perdió el tiempo y repitió la acción de Lucas, algo era seguro, esta clase sería todo, menos tranquila.
- Silencio - ordenó Snape con voz cortante al cerrar la puerta tras él, a lo que Lucas hizo una mueca.
En realidad no había ninguna necesidad de que impusiera orden, pues en cuanto los alumnos oyen que la puerta se cierra en el aula de pociones, se quedan quietos y callados. Por lo general, la sola presencia de Snape bastaba para imponer silencio en el aula. Tom terminó sentándose junto a Harry y Ron de mala gana.
- Antes de empezar la clase de hoy - dijo Snape desde su mesa, abarcando con la vista a todos los estudiantes y mirándolos fijamente - creo conveniente recordarles que el próximo mes de junio realizarán un importante examen en el que demostrarán cuánto han aprendido sobre la composición y el uso de las pociones mágicas. Pese a que algunos alumnos de esta clase son indudablemente imbéciles, espero que consigan un «Aceptable» en el TIMO si no quieren... contrariarme. - Esa vez su mirada se detuvo en Neville, que tragó saliva - Después de este curso, muchos de ustedes dejarán de estudiar conmigo, por supuesto - prosiguió Snape - Yo sólo preparo a los mejores alumnos para el ÉXTASIS de Pociones, lo cual significa que tendré que despedirme de algunos de los presentes.
Entonces miró a Harry y torció el gesto. No puedo creer que ya estaba por empezar, cada año bate récord de lo idiota que puede sonar al mandar indirectas.
- Pero antes de que llegue el feliz momento de la despedida tenemos todo un año por delante - anunció Snape melodiosamente, esas eran las notas que suenan antes de la tragedia - Por ese motivo, tanto si piensan presentarse al ÉXTASIS como si no, les recomiendo que concentren sus esfuerzos en mantener el alto nivel que espero de mis alumnos de TIMO.
- Pan comido - susurre lo suficientemente audible como para que Lucas y Olivia oyeran y sonrieran.
- Hoy vamos a preparar una poción que suele salir en el examen de Título Indispensable de Magia Ordinaria: el Filtro de Paz, una poción para calmar la ansiedad y aliviar el nerviosismo. Pero les advierto: si no miden bien los ingredientes, pueden provocar un profundo y a veces irreversible sueño a la persona que la beba, de modo que tendrán que prestar mucha atención a lo que están haciendo.
- Si son malos en pociones, hablen ahora para que cambie de asiento - dije al ver las caras de nervios de Olivia y Lucas - ¿no me dijeron que era pan comido?
- Los ingredientes y el método - continuó Snape, y agitó su varita - están en la pizarra. - En ese momento aparecieron escritos - Encontrarán todo lo que necesitan - volvió a agitar la varita - en el armario del material. - A continuación, la puerta del mueble se abrió sola - Tienen una hora y media. Ya pueden empezar.
Como había imaginado, algunas cosas siguen igual, sonreí, troné mí cuello en dos movimientos y puse manos a la obra. Había que echar los ingredientes en el caldero en el orden y las cantidades precisas; había que remover la mezcla exactamente el número correcto de veces, primero en el sentido de las agujas del reloj y luego en el contrario; y había que bajar el fuego, sobre el que la pócima hervía lentamente, hasta que alcanzara los grados adecuados durante un número determinado de minutos antes de añadir el último ingrediente.
- Ahora un débil vapor plateado debería empezar a salir de su poción - advirtió Snape cuando faltaban diez minutos para que concluyera el plazo.
Yo estaba tranquila, Olivia y Lucas parecían estar haciéndolo bien, mientras que Kyle parecía sumamente tranquilo, Tom me sonrió, mientras veía nuestros calderos emitir ese vapor plateado de forma orgullosa.
Harry por otro lado, sudaba mucho, y miró alrededor de la mazmorra, desesperado, su caldero emitía grandes cantidades de vapor gris oscuro; el de Ron, por su parte, escupía chispas verdes. Seamus intentaba avivar con la punta de la varita las llamas sobre las que estaba colocado su caldero, pues amenazaban con apagarse.
Al pasar a mi lado, Snape acercó su ganchuda nariz al interior sin hacer ningún comentario, lo cual significaba que no había encontrado nada que criticar, así que sonreí, lo mismo pasó con Tom y Kyle. No dijo nada a Olivia o Lucas, la verdad es que ni siquiera los miró. Al llegar junto al caldero de Harry, sin embargo, Snape se detuvo y miró su contenido con una espantosa sonrisa burlona en los labios.
- ¿Qué se supone que es esto, Potter? - ante eso varios se levantaron para verificar lo que estaba en el caldero de Harry.
- El Filtro de Paz - contestó muy tenso mientras Tom rodaba los ojos.
- Dime, Potter - repuso Snape con calma - ¿sabes leer? - Draco no pudo contener la risa, pero lo callé con una mirada.
- Sí, sé leer - respondió Harry sujetando con fuerza su varita.
- Léeme la tercera línea de las instrucciones, Potter.
- "Añadir polvo de ópalo, remover tres veces en sentido contrario a las agujas del reloj, dejar hervir a fuego lento durante siete minutos y luego añadir dos gotas de jarabe de eléboro."
- ¿Has hecho todo lo que se especifica en la tercera línea, Potter?
- No - contestó él en voz baja.
- ¿Perdón?
- No - repitió Harry elevando la voz - Me he olvidado del eléboro.
- Ya lo sé, Potter, y eso significa que este brebaje no sirve para nada. ¡Evanesco! -La pócima de Harry desapareció - Los que hayan conseguido leer las instrucciones, llenen una botella con una muestra de su poción, etiquétenla claramente con su nombre y déjenla en mi mesa para que yo la examine -indicó luego Snape - Deberes: treinta centímetros de pergamino sobre las propiedades del ópalo y sus usos en la fabricación de pociones, para entregar el jueves.
Me esperé para ser la última en pasar con Snape y lo miré de mala manera, a lo que él me miró con molestia.
- El no es James y lo sabe - dije y frunció el ceño.
- Su poción era pésima - contestó con simpleza.
- La de Goyle era peor - dije alzando una ceja con incredulidad, mientras dejaba mi poción y me iba para alcanzar a los chicos. - Gryffindor no tiene la culpa de lo que le pasó, y Harry tampoco. - dije mientras cerraba su puerta.
Llegué al comedor y Tom me había guardado un asiento, apenas me senté, comenzó a servirme comida, a lo que sonreí y lo miré, él captó mi sonrisa y detuvo sus movimientos un instante.
- Aparté un poco de comida para ti, tienes que comer bien, todavía quedan clases horriblemente pesadas según me dices. - dijo y sonreí, tal vez era porque se encontraba cerca, o incluso por impulso, pero le di un beso en la mejilla. Este sonrió.
- Con permiso, abran espacio - dijo Kyle metiéndose en medio por debajo de la mesa. - gracias - dijo pasando una mano por mi hombro, dicha mano la golpee sin piedad - ¡Auch! De nada - sonrió.
Fue entonces que me percaté de las miradas de varios ojos curiosos sobre mí, una de las más pesadas, sin embargo, era Lavender, quien parecía querer todos los detalles. Mientras tanto, cuando miré a la mesa de Slytherin, Theo y Draco parecían fulminar a alguien con la mirada, fue entonces que me fijé en Tom, quien sonreía con superioridad hacia ellos.
Harry, por otro lado, apartó su pudin de carne y patatas, se colgó la mochila del hombro y abandonó el GC.
(...)
Pasé mi clase de adivinación sin problemas, aunque tendría un leve problema con respecto al diario de sueños, Harry parecía molesto, pero no decía nada, no me dirigía la palabra, suspiré, Tom no estaba en esta clase, él tomaba la otra clase. Pero solo faltaba un rato para estar con él en esa clase. Mientras, en vez de sentarme con los chicos, me senté con Olivia y Kyle, pues Lucas parecía renuente a entrar a esta clase.
Mi hora con la profesora Vector fue un alivio, estuve aunque antes de poder sentarme con Tom, fui abordada por Pansy. Evité con total destreza a Blaise, Draco y Theodore, no estaba lista para afrontar sus preguntas acerca de los chicos, sobre todo después de lo pasado en el GC. Creo que esperaría un poco, terminaría la clase con Umbridge y después afrontaría a los chicos.
Cuando entramos al aula de Defensa Contra las Artes Oscuras, Umbridge ya estaba sentada en su sitio. Todos guardaron silencio en cuanto entraron en el aula; Umbridge todavía era un elemento desconocido y nadie sabía lo estricta que podía ser a la hora de imponer disciplina, por lo que es una decisión prudente.
- ¡Buenas tardes a todos! - saludó a los alumnos cuando por fin éstos se sentaron. Unos cuantos respondieron con un tímido "Buenas tardes"
- ¡Ay, ay, ay! - exclamó - ¿Así saludan a su profesora? Me gustaría oíros decir: "Buenas tardes, profesora Umbridge." Volvamos a empezar, por favor. ¡Buenas tardes a todos!
- Ay que horror - susurré con cansancio.
- Buenas tardes, profesora Umbridge - gritó la clase.
- Eso está mucho mejor - los felicitó con "dulzura" - no ha sido tan difícil ¿cierto?
- Prefiero arrancarme el pie a mordiscos - bufé y Tom sonrió con comprensión.
- Guarden las varitas y saquen las plumas, por favor.
Unos cuantos alumnos intercambiaron miradas lúgubres; hasta entonces la orden de guardar las varitas nunca había sido el preámbulo de una clase que hubieran considerado interesante. Cuando intenté sentarme con Harry y Ron, me detuve ante la mirada que me mando Harry.
- ¿Ya te quieres sentar con nosotros? - dijo y lo miré consternada - Parecía que la compañía de él y tus amigos era más interesante que estar con nosotros, ellos si están al nivel ¿no? - dijo - esta bien, Neville se sentará con nosotros.
- Harry - llamó Ron ante sus palabras, parecía no creer lo que oía.
- Esta bien, señor pubertad - dije mientras me dirigía junto a Tom, quien miró con sumo odio a Harry para después abrirme la silla con una sonrisa.
Umbridge abrió su bolso, sacó su varita, que era inusitadamente corta, y dio unos golpecitos en la pizarra con ella; de inmediato, aparecieron las siguientes palabras: Defensa Contra las Artes Oscuras: regreso a los principios básicos.
- Muy bien, hasta ahora su estudio de esta asignatura ha sido muy irregular y fragmentado, ¿verdad? - afirmó Umbridge volviéndose hacia la clase con las manos entrelazadas frente al cuerpo - Por desgracia, el constante cambio de profesores, muchos de los cuales no seguían, al parecer, ningún programa de estudio aprobado por el Ministerio ha hecho que estén muy por debajo del nivel que nos gustaría que alcanzaran en el año del TIMO.
- ¿enserio? - susurró Tom sin poder dar crédito a lo que oía.
- Sin embargo, les complacerá saber que ahora vamos a rectificar esos errores. Este año seguiremos un curso sobre magia defensiva cuidadosamente estructurado, basado en la teoría y aprobado por el Ministerio. Copien esto, por favor.
Volvió a golpear la pizarra y el primer mensaje desapareció y fue sustituido por los "Objetivos del curso".
1. Comprender los principios en que se basa la magia defensiva.
2. Aprender a reconocer las situaciones en las que se puede emplear legalmente la magia defensiva.
3. Analizar en qué contextos es oportuno el uso de la magia defensiva.
Durante un par de minutos en el aula sólo se oyó el rasgueo de las plumas sobre el pergamino. Cuando los alumnos copiaron los tres objetivos del curso de Umbridge, ésta preguntó.
- ¿Tienen todos un ejemplar de Teoría de defensa mágica, de Wilbert Slinkhard? - Un sordo murmullo de asentimiento recorrió la clase - Creo que tendremos que volver a intentarlo - dijo Umbridge - Cuando les haga una pregunta, me gustaría que contestaran "Sí, profesora Umbridge", o "No, profesora Umbridge". Veamos: ¿tienen todos un ejemplar de Teoría de defensa mágica, de Wilbert Slinkhard?
- Sí, profesora Umbridge -contestaron los alumnos al unísono mientras mis amigos y Tom me veían de reojo y yo les daba la típica cara de "se los dije".
- Estupendo. Quiero que abran el libro por la página cinco y lean el capítulo uno, que se titula "Conceptos elementales para principiantes". En silencio, por favor.
Umbridge se apartó de la pizarra y se sentó en la silla, detrás de su mesa, observándonos atentamente con aquellos ojos de sapo con bolsas. Este libro era extremadamente aburrido, era fácil deducirlo, así que simplemente no lo abrí.
Miré a Tom y este optó por lo mismo que yo, Kyle solo jugaba con la silla mirando todo con desinterés, al ver que Tom y yo no pensábamos abrir el libro, Lucas y Olivia decidieron seguirme en esta aventura suicida para fastidiar a la cara de sapo. Así que le mandé una nota a Olivia y a Lucas para que comenzaran a mover las aguas, ya que, dado mi situación actual, esa vieja casca rabias no me haría caso.
Al instante Olivia y Lucas asintieron y Olivia alzó la mano y carraspeo llamando la atención de todos. Umbridge la miró unos segundos, pero cuando Lucas también alzó la mano, todos en el salón decidieron dejar de leer y prestar atención a la situación, yo sonreí.
- ¿Quería hacer alguna pregunta sobre el capítulo, querida? - le dijo a Olivia como si acabara de reparar en ella.
- No, no es sobre el capítulo.
- Mire, ahora estamos leyendo - repuso Umbridge mostrando sus pequeños y puntiagudos dientes - Si tiene usted alguna duda podemos solucionarla al final de la clase.
- Tengo una duda sobre los objetivos del curso - aclaró. A lo que Umbridge arqueó las cejas.
- ¿Cómo se llama, por favor?
- Caroline Allen.
- Mire, señorita Allen, creo que los objetivos del curso están muy claros si los lee atentamente - dijo la profesora Umbridge con decisión y un deje de dulzura.
- Pues yo creo que no - solté sin miramientos haciendo que todos voltearan hacia mi.
- Por favor, levante la mano si quiere hacer un comentario, señorita... - antes de que terminara tenía la mano alzada y continue.
- Granger. - puntualicé - Ahí no dice nada sobre la práctica de los hechizos defensivos. - señalé y Tom me miró junto a Kyle.
Se produjo un breve silencio durante el cual muchos miembros de la clase giraron la cabeza y se quedaron mirando con el entrecejo fruncido los objetivos del curso, que seguían escritos en la pizarra. Me recosté en mi asiento mientras todo comenzaba a moverse.
- ¿La práctica de los hechizos defensivos? - repitió la profesora Umbridge con una risita - Verá, señorita Granger, no me imagino que en mi aula pueda surgir ninguna situación que requiera la práctica de un hechizo defensivo por parte de los alumnos. Supongo que no espera usted ser atacada durante la clase, ¿verdad?
- ¡¿Entonces no vamos a usar la magia?! -exclamó Ron en voz alta.
- La mano señor...
- Weasley - dijo Ron, y levantó una mano.
Umbridge, con una amplia sonrisa en los labios, le dio la espalda. Harry, Olivia, Lucas y yo levantamos la mano.
- ¿Sí, señorita Allen? ¿Quiere preguntar algo más?
- Sí - contestó ella - Es evidente que el único propósito de la asignatura de Defensa Contra las Artes Oscuras es practicar los hechizos defensivos, ¿no es así?
- ¿Acaso es usted una experta docente preparada en el Ministerio, señorita Allen? -le preguntó Umbridge con aquella voz falsamente dulce, por un momento vi como el fuego de furia danzaba en su espalda.
- No, claro que no profesora - dijo con una sonrisa tensa, si rascaban más saldría la mexicana que tenía dentro.
- Pues entonces me temo que no está cualificada para decidir cuál es el "único propósito" de la asignatura que imparto. Magos mucho mayores y más inteligentes que usted han diseñado nuestro nuevo programa de estudio. - oh, oh, le dijo estúpida, ya podía ver saltando su vena de molestia - Aprenderán los hechizos defensivos de forma segura y libre de riesgos...
- ¿De qué va a servirnos eso? - inquirió Harry en voz alta, haciendo que rodara los ojos, "no te ayudas Potter" - Si nos atacan, no va a ser de forma...
- ¡La mano, señor Potter! - canturreó la profesora Umbridge. Harry levantó un puño.
Una vez más, Umbridge le dio rápidamente la espalda, pero otros alumnos también habían levantado la mano. Entre ellos, Lucas y Kyle, quien comprendió lo que quería hacer al instante.
- ¿Su nombre, por favor? -le preguntó la bruja a Dean.
- Dean Thomas.
- ¿Y bien, señor Thomas?
- Bueno, creo que Harry tiene razón. Si nos atacan, no vamos a estar libres de riesgos.
- Repito - dijo la profesora Umbridge, que miraba a Dean sonriendo de una forma muy irritante - ¿espera usted ser atacado durante mis clases?
- No, pero... - La profesora Umbridge no le dejó acabar.
- No es mi intención criticar el modo en que se han hecho hasta ahora las cosas en este colegio - explicó con una sonrisa poco convincente, estirando aún más su ancha boca - pero en esta clase han estado ustedes dirigidos por algunos magos muy irresponsables, sumamente irresponsables; por no mencionar -soltó una desagradable risita - a algunos híbridos peligrosos en extremo... - ahí salté yo ¡que no se atreviera a meterse con mi Remus esta ruca loca.
- Si se refiere al profesor Lupin - saltó Dean, enojado - era el mejor que jamás...
- ¡La mano, señor Thomas! Como iba diciendo, los han iniciado en hechizos demasiado complejos e inapropiados para su edad, y letales en potencia. Los han asustado y les han hecho creer que podrían ser víctimas de ataques de las fuerzas oscuras en cualquier momento...
- Eso no es cierto - la interrumpí.
- ¡No ha levantado la mano, señorita Granger! - levanté la mano y Umbridge me dio la espalda.
- ¡ah! al parecer la pared es mucho más interesante que aclarar las dudas de unos pobres alumnos. - comenté me lanzó una mirada que destilaba odio y locura.
- Tengo entendido que mi predecesor no sólo realizó maldiciones ilegales delante de ustedes, sino que incluso las realizó con ustedes.
- Bueno, resultó que era un maniaco, ¿no? - terció Dean acaloradamente - Y aun así, aprendimos muchísimo con él.
- ¡No ha levantado la mano, señor Thomas! - gorjeó Umbridge.
- De nada sirve alzar la mano si no va a hacer caso - comentó con desdén Kyle, quien miraba serio a Umbridge.
- Su nombre - dijo entre dientes la cara de sapo.
- Kyle Edevane - dijo mordaz.
- Bueno, el Ministerio opina que un conocimiento teórico será más que suficiente para que aprueben el examen; y al fin y al cabo para eso es para lo que vienen ustedes al colegio. ¿Su nombre? - añadió mirando a Parvati, que acababa de levantar la mano.
- Parvati Patil. Pero ¿no hay una parte práctica en el TIMO de Defensa Contra las Artes Oscuras? ¿No se supone que tenemos que demostrar que sabemos hacer las contramaldiciones y esas cosas?
- Si han estudiado bien la teoría, no hay ninguna razón para que no puedan realizar los hechizos en el examen, en una situación controlada - explicó Umbridge quitándole importancia al asunto.
- ¿Sin haberlos practicado de antemano? - preguntó Tom con incredulidad - ¿Significa eso que no vamos a hacer los hechizos hasta el día del examen?
- Su nombre - dijo mirando a Tom.
- Thomas Black - dijo seriamente y ella le dio la espalda.
- Repito, si han estudiado bien la teoría...
- ¿Y de qué nos va a servir la teoría en la vida real? - intervino de pronto Harry, que había vuelto a levantar el puño. Umbridge lo miró
- Esto es el colegio, señor Potter, no la vida real. - era la respuesta más estúpida que había escuchado.
- ¿Acaso no se supone que estamos preparándonos para lo que nos espera fuera del colegio? - dije antes que Harry.
- No hay nada esperando fuera del colegio, señorita Granger. - dijo molesta.
- ¿Ah, no? - insistió Harry.
- ¿Quién iba a querer atacar a unos niños como ustedes? - preguntó Umbridge con un exageradísimo tono meloso.
- Humm, a ver... - respondió Harry fingiendo reflexionar - ¿Quizá... lord Voldemort?
Ron contuvo la respiración, Lavender Brown soltó un grito y Neville resbaló hacia un lado del banco, Tom se tensó y mis amigos me vieron de reojo, suspiré. Umbridge, sin embargo, ni siquiera se inmutó: simplemente miró a Harry con un gesto de rotunda satisfacción en la cara.
- Diez puntos menos para Gryffindor, señor Potter - dijo, y los alumnos se quedaron callados e inmóviles observando tanto a Umbridge como a Harry - Y ahora, permítanme aclarar algunas cosas. - Umbridge se puso en pie y se inclinó hacia ellos con las manos de dedos regordetes abiertas y apoyadas en la mesa - Les han contado que cierto mago tenebroso ha resucitado...
- ¡No estaba muerto - la corrigió un Harry furioso - pero sí, ha regresado!
- Señor Potter ya ha hecho perder diez puntos a su casa no lo estropee más - recitó la profesora de un tirón y sin mirar a Harry - Como iba diciendo, les han informado de que cierto mago tenebroso vuelve a estar suelto. Pues bien, eso es mentira.
- ¡No es mentira! - la contradijo Harry - ¡Yo lo vi con mis propios ojos! ¡Hermione, Cedric y yo luchamos contra él!
- ¡Castigado, señor Potter! - exclamó entonces Umbridge, triunfante - Mañana por la tarde. A las cinco. En mi despacho. Repito, eso es mentira. El Ministerio de Magia garantiza que no están ustedes bajo la amenaza de ningún mago tenebroso. Si alguno todavía está preocupado, puede ir a verme fuera de las horas de clase. Si alguien está asustándolos con mentiras sobre magos tenebrosos resucitados, me gustaría que me lo contara. Estoy aquí para ayudar. Soy su amiga. Y ahora, ¿serán tan amables de continuar con la lectura? Página cinco, "Conceptos elementales para principiantes".
Y tras pronunciar esas palabras la profesora Umbridge se sentó. Harry, en cambio, se levantó. Todos lo miraban expectantes, y Seamus parecía sentirse entre aterrado y fascinado.
- Entonces, según usted, Cedric Diggory, Hermione y yo solo lo imaginamos porque sí, ¿verdad? - dijo Harry con voz temblorosa. - ¡¿el que Hermione recibiera la maldición asesina también lo fue?! - abrí los ojos impactada.
Todo el mundo contuvo la respiración, no sabía si era por lo de la maldición asesina, o el hecho de que ninguno de nosotros quiso hablar del tema sobre lo sucedido la noche en que volvió Voldemort. Ávidos de noticias, miraron a Harry y luego a Umbridge, que había arqueado las cejas y observándolo muy atenta, sin rastro de una sonrisa forzada en los labios.
- Eso es ridículo, nadie ha sobrevivido a una maldición asesina, son patrañas -afirmó con tono cortante.
- Yo lo hice una vez - le discutió Harry, mientras se descubría la cicatriz - La misma noche que él asesinó a mis padres y me hizo esto.
El rostro de Umbridge no denotaba expresión alguna.
- Venga aquí, señor Potter. - dijo con voz aguda y melosa.
Harry apartó su silla de una patada, dio unas cuantas zancadas, acercándose a la mesa de la cara de sapo. Umbridge sacó de su bolso un pequeño rollo de pergamino rosa, lo extendió sobre la mesa y se puso a escribir. Nadie decía nada.
Aproximadamente después de un minuto, la profesora enrolló el pergamino, que, al recibir un golpe de su varita mágica, quedó sellado a la perfección para que Harry no pudiera abrirlo.
- Lleve esto a la profesora McGonagall, haga el favor - le ordenó Umbridge tendiéndole la nota.
Harry la cogió sin decir nada, salió del aula sin mirar atrás, por lo que me levanté y me vio fijamente.
- ¿Algo más que comentar señorita Granger? - preguntó, aunque sus ojos claramente gritaban que me callara.
- Oh, claro, solo quiero saber si yo también puedo tener ese pase a la subdirección con la profesora McGonagall, parece más productivo que su clase - dije para sorpresa de todos. - ya que se empeña en lavar cerebros, quiero ir a descansar el mío.
- ¡esta castigada, mañana en mi oficina a la misma hora que Potter! - dijo y sonreí.
- Gracias, ¿y mi carta? - dije con impaciencia mientras todos me veían con sorpresa.
- Se arrepentirá de esto, señorita Granger - advirtió.
- Prefiero Lamer un rallador de queso - dije arrogante y escribió la carta.
- Se lo advertí - dijo mientras escribió la carta.
- ¡Gracias! - se la arrebaté y salí de ahí feliz del mundo.
Pronto me encontré con Peeves, con quien compartimos sonrisas cómplices, hoy sería un día muy interesante, ¿qué tal darle a Umbridge la apariencia de sus sueños? un cabello rosa chillón, o tal vez ponerle ropa extravagante, vestirla de payaso, convertirla en gallina con mucho pegamento y brillitos, ¿demasiado sencillo o tradicional?
Ya se me ocurriría algo. Oh, lo tengo.
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