
Capítulo 34: Feliz cumpleaños
POV Jade/Hermione
Estaba nerviosa, nuevamente despertando en los brazos de Tom, todos los recuerdos de la noche pasada me golpearon, no entendí como después de ese beso no salí corriendo de aquí. Tom parecía descansar mejor que antes, por lo que no deseaba despertarlo, entonces algo de raciocinio golpeo mi cabeza, se acercaba una fecha super importante, el fin de año.
Dicha fecha la pasaría tranquilamente con mis amigos, pero el 31 de diciembre resulta ser el cumpleaños de Tom, no podía creer que pasaría a tener 16 años, tenía que preparar las cosas necesarias para una pequeña fiesta sorpresa, ya que seguramente no sospecharía que sé su fecha de cumpleaños, así que no habría mucho problema.
Me escurrí escapando de su agarre y logré salir de la maleta libremente, tenía que pensar en los regalos que le daría por su cumpleaños, no estaba segura, pero los chicos me ayudarían a prepararlo correctamente.
(…)
— ¡Bu! — escuché al momento que colocaban una mano en mi hombro, por instinto tomé la mano jalándola firmemente hacia adelante, utilizando mi cuerpo para darle impulso al cuerpo de la persona detrás de mi — ¡ah! — fue lo último que escuché antes de tener a una persona adolorida en el suelo frente a mí.
— ¿Fred? — dije un tanto sorprendida — me asustaste. — dije ayudándolo a levantarse.
— Si… créeme que resulté más asustado que tú. — dijo mientras se llevaba una mano a la cabeza.
— ¡El estafador, resultó estafado! — dije con gracia. — bueno, yendo al punto ¿qué hizo que considerarás la maravillosa idea de asustar a una pobre niña inofensiva? — dije dramatizando.
— Bueno, no eres tan inofensiva, pequeña leona — dijo señalándose a sí mismo para después despeinar mi cabello — verás, caminaba tranquilamente y te vi, decidí hablarte, pero parece que estabas muy concentrada, así que decidí sorprenderte, pero no salió como lo esperaba.
— ¿Sí? lo siento por eso — dije apenada.
— No te preocupes, por lo menos me dejas claro que puedes defenderte más allá de lo verbal — dijo mientras se reía y me rodeaba con un brazo.
— ¿estas bien? — dije mientras nos dirigíamos al GC.
— Si, aunque no sabía que podías caminar tan rápidamente — dijo y fue cuando noté que se encontraba algo agitado y sudaba un poco.
— Tú… — dije mientras lo detenía abruptamente y sacaba un pañuelo — ¿me perseguiste? — terminé de decir mientras me ponía de puntitas y secaba un poco del sudor en su rostro.
— Ja, ja… creo que si… — dijo y su rostro se pintó de rojo mientras se agachaba para que no me estirara tanto — gracias pequeña Herms — dijo acomodando un poco de mi cabello detrás de la oreja.
— ¡Fred! — gritaron a nuestras espaldas asiendo que ambos nos sobresaltáramos del susto — ¿qué es lo que estaban haciendo? — preguntó Ron mientras nos separábamos.
Ron veía en nuestra dirección con cara de terror, mientras Harry solo veía mi mano que sostenía el pañuelo, al igual que George, pero este pasó a ver a su hermano entrecerrando los ojos. Vi como sonrió incómodo hacia ellos.
— ¿qué dicen? ¿por qué tienen esas expresiones? — dice Fred.
— No sé ¿por qué crees que tenemos estas expresiones? — dijo su gemelo, pero antes de poder seguir con el interrogatorio mi estomago sonó de forma estridente exigiendo comida, cosa que me hizo sonrojar de vergüenza mientras los chicos se soltaron a reír.
— ¡Hey! ¡no se rían! ¡¿Qué no ven que tengo hambre?! — dije mientras intentaban controlarse, pero volvieron a reír — no tienen remedio, reírse ante la tragedia de alguien más… me voy — dije encaminándome al GC.
— ¡Hermione! — dijo Harry mientras me alcanzaba — y-yo, bueno… ayer no bajaste a cenar… — dijo Harry un tanto incomodo — y lo que pasó con Ron… el realmente lo sien- — intentó decir, pero alcé la mano para callarlo.
— Harry, tú no tienes que disculparte en nombre de Ron, no hiciste nada — dije y él asintió igualmente incómodo ante la situación.
Después de un incómodo desayuno donde Harry insinuaba “disimuladamente” a Ron que se disculpara conmigo, además de ser secundado silenciosamente por los gemelos, por lo que no tardó en ceder. Al terminó del desayuno tenía a Ronald frente a mí.
— Hermione… — comenzó y lo miré fijamente — lo siento… no tenía por qué hablarte de esa forma… — dijo desviando la mirada.
— Ron, el que sea buena no significa que sea invencible, además, prefiero no jugar ajedrez… — dije y los chicos me miraron con sorpresa.
— Hermione ¿el que dejaras el ajedrez tiene que ver con tus hermanos? — preguntó Ron y recibió un zape de parte de los gemelos. — perdón — dijo haciendo una mueca.
— No tienes que contestar — dijo George.
— Está bien… la verdad no tiene nada que ver con mis hermanos, más bien es mi tío, él me enseñó a jugar ajedrez a una muy temprana edad, desde que el falleció no había vuelto a tocar un tablero de ajedrez… — dije y me miró afligido. — no tienes que sentirte tan mal Ron, está bien, tampoco es que sea una persona que hablé mucho de su familia — dije y le sonreí para calmarlo un poco, después de todo, seguía siendo un niño.
— A veces hablas como si fueras mucho mayor que yo… — dijo Ron y Harry asintió dándole la razón.
— ¿me están diciendo vieja? — dije mientras entrecerraba los ojos y ellos al instante negaban con la cabeza — que bien, vamos a desayunar — dije con simpleza.
(…)
El día lo pasé con los gemelos, mientras más lo pensaba, más creía que no correcto sería darle una bufanda, pero una parte de mí no quería… tal vez debería apresurarme y terminar mi manuscrito ¿ese sería un buen obsequio? Claro, ya que estaba muy insistente con querer leer más acerca de mi historia, no dudo que realmente lo quiera.
Así con más decisión me dirigí a escribir, pero noté que estaba siendo seguida por los gemelos por lo que me detuve al instante, volteando en su dirección, donde se encontraban con la mirada en otro lado.
— ¿Desean algo? — dije y ellos intercambiaron miradas.
— Bueno… tal vez sí, la verdad — dijo George acercándose con Fred.
— Queríamos saber algo — dijo asentí esperando su pregunta.
— Hermione, este año los chicos nos dijeron que estabas cargada de materias — dijo Fred.
— Y sabemos por nuestra madre que estas escribiendo una nueva saga de libros — dijo George.
— Ah… entiendo, no es ningún inconveniente, simplemente distribuyo los tiempos de forma adecuada — dije encogiéndome de hombros — además, hay cosas que puedo hacer fácilmente con respecto a tareas, no hay de que preocuparse — dije restándole importancia.
— No queremos que te presiones. — dijo Fred.
— Así que más te vale dormir adecuadamente — dijo George.
— Entiendo… — dije con gracia en su dirección — precisamente quiero utilizar el tiempo que nos queda para poder escribir lo suficiente — dije dirigiéndome a la biblioteca.
— ¿por qué? — dijo George con un tono de espantado, siendo atacado por el codo de su gemelo en el acto.
— Lo que quiere decir, es que… — interrumpí a Fred.
— Se refiere a ¿por qué utilizar mis vacaciones para trabajar en vez de divertirme? — dije y ambos asintieron — porque es divertido para mi escribir — dije encogiéndome de hombros.
— Con respecto a lo que escribes… — comenzó George.
— ¿Qué es exactamente? — dijo y lo miré ofendida — solo sabemos que nuestros padres están encantados…
— Oh cierto, supongo que no acostumbran a leer — dije sonriendo y ellos se encogieron de hombros.
— No es una de nuestras pasiones — dijo George.
— Está bien, les daré uno de mis primeros libros, después de todo, al parecer es para todo el público, y recientemente las ventas siguen subiendo. se las mandaré esta noche, si les gusta les mandaré la continuación — dije e intercambiaron miradas asintiendo.
— Aceptamos — dijeron ambos y yo sonreí.
— Me alegra, pero los tengo que dejar, escribir sigue siendo una prioridad — dije mientras me alejaba.
Ya había mandado el desayuno a Tom, ahora quería dedicarme a escribir, tenía que aprovechar ahora que las chicas no estaban, ya que es una sorpresa para Tom, no pienso escribir en su presencia.
(…)
Toda la semana se trató de eso, escribí mientras los chicos me hacían un brazalete con rocas que cambie con algo de magia, lo que ayudaba con el frío según los chicos, gracias a eso tendría otro regalo que dar a Tom, estaba feliz, compré libros que pudiesen ser de su interés y planeaba hacer un pastel junto a los elfos domésticos de las cocinas.
Estaba nerviosa, quería que todo saliera a la perfección, los chicos no sabían que pasaba, mientras que los gemelos respetaron mi tiempo de escritura y entretenían a los chicos, solo se dedicaban a esperarme a la hora del desayuno, la comida y la cena. Esa misma semana comenzaban a leer el libro que les había mandado, aunque al inicio se mostraban algo intimidados por el número de páginas, además del hecho de que solo era el primer libro de mi trilogía, aun así, comenzaron a leerlo.
Harry y Ron por su parte, no veían la hora para poder ver a la saeta de fuego en acción, no había visto a Tom el lo que restaba de la semana, además de que trabajaba activamente con Ambrose, pero el borrador era seguro que estaba listo.
El treinta de diciembre llegó, por lo que esa madrugada me encontraba en las cocinas, donde todos los elfos se acercaron para ver qué deseaba, cuando dije que quería cocinar un pastel se vieron inseguros de tomarme la palabra, pero así fue, Dobby y otros elfos me ayudaron para la preparación, al final, después de dos horas ya teníamos el pastel en el horno.
Me preguntaron por qué no lo hacía con magia, pero yo respondí con simpleza “quiero que sea especial, el esforzarme al hacerlo me hace sentir que tiene el doble de valor” a lo que me miraron con asombro y unos sonrieron, disfruté de un desayuno completo al lado de los elfos, hasta que estuvo listo el pan en el horno.
Lo dejamos enfriar un rato y después fue momento de decorarlo, el ponerle la mermelada en el centro fue la parte fácil, pero el ponerle la primera capa de betún, solo me dejaba claro que si fuera albañil me despedían el primer día por el pésimo revoco. Me esforcé mientras la cocina se quedaba en absoluto silencio, al parecer la tención de que mi pastel quedara aceptable se sentía en el ambiente, otros elfos me animaban con la mirada, mientras me pasaban las cosas que necesitaba en el proceso.
Al final, los defectos los cubrí con trozos de chocolate y frutas y nuez, por lo que no se veía tan mal, en el centro decía “feliz cumpleaños Tommy” por lo que con eso no levantaría sospechas, los elfos me felicitaron, parecían mucho más animados que antes, por lo que prometí volver, ellos asintieron, la próxima vez haría un pastel gigantesco para ellos.
Guardamos el pastel en el enfriador, para sacarlo en el momento adecuado, mientras conseguí las velas, que tenían el número 16, el brazalete prometido estaba listo, los chicos había hecho un gran trabajo, estaba feliz con el borrador empastado en mis manos.
(…)
Pasé esa tarde con los chicos, platicando animadamente hasta que llegó la hora. Fui por las cosas, necesarias, el pastel, el brazalete envuelto cuidadosamente y mi manuscrito igualmente envuelto. Aparte de la cena, que los chicos prepararon conmigo muy aparte esa misma tarde, estaba nerviosa.
Estaban por dar las doce de la noche, no le había mandado la cena para que cenáramos juntos, por lo que guardé gran parte en mi bolsa de cuentas y pasé por el portal con la cena para los dos. El me miró molesto, cerró con fuerza su libro y se dio la vuelta, acostándose en la cama para dormir.
— ¿Tom? — no hubo respuesta — Tom… vamos a cenar… — dije colocando la cena en la mesa. Pero el no volteo a verme. — Tom… — me acerqué para moverlo un poco — vamos, no seas gruñón — dije y logramos hacer contacto visual, me miró molesto, pero noté que sus ojos se encontraba algo irritados y brillosos.
— Vete — dijo desviando la mirada.
— Tom… lo lamento — dije sentándome.
— ¡¿y piensas que eso es suficiente para que te perdone?! — dijo mientras se levantaba molesto y me tiraba a la cama.
Sostenía mis brazos a ambos lados de mi cara, no me resistí, me sentía abrumada por sus sentimientos… además de que me sentía culpable.
— ¡No digas que lo lamentas tan fácilmente! ¿sí? — dijo y su mirada se fue deformando, quería parecer furioso, pero su mirada lo traicionaba, era claro que sufrió mucho esta semana — me ignoraste por una semana… me dejaste esa mañana… es frustrante… ¿cometí un error?... ¿te arrepentiste?... ¿consideraste el abandonarme?... — dijo mientras su voz sonaba estrangulada. — no quiero que me dejes… me acostumbré tanto a tu presencia que… es doloroso estar lejos de ti… tener esta avalancha de sentimientos, esta sensación tan dolorosa en el pecho… y que no estes ahí… para abrazarme y hacer el peso más llevadero…
— Tom… — cuando llevó una de sus manos a su pecho no pude evitar el poner la mía sobre esta — no quiero dejarte… jamás te dejaré — dije y él me besó al instante.
El beso fue algo sorprendente, me besó con fervor, poniendo todas sus emociones en ellos, cargado de todo lo que sentía por mi… todo aquello que no sabía poner el palabras, quise corresponder… enserio quería con todas mis fuerzas hacerlo, pero algo me retenía… miedo… el saber que lo haría sufrir después de decirle la verdad…
El beso se profundizo mientras el pegaba su cuerpo al mío con intensidad, cuando abrí la boca, el introdujo su lengua en mi boca, haciéndome perder la razón y cediendo en el acto, mis brazos pasaron a rodear su cuello y finalmente correspondí, sabía lo que pasaría, pero me gustaba estar con él… y quería estar a su lado por lo menos hasta que el me alejara por su cuenta al saber la verdad…
Cuando nos separamos él sonrió y me dio un beso breve…
— Tom… te quiero… — dije sin pensar y me miró con asombro — y antes de que digas otra cosa, tengo que explicarte…
— Creo que eso estuvo de más… — dijo alejándose un poco.
— Arruiné el momento ¿no es así? — ante eso asintió — pero no quiero que sigas pensando mal acerca de lo que pasó esta semana — dije y se cruzó de brazos alzando una ceja en mi dirección.
— Entonces… ¿qué hiciste esta semana? ¿conseguiste un novio para fin de año? — dijo molesto entrecerrando los ojos.
— Aquí vamos de nuevo — dije rodando los ojos — pues estuve muy ocupada con Ambrose — ante la mención de él su mirada se hizo más dura, mientras tensaba la mandíbula… fue entonces que vi la hora — bien ¡feliz cumpleaños! — dije mientras sacaba el manuscrito primero, el parecía estar en shock — b-bueno, la verdad es que no sabía que regalarte, incluso me encargué de mandarte a hacer un brazalete — dije comenzando a hablar rápidamente mientras sacaba las cosas — también me esforcé por hacerte un pastel, tal vez no es la mejor presentación — dije sacándolo también para ponerlo sobre la mesa — me di cuenta que no sabía exactamente qué hacer para tu cumpleaños, así que también te traje esto — saqué un paquete de libros considerablemente basto. — el punto es que… era tu primer cumpleaños conmigo y quería que fuera… ¿especial? — dije y al instante me abrazó.
— Jade… — se separó un poco, una de sus manos viajó a una de mis mejillas, sus ojos estaban cristalizados nuevamente y esta vez fui yo quien tomó la iniciativa con un breve beso, me miró con sorpresa y sonrió — no sé qué hice para merecerte… recibir ese golpe valió cada maldito segundo — dijo volviendo a unir nuestros labios, si tenía un reproche, definitivamente lo había olvidado por completo.
Comimos todo lo que preparé, el pastel resultó ser de su gusto, además de que al abrir mi manuscrito se sonrojó, al parecer recordaba cómo se había puesto cuando mencioné a Ambrose, pero al final todo estaba bien, una de sus peticiones fue que durmiera con él nuevamente, y que no dejara de hacerlo de ahora en adelante, ¿qué éramos? Pues seguramente amigos ya no, aunque respetaba que era menor de edad y toda esa noche se redujo a besos, risas y comentarios sarcásticos.
(…)
A la mañana siguiente, pasé el resto del día con él, les había informado a los gemelos que estaba agotada y que ese día no iba a estar fuera de mi habitación en todo el día, a lo que intercambiaron miradas inconformes, pero asintieron. La comida la traían dos elfos de las cocinas, por lo que el cumpleaños de Tom lo pasé con él, cosa que disfrutamos ambos.
Le mostré mis experimentos para bromas y finalmente se puso su brazalete, estábamos leyendo tranquilamente a la par del otro, pero salí de mi lectura al recibir un beso en la mejilla, haciéndome voltear a verlo y al instante el reloj comenzó a sonar, marcando las doce de la noche.
— Feliz año, Jade… — dijo acercándose.
— Feliz año, Tom… — dije cerrando la distancia entre los dos, había sido un día algo extraño, pero agradable.
Después de eso, sonrió y se recostó en mi regazo, para que ambos siguiéramos con nuestra lectura. Un silencio agradable se instaló en el ambiente, mientras acariciaba ese cabello azabache que tanto lo caracterizaba. Así recibimos el año nuevo.
* .:。✧*゚ ゚・ ✧.。. * * .:。✧*゚ ゚・ ✧.。. *
¡Hola! Volví, se supone que actualizaría el 6 de enero, pero ya les traje mi regalo.
Mi teléfono se descompuso y lo mandé a componer, ya extrañaba darles una actualización y leer sus comentarios.
Nos leemos pronto ♥️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro