capitulo 9
Punto de vista de Darth sidious
Darth Sidious apagó el comunicador y se quitó la capucha, revelando el rostro del Canciller Supremo Palpatine. Caminó lentamente hacia su escritorio, contemplando la información que Grievous había compartido. El sable de luz antiguo era un hallazgo interesante, pero sus pensamientos estaban más enfocados en la utilidad de Grievous para la Confederación de Sistemas Independientes y la inminente Guerras de los Clones.
Palpatine: Grievous es un recurso formidable, sin duda. Un líder despiadado que puede infundir miedo en los corazones de nuestros enemigos.
Se sentó en su silla, observando la vista panorámica de Coruscant desde su oficina. La maquinaria de guerra que había estado construyendo durante años estaba casi lista para desplegarse, y Grievous sería una pieza clave en ese tablero.
Palpatine: Sin embargo, como todos los peones, su utilidad tiene un límite. No espero que sobreviva a la guerra. Al igual que Dooku, Grievous es solo un medio para un fin.
Palpatine cerró los ojos por un momento, permitiéndose visualizar el futuro que había planeado meticulosamente. La caída de la República, la ascensión del Imperio, y lo más importante, la conversión de Anakin Skywalker en su aprendiz. Anakin era la joya de su plan, el elegido que llevaría a los Sith a su máxima gloria.
Palpatine: Anakin... es el verdadero objetivo. Un niño ahora, pero con un potencial inmenso. La Guerra de los Clones lo endurecerá, lo preparará para su verdadero destino a mi lado.
dijo mientras recuerda la apariencia actual del niño
Se levantó y comenzó a caminar por la habitación, sus manos entrelazadas detrás de la espalda. Cada movimiento, cada acción que había tomado, estaba dirigido a ese objetivo final. La manipulación de la Orden Jedi, la creación del ejército clon, y la guerra inminente eran todas piezas de un rompecabezas que él había diseñado.
Palpatine: (murmurando para sí mismo) La guerra es un campo de entrenamiento perfecto para Anakin. Lo transformará, lo moldeará en el Sith que necesito. Y cuando el momento sea adecuado, lo atraeré al lado oscuro.
Mientras se detuvo frente a un gran mapa galáctico holográfico, sus ojos se posaron en las regiones controladas por la Confederación de Sistemas Independientes.
Palpatine: Grievous y Dooku sembrarán el caos y el miedo, debilitando a la República y fortaleciendo mi control sobre el Senado. Los Jedi estarán demasiado ocupados luchando en todos los frentes para ver la verdadera amenaza.
Una sonrisa fría se formó en sus labios mientras pensaba en la Orden Jedi. Habían sido una espina en su costado durante demasiado tiempo, pero pronto caerían, cegados por su propia arrogancia y su incapacidad para ver la oscuridad creciendo a su alrededor.
Palpatine: (con tono despreciativo) Los Jedi no tienen idea de lo que se avecina. Su destrucción está asegurada.
Regresó a su escritorio y activó una consola secreta, observando los informes y estrategias para la guerra. Cada batalla, cada movimiento estaba planeado para maximizar el caos y la destrucción, todo mientras mantenía la fachada de un líder benevolente y preocupado por la paz.
Palpatine: (pensativo) Grievous será un símbolo de terror. Su mera presencia en el campo de batalla será suficiente para desmoralizar a las tropas republicanas y civiles por igual.
Pero, por mucho que valorara la eficacia de Grievous, Palpatine sabía que su verdadero éxito residía en la corrupción de Anakin Skywalker. A medida que la guerra se prolongara, Anakin se vería cada vez más tentado por el poder que Palpatine le ofrecía. La guerra lo cambiaría, lo haría cuestionar todo en lo que alguna vez creyó.
Palpatine: (confiado) Anakin se unirá a mí. Lo sé. La Fuerza ha mostrado su potencial, y yo seré quien lo guíe hacia su verdadero destino.
Con un suspiro satisfecho, Palpatine apagó los hologramas y se recostó en su silla, mirando una vez más hacia las luces brillantes de Coruscant. Todo estaba en su lugar. La Guerra de los Clones estaba a punto de comenzar, y con ella, el final de la República y el amanecer del Imperio.
Palpatine: Que comience el juego. Estoy listo para gobernar la galaxia.
Y con esa resolución, volvió a centrarse en los informes, sabiendo que cada día lo acercaba más a la realización de su gran visión.
punto de vista de dooku
El Conde Dooku caminaba por los pasillos de su palacio en Serenno, sumido en sus pensamientos tras la reciente conversación con Grievous y Darth Sidious. La brisa fresca de la noche acariciaba su rostro mientras salía a uno de los balcones que daban vista a las extensas tierras de su familia. La conversación había sido fructífera, pero dejó al conde con una sensación de incomodidad.
Dooku: Grievous es un guerrero formidable, eso no se puede negar. Sin embargo, no puedo dejar de pensar en nuestro combate en Geonosis. Fue pura suerte y negligencia por mi parte.
Se detuvo y miró el cielo estrellado, reflexionando sobre sus propias habilidades y las de Grievous. Sabía que su destreza con el sable de luz y su dominio de la Fuerza superaban con creces a las del cyborg. Sin embargo, no podía ignorar que Grievous había demostrado ser una amenaza considerable.
Dooku: (pensativo) A pesar de su fuerza bruta y habilidades en combate, Grievous carece de la disciplina y el control que se requieren para ser un verdadero maestro. La guerra lo desgastará, y su eventual muerte será inevitable.
El conde recordaba cada movimiento de su enfrentamiento, cada error que cometió y que Grievous supo aprovechar. La furia y la técnica salvaje del cyborg eran efectivas, pero también caóticas.
Dooku: (susurrando para sí mismo) Sí, la guerra lo consumirá. Grievous es solo un peón en este gran juego. Un peón necesario, pero desechable.
Regresó al interior de su palacio, dirigiéndose a su estudio. Allí, encendió una lámpara que iluminó los antiguos libros y manuscritos que había estado estudiando. Dooku sabía que su destino estaba entrelazado con el de Darth Sidious. Juntos, tenían el poder de cambiar la galaxia.
Dooku: (hablando en voz alta) Sidious y yo gobernaremos la galaxia. La República caerá, y con ella, la Orden Jedi. Es solo cuestión de tiempo.
Se sentó en su escritorio, revisando los informes y estrategias para la guerra que se avecinaba. Cada paso, cada movimiento estaba planeado con precisión para garantizar la victoria de los Sith y el establecimiento de su nuevo orden.
Dooku: (con una sonrisa fría) La Confederación de Sistemas Independientes será la herramienta de nuestra victoria. Grievous liderará nuestros ejércitos, sembrando el caos y el miedo. Pero al final, será desechado como todos los demás.
Mientras estudiaba un mapa galáctico holográfico, sus ojos se posaron en Coruscant, el corazón de la República. Sabía que la caída de la capital simbolizaría el fin del antiguo régimen y el nacimiento de un nuevo imperio.
Dooku: (resuelto) Grievous jugará su papel, pero no será él quien se siente en el trono al final. Ese honor nos pertenece a Sidious y a mí.
El pensamiento de gobernar la galaxia junto a su maestro lo llenaba de una mezcla de orgullo y anticipación. Sabía que la traición y el engaño eran parte integral del camino Sith, pero confiaba en su habilidad para mantenerse al lado de Sidious.
Dooku: (con determinación) La galaxia necesita orden. Y nosotros somos los únicos capaces de proporcionárselo.
Las sombras danzaban en las paredes de su estudio mientras la noche avanzaba. Dooku sabía que las decisiones que tomaban ahora definirían el futuro de miles de sistemas estelares. La guerra sería larga y brutal, pero estaba dispuesto a hacer los sacrificios necesarios.
Dooku: (murmurando) Grievous será útil mientras dure. Pero cuando ya no lo necesitemos, su fin será rápido y sin piedad.
Con esa resolución, volvió a centrarse en sus planes, asegurándose de que cada detalle estuviera perfectamente orquestado. La paciencia y la estrategia eran sus mayores aliados, y sabía que su momento llegaría pronto.
Dooku: (con una sonrisa oscura) La victoria será nuestra. Y cuando llegue, la galaxia finalmente conocerá el verdadero poder de los Sith.
El Conde Dooku cerró los ojos, permitiéndose unos momentos de calma antes de volver a sus tareas. La guerra se avecinaba, y con ella, la oportunidad de cumplir su destino al lado de Darth Sidious.
ahora con grievous
Grievous observaba su nave, una figura imponente en el paisaje de Geonosis. La batalla reciente con Jango Fett le había dejado algunas preocupaciones. Aunque había logrado derrotar al cazarrecompensas, sentía que algunas partes de su cuerpo cibernético no estaban funcionando al cien por ciento.
Grievous: (pensando) Esa pelea pudo haber causado daños internos. No puedo arriesgarme a seguir adelante sin una revisión adecuada.
Decidió regresar a las catacumbas de Geonosis, donde los Poggle, con órdenes de Dooku, podían encargarse de cualquier daño. La caminata de regreso le permitió reflexionar sobre su combate. El agotamiento físico y mental era evidente.
Grievous: (pensando) Este combate me ha enseñado que necesito mejorar mis habilidades y mi resistencia. No puedo permitirme fallar en futuras misiones.
Al llegar a las catacumbas, fue recibido por un grupo de geonosianos. Poggle el Menor, líder de los geonosianos, se acercó a él con una mezcla de respeto y curiosidad.
Poggle: General Grievous, ¿en qué puedo servirle?
Grievous: He notado que mi cuerpo ha sufrido algunos daños durante el combate con Jango Fett. Necesito que revisen y reparen cualquier problema que encuentren. Además, quiero quedarme aquí por un máximo de dos meses para recuperar mis fuerzas y mejorar mis habilidades.
Poggle: Entendido. Iniciaremos las reparaciones de inmediato. ¿Hay algo más que necesite?
Grievous: Sí, también necesito un taller personal donde pueda crear y modificar mis propios equipos. Esto, además de aprender varios idiomas importantes de la galaxia, me permitirá comunicarme y entenderme con diferentes especies, y esto es fundamental para mis planes.
Poggle: Podemos proporcionarle droides de protocolo para enseñarle los idiomas que necesite. También le asignaremos droides IG-100 para que pueda entrenar sus habilidades de combate y un taller donde podrá trabajar en sus proyectos.
Grievous: Excelente. Agradezco tu cooperación, Poggle.
Los geonosianos comenzaron inmediatamente las reparaciones en el cuerpo de Grievous. Mientras tanto, él se preparaba mentalmente para los próximos dos meses de intenso entrenamiento y aprendizaje. Sabía que tenía mucho que mejorar y que el tiempo era limitado.
Grievous: (pensando) Debo dominar el uso del holocrón de XoXxan. Sus conocimientos pueden ser clave para mi éxito. Además, aprender idiomas y trabajar en mi taller me permitirá interactuar de manera más efectiva con aliados y enemigos.
Unos días después, Grievous se encontraba en una sala de entrenamiento, rodeado por droides de protocolo que le enseñaban los fundamentos de varios idiomas. Mientras estudiaba, también dedicaba tiempo a usar el holocrón.
XoXxan: Veo que has vuelto a mí, Grievous. ¿Estás listo para continuar con tu entrenamiento en la Fuerza?
Grievous: Estoy listo. Necesito dominar todos los conocimientos que puedas ofrecerme.
XoXxan: Muy bien. Continuaremos desde donde lo dejamos. Recuerda, la clave está en el equilibrio entre la paciencia y la agresión. Solo así podrás dominar la Fuerza a tu favor.
Mientras tanto, los droides de protocolo le enseñaban a Grievous los idiomas más importantes de la galaxia, desde el Huttés hasta el Shyriiwook. Grievous absorbía la información con una determinación inquebrantable, sabiendo que cada nueva habilidad lo hacía más poderoso.
Droid de protocolo: General, su pronunciación en Huttés está mejorando. Ahora intentaremos con algunas frases más complejas.
Grievous: Bien, procedamos.
Durante los entrenamientos de combate con los droides IG-100, Grievous perfeccionaba sus habilidades, combinando lo aprendido del holocrón con sus técnicas de lucha. Cada sesión lo acercaba más a su objetivo de ser un guerrero imparable.
Grievous: (pensando mientras lucha) Cada movimiento, cada golpe debe ser perfecto. No puedo permitirme errores.
Los dos meses pasaron rápidamente. Al final de su estancia, Grievous se sentía renovado y más poderoso que nunca. Había aprendido varios idiomas, dominado nuevas técnicas de combate y uso de la Fuerza, y había trabajado en su taller personal, creando y modificando equipos que le serían útiles en futuras misiones.
Poggle: General Grievous, sus reparaciones están completas y sus droides están listos para partir en cualquier momento.
Grievous: Agradezco tu ayuda, Poggle. Estaré preparado para cualquier misión que Dooku y Sidious tengan para mí.
Grievous abordó su nave, listo para enfrentar los desafíos que vendrían. Su tiempo en Geonosis había sido bien empleado, y estaba seguro de que los conocimientos y habilidades adquiridos serían cruciales en las batallas futuras.
espero que les haya gustado
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