Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

25. Lesión

Con la respiración entrecortada, un vestido rosa explosivo corto y ceñido y un par de tacones que podrían valer un riñon, una víbora hace su entrada con los sudores recorriendo su cuerpo  y con una expresión triste y preocupante.

—¿Qué haces aquí Maritza? No quedó claro todo entre nosotros aquel día, quieres hacerle algo a Eros otra vez —enunció al verla.

—Pero mi amor te tengo noticias frescas, a tu puta callejera se la llevaron al hospital probablemente porque se accidentó, subí rápidamente por las escaleras, por ahí lo encontré parecía un pajarito golpeado...y pues de seguro lo ayudaron, por eso digo que ya debe estar en camino al hospital más cercano o a cualquiera no sé —discurso fingiendo pena.

—¡A Eros no lo llames puta! ¡Y largo de aquí tengo que ir al hospital!

—Pero ni siquiera sabes a que hospital fueron, buscaras en todos los hospitales acaso, por favor deja de exagerar por un ligue de una noche, yo soy real, te puedo dar hijos, te puedo dar la alianza que quieres con la empresa de mi papá —Enunció en su oído al acercarse a él.

Christopher se quedó pensando un rato, pensó, pero no dudó como antes sobre sus sentimientos, era frustrante cargar con ellos y el no ser correspondidos, sin embargo esos beneficios que trajo consigo Maritza tenía un costo y ese era el rubio, por él todo aquello era imposible pero no importante, ni prioritario.

Era momento de actuar.

—Además soy mujer.

—El hecho de que seas mujer y que des todo lo que acabas de mencionar, no me da la garantía de vivir feliz y pleno, he ocultado esto por mucho tiempo y ahora que lo he revelado no pienso volver para atrás. Si tengo que buscarlo en el mundo entero lo buscaría, no me importa.

—Vas a tener que buscar en el cielo cuando muera entones amor mío, porque ese hombre debe ya de estar muerto, no dejaré que nadie me aparte de tí —reveló haciendo claras sus verdaderas intenciones.

—¿Cómo eres capaz, como fuiste capaz de hacer eso, estas loca? ¡Eres horrible!

—Solo soy una mujer enamorada. No me culpes, culpate a tí por amarlo.

Lo que había revelado Maritza era desgarrador, matarlo así sin más. Solo por el hecho de no ser correspondida, por ser despreciada por el hombre que codiciaba hace cinco años atrás y aún continua con dicha obsesión.

Ella juraba haberlo mandado a matar pero el sonido del teléfono lo salvo, salvo a ese hombre de cometer homicidio en pleno sector laboral, porque sus manos ya estaban apretando el cuello de la víbora que había esparcido aquel doloroso veneno.

—¿Si?

—Presidente Nolan, un hombre con aspecto extraño esta buscando a su pareja ¿Qué le digo? —avisó la joven con discreción para no ser escuchada.

—Dile que el baja en unos momentos.

—Así que el asesino que contrataste no hizo su cometido, maldita serpiente, jamás amaría a alguien como tu, eres demasiado peligrosa para amar a alguien, estuviste a punto de matar y no sentías nada.

—Que me importa, matarlo solo es cuestión de tiempo, ya buscaré la manera de hacerlo solo esper...

—¡Jamas, nunca, ni en tus sueños intentes hacerle algo! Maritza atrevete y será tu fin —gritó como una fiera defendiendo a sus crías.

Fogoso, explosivo y ardiente eran las palabras que más se adecuaban al humor del mayor quien directamente llamó a la policía, detuvo al hombre contratado por Maritza y a ella por intento de homicidio.

El móvil de Eros sonó varias veces pero no era atendido, puesto que la mano amiga que lo había salvado estaba conversando con él, y ese no era más ni menos que su amigo Julio quien había sido llamado para una entrevista de trabajo.

—Hombre ese teléfono no para de sonar, contesta.

—Se quien es, esta preocupado, que siga llamando. Tenemos un largo tiempo sin vernos que hay de ti, como esta Natasha ya se casaron —insinuó en la cama del hospital con el yeso en su pie izquierdo.

—En esta situación no es favorable hacer ese tipo de preguntas, ademas como rayos llegaste al suelo de esa manera —cuestionó tras conocer la clase de persona que era el rubio.

—Pues mi amigo este par de piernas se tropezaron por culpa de una loca inflada de silicona y celosa por su hombre —enunció contando el fatídico suceso.

Julián se poso su mano contra su rostro, lo miro serio y luego río.

—Es que a todos los hechizas maldito con apariencia de niña, yo caí en esas y ya otro hombre también, lo compadezco —habló en tono trágico y cómico a la ves.

—ja, ja, ja.

—No te rías, soy serio —enunció el chico ojos negros —además si esa chica te quizo matar lo volverá a intentar, mejor toma un curso de defensa personal siempre te lo he dicho, incluso depués de que nos separamos —agregó.

—Con estos palos que son mis brazos. No llegare a nada con este delicado cuerpo.

—ja, ja, ja. Te vas a quedar cual girafa —bufo riendo Julio.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro