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una promesa cumplida parte 2

Baby Vegeta miró a Lazuli con una sonrisa maliciosa. tenia muchas expectativas de sus habilidades, pero quería comprobarlas por sí mismo.

Baby Vegeta: Entonces, Lazuli, ¿estás lista para demostrar lo que puedes hacer? He oído que eres bastante fuerte.

Lazuli lo miró con determinación. No había espacio para el miedo en sus ojos.

Lazuli: Estoy lista. Siempre estoy lista para un desafío. Vamos afuera, necesito espacio para mostrarte lo que puedo hacer.

Ambos salieron del laboratorio, sus pasos resonando en el suelo de metal. Al llegar afuera, se posicionaron uno frente al otro en una amplia explanada. El viento soplaba ligeramente, levantando polvo a su alrededor.

Baby Vegeta: No te contengas. Quiero ver todo tu poder.

Lazuli: No pensaba hacerlo.

Sin más preámbulos, Lazuli se lanzó al ataque. Su velocidad fue sorprendente, y en un abrir y cerrar de ojos, su puño impactó directamente en el estómago de Baby Vegeta, quien no tuvo tiempo de reaccionar. Baby retrocedió, sorprendido por la fuerza del golpe. No había esperado que Lazuli fuera tan poderosa.

(imagen de referencia del golpe de lazuli a baby vegeta)

Baby Vegeta: Nada mal, Lazuli. Nada mal en absoluto.

Rápidamente, Baby Vegeta se posicionó detrás de Lazuli e intentó darle una patada por la espalda. Pero Lazuli, sin siquiera voltear la cabeza, bloqueó el ataque con facilidad, levantando una mano hacia atrás y deteniendo la pierna de Baby.

Lazuli: ¿Eso es todo lo que tienes, Baby? Esperaba más de ti.

Baby Vegeta dio un salto hacia atrás, recuperando su posición de ataque. Sus ojos brillaban con determinación y una chispa de interés. Estaba claro que Lazuli era un oponente formidable.

Baby Vegeta: Eres mejor de lo que pensaba. Esto será interesante.

Lazuli se giró lentamente, adoptando una postura de combate, sus ojos fijos en Baby, esperando su próximo movimiento o un posible ataque de ki. Baby Vegeta observó cada uno de sus movimientos, tratando de encontrar una abertura.

Baby Vegeta: Vamos, Lazuli, muéstrame lo que tienes. No me hagas esperar.

Lazuli: Como desees.

Lazuli levantó una mano, y una bola de energía comenzó a formarse en su palma. Baby Vegeta sonrió, reconociendo el desafío. Él también comenzó a concentrar su energía, preparando un ataque de ki. El aire se llenó de tensión, mientras ambos guerreros se preparaban para desatar sus poderes.

Lazuli lanzó su bola de energía hacia Baby Vegeta, quien rápidamente la esquivó, lanzando su propio ataque de ki en respuesta. Lazuli se movió con gracia, evitando el ataque y lanzándose hacia adelante con una serie de golpes rápidos. Baby Vegeta bloqueó algunos, pero varios de ellos lograron impactar, haciéndolo retroceder una vez más.

Baby Vegeta: Eres rápida, y tus golpes son fuertes. Esto se está poniendo interesante.

Lazuli: No he terminado aún.

Con una velocidad asombrosa, Lazuli se movió detrás de Baby Vegeta, lanzando un golpe dirigido a su espalda. Esta vez, Baby estaba preparado. Se giró rápidamente, atrapando el puño de Lazuli en su mano. Los dos se quedaron así por un momento, midiendo la fuerza del otro.

Baby Vegeta: Veo que no te contienes. Eso me gusta.

Lazuli: Siempre doy lo mejor de mí.

Baby Vegeta empujó el puño de Lazuli, liberándose y lanzándose hacia ella con una ráfaga de golpes y patadas. Lazuli los esquivó y bloqueó con maestría, demostrando que no solo era fuerte, sino también increíblemente ágil.

Baby Vegeta: Eres una oponente digna, Lazuli. Pero no te confíes demasiado.

Lazuli: Nunca lo hago.

Ambos saltaron hacia atrás, tomándose un respiro y volviendo a sus posiciones de ataque. Sus respiraciones eran pesadas, pero sus miradas seguían siendo igual de intensas. Estaba claro que ninguno de los dos estaba dispuesto a rendirse fácilmente.

Baby Vegeta: Esto recién comienza. Prepárate para lo que viene.

Lazuli: Siempre estoy preparada.

La batalla entre Baby Vegeta y Lazuli continuaría, cada uno empujando al otro al límite, probando sus habilidades y determinación. Este enfrentamiento no solo sería una prueba de fuerza, sino también de voluntad y resistencia, dejando claro que ambos eran guerreros excepcionales en el vasto multiverso.

La batalla entre Lazuli y Baby Vegeta continuaba con una intensidad creciente. Ambos combatientes estaban empapados en sudor, pero la determinación brillaba en sus ojos. Cada golpe resonaba como un trueno, y el aire estaba cargado de energía.

Baby Vegeta: Según mis cálculos, Lazuli, debería estar a la par o incluso ser superior a Super 17. No puedes ganar esta batalla.

Lazuli: (con una sonrisa desafiante) No me subestimes, Baby. Los números no siempre cuentan toda la historia.

Lazuli aumentó la velocidad de sus ataques, cada uno más fuerte y preciso que el anterior. Su puño derecho conectó con la mandíbula de Baby Vegeta, quien apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de recibir una patada en el estómago que lo hizo retroceder varios metros.

Baby Vegeta: (tocándose la mandíbula) Nada mal, Lazuli. Pero es hora de que me ponga más serio.

Con un rugido, Baby Vegeta aumentó su poder, su aura brillando con una intensidad dorada. La presión de su ki se hizo palpable, y el suelo bajo sus pies comenzó a agrietarse.

Baby Vegeta: ¡Ahora sentirás mi verdadero poder!

Lazuli no se dejó intimidar. Ella también incrementó su energía, su propia aura azul resplandeciente envolviéndola.

Lazuli: ¡Ven entonces! ¡Muéstrame de lo que eres capaz!

Los dos guerreros chocaron de nuevo, sus golpes enviando ondas de choque a través del área. Baby Vegeta lanzó una ráfaga de puñetazos y patadas, cada uno con una fuerza destructiva, pero Lazuli los bloqueó con una maestría impresionante.

Baby Vegeta: ¡Eres más fuerte de lo que pensaba!

Lazuli: ¡Y todavía no has visto nada!

Lazuli se lanzó hacia adelante, golpeando a Baby Vegeta con una combinación de golpes rápidos y potentes. Baby apenas lograba mantenerse a la par, bloqueando y esquivando como podía. La batalla se había convertido en un verdadero espectáculo de fuerza y habilidad.

Baby Vegeta: (jadeando) No está mal, pero esto no ha terminado.

Lazuli: No esperaba menos. ¡Vamos!

Baby Vegeta se lanzó hacia Lazuli con una velocidad increíble, pero esta vez estaba preparado. En el último momento, cambió de dirección y apareció detrás de ella, lanzando una poderosa patada a su espalda. Lazuli, sin embargo, reaccionó a tiempo y giró, bloqueando el ataque con su brazo.

Lazuli: ¡Eres rápido, pero no lo suficiente!

Baby Vegeta: ¡Eso lo veremos!

Ambos combatientes aumentaron su velocidad y fuerza, sus movimientos casi imperceptibles para el ojo humano. La intensidad de su lucha continuaba creciendo, cada uno empujando al otro al límite de sus capacidades.

Baby Vegeta: (gritando mientras lanza un rayo de energía) ¡Recibe esto!

Lazuli: (evadiendo y contraatacando con una explosión de ki) ¡No tan rápido!

La batalla estaba tan igualada que parecía imposible determinar un ganador. Ambos mostraban signos de fatiga, pero ninguno estaba dispuesto a rendirse. Sus golpes y ataques de energía se sucedían con una precisión y poder asombrosos.

Baby Vegeta: (respirando con dificultad) Admito que eres más fuerte de lo que esperaba, Lazuli.

Lazuli: (también jadeando) Y tú eres más duro de lo que pensé, Baby. Pero no pienso retroceder.

Baby Vegeta: Yo tampoco. ¡Vamos a ver quién cede primero!

Con un grito de guerra, ambos se lanzaron de nuevo a la lucha, sus auras chocando en una explosión de luz y energía. El suelo temblaba bajo ellos y el aire se llenaba de la vibración de su poder.

Baby Vegeta: ¡Este es el final, Lazuli!

Lazuli: ¡No hasta que caigas, Baby!

La batalla se intensificó aún más, cada uno empujando al otro al borde de sus límites. Los golpes eran más fuertes, los movimientos más rápidos, y la determinación de ambos no flaqueaba.

Finalmente, ambos se separaron, respirando con dificultad pero con una chispa de respeto en sus ojos.

Baby Vegeta: (con una sonrisa) Eres una oponente digna, Lazuli.

Lazuli: (devolviendo la sonrisa) Lo mismo digo, Baby. Esto no ha terminado.

Los dos guerreros se prepararon nuevamente, listos para continuar la batalla que prometía ser una de las más épicas de sus vidas. Ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder, y la lucha continuaría hasta que uno de ellos cayera.

La batalla entre Baby Vegeta y Lazuli alcanzaba su punto álgido. Baby Vegeta, viendo que sus ataques no eran suficientes, decidió recurrir a una de sus transformaciones más poderosas. Con un rugido, su cuerpo comenzó a cambiar, creciendo en tamaño y musculatura, mientras su piel adquiría un tono rojizo y su cabello se volvía negro y más salvaje. Había alcanzado el nivel de Super Saiyan 4.

Baby Vegeta: ¡Lazuli, prepárate para enfrentar el poder del Super Saiyan 4!

Lazuli no se inmutó ante la nueva forma de Baby Vegeta. Su confianza era evidente y su determinación inquebrantable.

Lazuli: Vamos, Baby. Muéstrame de lo que eres capaz.

Baby Vegeta se lanzó hacia Lazuli con una velocidad y fuerza abrumadoras, cada golpe resonando como un trueno. Lazuli, sin embargo, demostró estar a la par, bloqueando y contrarrestando cada ataque con una agilidad impresionante.

Baby Vegeta: (sorprendido) No puede ser. ¡Estás a la par con mi Super Saiyan 4! ¿Cómo es posible?

Lazuli: Subestimaste mi poder, Baby. No soy tan fácil de vencer.

La batalla continuó con una intensidad feroz. Baby Vegeta intentó mantener la ventaja, pero Lazuli respondió a cada uno de sus movimientos con una fuerza y precisión sorprendentes. En un momento de la pelea, Baby Vegeta decidió usar una de sus técnicas más devastadoras.

Baby Vegeta: es la hora del ¡Resplandor Final!

Una enorme cantidad de energía se concentró en las manos de Baby Vegeta, creando una esfera brillante y peligrosa. Lazuli no se quedó atrás y comenzó a cargar su propio ataque de energía, formando una esfera similar pero con su distintiva aura azulada.

Lazuli: ¡No te dejaré ganar, Baby!

Ambos lanzaron sus ataques al mismo tiempo, y las dos esferas de energía chocaron en el centro, creando una onda de choque que sacudió todo a su alrededor. Al principio, parecía que Baby Vegeta tenía la ventaja, su Resplandor Final empujando lentamente el ataque de Lazuli hacia ella.

Baby Vegeta: (gritando con esfuerzo) ¡Es inútil, Lazuli! ¡Mi poder es superior!

Lazuli: ¡No me rendiré!

Con un grito de determinación, Lazuli incrementó su poder, su energía azul brillando con más intensidad. El choque de poderes empezó a cambiar, y el ataque de Lazuli comenzó a empujar de vuelta el Resplandor Final de Baby Vegeta. Sorprendido, Baby Vegeta intentó concentrar más energía, pero cometió un pequeño descuido.

Baby Vegeta: ¡No... puede ser!

Lazuli aprovechó el momento y, con un último esfuerzo, su ataque sobrepasó al de Baby Vegeta, explotando en una explosión de luz y energía que lo lanzó hacia atrás. Cuando el polvo se asentó, ambos combatientes estaban de pie, respirando con dificultad pero con una chispa de respeto en sus ojos.

Baby Vegeta: (con una sonrisa) Eres increíble, Lazuli. No esperaba menos de ti. ¿Te gustaría entrenar conmigo en la Habitación del Tiempo?

Lazuli con sus recuerdos de la androide 18 creada en la tierra sabia que ese lugar muchos guerreros como goku, gohan y vegeta en el pasado se habia vuelto increiblemente poderosos por lo que respondio

Lazuli: (sonriendo de vuelta) Me encantaría. Siempre es bueno tener un oponente digno para entrenar.

Sin perder más tiempo, ambos se dirigieron al Templo de Kami. La idea de entrenar juntos en la Habitación del Tiempo les emocionaba, sabiendo que allí podrían alcanzar nuevos niveles de poder y perfeccionar sus habilidades.

Al llegar al templo, fueron recibidos por Dende, el actual Kami de la Tierra.

Dende: Baby Vegeta, Lazuli, es un honor verlos aquí. ¿Qué los trae al Templo de Kami?

Baby Vegeta: Queremos usar la Habitación del Tiempo para entrenar. Estamos buscando superar nuestros límites.

Dende asintió, comprendiendo la seriedad de su petición.

Dende: Por supuesto. Les prepararé la entrada. Pero recuerden, el tiempo en la Habitación del Tiempo es diferente. Un año dentro es solo un día fuera.

Lazuli: Estamos listos, Dende. Gracias.

Con todo preparado, Baby Vegeta y Lazuli se dirigieron a la Habitación del Tiempo, listos para enfrentar un entrenamiento que los llevaría más allá de sus límites actuales.

Baby Vegeta: Esto será interesante, Lazuli. Estoy seguro de que ambos saldremos de aquí más fuertes.

Lazuli: Sin duda, Baby. Estoy deseando ver cuánto más podemos mejorar.

Con esas palabras, ambos entraron en la Habitación del Tiempo, preparados para un entrenamiento intenso y riguroso que pondría a prueba todo lo que habían aprendido hasta ahora.

Lazuli y Baby Vegeta entraron a la Habitación del Tiempo, y Lazuli no pudo ocultar su asombro al ver la vastedad y la peculiaridad del lugar. La blancura infinita y el aire pesado eran impresionantes.

Lazuli: Esto es... increíble. Nunca había visto algo así.

Baby Vegeta: Es un lugar único. He estado aquí en varias ocasiones, tanto con Goku, Pan, Goten, Trunks, Bra y Gohan. La última vez, entrené aquí con Majin Buu.

Lazuli: (sorprendida) ¿Majin Buu? Pensé que él, junto a Mr. Satan y Uub, murieron hace unas semanas tras el ataque de los dragones oscuros, a manos de Pan y Gohan.

Baby Vegeta asintió, pero su expresión se mantuvo serena.

Baby Vegeta: Sí, ese Majin Buu murió. Pero el que entrenó conmigo era de otro multiverso. Un Super Buu, para ser exactos. Nos enfrentamos en un combate amistoso, y escuché sus problemas. Intenté ayudarlo dándole algunos consejos.

Lazuli: (intrigada) ¿Y qué tan poderoso era ese Buu?

Baby Vegeta sonrió, con un brillo de respeto en sus ojos.

Baby Vegeta: En comparación conmigo, ese Buu era muy superior. Su poder era inmenso.

Lazuli quedó sorprendida ante esta revelación, pero lo que Baby dijo a continuación la dejó aún más asombrada.

Baby Vegeta: Gracias a ese combate y a su ayuda, desbloqueé una nueva transformación. Una que no utilicé contra ti.

Lazuli: (molesta) ¿¡Qué!? ¿Por qué no la usaste?

Baby Vegeta se transformó, mostrando la impresionante forma de Super Saiyan 5.

Su cabello se volvió blanco plateado y su aura brillaba con una intensidad cegadora. Lazuli, atónita, se acercó y lo agitó por los hombros.

Lazuli: ¡¿Por qué no usaste esta transformación contra mí?!

Baby Vegeta: (sonriendo) No era necesario.

Lazuli, aunque molesta, no pudo evitar sonreír ante la confianza de Baby. Después de ese momento cómico, Baby se puso serio.

Baby Vegeta: Estaremos aquí un año, pero afuera solo pasará poco más de un día. Tenemos mucho tiempo para entrenar y mejorar.

Lazuli asintió, preparándose mentalmente para el entrenamiento y para pasar un año completo con Baby Vegeta. Aunque no lo admitía abiertamente, sentía una atracción por él, algo que había surgido cuando la 18 de la Tierra, quien tenía huevecillos Tsufur en su cuerpo, se fusionó  con la 18 creada por myuu, gero y baby y esos sentimientos estan dentro de ella.

Lazuli: (pensando) ¿Debería decirle lo que siento? ¿Qué pensará él de mí?

Mientras Lazuli se debatía con sus pensamientos, Baby Vegeta también tenía sus propias reflexiones.

Baby Vegeta: (pensando) Espero que a Ramiro del universo 501 le esté yendo bien como Super Buu. Le deseo lo mejor.

Ambos se miraron, sabiendo que tenían un largo camino por delante. La Habitación del Tiempo sería el escenario de un entrenamiento intenso y una oportunidad para conocerse mejor. Lazuli respiró hondo, preparándose para el reto.

Lazuli: (decidida) Estoy lista, Baby. Vamos a ver cuánto podemos mejorar en este año.

Baby Vegeta: (con una sonrisa) Eso me gusta oír. Empecemos.

Así, ambos guerreros se lanzaron al entrenamiento, sus energías chocando y resonando en la vastedad de la Habitación del Tiempo. Cada día dentro de ese lugar representaba una oportunidad para superar sus límites y descubrir nuevos poderes.

A medida que el tiempo pasaba, Lazuli y Baby Vegeta se empujaban mutuamente a ser mejores, sus combates y ejercicios físicos y mentales llevándolos al borde de sus capacidades. La atracción de Lazuli por Baby crecía, pero ella se concentraba en el entrenamiento, esperando el momento adecuado para hablar de sus sentimientos.

Baby Vegeta, por su parte, se encontraba impresionado por la fuerza y determinación de Lazuli. Aunque su mente a veces vagaba hacia Ramiro y sus propios desafíos, se centraba en el presente, decidido a hacer de este año de entrenamiento uno de los más productivos de su vida.

Lazuli: (pensando) Un año es mucho tiempo. Tal vez encuentre el valor para decirle lo que siento.

Mientras tanto, Baby Vegeta seguía sonriendo, disfrutando del desafío y la compañía de Lazuli. Sabía que este año sería crucial, no solo para su poder, sino también para las conexiones que forjarían juntos.

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