«Bill Cipher te ha mandado una solicitud de amistad»

Dipper no pudo evitar sentir su corazón pararse un momento, sin ser capaz de creerse lo que sus ojos veían, sus manos temblaron un poco antes armarse de valor para presionar la notificación.

Él creía que ya lo tenía agregado... ¿acaso Bill lo había eliminado y luego se había arrepentido? El pánico le golpeó, temeroso de ver su pantalla.

«Solicitudes de amistad (1)

Bill Cipher
2 amigos en común • Hace 3 minutos»

Respiró un par de veces antes de notar el motivo por el cual la notificación parecía nueva.

Era su perfil personal.

No el Facebook que le daba a todos, no era donde ya lo tenía, el formal y profesional... sino que era el Facebook que sólo les daba a sus amigos más cercanos, esos amigos que ya sabían lo raro y nerd que podía ser... y ahora su crush le había mandado una solicitud en ese perfil.

Demonios... ¿qué debía hacer? ¿Aceptarlo y perder su dignidad cuando Bill viera las cosas que compartía o no aceptarlo, hacerle creer que no lo considera alguien cercano y quedar mal frente a él?

—¡MABEL! —Dipper gritó, eso fue lo primero que se le ocurrió.

El castaño salió corriendo desde su habitación hasta la de su hermana lo más rápido que pudo. Tocó la puerta desesperado, intentando esconder lo muy nervioso que estaba en un fallido intento y cuando la castaña abrió la puerta, tenía su teléfono en una de sus orejas.

—Planeamos esto luego, Xoly —dijo con una sonrisa—, creo que mi hermano está teniendo una crisis.

[...]

Habían pasado dos semanas desde el pequeño incidente de la solicitud de amistad.

Y es por eso que, cuando el castaño vio esa tira de fotos de Spiderman no dudo en compartirla... el problema fue lo que añadió en su publicación.

«El amor de mi vida»

Eso, era lo que Dipper Pines había escrito olvidando completamente el hecho de que ahora Bill podía ver esa clase de publicaciones.

Y no se dio cuenta de este hecho hasta que le llegó aquella notificación.

«Bill Cipher reaccionó a una publicación»

¿Cómo pudo ser tan estúpido para olvidar aquel hecho? ¿Qué iba a pensar Bill de él? Demonios, ya no podía borrar la publicación pues el rubio ya la había visto y no tendría caso. ¿Por qué lo aceptó en su Facebook personal? ¿En qué estaba pensando? Ahora no sólo sería el nerd de la clase, sino que además era el nerd, friki, homosexual que amaba a Spiderman.

Todo esto era culpa de Mabel por animarle a aceptarlo.

Ahora todas sus oportunidades con Bill estaban muertas.

Aunque realmente siempre lo estuvieron, es decir, Bill Cipher, el favorito de las chicas, ese hermoso chico de ojos mieles que te cautivaban con tan sólo una mirada, esa bella sonrisa que llevaba siempre adornando su rostro, sus cabellos rubios siempre enmarcando lo delicado de su cara... sí, definitivamente Dipper tenía un enamoramiento muy grande y nulas oportunidades de salir con él... y ahora con la publicación, seguro debía pensar que era el más raro de la escuela.

Dipper Pines simplemente quería morirse.

[...]

El castaño no pudo evitar emocionarse al ver una publicación acerca de Star Wars, una de sus sagas favoritas.

Ver las imágenes de Luke y Leia sólo le recordaban lo que ocurriría pronto. Y, etiquetando a su hermana escribió una peculiar oración.

«Muero por ya hacer el matching. Omg, sólo trece días más»

A pesar del incidente de hacía ya una semana, el menor no podía evitar hacer sus publicaciones de fanboy.

Después de su crisis temporal (en la que su hermana le había llamado mil veces exagerado y dramático), entendió que evidentemente el rubio no era más que un crush imposible que nunca llegaría a nada, así que, según el castaño, Bill Cipher era cosa del pasado, podía compartir lo que quisiera porque igual no cambiaría nada.

Un comentario en su publicación llamó su atención, su hermana ya había respondido.

El menor rodó los ojos al ver la respuesta de su hermana. Sólo esperaba que no hiciera una de las suyas... o bueno, que simplemente no le arruinará el día, ya que era muy importante para él.

Ese día era el día en que una de sus convenciones favoritas llegaba a la ciudad, puesto que, en ella habría cosas de todo lo que amaba, desde comics de sus superhéroes favoritos, artículos de las películas de ciencia ficción que amaba, figuras de acción, objetos coleccionables, entre muchas cosas más de sus fandoms.

Suspiró con cansancio, esa convención significaba mucho para Dipper. ¿Qué daño podría hacer Mabel sabiendo eso? De seguro era una de sus tonterías momentáneas.

Si no, Mabel estaría muerta.

[...]

—Mabel... ¡ESTÁS MUERTA! —gritó el castaño—, ¿está era tu pequeña sorpresa?

—Puede ser —le contestó con una sonrisa.

—¿Qué hará él aquí? —preguntó irritado Dipper.

Caminaba ligeramente irritado al escuchar que el novio de su hermana estaría disfrazado de Han Solo, mientras su hermana lo arrastraba del brazo con una sonrisa de oreja a oreja hacía el lugar donde había quedado con él.

—Sólo quería acompañarme —dijo restándole importancia—, al rato tú me abandonarás para ver tus cosas de nerd y ni modo que me quede sola con mi disfraz, ¿sabes cuantos extraños se acercarían si ven a una Princesa Leia sola? ¡Sería presa fácil Dipper! Además no quería quedarme con el disfraz incompleto tenía que hacer matching con alguien... ¿y qué mejor que hacer uno de Leia y Han Solo con mi novio mientras te entretienes? No te vamos a estorbar.

—Te odio —masculló.

—¿Por qué sabes que es cierto?

—No, porque ni siquiera sabes quién es Han Solo —murmuró frunciendo el ceño—, él mucho menos.

—Claro que sí lo conocemos —contestó burlona—, existe Wikipedia, además es bastante popular últimamente.

—Te odio —repitió mientras su hermana reía.

—¡Oh! ¡XOLY BEBÉ! —gritó la castaña cuando vio a su pareja a lo lejos, sin importarle la atención que obtuvo de las demás personas.

Su novio se giró para verla con una gran sonrisa.

Dipper no pudo evitar rodar los ojos al ver el disfraz del más alto... el lado bueno es que Mabel tenía razón, a pesar de que planeaba pasar la convención con su hermana, al llegar su "amorcito" no tenía otra opción que irse por su cuenta, claro si quería ahorrarse sus escenitas de amor.

En serio, como odiaba a su hermana.

El chico de nombre azteca beso a Mabel dejando al gemelo de la castaña totalmente incómodo.

—Hola Pines —saludó el más alto.

—Sí, sí —contestó de mala manera—, hola Xólotl.

—¿De mal humor? —preguntó burlón—, ¡no me lo esperaba! —dijo con sarcasmo.

Dipper rodó los ojos irritado.

—No lo estaría sino estuvieras aquí —replicó.

—¡Dipper! —le reprimió su hermana—. ¡No seas grosero!

—No te preocupes, bebé. Ya me acostumbré a que me trate así —dijo Xólotl con una sonrisa—, ¿qué te molesta tanto está vez, Pines?

—¡Qué ni siquiera te gusta Han Solo! —exclamó irritado.

—Claro que me gusta —contestó seguro—, yo adoro Star Trek.

Dipper quiso matarlo al escuchar aquello.

—Bebé, es Star Wars... Star Trek es otra cosa —le susurró Mabel en el oído.

—Por eso dije Star Wars —contestó el de cabello negro—. Te estaba poniendo a prueba, bebé.

—¿Saben qué? —dijo cansado sin querer pelear con el chico—, vayan a coquetearse fuera de mi espacio vital, puedo estar en la convención solo.

—Yo no me opongo a eso —respondió el más alto.

—Lo siento Dipper... —le dijo su hermana con una sonrisa triste—, para la próxima será.

El mencionado asintió sin querer darle más vueltas al asunto. Tal vez solo estaría más tranquilo. Su hermana dejo un beso en la mejilla del castaño antes de irse soltando risitas con su novio.

Dipper suspiró, definitivamente odiaba su vida.

Dudoso empezó a caminar viendo los distintos puestos, viendo cada pequeño objeto que vendían o exhibían en el lugar, analizándolos para al final decidir en cual invertiría su dinero.

Él en serio disfrutaba de estas cosas. Demonios, quería gastar su dinero en tantas cosas... pero tenía que ser fuerte, tenía que ser fuerte.

Mientras se dirigía al siguiente puesto una persona disfrazada de Spiderman se posicionó justo enfrente de él, deteniendo su paso y llamando su atención.

—¿Puedo ayudarle en algo? —preguntó amablemente.

—Dipper Pines... soy el amor de tu vida.

Tiempo atrás...

—¡William! —gritó Bill llamando la atención del mencionado.

—¿Qué quieres? —preguntó desinteresado.

—¿Me puedes explicar que significa esto? —cuestionó totalmente ofendido.

—Um... el perfil de Dipper —contestó como si fuera obvio.

—¡Eso ya lo sé! —exclamó el rubio—, pero ¿por qué dice que no lo tengo agregado y tú sí?

Fue entonces cuando Will dirigió la mirada al teléfono de su hermano menor, viendo como señalaba el perfil de Dipper. Pero no cualquier perfil, sino su perfil personal.

—Ah... eso —contestó con tranquilidad—, es un perfil que tiene sólo para personas cercanas, creo que es porque comparte cosas muy... personales.

—¿Y tú desde cuando eres una persona cercana de él? —le cuestionó.

—Pues... somos buenos amigos.

—¿Y por qué no me tiene a mí? —preguntó haciendo un puchero—. No es justo.

—No te tiene porque seamos honestos, ¿cuántas veces han hablado? —le respondió.

—Las suficientes como para saber que es el amor de mi vida y que tenemos que estar juntos, William —exclamó con rapidez.

El mayor rodó los ojos.

—Pues si tan amor de tu vida es, ¿por qué no sólo le mandas solicitud y ya? —dijo Will con tranquilidad—, problema resuelto.

—¡No puedo hacer eso como si nada!

—¿Por qué no?

—¿Qué va a pensar de mí? —preguntó de manera paranoica—, va pensar que soy un atrevido.

—Lo eres —le respondió su hermano.

—¡Sí! Pero él no tiene por qué saberlo así —exclamó con dramatismo—, ubícate Will.

Su hermano de nueva cuenta rodó los ojos quitándole el celular al rubio, mandando la solicitud por él.

—Listo —dijo dispuesto a regresar la vista a su celular—, de nada,

—¿QUÉ HICISTE? —gritó alterado—, eres el peor hermano de todo el mundo.

—Dime eso otra vez cuando Dipper te acepte —contestó riendo.

—¿Tú crees que me acepte?

Will se lo pensó por unos segundos, él estaba seguro de que lo aceptaría porque a pesar de que él castaño nunca se lo había dicho, estaba convencido de que tenía sentimientos por su hermano... así como su hermano de él.

—Si ya te acepto en su otro perfil, no veo porque no —dijo encogiéndose de hombros—, ahora si me disculpas, quiero continuar mi conversación.

—De seguro estás así de agresivo porque andas hablando con Gleeful —murmuró frunciendo el ceño.

—¿Y sí es así, a ti qué? —respondió a la defensiva mientras reía—, mejor ve a acosar a Dipper.

Bill le sacó la lengua a su hermano de manera infantil, sólo para ver a Will hacerlo de igual manera.

Unos minutos pasaron antes de que una notificación le llegará al rubio.

—¡OMG! ¡WILLIAM ME ACEPTÓ! —exclamó tomando de los hombros a su hermano.

—¿Felicidades? —murmuró aturdido.

Bill ignoró eso viendo unos segundos su celular.

—Tienes razón, iré a acosarlo.

Su hermano soltó una carcajada mientras veía a su hermano irse, vaya que era un idiota.

[...]

Como de costumbre Bill abrió su Facebook para ver un par de memes, sólo para encontrarse con una curiosa publicación de su crush.

«El amor de mi vida»

Bill se sorprendió esperando que las fotos se cargaran, ¿quién era su mugrosa competencia? Si no eran fotos de él, estaría muy ofendido.

Al cargarse las imágenes vio al superhéroe en ese típico traje y se relajó. Tenía sentido, al castaño le gustaba Spiderman.

Dudo al momento de poner la reacción. Poner "me encanta" sería muy intenso, pero poner "me sorprende" era muy obvio, seguramente el castaño pensaría en que le sorprende a Bill, y él no quería eso, así que simplemente le dio un me gusta. Que Dipper supiera que ya tenía anotada a la perfección a su competencia.

[...]

Bill había desarrollado una peculiar manía, la cual consistía en revisar diariamente el perfil del castaño, sabiendo que de esta forma encontraría información interesante del mismo.

«Muero por ya hacer el matching. Omg, sólo trece días más»

Bill frunció el ceño. ¿Qué había en trece días que emocionaba al castaño?

Busco en sus propios contactos al chico que podría darle la respuesta.

Fue ahí cuando el plan maestro para conquistar al castaño se le ocurrió al rubio. Todo tenía sentido, se le acercaría, le diría las palabras mágicas y Dipper caería rendido hasta sus pies y se casarían al amanecer.

—¡Will! —gritó corriendo al cuarto de su hermano—. ¡Se me ocurrió el mejor plan de la historia!

Sí, definitivamente tenía sentido.

[...]

Según su contacto 'aka' Dios de todas esas cosas.

Mabel y Dipper estarían ahí a las 12 del día. Sólo tenía que esperar, después de todo, gracias a Xólotl ya sabía perfectamente como iría vestido el castaño.

Y tras buscarlo por lo que le pareció una eternidad, los ojos le brillaron al verlo caminar entre la gente. Bill suspiró un par de veces, tratando de tranquilizarse.

Era ahora o nunca.

Camino decidido dándose cuenta de que su plan era estúpido, y pensando en que todo iba a fallar cada vez que se acercaba más y más al castaño. Pero no había vuelta atrás, tenía que hacerlo.

Y cuando finalmente llegó frente a él, notó la mirada de confusión del chico y por un segundo las palabras desaparecieron de su mente.

—¿Puedo ayudarle en algo? —logró escuchar la voz de Dipper, regresándole a la realidad de golpe.

—Dipper Pines... soy el amor de tu vida —dijo antes de ser dominado por los nervios—, ¿quieres hacer la icónica escena del beso? Aunque ahora que lo pienso sería raro ver a Luke besar a Spiderman, pero podemos hacerlo funcionar.

Pudo ver como la mirada de confusión en el mencionado aumentaba, antes de notar como el color subía a las mejillas del menor, sin saber qué hacer.

—¿Disculpa? —preguntó aturdido y evidentemente avergonzado—, ¿quién eres?

—Duh, el amor de tu vida —respondió con sorna y con un repentino ataque de confianza.

Dipper frunció el ceño.

—Estoy hablando en serio —contestó con seriedad el castaño.

—Okay, okay —dijo Bill, entendiendo que tenía que estar en un lugar más privado para la siguiente fase de su plan—, es un secreto... pero...

Bill miró a ambos lados antes de tomar de la muñeca al castaño dispuesto a llevárselo lejos de ahí.

—¡Hey! ¿Qué haces? —le preguntó algo molesto.

El rubio decidió ignorar la pregunta hasta que llegó a un lugar con menos gente y un poco más privado.

—¿Qué crees que hac-?

El menor fue incapaz de terminar su pregunta al ver al chico quitarse la máscara, revelando el rostro de su crush. Sintió como todo el aire lo abandonó, ¿en serio pensó que podía superar a Bill Cipher?

—He revelado mi identidad secreta ante ti —le dijo el rubio algo sonrojado—. Espero que puedas guardar el secreto —agregó guiñándole el ojo con una picara sonrisa.

Dipper no supo que hacer, estaba en shock, ¿Bill le había dicho todas esas cosas raras? El color subió nuevamente a sus mejillas, ¿debía decir algo? ¿Qué debía decir? ¿Qué podía contestar al escuchar al chico que le gustaba prácticamente confesándosele disfrazado de su amor platónico?

¡Bill le había dicho que era el amor de su vida en un traje de Spiderman! Y no sólo eso... ¡literalmente le había dicho que se besaran!

No tenía palabras, ¿esto era real? ¿De verdad le estaba pasando a él?

Que alguien lo pellizcará...

—Um... y-yo —el castaño balbuceó, sin ser capaz de pronunciar algo coherente.

Bill empezó a ponerse nervioso al obtener esa reacción por parte del menor, demonios, él no esperaba que el castaño se lanzara a sus brazos irremediablemente enamorado (bueno un poco y sí), pero al menos esperaba una risa, algo de coqueteos, pero Dipper definitivamente estaba incómodo, acababa de arruinar todo con él.

Debía inventar una excusa rápido, antes de perder el resto de su dignidad.

—Em... jaja —Bill empezó sintiendo su alma caer al piso—, sólo estaba bromeando, Pino.

Murmuró avergonzado, demonio Bill, ¿nunca puedes hacer nada bien? Se dijo a si mismo mentalmente,

Dipper sintió como algo se partió dentro de él, ¿había sido una broma?

—Oh... —atinó a contestar, con un nudo en su pecho.

—Lamento todo esto... —continúo el rubio—, no pensé que te pondrías así.

—Oh... —repitió antes de reírse nerviosamente—, no importa.

Mintió, demonios, Dipper era un manojo de nervios en esos momentos. Un manojo de nervios con el corazón roto.

—Creo que sería mejor si me voy y dejo de arruinarte todo —agregó Bill al ver la expresión del castaño—. Disfruta la convención Pino.

Al notar que el menor no respondía suspiró.

—Nos vemos en la escuela Dipper —dijo antes de darse la vuelta.

Dipper balbuceó un par de cosas inaudibles para el mayor. Así que por reflejó sostuvo el brazo del rubio, sorprendiendo al mismo.

—¡Oh! Lo siento —dijo avergonzado por esa acción—, es... sólo que... um.

Dipper entró en pánico al tener la mirada expectante de Bill sobre él, podía sentir su corazón palpitar con locura... estaba seguro de que el rubio podía escucharlo.

—¡Ugh! —exclamó nervioso—, ¿todo fue una broma en serio?

Murmuró nervioso antes de arrepentirse, ¿qué estaba haciendo?

—Um... bueno si lo dijiste debe ser porque sí era una broma... lo siento —dijo soltándolo del brazo avergonzado—, no quería sonar así de tonto.

—No lo hiciste —le dijo con una sonrisa.

—Oh... qué bueno —el menor rió nervioso, mientras se rascaba la nuca.

Bill estuvo a punto de irse nuevamente cuando un golpe de valor le pegó.

—Esto... aunque lo del beso era una broma —dijo llamando la atención de Dipper con algo de color en sus mejillas—, bueno... o sea sí quiero besarte, pero ese no es el punto.

Dipper se sonrojó fuertemente sin saber cómo reaccionar.

—Ugh, lo que quiero decir es que... —Bill tomó de los hombros al menor para verlo a los ojos—, quiero salir contigo Pino.

Fue ahí cuando el mencionado sintió su alma caer a sus pies, esto debía ser un sueño.

—¿Eh? —Preguntó sorprendido.

—Oh... esto es incómodo... —dijo Bill al no obtener respuesta del castaño—, creo que sí termine de arruinar las cosas contigo.

—¡Nonono! —exclamó Dipper con rapidez—, yo muero por salir contigo... pero... oh Dios, acabo de decir muero, ¿verdad?

Bill se mordió el labio antes de soltar una pequeña risa.

—No me digas que esto era otra broma —murmuró sintiendo ganas de llorar.

—¡Para nada! —le contestó Bill desesperado—, estoy hablando en serio, pero... lo dijiste de una manera tan adorable que... perdón, yo igual muero de ganas por salir contigo, Dipper.

Dipper no podía con el calor que sentía en sus mejillas y el ritmo tan acelerado que llevaba su corazón y bajo la mirada avergonzado.

—¿Quieres pasear por la convención conmigo? —murmuró el castaño por lo bajo—, así um... ambos podríamos salir con el otro.

Bill sonrió enternecido.

—Me encantaría, Pino.

El rubio tomó suavemente de la mano al castaño guiándolo nuevamente a los puestos.

—¿Dónde empezamos? —le preguntó y vio al castaño sonreír.

Dejando su mano entre la del otro señaló con la otra un par de puestos.

—¡Por ahí! —dijo algo emocionado.

—Se mi guía Luke —agregó riendo.

Y viendo la brillante sonrisa en el rostro del castaño, supo que su plan maestro había resultado... simplemente les faltaba la boda.

Aunque eso podía esperar.