Bueno, aquí lo tienen, otro capítulo recién salidote del horno de mi cabeza, ojalá lo disfruten.

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Tras lo acontecido, y una exhaustiva búsqueda que duró al menos otras dos semanas, no pudieron dar con su paradero; al volver a Totto Land llevaron a cabo un funeral, claramente Ginger y Katakuri se mostraron en desacuerdo, negándose a ser parte de tal cosa, era un hecho de que sus corazones dolían más que el resto y se negaban a la idea de haberla perdido para siempre, aquello era algo que tenían grabado con total seguridad, desaparecida no significaba muerta, y seguirían buscando hasta el fin de sus vidas de ser necesario, pero no se dejarían desalentar por palabras ajenas.

- ¡Ginger basta! ¿Enserio crees que nos gusta esta situación?

- ¡¿Y tú crees que a mí sí?! -Ante la agresividad de su respuesta, su esposo retrocedió un par de pasos- ¿No que las parejas se apoyan? Creí que contaba contigo.

- ¡Y cuentas conmigo, pero no para seguir con esto! Ya va casi un mes y no hemos dado con nada, por favor ya rín... -Las palabras se le trabaron en la garganta, mientras un aro rojo alrededor de su cuello le impedía hablar.

- Estoy muy decepcionada de tí -Con su puño fuertemente cerrado mientras emanaba su característica energía roja, apartó la vista, no queriendo mirarlo fijamente- Y no vale la pena esperar a que cambies de opinión porque lo que dices me deja en claro que no lo harás.

Apenas se dió media vuelta anuló el uso de sus poderes, regresándole el habla al mayor, no estaba dispuesta a dejar que la viera a la cara, no solo por el enojo, sino también porque nadie tenía autoridad alguna sobre ella para verla llorar, a pesar de que se habían esforzado mucho y debía reconocerlo, realmente lo habían intentado, pero sin dudas también se sentía traicionada por su propio esposo ¿Cómo podía decirle que se rindiera, acaso iba a ir a decirle lo mismo a Katakuri? Porque seguro que a él no se atrevería ni a abrirle la boca. Aún con la cabeza en alto se echó al hombro el pequeño bolso que contenía sus pertenencias, dispuesta a retirarse del castillo Charlotte, no iba a quedarse de brazos cruzados en oportunidades de seguir con la búsqueda, y si no contaba con nadie más entonces no podría importarle menos.

- ¡S-si te vas así...!

- Si me voy así ¿Qué? -Respondió sin detenerse- ¿Vas a ir llorando a contarle a tu madre? Mi hermana me importa más que temerle a mi suegra.

- ¿Entonces estarías dispuesta a traicionar a la familia Charlotte? -La voz de la mencionada le hizo detener su andar y voltear a verla, tenía una expresión seria- Piensa bien en tus acciones.

- Y lo hago, pero no me quedaré a llorar como si estuviera postrada en una cama el resto de mi vida como para no hacer nada... Iré a buscar una respuesta, sea buena o mala, atenderé a sus llamadas, haré cualquier cosa que me pida o le haré los envíos que quiera... Sigo siendo leal a la alianza pirata y de territorio que tengo con usted, así como también soy fiel a mi matrimonio, pero lo que sí sería una verdadera traición, es dejar a mi hermana en el olvido sabiendo que aún tengo oportunidad de encontrarla esté viva o no.

La obesa mujer cerró los ojos un momento, meditando las palabras que su nuera le había dicho- Hummm Maaama mama, no puedo decirle traidora a alguien tan convincente, te has ganado mi respeto niña, adelante vete, tienes mi aprobación.

- Se lo agradezco -Hizo una respetuosa reverencia, haciendo a su contraria sonreír- Le cocinaré algo especial apenas regrese, se lo prometo, una receta propia de Wano.

- Esperaré a tu regreso -Le vió dar media vuelta he irse en silencio, con las grandes puertas cerrándose solas detrás de si- Quién diría que tu esposa tiene más voluntad que tú, tanto que quisiste que se quedara y ahora te rindes tan fácil.

- Pero Mama...

- ¿Vas a poner excusas? Mama mama, aún cuando finge estar firme y colapsa a cada paso que da... Y así te crees el más apto para liderar a mi tripulación cuando yo no esté.

- ¿Porqué la defiendes tanto?

- Ella ya se defendió sola, solo te remarco tu propio fracaso, que no te extrañe si apruebo su divorcio y dejo que se case con alguien más -Dicho esto se marchó, dejándolo completamente solo.

Y en ese momento, se detuvo a pensar en cuan patético debía verse en aquel momento, preguntándose si de algo hubiese ayudado la presencia de su hermano menor, su madre no le había impedido salir a buscarla, pero desgraciadamente él no tenía fuerzas para nada, se la pasaba encerrado en su casa, había sacado todos los espejos, las ventanas bloqueadas y con suerte contestaba sus llamadas para proceder a colgarles; se encontraba hundido en la depresión total, completamente aislado de todo y todos, y aunque nadie lo decía, era un hecho de que lloraba casi todo el día, el que para sorpresa de todos, era el llanto más callado que podría haber, y cómo no estaría así, había perdido no solo a su esposa y compañera, sino también al que pudo ser su hijo o tal vez una niña.

Ese hombre vivía al borde del suicidio, y si no lo había cometido, era porque gracias a Ginger aún mantenía una diminuta esperanza de que algún día la iban a encontrar.

Mientras tanto, en un lugar lejano, pequeño y escondido del mundo, había un grupo de gente muy particular reunida, todos se notaban increíblemente preocupados desde hacía mucho, les había tomado algunos días lograr tener algo de estabilidad, desde el primer día cuatro mujeres y tres hombres habían sido los encargados de cuidar de su líder, afortunadamente gracias al cambio de tamaño y su sorprendente resistencia, aquel impacto explosivo solo la había dejado inconsciente con una gran quemada en el pecho, el problema era que ya llevaba así un mes, durante ese tiempo la habían estado curando con un poco de agua limpia y vendajes improvisados con hojas y ropa, pero no estaban seguros de qué tan bien les iría. La comida escaseaba al igual que las plantas, por suerte los árboles huecos que habían encontrado y tiendas de campaña hechas con sus ramas les daban el espacio y cobertura suficiente como para refugiarse con decencia; claramente estaban preocupados por lo que pasaría, porque en primer lugar ni siquiera tenían seguridad de que su alfa aún estuviera en condiciones de sentarse por su cuenta.

Tuvieron que pasar unos pocos días más, días en los que estuvieron obligados a apretar el estómago con la comida que encontraban, tuvieron suerte de encontrar barras de suplementos flotando en el mar, lo bueno de aquellos extraños alimentos era que podrían aguantar prácticamente cualquier condición mientras estuvieran dentro del empaque. Convirtieron aquello en algo que repartir más fácilmente, junto con algunos peces que lograron atrapar con las pocas fuerzas que tenían; gracias a ello se reunieron frente a una gran hoguera, disfrutando de su calor tan reconfortante, aquella comida les indicaba que aún tenían tiempo para seguir adelante.

Pero finalmente el tan esperado milagro sucedió.

Por fin, ella despertó esa misma noche.

Algo mareada logró abrir los ojos de poco en poco, viendo como el lugar en el que se encontraba era tan solo un árbol hueco con el espacio justo para que se quedase acostada en aquella cama improvisada, y que en caso de haber cuando mucho otras tres personas, estas tendrían que estar de pie. La luz que entraba era tenue, pero se podía notar el gran contraste entre el fuego y la noche, dándole una idea de la hora que podría ser. Con algo de esfuerzo se levantó, sintiendo un fuerte dolor en el pecho, fué entonces cuando se hizo consciente de los vendajes que traía, el ligero color verdoso le indicaba que era una fibra posiblemente hecha con hojas de plátano y algo entre el material y su piel; sin querer darle muchas vueltas al asunto, caminó de poco en poco, a pasos temblorosos, mientras sentía como sus pasos después de mucho tiempo, volvían a hacer contacto directo con la tierra fría.

Apenas salió fué vista por los demás, quienes gritaron emocionados, algunos lloraban, otros juntaban ambas manos sobre su pecho mientras bajaban la cabeza, el pequeño trío de mujeres con el que se había formado un grupo se acercaron emocionadas para comprobar su estado, siendo la pelimorada la primera en abrazarla con el cuidado suficiente para no hacerle daño.

- Ay por Dios nos tenías preocupados, teníamos miedo de que no despertaras -Una vez la soltó, la pelirroja habló aliviada.

- ¿Alguien me puede explicar? Es que... Apenas y me acuerdo.

- Bueno, la cosa que es que... -Marie comenzó a explicarle lo más importante con detalles, aunque no había mucho que contar, procesarlo era lo difícil- Y bueno, llevas un mes inconsciente y durante ese tiempo te hemos estado curando esa quemada que te dejó el misil.

- Vaya... Eso es...

- ¡Mi niña! -Apretó los labios por el dolor al sentir como sus padres la abrazaban, en realidad le daba una sensación de alivio el ver qué ellos también estaban allí- Es un alivio verte despierta.

- Nos preguntábamos cuándo pasaría -Su padre la abrazó una vez su madre la había soltado, teniendo un poco más de cuidado con su herida.

- Yo... No le ha pasado nada -Sonando más como una afirmación, sus cercanos la miraron confundidos, aunque entendieron el mensaje una vez posó su mano sobre su abdomen- Estoy segura.

- Y eso es bueno, nuestros cuerpos fueron hechos para protegerse -Una anciana se acercó, claramente con mayor experiencia sobre el tema- ¿Sabes porqué tu cuerpo no se sana como debería?

- No realmente... Escuché algo sobre nuestro sistema de regeneración o algo así.

La mujer rió, por ahí iban las cosas- Aunque es una explicación vaga, no está muy lejos de la verdad, ven a sentarte -Fueron junto con los demás, sintiendo el cómodo calor de la hoguera- Si bien nuestros cuerpos fueron hechos para sanarse, los de las mujeres presentan la diferencia de que durante el embarazo, van a proteger lo más importante, en este caso al feto, cualquier daño que pueda sufrir, tu cuerpo se encarga de sanarlo de inmediato, dejando un mínimo de curación para tí, porque de nada le sirve a tu cuerpo proteger a tu bebé si tú mueres, porque es un hecho de que una madre muerta indica un bebé muerto.

- Y todo este tiempo ¿Lo estuve cuidando inconscientemente? -La anciana asintió, si tanto había tardado era por ese tipo de complicaciones- Eso es... Inesperadamente bueno.

Palmeó suavemente su hombro con una sonrisa- Estoy segura de que todo irá bien, tu sistema es incluso mejor que el nuestro.

Con una última noche de descanso y una muy necesaria ración de comida, las cosas empezaron a cambiar para el día siguiente. Primero se dividieron en grupos según especialidades, los más ancianos liderarían los grupos, mientras que los niños se encargarían de asistir en cosas básicas, los adolescentes harían tareas más ligeras pero claramente un poco más importantes mientras que en su estado de salud, ella se quedaría a supervisar y hacer un registro todo lo que tenían; sería difícil, en una isla de ambiente seco como esa, pero algo deberían poder conseguir. Pero si algo era seguro, era de que todo ese tiempo inconsciente no había sido en vano, había conocido una faceta más profunda de sí misma, había conseguido familiarizarse con el que se había convertido en su guía espiritual, había meditado, aprendido acerca de una cultura que desconocía completamente, pero que había estudiado gracias a él y todo lo que sus memorias le ofrecían, lo cual al estar en un plano astral por así decirlo, era muchísimo más de lo que cualquier experto podría ofrecerle, ya que desgraciadamente ellos habían estudiado los restos de su historia, no todo lo vivido a tiempo real.

Con el paso de los días las cosas comenzaron a mejorar, empezaban a tener plantas, habían armado su propio criadero de peces, y también idearon su propia fuente de agua limpia gracias a todos los restos que encontraban bajo el agua, inclusive con la poca madera que tenían habían decidido a atreverse a construir un bote, algo para salir de allí, la morena aún poseía su anillo ¿Y cómo no? Si nunca se lo había quitado; gracias a ello finalmente podrían empezar una nueva vida, gracias a ella, finalmente parecía ser que la vida les estaba sonriendo otra vez.

O tal vez... No tanto.

No era un secreto que la situación inicial del laboratorio era conocida por los altos rangos de la Marine, por ende estaban al tanto del caso de la creación y comercio de esclavos, y aunque estuvieran moralmente en contra, seguía siendo una normativa que debían respetar al ser un proyecto financiado por el Gobierno Mundial, claro que lo único de lo que podían sacarle provecho era la relación de la misteriosa mujer gigante con los piratas de Big Mom, si lograban atraparla las cosas serían mucho más fáciles ¿Y qué mejor forma que poniéndole precio a su cabeza? Una nueva integrante tan amenazante de aquella banda letal de piratas, debía ser eliminada de raíz junto con aquellos seres extraños. Esta vez no iban a quedarse "casi extintos" el trabajo de hace cien años debía finalizarse a como de lugar, solo tenían que dar con ellos.

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Empezamos bravas he? Pos sí, en el próximo capítulo se vienen más cosas, cosas que ojalá me salgan tremendas (aunque no serán muchas), haré lo mejor que pueda (otra vez).

Por otro lado.

¿Qué onda con la Marine?

¿Butsu con recompensa?

¿Ginger y Perospero se van a divorciar apenas al mes y medio de casados?

DESCÚBRANLO EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO.

¡Bye~ bye~!