Vestido diario + zapatos:

Conste que en guía del vídeo, Ginger es la de azul y Butsu la de rosa.

Advertencia: Esto va a estar meloso.

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La noche no tardó en llegar, y justamente a las siete en punto, toda la gente se encontraba reunida en el centro del pueblo, donde todo era adornado con lámparas, listones, globos y papeles de colores, las últimas en llegar fueron las líderes, quienes usaban vestidos iguales pero con distintos peinados, en cambio Katakuri permanecía detrás de todas las personas, observando en silencio de brazos cruzados, las mujeres se posicionaron en medio de un espacio desocupado para ellas, listas para hablar.

- En una noche como hoy, los primeros habitantes llegaron a esta isla, en la que todos serían capaces de vivir sin importar nada más que la paz y apoyo entre todos... -Empezó la menor.

- Para que la gente fuese libre y agradecida con esta bella tierra, para aprender de los errores y crecer no solo como personas, sino también como pueblo -La secundó la mayor.

- Y para conmemorar esa fecha ¡Que la fiesta comience! -Hablaron a unisono, recibiendo como respuesta los gritos emocionados de las personas.

Al instante la gente con instrumentos comenzó a tocar una melodía animada, dejándole a ellas el primer baile, cosa que hicieron presentando un pequeño número de ballet, coordinándose a la perfección, era obvio que no habrían tenido tiempo de ensayar ¿Ya lo tenían planeado? Era un poco obvio, pero era innegable que ambas tenían talento, sin dificultades por la diferencia de tamaño. En cuanto su número terminó hicieron una elegante reverencia siendo aplaudidas por todos, al alejarse del centro del lugar, la música cambió y distintas personas se acercaron a bailar, tanto solas como en pareja. El Charlotte simplemente observaba en silencio, ya que apenas el baile de las hermanas había terminado él dejó de ponerle atención a todo lo demás, no pasaron más de un par de minutos cuando la causante de su confusión se acercó a él, con una caja de cartón en manos, ahora que la veía más de cerca notó el diseño de donuts en su vestido y su peinado de un moño con trenza, adornado con un par de flores falsas, ciertamente se veía encantadora, pero se sentía en la obligación de disimular, no podía exponerse de ese modo.

- Charlotte-san, supuse que querría comer algo -Le dijo extendiendo la caja.

- Solo un poco, estas fiestas no son lo mío -Recibió la caja, que lucía bien decorada, al abrirla esta estaba llena de coloridos macarons y algunos donuts miniatura.

- Pensé en que preferiría dejarse la bufanda, le encontré una caja de bocados pequeños para que pueda dejársela -Nuevamente vió la forma de sus ojos, que daba a entender que sonreía.

Y claro que por poco sentía algo dentro de sí derretirse- Se lo agradezco, aunque no hacía falta.

- Bueno, la idea es que todos disfruten, así sea algo pequeño -Al decir aquello dió media vuelta y se retiró, yendo por quien sabe donde, claro que esto le dió al ojos granate toda la privacidad necesaria para disfrutar aquellos dulces.

Las horas pasaron, la gente comía, bailaba, cantaba y se divertía, en ese período de tiempo la mujer había regresado, cambiando su calzado anterior a las botas de siempre al igual que su hermana, bueno, la zapatillas de ballet no eran siempre la mejor opción para algo más que el baile, mientras que la mayor se encontraba con los más jóvenes contando historias sobre sus viajes y peleas, la menor solo observaba entre la gente, siguiendo el ritmo de la música con su cabeza, claro que el ser tan alta le dificultaba el encontrar una pareja de baile con un tamaño cercano al suyo, por un momento desvió la mirada en dirección al Charlotte, y aunque se sentía convencida de que Katakuri la rechazaría, no perdía nada con intentarlo, mientras que el mencionado solo seguía de pie en el mismo lugar que antes, observando en silencio como ahora Butsu comenzaba a acercarse a él, no le hizo falta utilizar su Haki para saber lo que iba a decirle, pero no se sentía dispuesto a aceptar su propuesta por sus propias razones.

- Charlotte-san ¿Le gustaría bailar conmigo? -No hizo falta ser un genio para saber que esperaba el rechazo.

- Yo no bailo -Y ahí estaba la respuesta que esperaba.

- Comprendo... ¿Al menos podría saber la razón?

Desvió la mirada, sin ganas de hablar, pero al menos no le insistía- No me tomé el tiempo de aprender, me resultaba más importante entrenarme para el combate.

- Entonces puede tomarse el tiempo ahora, yo le enseñaré.

- No gra...-Y otra vez se lo llevaba arrastrado, está vez a la parte trasera de su hogar, lejos de toda la gente.

- Usted solo sígame -Tomó la postura correcta, acomodando la mano de él en su cintura y la suya en su hombro, sujetando su mano libre- Ahora, solo siga mis pasos, no le haga caso a nada más.

Antes de cualquier protesta o intento de alejarse, ella ya había comenzado, empujaba sus pies ligeramente, indicándole a donde ir, siguiendo la guía del típico un, dos, tres que le decía, y sin esperarlo ni siquiera de si mismo, la siguió sin problemas, teniendo como única guía la voz de la contraria, se sentía extrañamente bien, disfrutando aquel agradable momento, cada quien con sus ojos fijos en la mirada del otro, sin alejarse de la privacidad de aquel lugar ligeramente iluminado por las lámparas decorativas. Poco a poco sus pasos se volvieron cada vez más lentos hasta que finalmente dejaron aquel pequeño baile, pero el haber parado no indicaba que iban a separarse, se mantuvieron de esa forma, con la mirada fija el uno en el otro, claro que esto no duró mucho, ya que se separaron poco a poco, hasta tener cierta distancia entre si, incapaces de decir algo por lo que había sucedido, pasaron unos segundos que parecieron horas, hasta que finalmente Katakuri habló.

- Agradezco el que me haya enseñado.

- Usted... Lo hizo bien, quiero decir, aprende muy rápido -He inevitablemente se había puesto nerviosa- No... Digo, sí es solo que...

Puso una mano en su hombro, para evitar que siguiera- Usted es buena en lo que hace -Las mejillas de la contraria casi explotaban en ese momento, era algo inesperado- Ahora es mi turno de que me siga.

Y sin protesta alguna lo siguió, tenía idea de por donde la llevaba, no era un camino que usualmente tomara, pero lo conocía lo suficiente como para guiarse, no hubo palabras, solo el sonido de sus pasos y las hojas secas que crujían al ser pisadas, caminaron bastante, hasta llegar a una pequeña cascada, de la cual el agua emanaba con una calma increíble. Permanecieron de pie, observando el agua, ella juntó sus manos sobre la falda de su vestido, sin una idea de algo que pudiera decir, pero por segunda vez, el Charlotte rompió el silencio.

- No pensaba traerla aquí, al menos no ahora, pero me pareció el mejor momento.

Sonrió con la cabeza baja, jugando con sus dedos- Está bien, yo no sabía que decir.

- Lo noté... -Susurró, viendo como juntaba las manos, más nerviosa que antes- Y quisiera preguntarle, su historia familiar.

Ante este comentario relajó su postura y suspiró, la verdad no sabía mucho- No es mucho lo que sé, desde que tengo memoria he sido hija adoptiva del Jefe anterior de esta isla, a veces trataba de comprender un poco más a mi raza, pero solo conseguía que rompiera algo, siempre fui grande y muy fuerte para los demás niños, y sí hay un par de historias, pero muchos detalles importantes solo los conoce Ginger, lamento decir que no puedo decir mucho... Mi infancia es un poco borrosa en ciertos aspectos.

- Ya veo, debe haber algo más.

- Debería, pero no sé dónde, llevo años tratando de saber, pero no he tenido ningún resultado -Bajó la cabeza ante aquella confesión, ciertamente le apenaba no saber mucho más de si misma.

Sin tiempo a decir algo más, sujetó su mano y la llevó por otro camino, un camino corto que los regresaba a la fiesta- Será mejor dejar esa conversación allí.

Ella lo miró sin entender lo que tramaba- ¿A qué se refiere?



- Le debo una pieza -En ese momento algo de música comenzó a sonar, varias personas de juntaban en aquella pequeña pista para bailar en parejas.

Desvió su mirada a la gente y luego al mayor- ¿Entonces...?

Él rodó los ojos señalando lo obvio- Ahora que sé cómo, no tengo razón para decirle que no.

Sin saber que decir, simplemente lo siguió, dejándose guiar por él- ¿Por qué hace esto?

- Lo sabrá después, por ahora solo disfrute la fiesta.

Siguieron concentrados tanto el uno en el otro como en la música de fondo, volviendo a disfrutar aquel agradable momento sin dejar de verse y ser vistos, unos murmuraban, otros reían y unos pocos permanecían en silencio, entre ellos, Ginger, aunque no confiase en Katakuri, no pensaba arruinar la felicidad de su hermana menor, los había estado siguiendo todo ese tiempo, esperando el momento de soltar un "Te lo dije" que nunca pudo decir, no le gustaba admitirlo, pero su hermana sabía más de Katakuri que ella, claro que era de esperarse al estar compartiendo techo con él desde hace una semana, juraba que se acercaban a dos.

Ajenos a sus pensamientos, la enorme pareja seguía en su mundo, ahora con un poco más de confianza a cada paso que daban, con el ojos granate haciendo a la morena dar uno que otro salto pequeño o solo un par de vueltas, estaban en su mundo, disfrutando de la noche sin dejar de mirarse, en ese momento estaban conectados. Apenas la música paró de sonar, sus pasos también lo hicieron, pero a diferencia de antes, en ningún momento se separaron, sus manos permanecieron juntas, y tal cual se apartaron del lugar, claro que nadie daba crédito a lo que veía, mucho menos Ginger quien sentía que se le caía la mandíbula al suelo de la impresión, era perfectamente consciente de aquello que siempre mataba las ilusiones de su hermana, cosa que solo hacía que esta acabase lamentándose durante días, ahogándose en llanto totalmente encerrada en casa, con ella cómo único consuelo a sus constantes pensamientos negativos sobre quedarse sola durante el resto de su vida, no iba a ilusionarla diciéndole que siguiera adelante o que la ayudaría, ya que aunque fuera su familia, eso era algo que debía hacer por su cuenta, como muchas veces le dejó en claro, no iba a meterse a menos que se lo pidiera.

A medida que las horas siguieron pasando al igual que la fiesta, el sol salió, dando la celebración por finalizada, todos los presentes comenzaron a retirarse de regreso a sus hogares, pero tan solo hicieron falta dos personas, quienes volvieron a aquel lugar, ahora sentados viendo el agua caer bajo sus pies.

- Charlotte-san... Le agradezco el que me haya acompañado.

- No hay nada que agradecer.

- Yo sí... Agradezco el que me haya chocado de ese modo, sino no lo hubiera conocido.

- Entonces yo le agradezco el haberme llevado con usted.

Otra vez, sus ojos demostraron que sonreía- Cargo con suficientes culpas como para añadir el haber dejado morir a alguien inconsciente.

- Comprendo a lo que se refiere, aunque sino le importa, podría escuchar sus historias, aunque estén borrosas.

- Solo si usted me cuenta las suyas de regreso.

- Es justo.

Sin la menor idea de cuánto hablaron, pero parecían no cansarse en ningún momento, una historia tras otra, teniendo como única prioridad el no quedarse sin cosas que contar, sintiéndose incapaces de callarse, teniendo como testigo aquel lugar al igual que Ginger, quién los miraba en silencio, tal vez dos personas finalmente habían encontrado lo que tanta falta les hacía.

La mayor suspiró, dejando salir una pequeña risa- Solo espero que ninguno lo arruine, se ve que si siguen así tendrán buen futuro.

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¡Y hasta aquí esta parte! Mi creatividad anda al máximo tráiganme a Thanos.

Me pregunto ¿Les gustaría una recopilación de historias? Va a ser un 98% flashback, además de que ya se acerca la ida de Katakuri, porrrrrrrrr que haré un salto de tiempo para empezar los capítulos en Totto Land.

Por cierto, quiero shippear a Ginger con alguien pero no sé quién... Voten.

+ Perospero

+ Cracker

Ambas ideas me gustan pero no me decido.

Ahí se ven.