El día siguiente
Vestido diario:
Para el capítulo de hoy, tenemos solo un poquitín de Peros x Ginger, en próximos capítulos se verá un poco más.
Aunque dudo que pueda dar risa ;-;
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Ciertamente la fiesta había sido un rotundo éxito, claro sin contar los "contratiempos" que habían tenido durante la boda; por supuesto que casi todos habían acabado por levantarse tarde, con la excepción de los niños que se habían quedado dormidos a lo largo de la fiesta y habían sido atendidos a la hora usual por las sirvientas, mientras que los hermanos más mayores habían preferido dormir hasta el mediodía, algunos hasta más tarde, por lo que les habían servido desayuno y almuerzo al mismo tiempo.
En la habitación de la ahora pareja de casados, Katakuri recién despertaba, encontrándose con Butsu aún dormida sobre él, y claro, aún se encontraban juntos, si se entiende; se separó de ella con el mayor cuidado posible para no despertarla, volviendo a recostarse a su lado, prefería tomarse su tiempo por los momentos, no le costaba nada tomarse un día o dos para aprovechar su matrimonio, no trataba de restarle importancia a su familia, sino pensar en cuánto le tomaría formar la suya propia, porque era más que consciente de que su madre exigiría un nieto lo más pronto posible, y con mayor razón debido a que se había casado con alguien de una raza prácticamente extinta, y no solo debía obedecer a su madre, sino también ser considerado con los deseos de su esposa, por lo que lo ideal para ambos sería el tener un niño por muy rápido que fuera, vaya problema, apenas un día de casado y ya estaba pensando en bebés.
Salió de sus pensamientos con un ligero sobresalto al sentir a la morena a su lado moverse, le saldría mejor dejarla dormir un poco más, apenas iba a levantarse cuando sintió la mano de su esposa sujetarle el brazo con cierta pereza.
- ¿Te levantas tan pronto? -Su tono adormilado lo tentó a recostarse de nuevo.
- Tengo que ir.
- Apenas nos casamos ayer, al menos quédate a dormir.
- Volveré en breve, de todos modos tienes que comer algo - dejando un corto beso en la frente de su amada, se levantó de la cama para vestirse, cosa facilitada por las sirvientas que habían movido sus pertenencias a la habitación.
Después de pasar por el baño y ponerse su bufanda, salió de la habitación en dirección a la cocina, claro que su andar se vió interrumpido por los apresurados chefs, los cuales iban camino a dejarles desayuno y merienda al mismo tiempo, tras dirigir un par de palabras frías indicándoles que siguieran su curso hacia la habitación, continuó con su andar, claro que se detuvo al pasar cerca de la habitación de su hermano mayor, viendo salir a... ¿Ginger despeinada? Y no solo eso, tenía el labial algo corrido mientras llevaba los tacones en una mano y se cerraba el cuello del vestido mirando con cautela a ambos lados del pasillo, a ver, eso daba muchas cosas en las que pensar, y no precisamente dentro del horario familiar.
- ¿Porqué tan cuidadosa? -Y ahí la vió tensarse, juraría que actuó como un gato asustado en cuanto volteó a verlo.
- ¡Cuñado! No sabía que estabas ahí -Y con una sonrisa nerviosa, se apoyó en la pared a un lado de la puerta.
- ¿Así que te quedaste con Peros-nii después de la fiesta?
- Ah... Sí, no te preocupes, está bien -El Charlotte arqueó una ceja mientras veía la puerta abrirse.
- Ginger se te olvidó tu... -Antes de hablar, la morena lo golpeó con el codo cerrando la puerta.
- Todo está bien -Katakuri frunció el ceño ligeramente, sin creerle en lo más mínimo, recibiendo un suspiro como respuesta- No pasó gran cosa, te lo puedo asegurar.
- Tu aspecto no dice lo mismo.
- Puedes ver, tengo pruebas -Le hizo el gesto de seguirla y entró a la habitación, mostrando que no solo Perospero estaba en el suelo sobando su nariz, sino que algunos de los hermanos pequeños dormían amontonados sobre algunos almohadones-Pasaron la noche, otros vinieron aquí después de desayunar para seguir durmiendo.
- ¿Y eso por qué?
- Porque les gusta estar con Ginger -El mayor se levantó- Según ella, no todos quisieron ir con las sirvientas.
- Así que me quedé y dormí con ellos, por eso estas fachas.
- Digan ahora si algo pasó entre ustedes -Vió al par con un gesto nervioso y salieron de la habitación junto con el ojos granate.
El mayor se pasó su mano real por el cuello algo incómodo- Es raro de explicar, perorin.
- Mejor me voy, a mí me toca mi hermana -Antes de cualquier reclamo, huyó tan rápido como pudo.
- Ahora sí, habla.
Después de esa orden, lo que Katakuri recibió fué una larga y confusa explicación de cómo él y Ginger habían llegado a gustarse, diciéndole que ellos "Eran una pareja que en verdad no eran una pareja pero lo parecían". Y sí habían pasado ciertas cosas un poco más "adultas" entre ellos pero no había sido nada que significara en tener otro niño Charlotte correteando por ahí.
Pero vamos, el saber que su hermano tenía de interés romántico a su cuñada era algo bastante cliché y en parte algo raro ¿La hermana mayor de su esposa con SU hermano mayor? Por favor, juraría que esas cosas solo se las inventaban las adolescentes con sus historias de romances imposibles, aunque ya no quedaba nada más que hacer, si querían estar juntos, eso era cosa de ellos. Prefirió volver a su nueva habitación compartida para volver con Butsu, al entrar la vió sentada en la cama con una bata blanca de tela suave y pantuflas mientras desayunaba, él no tardó en unirse tras haber cerrado la puerta.
- ¿Alguna novedad, o todos siguen durmiendo? -Preguntó ella mientras bebía un poco de té.
- La única novedad es enterarme de lo que pasa entre hermanos mayores.
- Imagino que te refieres a Ginger y Perospero.
- ¿Ya lo sabías?
- Acabo de enterarme, Ginger pasó por aquí diciendo que ya te lo estaban explicando -Una risita se le escapó- A mi parecer si se ven bien juntos.
- Yo creí que acabaría por gustarle Cracker.
- Los caminos de la vida no son lo que uno piensa.
Inevitablemente se echaron a reír ante aquel comentario, terminando de comer para dejar los platos a un lado, contrario a la idea principal de la mujer por seguir durmiendo durante todo el día, había preferido el plan de salir a dar una vuelta y no solo eso, sino que también el pedir la autorización de Linlin para hacer un viaje a su adorada isla, le preocupaba el saber el como estaba su negocio además de la gente de Pesutorī ¿Qué había sido de ellos en su ausencia? Bueno, si ya estaba casada lo que hacía falta era cerrar con papeles un acuerdo formal de que ese territorio ahora era parte de Totto Land, y por supuesto que estaba siendo protegido.
Tampoco es que fuera precisamente pronto para considerar volver, habían pasado un par de semanas de su partida, tomando en cuenta que la boda de había organizado increíblemente rápido, tenía un extraño sentimiento encima al respecto, cosa que al menos la calmaría si pudiese comprobar el estado del lugar por su cuenta, además debía buscar sus recetarios y demás cosas, eran importantes, ya hablaría de ello con Katakuri más tarde, así que se concentraría un poco más en darse un paseo por Totto Land, probablemente cansado pero aún con la emoción del matrimonio encima.
Cada quien se fué por su lado, cualquier otro pensaría "Se acaban de casar ¿Y salen por separado?" Simplemente preferían hablar de lo sucedido durante las pocas horas del día al momento de volver a dormir. Katakuri por su parte iría en busca de su madre, esperaba que la idea de Butsu sobre volver por unos días a Pesutorī para ojear el negocio no la molestara, aunque dudaba que eso fuera a pasar debido al agrado que esta tenía por su esposa, claro que se sentía seguro de que su madre aprovecharía la conversación para exigirle que tuviese niños pronto, era lo que se esperaba de una mujer que no perdía el tiempo para tener hijos, después de todo, había logrado tener 84.
Y la encontró en el comedor, devorando montones de postres- Mama... -Habló acercándose a ella- Hay algo que debo pedirte.
Su progenitora detuvo su consumo por un momento, mirando a su hijo- ¿Es sobre esa niña cierto? Imagino que quiere volver a su Isla.
- Tan solo por unos días, desea revisar su negocio y atender sus deberes.
La mujer se puso una mano en la barbilla, de forma pensativa- Bueno, igualmente era parte del trato y me agrada lo suficiente como para solo tener que avisarme... -Tras decir aquello sonrió, tomando una gran rebanada de pastel de la mesa- Pero hay un requerimiento que cumplir y lo sabes, ahora que están casados no hay excusa para no empezar a salvar su especie.
Suspiró ante tal declaración, no hacía falta usar su Haki como para saberlo- Sí mama.
- Bien, ordena los preparativos de su viaje... Oh y Katakuri -El nombrado la miró- Más vale que empiecen rápido, no hay tiempo que perder -Finalizó antes de meterse la mano a la boca, tragando el pastel.
El Charlotte salió del salón en silencio, iría primero al muelle a exigir la preparación de un barco, aunque se encontró con una imagen distinta a la que cualquiera esperaría, era un barco pequeño de madera clara, adornado con flores blancas y telas doradas, se acercó a ver qué pasaba, viendo que algunos soldados Chess y demás personas se encontraban en una especie de discusión con la gente del barco, bueno, era hora de tomar cartas en el asunto.
- ¿Qué está pasando aquí? -Las personas hicieron silencio ante su presencia, dejando su discusión para verlo.
- ¡Katakuri-sama! -Uno de los homies habló- Esta gente asegura que vinieron por permiso de usted, dicen venir de la misma isla que Butsu-sama.
- ¡Sí Charlotte-sama! Venimos de Pesutorī para buscar a la jefa, nos enteramos hace unos pocos días de que iba a casarse y lamentablemente no logramos llegar ayer para su boda.
- Si realmente pertenecen a la Isla, es ella quien debe reconocerlos, a mí no me importa quienes sean -Bajó la mirada, llamando la atención de uno de los soldados- Busca a Butsu inmediatamente y dile que venga.
- ¡E-enseguida Katakuri-sama! -Y tan pronto lo ordenó, ese y otros homies fueron en busca de la morena.
El ambiente quedó en silencio, la mirada firme y seria del Charlotte hacía que los presentes bajaran la cabeza con una especie de miedo he incomodidad encima suya, utilizó su Haki para saber que pasaría y lo que pudo ver por poco y lo hace reír, ahora solo le quedaba esperar sus reacciones en vivo, sin duda había escogido a la mujer correcta; esta no tardó mucho en llegar, siendo escoltada por el grupo de homies que se hicieron a un lado una vez está divisó a Katakuri junto con el barco adornado.
- Los homies dijeron que me buscabas para... -Al ver a los hombres en el barco se quedó callada, Katakuri juraría que tenía la boca abierta bajo el cubrebocas- ¿Qué hacen ustedes aquí? -Y esa era la voz seria que esperaba.
- Vinimos a buscarte, en la Isla se enteraron de tu boda y querían que volvieras para celebrarlo.
- Ya estaba haciendo planes para volver, pero hasta donde recuerdo, ustedes ya no eran parte de la gente de Pesutorī.
- Sucedió hace mucho, la gente nos recibió.
- ¿Para qué? Porque hasta donde sé, solo existen dos personas con autoridad en esa Isla para recibir gente, no a un trío de ladrones.
Otro de ellos tomó la palabra- ¡Nos disculpamos!
Y ahí era donde ella empezaba a molestarse- Pedir disculpas no cambiará el hecho de que se metieron a robar en mí casa el dinero de los impuestos con los que se iban a pagar los materiales médicos, de jardinería y para colmo materiales de construcción para reparar daños provocados por ustedes.
Quedaron en silencio hasta que uno tomó la palabra- ¿Pero no cree que es mejor...? -La mujer lo sujetó por la ropa y lo alzó.
- Una vez traicionan a la autoridad que evita castigar, ya no hay quien los perdone, se creen valientes por aparecer después de mucho tiempo -Dicho esto lo soltó- Váyanse y yo volveré a Pesutorī por mis propios medios.
Al momento de esta darles la espalda el último habló- Quien diría que por fin la mujer mons... -Ella volteó, viendo como el hombre yacía en el suelo del barco, con su cuello entre los dientes de Mogura.
- Y con tal grosería se dan el lujo de llamarla Jefa... Que patético -Estiró su brazo, recogiendo su arma- Puede que Butsu sea piadosa, pero yo no, mucho menos cuando se dan el lujo de insultar a mi esposa... Que vayan a pagar la comisión por venir de esa forma tan irrespetuosa... Que sea con todo lo que tengan.
Ante su orden, los soldados subieron al barco sujetándolos- ¡Oiga pero no tenemos dinero!
El ojos granate sujetó a la morena por la cintura- Nadie habló de dinero -Mientras eran llevados señaló a uno de los hombres que allí trabajaban- Prepara un barco, viajaremos esta noche.
- ¡Como ordene Katakuri-sama! -Y apenas se ordenó, corrió a dar la orden.
- Agradezco su ayuda, noble caballero -Una risita se le escapó.
- No permito que le falten el respeto a mis hermanas, mucho menos a tí, sobretodo en mí presencia.
- Supongo que podría haber una forma de agradecer tal gesto.
- No es necesario pero ya me encargaré de eso.
Dicho esto se retiraron de allí, aprovecharían la tarde y al mismo tiempo intentarían cumplir con el objetivo de Linlin, al menos el de ese momento.
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Y bueno eso es todo por hoy ¡Ahora vamos con un par de aclaraciones y una noticia!
- Se explicará un poco de los vatos del final en el próximo capítulo.
Algo que no aclaré en el capítulo anterior fué que la idea de la pijamada de hombres me nació por esta imagen de aquí:
Y ahora la noticia.
Para quienes votaron por Cracker como el shipp de Ginger, les aviso que tengo un nuevo fanfic en proceso, es de ellos y se llama "Sugar Daddy", lo único que espero es que lo disfruten.
Y pronto nuevas ideas que he estado planeando.
Ah sí, les regalo estos memes que hice, y tengo otros pero tienen spoilers.
Ahora sí ¡Adiosito~!
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