Capítulo 40
- Mi amor, mi vida, aquí estoy esperando por ti - Murmuro suavemente escuchando los rápidos latidos de Angela comparándolo fácilmente como el ruido de las aspas de un helicóptero hasta quedar todo en silencio- Ven a mí, mi amor. Aquí estoy contigo, abre tus ojos.
Hubo minutos de total silencio, podían escuchar un alfiler caer si alguien lo tirara...
...Y entonces abrió los ojos, mirando maravillada hacia arriba.
Larissa se pudo relajar al verla abrir sus ojos para ella, la vio aturdirse de las maravillas que ahora estaba viendo frente de ella.
Sabía que ahora percibía todo con una inusitada claridad.
Los contornos eran precisos y definidos ahora.
Encima de su cabeza refulgía una luminosidad cegadora, a pesar de lo cual todavía era capaz de ver los hilos incandescentes de los filamentos dentro del globo de la bombilla y distinguía todos los colores del arco iris en la luz blanca, y al borde mismo del espectro, un octavo color cuyo nombre no conocía.
Más allá de la luz pudo distinguir los granos individuales de la madera oscura en el techo que los cubría. Debajo de él, veía las motas de polvo flotar en el aire y aquellos lugares a los que llegaba la luz distintos y separados de los oscuros.
Giraban como pequeños planetas, moviéndose unos alrededores de los otros en un baile celestial. El polvo era tan hermoso que inhalo sorprendida. Noto como el aire se deslizó silbando por su garganta, haciendo girar las motas de polvo en un embudo.
Era fascinante y nuevo para ella, tanto que no se había dado cuenta de que alguien le sujetaba la mano hasta que ese alguien me la apretó con dulzura. Ése no era el contacto que había esperado durante todo su sufrimiento que sintió eterno.
La piel era del todo suave, pero con una temperatura equivocada, porque no estaba fría. Después de ese primer segundo paralizada por la sorpresa, su cuerpo respondió al tacto poco familiar de un modo que aún le chocó más.
Era Larissa con la mano extendida hacia ella con la expresión llena de ansiedad, aquella expresión que conocía perfectamente en su chica.
- Bienvenida seas nuevamente al mundo, amor.
No pudo contestar de forma inmediata, perdida como estaba en las capas de terciopelo de su voz. Era la sinfonía más perfecta, una de un solo instrumento, el más profundo creado jamás por el hombre.
Mientras ella deliberaba en una centésima de segundo qué preguntar o decir en primer lugar, Larissa alzó la mano con vacilación y le acarició la mejilla con las yemas de los dedos. Era suave como el satén, suave como una pluma y ahora se ajustaba exactamente a la temperatura de su piel.
Su tacto parecía atravesar en un barrido la superficie de su piel, justo hasta los huesos de su cara. La sensación era de cosquilleo, eléctrica y saltaba a través de sus huesos, bajándole por la columna hasta alojarse temblando en su estómago.
- Ahora puedes sentirlo, sentir como me haces temblar bajo tus manos - Murmuro fascinaba como el cuerpo de Angela respondía ante ella- Tenemos la misma temperatura, amor.
La vio inclinarse más sobre su tacto, como si se quisiera fundir contra su mano y delicadeza, se acercó más al cuerpo de Angela mientras su brazo libre la rodeaban con delicadeza, pese a que ahora ella era una vampira, temía por lastimarla.
En una fracción de segundo ya tenía a Angela estrujándola entre sus fuertes brazos, podía sentir la presión de la fuerza de un neófito sobre ella entre ese amoroso y anhelante abrazo demoledor.
- Amor, ahora eres más fuerte que yo - Murmuro con la voz ahogada- Cuidado que me rompes - Bromeo haciendo que su familia se carcajeara desde la sala
Angela la soltó de forma muy lenta dejando ver su rostro arrepentido.
- Perdón, amor.
La nueva voz de Angela estremeció cálidamente el cuerpo de Larissa, sintió su muerto corazón saltar de la felicidad volverla escuchar. Acerco su rostro al de Angela disfrutando de la igualdad de condiciones, podía volver a sentir aquella ligereza en ella después de tanta agonía al verla sufriendo.
- Que no te dé un ataque de pánico ahora, amor - Repuso con diversión, alzando la mano para tocarla con sus labios- Simplemente eres algo más fuerte que yo en este momento.
- Te amo - Le dijo encantada ante todo lo que veía y escuchaba
- Como yo a ti, mi vida - Sonrió tranquilizada al no ver ningún rechazo hacia ella
Las manos de Angela se posaron en las mejillas de Larissa con una rapidez que jamás notaría ante sus ojos inmorales a comparación de los humanos, sintió la nueva temperatura y textura de aquella piel blanquecina fascinándose totalmente.
Larissa se inclinó hacia el rostro de Angela y la besó, con la suavidad de un suspiro al principio y después con una fuerza repentina, con fiereza. Era como si no la hubiera besado nunca antes, como si fuera su primer beso.
Y la verdad era que jamás le había besado así. Casi la hizo sentirse culpable. Seguramente estaba rompiendo alguna cláusula de algún contrato inexistente entre ellas, porque se suponía que tampoco podría tener eso, por la gran diferencia de habilidades entre ambas especies.
Aunque ahora no necesitaba oxígeno, su respiración cobró velocidad, se aceleró tanto como cuando se estaba quemando, aunque éste era un tipo distinto de fuego. Uno que jamás había experimentado.
Alguien carraspeó. Ambas al cortar el beso miraron hacia la puerta, Jasper y Emmett estaban ahí parados con rostros burlones y ceja alzada diciendo lo mismo en silencio.
Carlisle dio un paso alrededor de ambos y caminó hacia ambas con rapidez; sus ojos tenían una ligera expresión precavida, pero Jasper se movió detrás de él como si fuera su sombra. Nunca había visto realmente el rostro de Carlisle antes, al menos no de verdad. Sintió una extraña necesidad de pestañear, era como mirar al sol.
- ¿Qué tal te sientes, Angie? - Le preguntó Carlisle
- Abrumada. Hay demasiado... - Su voz se desvaneció, atenta ahora a su tono como de campanillas
- Sí, puede llegar a ser bastante confuso.
Angela asintió con un rápido movimiento de cabeza nervioso.
- Pero sigo sintiéndome yo misma, o al menos algo parecido. No esperaba esto.
Los brazos de Larissa se apretaron un poco más alrededor de su cintura atrayendo un sentimiento de seguridad y tranquilidad apenas rodeo mejor su cuerpo.
- Estás muy controlada - Reflexionó Carlisle- Mucho más de lo que yo esperaba, incluso contando con todo el tiempo que has tenido para prepararte mentalmente para esto. Quiero que pienses, que me cuentes todo lo que recuerdes - Le presionó Carlisle, entusiasmado- Oh, lo siento tanto - Se disculpó Carlisle con rapidez- Seguro que tienes que sentirte muy incómoda con la sed. Esta conversación puede esperar.
- Vamos a cazar, amor. Es muy fácil, casi instintivo, así que no te preocupes, yo te enseñaré cómo. Siempre me mantuviste al tanto de que te hubiera gustado verme cazar antes, es buen momento para que eso pase.
Edward sonrió ampliamente apenas apareció detrás de Emmett y Jasper mientras contestaba una pregunta de Jasper en un murmullo.
- Jasper se pregunta cómo lo haces.
- ¿Cómo hago qué?
- Controlar tus emociones - Respondió Jasper- Nunca había visto a un neonato hacer esto, frenar una emoción en seco de ese modo. Estabas molesta por interrumpir el beso, pero cuando viste nuestra preocupación, la controlaste y recobraste el dominio de ti misma. Yo estaba preparado para ayudar, pero no lo has necesitado.
- ¿Y eso está mal? - Inquirió asustada aferrándose al cuerpo de Larissa
- No - Repuso, pero su voz sonaba insegura
- Es admirable, amor, pero no lo entendemos. No sabemos cuánto durará - Hablo Larissa relajándola
- Oh, vamos. Nuestra Angie siempre ha sido tranquila y controla bien hasta sus celos, era de esperarse esto - Alardeo Emmett entre emocionado y orgulloso- Son la pareja más tranquila de todos nosotros.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro