Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 28


La estadía en la casa Denali había sido perfecta para Angela, siempre era divertido como las tres Denali se molestaban entre ellas para después ser reprendidas por Carmen ante la ausencia de comportamiento de las cuatro enfrente de Angela con sus actitudes infantiles.

- Tus hermanas son todo un tema, amor - Negó con diversión

- Lo sé, eso hace que nuestra eternidad sea más amena.

- ¿Tan aburrido es ser inmortal?

- Te priva de muchas cosas - Asintió con pesar- Pero cuando tienes familia, amigos o pareja, toda esa carga se aligera bastante.

- Los nómadas llevan una vida algo aburrida – Dedujo con inseguridad

- No diría aburrida, sino que es más limitado y amargo, ya que no puedes vivir ciertas experiencias que, como humano, pudimos vivirlo más alegremente o sentirlo más cálido al sentir nuestros corazones latir dentro de nosotros.

- Ya casi acaban las vacaciones de verano - Murmuro desanimada

- No te aflijas, cariño. Volveremos a Forks por nuestro último año, bueno, tu último año.

- Nuestro, será la última vez que estarás en una preparatoria, no cuando no estaré contigo.

- Eso fue muy celoso-posesivo - Se burló

Angela se ruborizo al darse cuenta de su error, había sido celosa-posesiva con Larissa, la risa de la Denali hizo que se ruborizara aún más ante aquello.

- Es tu culpa, me convertiste en una novia celosa-posesiva - Golpeo el hombro de Larissa con suavidad sabiendo que podía romperse la mano por golpearla

- ¿Yo? - La miro asombrada- Pero si la que debería ser celosa-posesiva sería yo, tu amiguito Ben sigue detrás tuyo.

Resopló con Larissa riéndose nuevamente al verla querer desligarse de su responsabilidad como esos ataques de celos posesivos.

- Pero, aun así, es tu culpa. Eres demasiado perfecta como para no ponerme así sabiendo que todos quieren una oportunidad contigo.

- Lo acabar de decir, una oportunidad conmigo, pero la última a la que quiero siempre a mi lado es a ti, mi vida.

Angela escondió su rostro en el cuello de Larissa sintiendo su sonrojo volviendo, el pecho de Larissa vibraba por su risa al verla tan avergonzada ante sus lindas palabras, pero nadie podía culparla, tenía una novia hermosa con liricas perfectas.

- Casi cumplimos el medio año juntas, ¿Deseas hacer algo especial o solo quieres ver películas?

- Las películas, por favor - Suspiro cómodamente ente los brazos de su novia

Larissa le tendió la mano, la tomo con ganas, olvidando por completo su pesadez por el termino de las vacaciones. La piel era suave, dura y helada, como siempre, le encantada el contraste que eran sus manos contra la de ella.

La Denali les dio a sus dedos un apretón cariñoso mientras que Angela se sumergía en sus líquidos ojos de topacio y su corazón sufría un titubeo alocado por lo extremadamente hermosos que encontrada esos ojos llenos de amor cálido y puro.

Ella sonrió al escuchar el tartamudeo de los latidos del corazón de Angela sabiendo perfectamente que causaba en ella. Levantó la mano libre y recorrió el contorno de sus labios con el gélido extremo de uno de sus dedos mientras hablaba.

- Gracias por llegar a mi vida, amor. 

Su boca se detuvo sobre la de Angela antes que ella contestara. Fría, suave y dulce, eran los labios de su Larissa. Deslizo sus brazos en torno a su cuello y se lanzó a besarle con algo más que simple entusiasmo, era irresistible para Angela no lanzarse contra Larissa cada vez que la besaba, siempre hacia olvidar sus incertidumbres que rondaban por su mente dejando solo como se sentían de bien el roce de sus labios contra los de Larissa.

- ¡Entrando voy! - Anuncio Kate abriendo la puerta de la habitación de Larissa de golpe

Larissa corto el beso con un gruñido molesto para fulminar con la mirada a su hermana mayor, Kate sonrió con gran inocencia falsa ante la mirada furibunda de su hermanita.

- No te enojes, vengo con noticias buenas. Nos iremos a patinar, así que muevan sus traseros de ese sillón y cámbiense.

Antes de que Larissa la insultara salió de la habitación dejando la puerta abierta, Angela se ría como Larissa murmuraba insultos hacia su hermana mientras enterraba su rostro en su cuello.

- Vamos, quiero ver tus habilidades de patinaje.

Larissa se quejó mientras dejaba que Angela saliera de sus brazos para ir al armario, la admiro desde lejos mientras seguía insultando a Kate en su mente por interrumpir la sección de besos que tenían.









- ¿Qué es un Vulturi? - Inquirió de repente Angela, haciendo que Larissa frenara de golpe el carro

- ¿Qué? ¿Quién te hablo de eso? - La miro con intensidad- ¿Dónde escuchaste eso?

- Tus hermanas hablaron de ellos en la sala - Contesto tímidamente- Perdón, no era mi intensión escucharlo, pero solo escuche eso.

- Son una familia - Contestó con la mirada ausente- Una familia muy antigua y muy poderosa de nuestra clase. Es lo más cercano que hay en nuestro mundo a la realeza, supongo. Carlisle vivió con ellos algún tiempo durante sus primeros años en Italia, antes de venir a América. ¿No recuerdas la historia?

- Claro que me acuerdo - Contesto recordando su primera vez en la casa de los Cullen

Nunca podría olvidar la primera vez que visito la casa, la enorme mansión blanca escondida en el bosque al lado del río o la habitación donde Carlisle tenía una pared llena de pinturas que contaban su historia personal.

El lienzo más vívido, el de colores más luminosos y también el más grande, procedía de la época que Carlisle había pasado en Italia. Naturalmente que se acordaba del sereno cuarteto de hombres, cada uno con el rostro exquisito de un serafín, pintados en la más alta de las balconadas, observando la espiral caótica de colores.

Aunque la pintura se había realizado hacía siglos, Carlisle, el ángel rubio, permanecía inalterable. Recordaba a los otros tres, los primeros conocidos de Carlisle. Edward los llamó Aro, Caius y Marcus, los mecenas nocturnos de las artes.

- De cualquier modo, lo mejor es no irritar a los Vulturis - Continuó Larissa, interrumpiendo los pensamientos de Angela- No a menos que desees morir o lo que sea que nosotros hagamos.

Su voz era lúgubre, sus ojos tan ausentes en alguna época de su vida, tan fríos y sin vida, su cuerpo estaba rígido, parecía un tablón de madera de lo rígida que estaba.

- Cualquier tema con ellos es de índole delicado, no quiero que te involucres con ello de ninguna manera o circunstancia.

Angela asintió con la cabeza preocupada por la reacción corporal que tuvo ante la pequeña conversación sobre aquella familia italiana, sostuvo la mano de Larissa relajándola durante el resto del trayecto de Seattle a Forks.

La música había mantenido el ambiente tranquilo a comparación como lo había sido en ese momento, Angela sabía que había historia entre los Denali y los Vulturis cuando Carlisle hizo la pequeña referencia de una ley creada por una situación entre ambas familias, pero nunca indago por respeto al tema tan delicado.

- Hemos llegado a su morada, cariño - Beso los nudillos de Angela con gran delicadeza- Espero tu estadía con mi familia te gustará tanto como a mí, me gusto por fin llevarte a mi hogar, aunque mi hogar siempre esta donde estés tú.

Angela miro con ternura a Larissa para lanzarse a ella para besarla, no podía contra las liricas amorosas de su novia, siempre ganando su corazón con facilidad.

- Nos vemos en clases, cariño mío - Despidió a la menor tocando el timbre de la casa- Me saludas a los pequeños gemelos.

Larissa apareció en la puerta de su glamuroso carro para marcharse en él, eran altas horas de la noche, así que nadie vería la absurda velocidad de Larissa al moverse de la puerta al carro. Los padres de Angela no tardaron en abrir la puerta sabiendo que llegarían a esas horas por el horario que les había tocado para el viaje.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro