Capítulo 25
Angela dormía plácidamente entre los brazos de Larissa mientras ella miraba por la ventanilla del avión sintiendo su garganta arder por el abundante aroma a sangre de todos los humanos en aquel transporte aéreo, no se había alimentado para salir a cazar con su familia en el anochecer mientras Angela dormía sana y salva en su habitación.
Tal y como Larissa lo había imaginado, no le había costado nada el convencer a los padres de Angela sobre el viaje a conocer Alaska junto a su familia, los señores Weber y los padres de Larissa se habían conocido levemente durante las compras semanales mientras que Eleazar y Carmen habían ido a comprar algunas cosas para aparentar una romántica cita en un picnic.
- ¿Ya llegamos? - Murmuro adormilada
- Ya casi, mi adoración - Beso su frente- Deben de estar a nada de anunciar que nos acomodemos mejor en nuestros lugares para abrocharnos los cinturones.
Con pereza Angela se deslizo a su asiento sintiendo el sueño apoderándose de su cuerpo nuevamente, con ayuda de las frías y gentiles manos de Larissa logro abrocharse el cinturón. Como Larissa le había dicho, una de las azafatas anuncio sobre los cortos minutos que faltaban para aterrizar junto a las indicaciones de abrocharse el cinturón.
- A ver, linda, déjame ayudarte con el cabello - Indico suavemente sosteniendo el rostro de Angela entre sus manos
La pequeña humana recostó su rostro en las manos de Larissa dejándole hacer lo que quiera con su cabello con tal de no abrir los ojos y querer seguir durmiendo unos minutos o horas más.
- Últimamente estas más perezosa, corazón mío - Beso castamente los labios de su compañera
- Quiero aprovechar las vacaciones para dormir - Explico adormilada
Larissa sonrió enternecida ante la expresión tan tierna en su compañera, tenía el rostro relajado con sus cejas ligeramente fruncidas por la iluminación molesta del avión y ese puchero mortalmente tierno ligeramente sobre salido en los labios de su chica cada vez que dormía.
La Denali comprendía perfectamente a su primo, Edward, cuando se trataba de ver dormir a su respectiva pareja, era fascinante poder analizar de cerca los comportamientos físicos de un humano; notar las reacciones en sus facciones mientras sueñan cosas buenas o aterradoras, notar que gesto hacen mientras están en la fase Delta del sueño, la fase más tranquila y profunda del sueño.
Angela ahora era casi arrastrada por todo el camino hacia la salida del aeropuerto Ted Stevens de la cuidad de Anchorage, Alaska, por su novia tan emocionada por ver a sus padres después de un largo viaje junto a ella.
Cuando localizaron a Carmen y Eleazar parados enfrente de la camioneta Mercedes Benz clase G totalmente polarizada y en negro incluyendo su emblema, Larissa soltó la mano de Angela para correr a velocidad humana hacia sus padres, quienes la recibieron a brazos abiertos.
La morena miro enternecida como los tres se estaban estrujando con cariño después de unos meses separados. Angela espero pacientemente que se reencontraran, había sido tan tierno en su pareja ver como corría hacia sus padres para abrazarlos con fuerza.
- Esperamos que te guste Denali, querida - Carmen sonría ampliamente desde su asiento copiloto
- Téngalo por seguro - Asintió emocionada
- Le insistí en que trajera su cámara y capturara las hermosas vistas que tenemos del crepúsculo.
- Vas amarlo, sin dudarlo. Las vistas de la habitación de Larissa son las mejores - Confeso Eleazar- Una larga lucha entre ella y sus hermanas puede confirmarlo.
- Tardamos una semana para llegar a un acuerdo pacifista - Larissa frunció sus labios- Terminamos echándolo a la suerte.
- ¿Papel, piedra y tijera? - Se burlo recordando las veces que las vio decidiendo de aquella manera
- No, la última en quedar de pie después de sufrir el don de Kate se quedaba con la habitación. Sufrí bastante. Después, por descontado, luche contra ella para ganarle, pero con la condición de que no hiciera trampa con su don.
Angela negó con diversión ante la imagen que formo en su mente al imaginárselas serias tomando todo tan en serio cuando era algo realmente infantil.
- Y eso que no le contaste como llegaron al acuerdo de dejarte salir al mundo por una década.
Larissa suspiro al recordar como estuvo detrás de sus hermanas por días enteros insistiendo sobre aquello, Angela la ver la expresión de su novia se carcajeo, ella había visto lo infantil y sobreprotectoras que eran con ella así que no dudaba en que hubieran llegado a un acuerdo en extremo infantil para vampiros milenarios como lo eran ellas cuatro.
La casa Denali era muy diferente a la Cullen, estaba acostumbrada a ver la casa de unos cien años de antigüedad, era atemporal y elegante, pintada de un blanco suave y desvaído de tres pisos de altura, y era rectangular y bien proporcionada.
En cambio, la que tenía enfrente se veía menos antigua, más moderna sin dejar a un lado lo elegante, estaba totalmente construida en madera de tonos diferentes siendo combinado por pedazos de paredes de piedra y ladrillos anaranjados -Que fácilmente se podían confundir por más madera- con forma rectangular con diseños geométricos por todo el tejado dividido por dos grandes tejados conectados.
Hogareña y perfecta para las montañas cercanas que la rodeaba, en resumen.
De diferentes entradas-salidas de la casa las tres hermanas de Larissa salieron a velocidad humana para recibirlos, aunque en un parpadeo suyo ya estaban sobre su novia abrazándola de una forma que para ella seguramente seria asfixiante.
- Niñas, no la vayan a matar, de nuevo - Bromeo Eleazar bajando la última maleta de Angela de la cajuela
Las hermanas Denali se rieron mientras se separaban, las tres mayores miraron con menos dureza que la última vez, aquello había relajado a Angela ante las posibles reacciones de ellas ante su presencia.
- Me alegra mucho tenerte con nosotras - Se acerco Tanya con una sonrisa afable y un corto abrazo de bienvenida- Espero que el vuelo y la carretera fuera de tu agrado, sabemos lo peligrosos que pueden ser los caminos con esta nieve.
- Estuvo todo perfecto.
- Casi - Corrigió Larissa con reproche- Uno de los vendedores locales al notar que era extranjera le intento estafar.
- Sí, debimos recordártelo - Kate sonrió con inocencia junto a Irina- La temporada más movida por las vacaciones de los estudiantes y todo eso, ya sabes.
Larissa sacudió la cabeza lentamente negando con diversión, Irina le agarro la mano para empezar a guiarlas hacia dentro de la casa mientras Irina le comentada de como conoció a su pareja.
- Él te va a agradar, está intentando adaptarse a nuestra alimentación incluso - Sonrió satisfecha
- Espero conocerlo adentro.
La menor se frenó de golpe al ver quien estaba en la sala esperándolas, se agazapo enfrente de Angela protegiéndola y soltó un gran gruñido amenazador, Angela juraba que el gruño pudo escucharse por toda la casa sin problemas.
- ¿Qué pasa? - Tanya frunció el ceño
En un abrir y cerrar de ojos Larissa tenía a Laurent sometido contra el suelo de madera oscura con la postura perfecta para arráncale la cabeza.
- Te voy a matar y hacer cenizas como lo hice con James - Gruñó furiosa jalando del cuello
Laurent intentaba hacer algo, pero por la posición que estaba sometido le era difícil, la rubia lo tenía perfectamente contra el suelo de madera.
- ¡Suelta a mi pareja, Larissa!
- ¡Larissa!
- ¡NO! - Grito frustrada- Él y su clan fueron los que cazaron a Bella, su compañero puso el nombre de mi Angela en su sucia boca.
- No, no participe - Mascullo entre jadeos por las grietas que se le estaban creando en el cuello
- Claro que lo hiciste, pude captar tu aroma cerca del aeropuerto y en Phoenix.
El moreno abrió los ojos ampliamente al ser descubierto por ella, llevo sus manos a los ante brazos de Larissa y jalarla desde ese punto liberándolo, se fue directamente hacia ella tacleándola al verla de pie lista para luchar contra él.
Se sacudió, movió y combatió a como pudo, pero Larissa tenía muchos más años de experiencia que él dejándolo ver como si fuera un neófito aún. Así que hizo lo mejor que sabía que hacer, huir. En segundos ya estaba fuera de la casa y corriendo hacia dirección del mar.
Angela preocupada y asustada corrió hasta donde estaba Larissa parada, la abrazo con fuerza, había sentido tanto miedo al ver como las cosas se destrozaban en segundos ante la pelea que no podía ver su simple vista humana.
- Estoy bien, amor - Beso su cabellera- Estoy bien, lo prometo.
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