Capítulo 22
Habían atrapado al rastreador.
Totalmente contenido, aunque el rastreador luchó, se retorció y se agitó para evitar los aplastantes brazos de Emmett. No había ninguna posibilidad de que esa lucha pudieran haberlo ayudado y Emmett ya lo estaba rompiendo cuando Jasper se abalanzó en la habitación empapada de sangre junto a Larissa.
Jasper, mutilado y feroz, ojos agudos y vacíos al mismo tiempo, luciendo como algún dios olvidado o encarnación de la guerra, proyectando un aura de pura violencia. El rastreador simplemente dejó de intentarlo. En esa fracción de segundo cuando vio a Jasper -por primera vez, pero Emmett no sabía eso- se rindió a su destino, pero no sin antes haber provocado un poco de caos dentro de Larissa. Aunque no importaba que su destino estuviera sellado una vez que Emmett puso sus manos sobre él, eso era lo que lo desmoralizaba.
Estaba volviendo loco a Emmett, más cuando adentro en nombre de la compañera de su hermana-prima favorita en su sucia boca.
Aunque Alice estaba monitoreando cada faceta de ese impulso, su mente estaba en una docena de lugares diferentes, encontrando formas de hacer las diligencias necesarias frente a ella, trabajando en las consecuencias de cada elección disponible.
Había algunas cosas de las que estaba segura, exactamente tres.
Primero, podía ver a Emmett y a Larissa en el avión. Vio lo que se avecinaba con tanta claridad como si estuviera sucediendo, y obviamente Edward también lo vi todo.
Segundo, Jasper dejaría a Carlisle, Bella y a Edward en St. Joseph's. Había hospitales más cercanos, pero Carlisle insistió. Allí conocía a un cirujano que respondería por él y era un centro de trauma de nivel uno reconocido a nivel nacional.
Y tercero, podía ver a Larissa sosteniendo a Angela entre sus brazos mientras ambas estaban acostadas en la cama de la segunda aliviando cada una de sus preocupaciones y temores, sobre todo las de Larissa.
Había sido tanto caos, tantas preocupaciones y medidas drásticas que habían tomado todos y cada uno de ellos, que ver una predicción de Larissa y Angela juntas era el mejor resultado que Edward y Alice podían obtener de todo aquello. Necesitaban mantener tan protegida a Angela para no terminar perdiendo a Larissa por el abatimiento o por la locura de haberla perdido.
Se habían tomado tan enserio el protegerlas que Emmett estaría cuidado de Larissa como su escolta personal mientas que Rosalie sería la de Angela, Esme cuidaría de Charlie en lo que se movía para Phoenix y unirse después al cuidado de Angela.
- Tranquila, no soy Jasper y puedo sentir tu desespero - Emmett tomo las pequeñas manos de Larissa entre las suyas- Todo salió bien, Angela está siendo cuidada por Rosalie y Bella por Edward.
- Lo sé, papá oso - Lo miro con sus ojos dorados llenos de preocupación- Pero aun siento un mal presentimiento de todo esto, mi pequeña Angela es la que me preocupa, sobre todo.
- Angie estará bien protegida por todos nosotros - Llevo una de sus manos a la mejilla de Larissa- Yo mismo te prometo cuidar de ustedes dos.
- Si estuviera Rosalie aquí estaría llorando - Bromeo ligeramente haciendo reír al azabache
Emmett atrajo hacia su cuerpo a Larissa para terminar de tranquilizarla, pero sabía que los presentimientos de la Denali no se irían hasta que estuviera por fin con su pequeña compañera.
- Le pediré a Rosalie que te preparé una buena ducha tibia, necesitas estar reluciente para esa pequeña humanita.
- Mi dulce niña - Larissa arrullaba a Angela entre sus brazos- No llores más, aquí estoy contigo. Mi familia está completa y Bella en manos de Carlisle, todo está bien ahora.
- No me vuelvas a dejar así - Le reprocho casi en llanto con sus brazos aferrados al cuerpo de Larissa- No lo soportaría nuevamente.
- Yo tampoco lo deseaba, pero era necesario, mantenerte con nosotros en esos instantes era peligroso así que la segunda era la mejor opción, aunque la más dolorosa. Perdóname, mi amor, prometo jamás dejarte, prometo cuidarte y protegerte siempre.
- Te escuchas como si dijeras votos matrimoniales - Murmuro más tranquila
Larissa se rio entre dientes al darse cuenta del tono y la forma que lo decía. Su risa había impulsado a Angela a reír igual, tranquilizándola finalmente.
- Te amo, pequeña - Beso el hombro de Angela- Te amo tanto.
- Yo igual te amo - Beso suavemente la mandíbula de Larissa disfrutando por fin de la tranquilidad en su cuerpo
Angela había perdido la noción del tiempo estando entre los brazos de su novia, tanto que no se había dado cuenta de que se había dormido entre sus brazos y la gruesa manta de su cama solo con el ruido de la puerta abriéndose explotando su burbuja favorita la hizo recapacitar donde estaba.
- Hola, cariño - La saludo la señora Weber- Oh, estuvo muy cansado el viaje por lo visto.
La menor miro el rostro de Larissa, estaba tan sereno y lleno de perfección, era extraño y fascinándote observar a Larissa fingiendo dormir entre sus brazos moviendo su tórax como si respirara con los ojos cerrados de forma tan natural.
- Sí, sus hermanas agotaron su batería.
Angela le había inventado a su madre que aquel viaje que había hecho era para visitar a su familia en Alaska manteniendo su verdadera preocupación en aquella pequeña mentira piadosa en vez de decirle que su chica estaba cazando a un vampiro sádico.
- Despiértala y se alistan para dormir, mañana tienen clases aún.
- Si, mamá - Asintió saliendo de los brazos de la rubia- ¿Josué y Isaac?
- Igual que Larissa, rendidos. Ella sabe cómo agotarlos - Sonrió con diversión cuando los gemelos le contaron todo el día divertido con Larissa- Pero nada de helado mañana, Larissa ya los mimo demasiado.
- Yo le digo - Se rio entre dientes
La señora Weber le sonrió como despedida para volver a cerrar la puerta, Angela regreso su mirada hacia el rostro de Larissa para seguir fascinándose con su actuación, pero sus planes fueron arruinados cuando se encontró con los ojos de Larissa mirándola con todo ese amor y ternura que podían.
- Tu padre está queriéndome casar contigo antes de tiempo - Comento con diversión- Lo escucho planeando todo desde su habitación por ser tan perfecta pareja para ti. Familia amorosa y unida, futuro brillante en la medicina, perfecto instinto maternal, responsable afectivamente - Enumero algunas de las cualidades que el señor Weber le decía a su esposa- En pocas palabras, soy una adonis. ¿Cuándo nos casamos, futura señora Weber?
Angela se carcajeo ante el rostro burlón de su pareja, ella sabía que sus padres estaban encantados con ella tanto como sus pequeños hermanos así que no dudan que la quisieran casadas.
- Cuando esté trabajando en un lugar estable, tengamos nuestra casa y hubiera vivido una buena adolescencia.
- La casa y el carro yo te los doy desde hoy, si gustas, el trabajo y la graduación no será complicada.
Angela negó con diversión para besarla castamente.
- Vamos, tienes que cambiarte mientras me baño.
Larissa se quejó un poco mientras Angela se separaba de ella para hacer su rutina nocturna, pero sabía que era mejor dejar ir ahora que dentro de unos minutos más. La vio irse con su toalla y ropa hacia el baño mientras ella sacaba distraídamente la ropa de dormir que siempre mantenían ahí para sus pequeñas pijamadas.
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