Angela no había querido alejarse de Larissa desde que había llegado a la casa de los Cullen, no solo por miedo a Irina y Kate, sino también porque sentía una extraña necesidad en ella de estar con ella todo el tiempo aliviando ese horrible vacío en ella.

- Mi pequeña koala, necesito ir al baño.

- Pero no puedes hacer necesidades - Frunció el ceño, confundida

- No, pero tengo que asearme - Obvio el hecho de parecer vagabunda señalando su cuerpo- No creo que me quieras seguir viendo como vagabunda todo el día.

- Eres una vagabunda muy linda - Arrugo su nariz con ternura

Larissa negó con diversión, beso castamente la tierna nariz de su chica causando que siga arrugándola.

- Espérame en la sala principal, cariño. Mis padres están regresando y quiero presentártelos.

- ¿Tus padres? - La miro asustada- ¿Ahorita?

- Sí, ahorita. No tardaré ni un minuto, créeme. Te amarán, no lo dudes - Beso su frente con cariño

Angela vio como Larissa había desaparecido debajo suyo al mismo tiempo que ella aparecía sentada en el sillón. Tal y como le había prometido Larissa, no había tardado ni el minuto cuando ya había aparecido al final de las escaleras recién bañada y alistada de forma cómoda en un gran jersey de Hogwarts.

La vio murmurar algo hacia el primer piso, sus labios apenas habían hecho movimientos visibles para ella, en un segundo aparecieron dos adultos enfrente de su chica. Era una hermosa mujer de cabello negro, con un toque de oliva en su tez tan pálida, siendo acompañada de un hombre con el cabello marrón oscuro hasta el cuello, con el mismo toque de oliva en su tez como de su acompañante.

Ambos habían abrazado con firmeza a Larissa, podía ver como el hombre les dijo algo haciéndoles reír, jamás se separaron mientras se abrazaban entre una rápida platica.

- Madre, padre. Les presento a Angela Weber, mi hermosa compañera - Presento a Angela tendiéndole su mano para ayudarla a pararse del sillón- Amor, ellos son mis padres adoptivos, Eleazar y Carmen.

- Un placer conocerlos - Sonrió ampliamente a los mayores

- El placer es nuestro, cariño - Carmen abrazo a Angela con toda la maternidad que podía

- Hemos escuchado muchas cosas de ti - Eleazar saludo a Angela con un ligero apretón de manos- Nuestra pequeña no puede dejar de hablar maravillas de ti.

- Papá, por favor, no - Negó avergonzada, escuchando las risas de sus hermanas de fondo

- Tu padre solo dice la verdad, cariño. Todo el tiempo hablas de ella, no te culpo, es una linda humana.

- Madre - Suplico viendo de reojo el sonrojo de Angela

Carmen y Eleazar siguieron hablando con ambas, aclararon algunas dudas de Angela sobre lo que aun podía aterrarle o que pudiera incomodarle.

- Todo lo tengo claro ahora – Asintió aferrada al brazo de Larissa- Ustedes han sido más que comprensivos conmigo, lo mejor que puedo hacer mejor es aceptar a su hija a como es y amarla tal cual es su naturaleza.

- Eso dice ahora - Masculló Irina de mala gana desde alguna parte de la casa

- Irina - La reprendió Carmen en un susurro

Larissa apretó los labios para no reírse sobre como Irina seguía farfullando disceptaciones en algunas cosas que Angela decía mientras Carmen o Eleazar la reprendían como si una verdadera niña fuera.

- Hasta donde se tengo un milenio existiendo como para que me reprendan - Se quejó

- Pero te comportar como una niña, ahora haz silencio - Le pidió Tanya

- Sí, Irina, cállate. No escucho bien el chisme por tu culpa - Reprendió Kate siendo golpeada ligeramente por Tanya

Larissa no pudo evitar reírse ante la infantiles de sus hermanas llamado la atención de Angela, solo negó sacudiendo la cabeza para seguir abrazándola.

- Solo sé que la drenaré si la lastima - Irina hablo apareciendo a lado de Larissa

- Irina - La reprendieron Carmen y Tanya al unisón

Kate se carcajeo del refunfuño de Irina ante la reprimenda, Larissa y Eleazar negaron con diversión.

- Hija, por favor. Asustaras a la compañera de tu hermana - Eleazar intervino mirando como Angela se refugiaba en Larissa desde que llego Irina

- Para empezar, Issa es muy pequeña, no debería tener novia - Kate apareció en la sala con los brazos cruzados y su ceño fruncido

Los celos de hermana habían salido a flote en cuestión de segundos.

- Tengo el milenio de edad - Miraba a la nada, confundida- ¿Pequeña de dónde?

- Para nosotras lo eres - Contesto Irina- Nos llevamos como de un siglo y poco más.

- ¿Un milenio? - Pregunto Angela mirando a Larissa

- Tu noviecita es una reliquia, humanita - Kate se burló ganándose un ligero codazo por parte de Tanya

Larissa entrecerró los ojos hacia Kate imaginándose que podría hacer para callarla sin llegar a destruir la casa de por medio.

- Compórtense, ya están llegando los demás - Les reprendió Carmen- De nuevo, bienvenida a la familia, cariño.

- Tendremos oportunidad de conocernos mejor más adelante. ¡Dispondremos de millones de años para ello! - Tanya y sus hermanas se echaron a reír ante la broma familiar- Estaremos unos días más en Forks y después partiremos a Alaska.

Kate e Irina le hicieron señas con sus dedos a Angela que la vigilaban mientras Tanya las llevaba con ella a arrastras, Carmen y Eleazar negaron con diversión para despedirse de ambas y recibir a sus primos.

- Bueno, eso... fue incomodo - Larissa miro a Angela

- Fue tierno - Corrigió- Tus hermanas son así por mi decisión, es normal que te sobreprotejan tanto. Tus padres son demasiado tiernos al darnos la decisión de arreglarnos como nosotros queramos.

- Soy adorable y mi familia también - Se encogió de hombros con diversión- ¡Ay, no!

Angela frunció el ceño ante el rostro casi de sufrimiento de Larissa, en cuestión de unos segundos ya estaba Alice dando un chillido feliz aturdiendo a la rubia.

- ¡Alice! ¡Silencio, pequeño monstruito! - La reprendió aturdida por el chillido

- ¡Sabía que estarían juntas otra vez! - Se acerco a ambas dando saltitos de felicidad- Aunque el medio por el cual todo sucedió no fue el correcto, ¡sucedió! ¡Seremos grandes amigas!

Alice abrazo a Angela emocionada ante las nuevas visiones prosperas de la pareja, Larissa miraba con diversión como Angela le pedía ayuda con la mirada mientras correspondía el abrazo de oso que Alice le estaba dando.

- ¡Alice! ¡Déjalas tranquila! - La reprendió Esme desde el primero piso

La pequeña vidente se separó de Angela sonriendo como disculpa mientras se encogía de hombros desapareciendo de la sala, Jasper la sostuvo entre sus brazos apenas había llegado a su lado para que no hiciera más de las suyas.

- Discúlpala, ella es la adoptada de la familia - Bromeo Larissa

Todos en la casa se rieron mientras que Alice jadeo ofendida, Angela negó con diversión entre pequeñas risitas. Antes que Alice quisiera reclamar su venganza sostuvo a Angela entre sus brazos para llevarla a su habitación.

- Aun no me acostumbro a esto - Murmuro mareada por la velocidad

- Tienes que, amor. Ya no tengo porque esconder lo que soy - Beso su frente- Bienvenida nuevamente a mi cueva.

Larissa dejo que Angela saliera de sus brazos para que viera todo lo que quiera de su habitación, sabía que se dirigiría primero a las grandes repisas donde estaban todas las fotos familiares conociendo la curiosidad de su compañera de saber más de ella y su familia.

- ¿Eres tú? - Pregunto señalando una foto en blanco y negro

- Era 1900, habíamos regresado a Rusia después de estar unos siglos alejadas de casa - Contesto acercándose a ella- Antes estábamos con el libertinaje a todo su esplendor.

- 1831 - Leyó la fecha de la foto con fascinación

- Es la más antigua que tengo, Joseph Nicéphore me regalo esa foto cuando nos conocimos.

- Espera un momento... Niépce fue el que invento la fotografía - La miro asombrada

- Justo pasábamos por Francia cuando lo conocimos - Miraba la foto con nostalgia- Kate e Irina me estaban cumpliendo mi petición de conocer los avances arquitectónicos que tenía Francia en ese siglo, dos años después Joseph falleció por un accidente cerebrovascular así que todo fue obra del destino.