Union destinada
Buenas noches mis queridos Lectores vengo con una nuwva historia hace unas semanas comenze a ver de nuevo Twilight y de la nada comenze a tener curiosidad con la pareja Jane y Seth se me hace bastante interesante al buscar historias sobre ellos no encontre asi que me di a la Tarea de comenzar a escribir sobre ellos
Espero que mas escritoras se animen y el fandom cresca
La pareja principal sera Jane x Seth
Tambien Alec y Renesmee tendran su historias
Sin mas por el momento les dejo el capitulo .
Jane POV.
Me besó salvajemente mientras se introducía en mi, entró de una sola estocada.
Gemí rasguñando su espalda sin compasión alguna. Finalmente cayó rendido a mi lado, solté un gruñido, pues no llegue al orgasmo. Demetri trataba de recuperar el aliento.
-¡Eres increíble, Jane !-sonrió abiertamente.
-Lo se -sonreí triunfante.
-Eres la chicas mas sexy. Me perteneces, Jane -dijo el vampiro mientras me besaba el pecho.
-No soy de nadie y mucho menos tuya - me levanté y comencé a vestirme,-toma-le aventé su ropa ,-vístete.
El me miró confundido.
-¿Eso es todo? ¿Porque siempre te enojas cuando te reclamo como mi pareja ?-preguntó.
-Si. Es todo lo que vas a tener de mi, jamás seremos pareja, solo te uso para quitarme las ganas, no confundas las cosas -respondí sin mirarlo.
Siempre terminábamos así.
-Eres una zorra -se levantó enojado, se colocó la camisa y su pantalón para después azotar la puerta del baño.
Y ahora se hacia el muy digno . El siempre se enojaba, siempre terminaba buscándome , lo tenia comiendo de mi mano y eso me gustaba, lo usaba cuando queria, y el lo sabia. Pero aún así volvía a mi.
La palabra amor no estaba en mi vocabulario, para mi simplemente no existía. Eso solo era una ilusión, un capricho del que al poco tiempo se aburrían. Vivía feliz así, sin ataduras, sin ese sentimiento que te eleva cuando ves a aquella persona. Cuando escuchaba de vampiros que encontraban a su Tua acantante me burlaba, no era mas que estupideces, sangre era sangre.
-Tú solo me usas-me reclamó Demetri cuando salió del baño.
-No te hagas el digno, que no te queda-me reí,-tú siempre vienes a buscarme aunque yo no te lo pida, tú mismo haces que te use. Si eso quieres, eso tienes.
Él no dijo nada, me miró por unos segundos y luego salió azotando la puerta nuevamente. Demetri sabia perfectamente desde el inicio de esta relación, si así se le podía llamar, que eso no iba a ir más allá del placer. Y aún así aceptó, pero al parecer sus sentimientos hacia mi habían cambiado con el tiempo que pasábamos juntos y ahora el queria formalizar, claro que yo me negué, pero en lugar de buscar a otra vampiro que le diera lo que el estaba buscando, siguió conmigo.
Alguien abrió la puerta sin tocar, mientras veía la cama desordenada.
-Otra vez divirtiéndote, hermanita-dijo mientras levantaba con asco una sabana,-Demetri , ¿cierto?
-Si, nunca va a entender que yo solo me entretengo con el-sonreí mientras terminaba de abotonar mi saco y me recogía el cabello.
La cara de mi hermano no parecía del todo contenta.
-¿Acaso quieres que formalice algo con el?-pregunté arrugando mi frente.
-¡Lo que quiero es que dejes de hacer esto! Es bastante molesto torturar vampiros que te llaman zorra, Jane.
-¿Porque lo haría, Alec? No quiero ser una amargado como tú-me burlé. El solo me miró con enojo. Pero después se tranquilizó y se acercó a mi- Lo que piensen esos imbéciles me tiene sin cuidado.
-Solo quiero que encuentres a alguien con el cual puedas compartir la eternidad. Tú y yo siempre vamos a estar juntos. -dijo suavemente al tiempo que pegaba su frente con la mía mientras cerraba sus ojos.
-Eso jamás pasará, Alec, el amor es para idiotas, eres mi hermano la única persona por la que siento cariño, siempre estaremos juntos.
-Los maestros nos llaman-su voz volvió a ser fría.
-Claro. Iré en seguida.
-¡Nos quieren ya!-dijo.
-Que amargado, hermanito -se burló.
Alec me miró con enojo y le resté importancia.
-Esta bien, esta bien. Vamos-dije mientras caminaba hacia la puerta.
-Jane -me giré para ver a Alec ,-dime que ya no estarás más con Demetri, ni con ninguna otra persona hasta que encuentres a la persona indicada para ti -su voz parecía más una súplica.
-Eso no te lo puedo asegurar hermano, yo... solo me quiero divertir, y eso es algo que no me lo puedes impedir-le dije para después salir y cerrar la puerta de mi habitación, mientras mi hermano solo me veía a los ojos con una expresión de tristeza.
Ya habíamos tenido la misma discusión millones de veces, pero no pensaba complacerlo.
Abrí las grandes puertas del salón para dirigirme a los tronos y dedicarles una reverencia.
-Jane, mi querida Jane -me saludó mi maestro Aro al tiempo que bajaba las pequeñas escaleras,-¿y tú hermano?
-Vendrá pronto maestro -respondí con respeto.
Y no tuvimos que esperar mucho ya que después de que respondí a la pregunta de mi maestro, Alec entró al salón para colocarse a un lado de mi.
-Bien. Los mandé llamar porque he estado pensando lo que pasó hace un par de años en Forks-mi maestro subió nuevamente las escaleras,-y creo que es hora de ir a visitarlos y ver como va el crecimiento de la Hibrida -sonrió con un extraño brillo en sus ojos.
La idea que había planteado mi maestro fue simplemente descabellada, Alec y yo nos quedaríamos un mes con Los Cullen para ver como iba el crecimiento de la hija de Bella y Edward. Los odiaba. Odiaba tener que cumplir esa tarea.
-Ya hablé con Carlisle y esta de acuerdo en que se queden con ellos un mes.
Alec volteó a verme, confundido para luego regresar su mirada a nuestro Maestro y fui la primera en hablar.
-Maestro, con todo respeto no me parece buena... -Intenté buscar alguna excusa para zafarme de aquella misión - Usted podría necesitarnos ¿Que pasará si algún vampiro crea un ejercito de Neofitos?
-Tonterías, querida Jane, si eso pasa tenemos a Félix, el puede encargarse perfectamente de la situación.
-Como usted ordene, Maestro -Alec inclinó la cabeza.
- No esperaba menos de mis Joyas .... Una cosa mas, ambos deberán alimentarse de sangre de animal, por lo menos el tiempo que estén con los Cullen, esa fue la condición que puso Carlisle.
Ambos asentimos, no estábamos del todo convencidos pero no teníamos otra opción. Salimos del Salon principal quedaban un par de horas para prepararnos.
-¿Puedes creerlo, Alec? Nosotros los vampiros mas poderosos de la Guardia ¡De vulgares niñeros de una niña hibrida! ¡Debí matarla cuando pude hacerlo !
Alec rio.
- Entonces Aro te matará - me dio un par de palmaditas en la espalda -Vamos Jane, será muy divertido.
-Claro Alec, alimentándonos de sangre de animales, que divertido suena -mi voz era sarcástica.
Ambos salimos de Volterra. Menos mal que nos alimentamos antes de salir, no perderíamos tiempo y llegaríamos rápido, los Cullen nos esperarían en el Bosque.
Al llegar noté que toda la familia estaba reunida, incluso los perros "Asquerosos" pensé.
-Compórtate, Jane -Alec me regañó - Buenas tardes -Saludó mi hermano.
-Buenas tardes, Alec, esperó su estancia con nosotros les resulte agradable - Carlisle nos devolvió el saludo.
Me mantenía en silencio, dejé que Alec se encargara de las formalidades y noté la mirada de desconfianza de la familia. El sentimiento era correspondido, la única que nos miraba con una sonrisa era Esme Cullen.
Que niña tan tonta.
Seth POV
Los Volturi se acercaban por el bosque. Podía olerlos. Alice los había visto venir desde unas horas antes, ellos venían para ver como iba el crecimiento de Renesmee. Jacob se mantenía a mi lado.
Entonces la vi y fue como una bala atravesando mi estómago. Un choque eléctrico. Como la quemadura en tu garganta cuando bebes chocolate caliente demasiado rápido. Fue como si algo me estuviera golpeando de adentro hacia afuera. Ahí va mi universo. Me siento invisible. Ella era la única que podía verme. Lo único en que podía pensar era en qué hacer para que ella pensara en mí.
-¡Guau! No puede ser. No puede ser. Tal vez fue solo un enamoramiento rápido. Un loco y enfermo enamoramiento. No, he quedado impreso.
El pensamiento recorrió los pensamientos de mis compañeros licántropos Quil, Jacob, Sam, Paul, Jared y Leah.
¿Pero cómo se supone que eso funciona? Se supone que quedamos impresas a las chicas que....¡Guau! Esto no puede estar pasando.
Fue como una vela mantenida frente al sol. Quemaba.
-¡Seth! --exclamó Jacob.
-¡Urg! Jacob, por favor concéntrate.
-Sam, esto es serio. Seth está en problemas.
-No me importa lo que Seth piense, ella es un chupasangre-Sam gruñó mirándome.
-¡Cállense ! No quiero escuchar otra palabra sobre ella. ¿Entienden? -Dije enojado.
Alguien estaba gruñendo amenazadoramente. Oh. Esperen. Era yo.
Bueno, ¿me molesta lo que dijeron de ella? Por supuesto que me había molestado, ella era mi alma gemela. Mi universo. Mi todo, la mujer con la que queria pasar el resto de la eternidad.
Francamente me sorprendió de que ellos no se estuvieran viendo unos a los otros intentando saber dónde estaba ella. Yo sabía que estaba muriendo por estar en cualquier lugar donde ella estuviera. Yo la quería aquí, a mi lado. Sus ojos me miraron. Me perdí en ellos. Sus hermosos ojos color rojo.
-¿Cómo se llama? -Pregunté en mi mente.
No me importaba si sus ojos eran rojos. No me importaba si ella era el pilar central de los Volturi.
-Creo que debe ser Jane- me dijo Jake sin apartar la mirada de mi.
¿Jane? Era deliciosa. Sonaba como una jarra de mermelada que acababa de ser abierta. Era, en definitiva, el nombre más hermoso que alguna vez haya escuchado.
El resto de la manada se fue, no habia peligro, solo nos quedamos nosotros tres. Regresamos a la normalidad y noté que Jacob y Leah me daban una mirada de advertencia, ambos se pusieron de cada lado evitando que fuera hacer alguna tonteria.
-Vaya, así que nuestro pequeño Seth se ha imprimado -escuché murmurar a Edward sonriendo.
-Hola, chicos-, dijo Esme acercándose y nos dedicó una pequeña sonrisa de disculpa. "Lo siento, pero quizá no sea el mejor momento para visitarnos.
Un gruñido se escuchó desde la base de la garganta de Jake mientras miraba fijamente a los recién llegado.
-Alec y Jane son Hermanos -dijo Carlisle-. Son miembros de los Vulturi.
-No dejes que la apariencia te engañe- advirtió Emmett. -Ella es la más fuerte de todos.
-Oye ...-Se quejo Alec -Soy tan poderoso como ella.
-Bueno, hermanito yo no diría eso -corrigió Jane, arrugando la nariz-. Todos saben que soy la mas poderosa.
Su voz tenía la sequedad mordaz de la pintura que se desprende de las cosas viejas y se te pega a la mano si la tocas. Su actitud petulante no nos hizo sentir cómodos a ninguno de nosotros.
Jake se acercó a Bella y Renesmee, aunque sabía que Bella en realidad no necesitaba protección cuando brindaba la mejor clase de protección.
-¿Se quedaran con ustedes o algo así?
-Jane y Alec solo estarán un mes, quieren ver como va el crecimiento de Renesmee- explicó Carlisle. -Se quedaran con nosotros y los vigilaremos en todo momento.
Jake entrecerró los ojos.
-Eso espero, porque si alguna vez pone un pie en La Push, la harán pedazos.
-No, si puedo derribarte primero-, bromeó Jane.
La mitad de los Cullen se dieron la vuelta para mirarla con enojo incluso Alec la miraba con reproche y ella se encogió de hombros. -¿No pueden aceptar una broma?-, dijo, y un atisbo de sonrisa se dibujó en su pálido rostro. Me recordó a los duendes que había leído en un libro de mitología: muchos problemas y caos concentrados en un cuerpo diminuto.
-Tengan cuidado con ella-, nos advirtió Rosalie. -Gracias al escudo de Bella, ahora no estamos todos retorciéndose de dolor insoportable en el suelo.
Sentí un escalofrío en la espalda. No sabía qué decir, pero había algo extraño en Jane. Al mismo tiempo, no pude evitar sentirme intrigado.
-Mientras estés aquí, deberías tomar en serio el tratado que tenemos con La Push- le dijo Edward a Jane. -Tienen derecho a proteger su territorio de nosotros, su enemigo natural.
-No venimos a causar problemas, Jane se mantendrá alejada del Territorio de los Lobos.
La pequeña vampiresa cruzó los brazos sobre el pecho. -No hables por mi Alec. No se preocupen, no se me ocurriría poner un pie en un lugar que huele a perro mojado.
-Tú tampoco hueles muy bien -replicó Jake.
Carlisle levantó las manos en señal de apaciguamiento.
-Seamos todos civilizados, por favor.
Antes de que pudiera continuar, me acerqué para dirigirme a la nueva chica. Incluso le hice un pequeño gesto con la mano.
-Hola, Jane. Soy Seth Clearwater-
Ella no dijo nada, y solo me miró con el tipo de cara que le das a alguien que irrumpe en tu habitación mientras estás cambiándote, y estás allí parado casi completamente desnudo en ropa interior.
Alec se acercó a ella, su rostro mostraba preocupación, sujetó a su hermana de la mano, incluso Edward y Alice se colocaron a un lado.
Jake me tiró del brazo y puso los ojos en blanco. -No quiso hacer presentaciones, idiota. Quiere decir que deberíamos largarnos de aquí y dejar a los Cullen con sus asuntos.
-Ah, claro, claro -murmuré. A veces podía ser muy tonto.
Carlisle no pudo evitar reírse y luego dijo:
-Vamos a instalar a Alec y a Jane en nuestra casa y a buscar alojamiento. Es mejor que ustedes dos se queden en La Push hasta entonces.
De un alfa a otro alfa. Jake no se opuso a Carlisle, pero miró con el ceño fruncido a Jane y aprovechó el escudo de Bella para acercarse a ella con mucha más altura.
-Escucha, puedes estar bajo la protección de los Cullen, pero si haces un movimiento en falso y haces cualquier cosa para lastimar a Nessie, no habrá ningún lugar en la Tierra donde puedas esconderte de mí.
Jane simplemente restó importancia a la amenaza con una cara que me recordó a esos cabezas de piedra de la Isla de Pascua.
-Quizás tuviste la cabeza enterrada en la nieve durante el juicio, así que supongo que necesitas que te recuerde que no tengo motivos para lastimar a la niña.
-Nosotros solo venimos a ver como iba el crecimiento de la chica, no tenemos planes de lastimarla- respondió Alec.
Jake no tenía una respuesta inteligente para eso. Se limitó a mantener la mirada fija en él un segundo más antes de darse la vuelta.
-Vamos, Seth, volvamos.
Corrí tras él, pero no sin antes echar una última mirada a la familia Cullen y a sus nuevos invitados. Éstos tenía que ser los vampiro más jóvenes y pequeños que había visto en mi vida. Nunca fui muy bueno para calcular la edad, y mucho menos la edad de un vampiro, pero supuse que aparentaban unos quince años. Mi edad. Sin embargo, las apariencias engañan. Algo en la forma en que se deslizaba por el suelo del bosque, con esa imperiosa inclinación de su barbilla hacia arriba, y en cómo llevaba ese abrigo de botones dorados y ribetes de piel, me decía que en realidad era mucho mayores de lo que parecía. No me perdí el colgante que colgaba de su cuello, la V al final representaba a Volturi. Los Cullen estaban realmente nerviosos a su alrededor, incluso con Bella cerca, como si fuera una bomba de relojería a punto de explotar. Jane debía ser muy peligrosa. Pero no podía negar que también parecía muy interesante.
Y entonces, la parte adolescente y estúpida de mí se levantó como un demonio sobre mi hombro y me susurró al oído: en realidad, se veía bastante linda. La forma en que se sujetaba el cabello hacia atrás con un moño negro era un buen detalle. Casi gemí en voz alta. Vamos, Seth, recupérate. ¿Un lobo enamorado de un vampiro, entre todas las cosas? Los chicos nunca me dejarían olvidarlo.
Alec POV
Solté a Jane de la mano para mirarla con disgusto, estuvo apunto se arruinar todo si no la hubiera tomado de la mano lo mas probable es que el perro no estuviera vivo, quizá Edward leyó sus pensamientos y Alice vio el futuro porque ambos se pusieron de cada lado de Jane.
-¿Sabes lo que estuviste a punto de hacer Jane? -le recriminé - de no tomarte de la mano estuviste apunto de atacar al Perro ¿Que diablos pasó contigo?
Ella gruñó y volteó su mirada a un lado, cruzándose de brazos, muchas veces actuaba como una niña pequeña.
-Cállate, Alec, no estoy para tus tontos reclamos -intentó irse pero la tomé de su mano, mis ojos se abrieron del golpe y comencé a reír-Ese Lobo es tu Tua Cantante, verdad?
-Vete al demonio Alec, no estoy para tus bromas estúpidas -Se soltó de mi mano para caminar a la casa de los Cullen.
-¡Te lo dije ! -Grité burlándome, mi hermana me saco el dedo de en medio, me encantaba hacerla enojar, era divertido.
Este mes seria el mas divertido, la seguí pero en el camino vi a la Hibrida, apenas tenia tres años pero aparentaba dieciséis años.
Me miraba con cierta timidez,me encogí de hombros y me acerqué.
-Tu debes ser R¿verdad ? -ella asintió con la cabeza -Te ves diferente, la ultima vez que te vi eras una niña.
-Sigues igual que la ultima vez que nos vimos, Alec - me sonrió, lo que causó que me pusiera nervioso -Espero podamos llevarnos bien, Vulturi.
-Lo mismo digo, Cullen -tomeé su mano dejando un pequeño beso sobre esta - Espero podamos llegar a tener una amistad.
En definitiva, disfrutaría el mes. Renesmee era una chica bastante hermosa y se de belleza, he conocido a Vampiresas muy hermosas, pero ninguna se compara con la pequeña de los Cullen.
Jane POV
No podía dejar de pensar en ese chico llamado Seth, incluso mucho después de que se hubiera alejado a saltos entre la maleza. No podía dejar de pensar en su sangre, más bien. Su olor, e incluso la mera visión de ella fluyendo y latiendo bajo su piel... Tuve que hacer un gran esfuerzo de autocontrol para no arrojarme sobre él cuando se acercó a saludarme como un estúpido cachorrito, de no ser por Alec hubiera atacado al Perro apestoso completamente ignorante de la forma en que me afectaba. Solo ese paso que dio, uno que cerró la distancia entre nosotros, había desencadenado un torrente de veneno que se acumuló sobre mis dientes y mi lengua. Tragué saliva con fuerza para recuperar la compostura.
-La tua cantante- lo llamó Aro. Cantante de sangre. En todos los años de mi vida vampírica, a pesar de los innumerables humanos de los que me había aprovechado, nunca había conocido a alguien cuya sangre oliera tan deliciosa y embriagadora. Eclipsaba incluso el repugnante olor a perro mojado de aquel chico.
-Maldito Alec, esto es tu culpa por joderme con lo de la Tua Cantante.
Intenté culpar a mi hermano, el fue el primero en molestarme con esa mierda, ahora estaba metida en un Gran lio.
Edward, que caminaba unos metros por delante de mí, me lanzó una mirada sombría. Quizá yo pudiera controlar mi cuerpo, pero mis pensamientos corrían libremente y, por supuesto, el lector de mentes se dio cuenta de ellos.
Para mi ligera sorpresa, no dijo nada al respecto ni expresó sus preocupaciones cuando llegamos a la casa de la familia Cullen. La observé con curiosidad. Durante mucho tiempo los Volturi la habían considerado una fortaleza enemiga. A veces me preguntaba qué aspecto tendría. Supuse que la casa podría considerarse glamurosa y cara según los estándares humanos promedio, aunque carecía del resplandor añejo del castillo de los Volturi.
Entramos para que pudiéramos contemplar el intento del aquelarre de darle un encanto humano a su hogar. Filas de ediciones de coleccionistas se alineaban en los estantes, recordándome la biblioteca escondida en las profundidades de Volterra. De vez en cuando, había obras de arte abstractas en las paredes. Noté el piano de cola, así como la cocina que la familia probablemente nunca usaba, pero que de todos modos mantenía ordenada. Las amplias y abundantes ventanas en toda la casa me parecieron la cualidad menos vampírica del lugar. Estaba acostumbrada al refugio constante y lúgubre del castillo, por lo que esas ventanas me hicieron sentir algo incómoda.
-Alec, Jane creo que es mejor que se queden en la sala de estar -dijo Carlisle.
Su sugerencia, aunque formulada con delicadeza, se vio reforzada por el intercambio de miradas y asentimientos de los demás Cullen en señal de acuerdo. Si nos quedábamos en las habitaciones y la intersección más abiertas de la casa, podrían entrar y salir sin perdernos de vista. Una elección sensata.
Carlisle se sentó en un sofá y nos hizo señas para que nos sentáramos frente a él. Lo hicimos aún bajo la mirada escrutadora de su familia.
-Lo primero y más importante para ambos, si quieren estar con nosotros, tendrán que alimentarte como nosotros.
-Bebe sangre animal-dije, y no pude evitar arrugar levemente la nariz.
-Sé que no será fácil, teniendo en cuenta que la sangre humana es más apetecible. Además, ustedes están acostumbrados a una dieta de sangre humana desde hace más tiempo que la mayoría de nosotros. Sé por mi trabajo que sería poco razonable, e incluso perjudicial, obligar a los pacientes a dejar de consumir alcohol y drogas de repente. Los síntomas de abstinencia pueden ser tan desagradables como el propio abuso de sustancias. Lo que se hace con esos pacientes es un régimen cuidadoso de destete: se limita su consumo poco a poco hasta que pueden llegar a un punto en el que pueden dejar de consumir por completo de forma segura.
Alec arrugó la comisura de su boca.
-Entonces, ayudarnos será como tratar a un alcohólico o a un drogadicto. ¿Así es como nos ven ustedes, los 'vegetarianos'?
En los ojos de Carlisle se dibujó un destello de culpa, y nos sorprendió que sintiera algo de culpa hacia mí.
-Estoy abordando esto desde la perspectiva de un médico. Lo que quiero decir es que para que puedan adaptar su dieta, tenemos que hacerlo en pequeñas dosis, en pequeños pasos. Poco a poco, les irán introduciendo en la sangre animal. Les llevará más tiempo que al resto de mi familia, y será más difícil, pero no imposible.
Asentimos.
-Ya veo. Nos remitimos a tu mejor criterio. Haremos lo que tengas en mente para nosotros.
La tensión había crepitado como una corriente subterránea entre el aquelarre, y ante nos complacencia, esa tensión pareció haberse aliviado un poco.
-Gracias por su comprensión, -dijo Esme-. No les obligaremos a cazar con nosotros para obtener sangre animal de inmediato. Por ahora tendrás que empezar con la dieta a la que estás acostumbrada.
Levanté una ceja y le dije a Carlisle:
-Has mencionado que eres médico... Supongo que tienes fácil acceso a una fuente de sangre humana.
Suspiré. Será el mes mas largo de mi existencia y en lo único que podía pensar es en la sangre de ese jodido perro, tenia que mantenerme lejos de el.
Intente respetar la personalidad de cada personaje espero el capitulo haya sido de su agrado nos veremos en un par de semanas
17/ Julio/2024
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