Acababa de llegar de su largo paseo para pensar, enserio ¿Qué se le había pasado por la cabeza al querer hacer un poema?

Pero después de todo, es su alma gemela y quiere hacerla feliz, aunque le cueste un montón.

Tocó la puerta y rápidamente abrió su hermanastro, este le sonrió y la otra hizo una mueca de disgusto.

— Déjame entrar. — Lo miró desafiante, pero su mayor no tenía ni una mínima intención de moverse.

— No, hasta que sonrías. — Sonrió de lado y se recostó en el marco de la puerta.

— Te derribaré Han Jisung. — Amenazó. — Muévete. — Lo miró con desagrado.

— Trátame con respeto, deja de decirme por mi nombre. — Hizo un puchero y se cruzó de brazos.

— Yo puedo controlar mis palabras sola. — Se acercó desafiante a Han mientras este la miraba con un poco de miedo.

— No me pegues por favor.. — Se encogió en su sitio y al hacer eso, dejó que Minju pueda pasar.

— Buenas noches. — Se dirigió a su cuarto y se encerró.

Para Han Jisung era todo un dolor de cabeza esa chica, pero la quería, como si fuera su hermana de sangre. La debía proteger y eso trataba, pero era algo difícil cuando no sabía muchas cosas de su pasado y su antigua escuela. Temía que su padre la haya lastimado o algo, ¿porqué le ha tener miedo a los chicos?

Después de eso, pensó en que él era el hombre más afortunado del mundo, ya que la pequeña Kim, nunca lo alejó, o al menos no tanto. Pensando tanto sobre su pequeña hermanastra y su padre, se quedó dormido en el sofá.

— Ey, tonto. — Minju tocó el hombro de su hermanastro mayor, este estaba tirado en el sofá, con su ropa del día anterior, mientras que la pequeña ya estaba vestida.

— Mm? — Frunció el ceño y luego dirigió su mirada a la chica en frente suyo. — ¿Que pasa pequeña? — Se sentó en el sofá del tirón.

— Deja de decirme así. — Replicó Minju, aun que igual le parecía tierno, a veces le repugnaba, ya que no era una niña, tenía 16 y aun que no lo pareciera era muy madura ¿Cómo crees que viajó sola de Seúl a Busan? - Iré a casa de Yuri, te veo en la noche.

— Que?! En la noche?! — Preguntó levantándose del sofá. — Eso es mucho tiempo.

— Eres mi hermanastro, no me puedes decir que hacer. — Bufó. — Adiós. — Se dirigió a la puerta y la abrió.

— Ey! — Salió detrás de Minju, después de tomar una llave de casa rápidamente. — Te llevaré y aprovechas para decirme porque eres tan irrespetuosa conmigo

— No. — Empezó a caminar. Hizo un intento de ponerse sus audífonos pero una mano interrumpió su acción.

— Hola Minju noona. — Se escuchó una voz enfrente suyo que no era de Han y esta levantó la mirada.

— Oh, hola Jeongin. — Sonrió. — ¿Que haces aquí? — Preguntó un poco confundida.

— Vamos a ir todos a casa de Yuri a ver películas. — Exclamó emocionado.

— Kim Minju! — De nuevo la voz de Jisung gritando sonó por todo el lugar. — ¿Quien es este enano y que quieres hacer con mi hermana?

— ¿Ummm? - Minju lo miró enojada. — No soy tu hermana.

— Hola, muy buenas noches, soy Jeongin, amigo de Minju. — Hizo una reverencia. — Vamos a ver a películas en casa de Yuri.

— ¡¿Películas?! Eso siempre termina en sexo! — Exclamó y Minju abrió los ojos y lo miró sorprendida.

— Eh.. No haremos eso. — Dijo Jeongin un poco nervioso.

— Vámonos rápido... — Susurró Minju al oído de su menor.

— Fue un gusto.. — Hizo otra reverencia y se llevó a la chica de ahí.

— Que asco estos adolescentes.. — Susurró Han Jisung. — Solo quieren sexo sexo y solo sexo. — Se tomó de la cabeza y luego ingresó al edificio.

— ¿Que veremos hoy? — Preguntó la chica rubia, Yuri. Cuando ya todos estaban en el sofá del salón de su casa.

— ¡Románticas! — Propuso Eunha, mientras tomaba a Mingyu del brazo.

— Por cierto, HongJoong nos invitó a su fiesta. — Confesó Yuri y todos la miraron extrañados. — Es que.. dijo que le pareció cool como se defendió Minju y que sería una buena ocasión para que haga más amigos.

— ¿Que estás diciendo? — Preguntó Eunha con una cara de desagrado.

— Porqué HongJoong nos invitaría? — Mingyu hizo una mueca.

— Pues por eso, sordo. — Sonrió burlesco Jeongin.

— Debe ser una trampa. — Comentó Minju, un poco insegura de la supuesta "invitación".

— También creo eso. — Agregó Yuri. — Pero quién sabe. — Elevó los hombros.

— Sabes.. después lo hablamos, por mientras veamos la película. — Propuso Mingyu, para luego acomodarse en su asiento.

— Bien. — Hablaron todos a la vez y se prepararon para ver la película cómodamente.

Su día de películas y chismes era realmente bueno y especial. Para Kim, esto era perfecto, nunca había tenido alguna de estas reuniones con "amigos", además que no terminó de conocer bien a sus otras amigas.

— Yah, nos debemos ir. — Habló Eunha levantándose del sofá junto con Mingyu.

— Vamos. — Dijo Mingyu y tomó a Eunha de la mano. — Adiós! — Se despidió y todos los demás hicieron lo mismo. Cuando salieron de la casa, Jeongin cerró la puerta y volvió al sofá.

— Ey.. ¿porqué ustedes dos llegaron juntos? — Preguntó Jo Yuri, con picardía.

— Oh, en realidad no lo sé, el apareció en la puerta de mi edificio de la nada. — Frunció el ceño.

— Y además su hermano está loco. - Rió, pero Yuri le pegó en el hombro. — Ya ya, ¡Perdón!

— Esta bien.. — Minju rió. — Mejor me voy para que ustedes se besuqueen.

— No! — Gritó Jeongin. — Esta chica no sabe dar besos! — Apuntó a Jo Yuri y esta lo miró con odio.

— ¿Y como sabes eso? - Preguntó la pequeña Kim levantando una ceja.

— Cuando éramos pequeños éramos pareja e intentamos darnos un beso, bueno.. pasó que lo mordí... — Yuri sonrió avergonzada.

— Y muy fuerte! — Exclamó el menor. — No quisiera recordar este beso.. mordida. — Frunció el ceño.

Minju soltó una risita. — Bien.. igual me iré.

— Te llevo? — Preguntó Jeongin, tomando su chaqueta.

— No, tranquilo, si también me llevas, mi hermanastro va a creer que si tuvimos... eso. — Rodeó los ojos y el menor asintió. — Adiós! — Los otros chicos de despidieron y Minju salió de la casa.

— Hola pequeña! — Saludó Felix al ver a su hermana. — Tengo lista la cena!

— Que es?

— Ya verás~

Felix llevó a Chaewon a la mesa y ya sentada, se dirigió a la cocina para traer los platos listos.

— Te presento... ¡El platifeliz! — Exclamó, mientras dejaba el plato en la mesa, enfrente de Chae.

— Platifeliz? — Preguntó un poco confusa, nunca había escuchado ese extraño nombre para un plato de comida. Menos que viniera de Felix.

— Es un plato feliz, ves? Hice una carita feliz! — Apuntó a lo que se supone que era una carita feliz.

— Yo.. no veo nada.. — Chaewon ladeó la cabeza e hizo una mueca.

— Que si! — Apuntó de nuevo la "carita" pero Chae seguía sin verla. Felix formó un puchero con los labios. — Me rindo. — Empezó a comer.

— Mañana yo haré la comida y si quedará feliz! — Propuso Wonnie. — Vas a ver quien es la mejor cocinera.

"Los hermanos compiten. Pero por las cosas más absurdas"