Se quedaron las dos viéndose, sin moverse ni un centímetro, una en el suelo y otra parada. Ninguna decía nada, analizaban a la chica enfrente suyo, con la mirada, trataban de entenderse una a la otra.

— Chaewon? — Dijo la menor, por fin pudo hablar.

— Eres tu. — Respondió de inmediato.

— Oh dios eres tu. — Se levantó rápido del suelo, tratando de abrir la puerta para escapar de allí.

— No te irás. — Cerró la puerta con una mano.

— Déjame... — Forzó de nuevo la perilla, pero nada funcionaba.

— Mírame.... de nuevo. — Tomó su barbilla y unieron sus miradas. — Eres tu.

— Ya lo has dicho. — Rompió el contacto visual y se escabulló para entrar a un cubículo del baño.

Chaewon fue rápidamente hasta allí pero la puerta del cubículo estaba cerrada. ¿Su soulmate tenía miedo? No lo entendía, todavía sentía esa punzada en el pecho. Tocó con sus nudillos la puerta.

— No... te escondas. — Su voz se rompió, un poco, dejando ver su lado más sensible.

— ¿Vete sí? — Pidió la menor, temblando, podía controlar sus emociones bien, no quería llorar, no iba a hacerlo, no iba a dejar que su alma gemela le hiciera tal daño al verla llorar.

— No me iré, he pasado por mucho y ahora te necesito, Minju, necesito a mi soulmate. — Su voz cada vez estaba peor, cada vez se cortaba más y temblaba.

— Chaewon vete. — Esta vez ordenó, con una voz firme, tratando de no quebrarse. La mayor se quedó estática en su lugar, dejó de tocar la puerta y sus brazos se posicionaron al lado de su cuerpo.

— Min...

La puerta se abrió rápidamente, una Kim Minju seria salió de ahí. Chaewon tomó su muñeca y la acercó a ella. La mayor no hizo ningún movimiento brusco para separarse, solo se quedó quieta.

La abrazó.

Solo Chaewon estaba abrazando a la contraria, mientras que esta última miraba la pared que estaba detrás de la pelinaranja. Pasaron unos minutos así, Chae quisiera que fueran eternos, pero no podía. Soltó a Minju y esta miró al piso, seria.

— Adiós. — Se dio media vuelta y caminó unos pasos.

— No te vayas. — Pidió.

— No mereces alguien como yo.

— ¿Qué? ¿Es por eso?

— Piensas que es absurdo.

— No.. ósea si, pero... — Empezó a jugar con sus dedos nerviosamente.

— Quedó claro.

— No te vayas. — Repitió.

— Búscate a otra persona.

— Si te merezco. — Habló.

—No Chaewon, no mereces a esta mierda de persona. — Abrió la puerta, adiós soulmate.

Y salió de allí.

El corazón de Chaewon se rompió, cayó de rodillas al piso. Su estómago se encogía y sentía punzadas mucho más fuertes que antes, en el corazón. ¿Así se sentía que tu alma gemela te rechace? Dolía, dolía mucho.

— Minju! —Se escuchó una voz llamando a la pequeña. Kim se dio vuelta y pudo visualizar a su hermanastro.

—Vete a la mierda! — Caminó más rápido, tratando de alejarse, pero el chico corrió hasta ella.

— Minju... perdóname, perdóname por todo, de verdad... —Le gritó desde lejos.

—Cierra la puta boca! — Gritó también. Kim era un lío de emociones, solo quería correr e irse de allí rápido.

El mayor no podía dejar las cosas así, no iba a dejar que la pequeña se vaya sola a algún lugar.

—Minju solo ven aquí! —Gritó de nuevo, con la voz rompiéndose. La menor quedó estática en su lugar al escuchar a Jisung. — No te vayas, no quiero que te suceda nada, eres importante, para mi al menos.

— Oh pero no era importante cuando me dejabas sola en el departamento sin comida ni nada mientras estabas con Lee? — Escupió furiosa.

— Estuve cegado. — Hizo una pausa. — Tanto que me golpeó y yo casi dejo que me destruyera.

— Te golpeó? — Preguntó con preocupación, tratando que no se notase.

—Si, pero eso no importa ahora. — Se acercó a la pequeña y la rodeó con sus brazos. — Por favor, me di la tarea de estar contigo y hacerte feliz.

— Bien.

19:00

Kim Chaewon no se sentía para nada bien, estaba en unos de los salones del instituto llorando, su cabeza entre sus piernas.

Su cuerpo dolía, sus músculos se contraían, sus pies temblaban, sus labios estaban morados, sus ojos rojizos y un corazón roto.

Todo este tiempo esperando que una persona, esa persona esté junto a ella, sane las heridas de su corazón, la haga olvidar de todos sus problemas, haga que sus días sean puros y brillantes y sea feliz.

¿Que pasó entonces? ¿Hizo algo mal? ¿Porque Lix con Changbin pueden ser felices y ella no?

Odiaba eso con su todo su ser, era una sensación filosa, venenosa, como si millones de clavos se clavaran en su piel y la destruyeran. ¿Esto es normal?

19:00

Minju, recostada en el sofá, mirando la televisión, no podía concentrarse en algún canal, solo estaba mirando a la nada, divagando por sus pensamientos, tratando de entender que es lo que le pasaba, que dolía tanto en su interior.

Había hecho lo correcto, Chaewon no merecía a una chica como ella, según lo que leyó Kim Minju, las almas gemelas también podían ser amigas. Pero si quiera logró eso.

Algo le decía que no quería que todo se quedara así, se volvería a ir, la dejaría sola. Es imposible no sentir como unas uñas se entierran en sus brazos. Ahora el deseo de hacerlo realidad aumenta.

Todo iba en contra de ella, la noche estaba llegando y no tenía tiempo necesario para pensar que hacer, todo está perdiendo color de a poco.

Sus ojos se dirigieron a Han, el cual entró a la sala de estar, con una pequeña caja de galletas.

— Estás bien? Que pasó? — Se sentó en el sofá junto a ella.

— Jisung tu no has encontrado a tu alma gemela? — Preguntó con suavidad, mientras sacaba una galleta de aquella caja transparente y la tomaba entre sus dos manos.

— Algo así. — Suspiró. — Minho lo era, el era mi alma gemela pero algo...

— Minho.. era tu alma gemela? — Preguntó con terror, según lo que su hermanastro le había dicho, el mayor lo golpeó.

— Si.. pero creo que no salió como lo esperaba. — Sonrió débilmente, tratando de ocultar sus lágrimas las cuales estaban al borde de caer.

— Yo encontré a la mía hoy. — Apretó sus labios, mientras miraba fijamente al suelo.

— No salió como lo esperabas? — Preguntó el mayor, mirando cuidadosamente a Kim.

— Yo lo arruiné. — Sus ojos se llenaron de lágrimas, volviendo a sentir como su corazón se estrujaba.

— Pequeña... — Movió su hombro y se acomodó frente a ella. — Mírame. — Minju levantó la cabeza hacía Jisung. — Todo tiene solución, cada problema se puede arreglar ¿si? — La contraria asintió. — Debes poner de tu parte, confiar en que eres capaz de resistir todo esto y lograr estar con ella de nuevo.

— Me prometes que tu también lo harás? — Preguntó Minju, Han suspiró.

— No lo sé, traté de dar lo mejor de mi, creo que ahora depende de Minho. — Sus ojos se cristalizaron.

— Pero lo puedes resistir. — Sonrió la contraria, el mayor hizo lo mismo.

Se fundieron en un abrazo y Jisung sonrió, sintiendo como su hermanastra se aferraba a el.

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- hola ♡ hace mucho no actualizo, me disculpo por eso, he estado muy ocupada y mis ánimos no han estado de los mejores, pero pude terminar un capítulo ^^

- si ven que escribí algo sobre mis hermanos favoritos de la historia Jisung y Minju ♡ Perdón por escribir tanto sobre ellos pero de verdad que extraño mucho a mi hermana mayor ㅜㅜ

- gracias por votar y las más de 1k de leídas, me alegran muchísimo ♡

- nari se retira, tengan un lindo día :]