21.- Econo
Econo.- Rencor hacia una persona.
.
-Solo un poco más de tiempo...- Hansol se repetía a si mismo para ser paciente y no hacer lo que estaba planeado hacer ya en ese momento.
Sus planes se salieron de control, no se suponía que siga prefiriendo a sus amigos antes que él, se supone que en la mente de Beomgyu solo debía estar él, se supone que a este punto debería tenerlo en brazos sumergido en su merced.
Pero llegó Soobin... llegó ese chico para arruinar sus planes, cómo lo odiaba, lo detestaba, quería que desaparezca de la faz de la tierra ¿Por qué? porque Soobin hacía feliz a Beomgyu, porque Soobin lo contentaba con simples acciones, porque le sacaba sonrisas en todo momento, por eso lo odiaba, porque tenía en manos lo que siempre fue suyo.
Quería enterrar una bomba en su cerebro para que explote y que nunca más vaya a mostrar esa sonrisa tan estúpida que odiaba.
-Tan solo espera, Choi... que esa sonrisita no siempre estará en tu estúpido rostro.
.
.
-Hace frío- Soobin caminaba por su hogar con una chaqueta muy bultosa que esperaba le otorgue calidez, solía ir con Beomgyu quien siempre lo calentaba, pero en este momento Beomgyu estaba en un examen de la universidad, así que debía buscar otro método.
Prendió el calefactor en su máximo nivel esperando poder agarrar el calor que este emanaba, mas no podía calentarse por si mismo.
Pero no podía conservar el calor una vez que se separaba del calefactor.
Ahí cuando creía que se congelaría hasta dormir, al menos hasta que Beomgyu llegó, se escuchó la puerta abriéndose y cerrándose y como un cachorro, Soobin corrió hasta el encuentro de su novio.
-¡Beom!- gritó bajando las escaleras abriendo sus brazos para envolver a Beomgyu.
-Soobin- lo abrazó de igual manera sintiendo las heladas manos que su mayor poseía. -¿Por qué estás tan frío si la calefacción está encendida?
-No sé... pero abrázame- tiró el bolso de Beomgyu por algún lugar, abrió su chamarra y metió sus manos dentro de las ropas de su noviecito, tocando su suave, tersa y cálida piel.
-¡Hey!- se exaltó por lo frías que estaban las manos contrarias -Saca... saca tus manos... están muy frías.
-Entonces caliéntalas- y besó sus labios aún con sus manos dentro de sus ropas.
-E-espera- aunque las manos de Soobin estaban heladas, no sentía el frío recorrerlo, es mas, era como una fiebre que gobernaba su cuerpo cada que lo tocaba.
-¿Esperar qué?- besó sus mejillas bajando sus besos por su barbilla y de ahí a su cuello.
-Yo...- ¿sería ese el día?
-Quiero...- una de sus manos bajó de su cintura a su muslo derecho, apretándolo y mejorándolo a su gusto.
-Ah~- salió de sus labios cuando Soobin mordió su cuello levemente, se tapó los labios con ambas manos y ahí Soobin lo miró -L-lo siento...
-No... no te cubras- entrelazó sus manos para evitar que las de Beomgyu vuelvan a tapar ese hermoso sonido.
-Solo... aquí hace frío...
-Entonces vamos al cuarto- y con otro beso unió sus labios, dejando que su menor enrede sus dedos en su morado pelo, posó sus manos en los muslos contrarios y lo levantó del suelo, enredó las piernas contrarias en su propia cadera y caminó hasta donde antes había dicho, su habitación.
Todo pasaba tan rápido y lento al mismo tiempo, las respiraciones de ambos era irregular, entraron al cálido cuarto, por la calefacción, y se acostaron en la cama aún con sus labios unidos.
-¿Puedo seguir?- Soobin preguntó queriendo quitar el suéter contrario de su camino hacia ese blanco torso -¿Puedo tocar tu pecho?- irían paso a paso.
-Sí...- aunque no sabía si en verdad había algo que tocar.
El más alto tragó grueso intentando controlar sus impulsos y hacer más que solo tocar su pecho.
Su mano se posó encima del suéter, tocando su abdomen y pecho aún sobre esa tela.
Se siente raro...
Ahí fue cuando Beomgyu fue tomado por sorpresa, de un momento a otro aquella man estaba dentro de su ropa, aquella fría y larga mano se paseaba por su torso recorriendo por donde se le daba la gana.
Hasta que su mano izquierda levantó su suéter sin quitárselo pero dejando ver todo su pecho y su mano derecha se guió hasta sus rosados pezones donde no pudo evitar presionarlo un poco.
Un jadeo involuntario salió de los labios del pelidorado, estaba perdiendo el control de la situación, pero para ser sinceros ¿En algún momento tuvo en control?
-Soobin...- soltó en un jadeo sin saber porqué lo había llamado.
-¿Cómo se siente?- acercó su rostro al de Beomgyu.
-Yo.. no sé- su cabeza no podía razonar bien -Raro...
-Pronto se sentirá bien- su cabeza bajó hasta llegar a su torso, empezó a repartir besos en su pecho hasta llegar a sus pezones, rosados y bonitos.
Entonces besó uno, lamió y chupó sin morder o hacer más que eso, Beomgyu temblaba abajo de él sintiendo una corriente recorrer por todo su cuerpo.
-Y-Yo... Soobin....- balbuceaba tratando de cubrir su sonrojado y apenado rostro -Bien... Se siente bien..
-Me alegra escuchar eso- ¿A caso debía continuar? ¿o talvez esperar un poco más?
Estaba por preguntarle qué es lo que quería, pero su estúpido teléfono empezó a sonar.
-Contesta...- Beomgyu habló, él quería sentir más, pero ¿Y si la llamada era importante?
-Sí...- Era Taehyun y esperaba que sea una llamada de vida o muerte, o iría a su casa y lo golpearía con una escoba.
Kang Taehyun, te odio.
Cami~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro