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Capitulo 28

(N/A:Primera parte del capitulo, inspirado en la serie Girls Meets World)





—¡Que no!

—¡Que sí!

—¡Que no!

—¡Que sí!

—¡Que no!

—¡Que sí!

—¡Que no!

—¡Que sí!

—¡Que no!

—¡Que sí!

—¡Que no!

—¡Que no!

—¡Que sí!

—¡Ja!—exclamaron Regulus y Iolanthe, victoriosos.

—¡Mierda!—exclamaron Sirius y James despeinandose el cabello. 

—Ya callense, por Merlín.—pidió Pandora rodando los ojos.

—Concuerdo.—dijo Lily.

—¡Nosotros somos el mejor duo Potter—Black.— reclamaron James y Sirius.

—¡No!— dijeron Iolanthe y Regulus.— ¡Nosotros somos el mejor duo Potter—Black!

—Les voy a reventar la cabeza—mascullo Severus y Narcisa soltó una pequeña risa, siendo abrazada por Remus.

—No es por nada, pero yo voto por el de Lanthy y Reggie.—dijo Alessia, levantando la mano como si de una votación se tratara.

—¡Eso!—dijeron Regulus y Iolanthe.

—¡Ey!—se quejaron James y Sirius.

—James y Sirius.—dijeron Lily y Pandora.

—¡Eso!—dijeron James y Sirius.

—¡Ey!—se quejaron Regulus y Iolanthe.

Al final Narcisa, Severus y Alessia votaron por Regulus y Iolanthe, pues Remus, Lily y Pandora votaron por James y Sirius. La situación estaba empatada.

—Ustedes son novatos en esto.—dijo Sirius con una sonrisa arrogante pasando el brazo por encima de los hombros de James.

—Es verdad, hasta en edad los superamos.—dijo James.

—Nosotros podemos...—dijo Sirius.

—Completar lo que...—dijo James.

—El otro...

—dice.

Ambos sonrieron arrogantes y el duo Potter—Black de Slytherin sonrió con burla.

—¿Eso es todo?—pregunto Iolanthe con burla.

—Nosotros podemos...—dijo Regulus.

—Hacer

—lo mismo

—siempre

—y en todo 

— lugar y más

—aparte podemos

—leer nuestras mentes.

Se giraron para verse el uno al otro y decir al mismo tiempo:

—¡Uno, dos, tres, Sev! ¡Uno, dos, tres, Fresa! ¡Uno, dos, tres, repollo! 

—¿Repollo?—pregunto Pandora confundida.

—¡Nosotros también podemos hacer eso!—aseguro Sirius.

—No podemos.—dijo James.

—¡Uno, dos, tres, Snitch!—exclamo Sirius.

—¡No puedo!—exclamo James.

—¡Ganamos!—Regulus y Iolanthe chocaron las palmas con emoción.

Todos rieron. Esos meses habían estado muy tensos desde la muerte de Dumbledore. La orden del fénix continuaba laborando, teniendo como lider actual a Kingsley Shacklebolt, un auror unos cuantos años más mayor que ellos.

Algunos cambios habían ocurrido, los cuatro Slytherin principales continuaban viviendo en su casa, teniendo como agregados a Remus, Lily, Sirius y Alessia. Por otra parte, Grimmauld Place era el actual hogar de James y Pandora, puesto que el primero era un miembro activo de la orden del fénix, y usaban la casa también como cuartel general para las reuniones.

Grimmauld Place había quedado vacio en cuanto sus padres, Walburga Black y Orion Black murieron en un enfrentamiento contra aurores. Sirius, como el hijo mayor, quedo como el heredero de la fortuna Black. Regulus se negó a recibir la mitad que le correspondía, puesto que Theodore le había heredado toda la fortuna Nott y con eso tenía más que suficiente. 

Lo unico que Regulus si recibió de herencia de parte de la familia Black, fue al pequeño elfo Kreacher. Un elfo domestico muy huraño y mal humorado para con cualquiera que no fueran Regulus, Iolanthe, Narcisa o Severus. El elfo era muy amado especialmente por Regulus y Iolanthe, a esta última siempre le estaba atendiendo cada segundo del día. 

Especialmente ahora que Iolanthe tenía nueve meses de embarazo, era muy bueno que el elfo estuviera ahí con ellos. 

La gente solía decir que cuando uno esta preocupado, el tiempo pasa demasiado lento, pero eso no ocurria con Iolanthe, quien veía como el tiempo se le escapaba de las manos. Los ataques continuaban y según las ultimas noticias de Lucius, en cuanto Dumbledore fue declarado muerto, Voldemort ordeno la captura inmediata de Iolanthe, lo que ponía en una situación dificil a todos.

—Debemos irnos.—dijo Sirius levantandose, no sin antes besar a Iolanthe.—tenemos una reunión con la orden.

—Vendre a verlos mañana por la mañana.—prometio James besando la frente de su hermana.

—Cuidate, Cissy.—dijo Remus besando el dorso de la mano de Narcisa.

—Tú igual, Rem.—sonrió ella.

—Ten cuidado, Lily.—pidió Severus, besandola.

—Lo tendre, Sev.—prometió Lily.

—Como ya debo quedarme en Grimmauld Place por mi estado, espero vayan a verme pronto.—dijo Pandora despidiendose de todos, pues ya tenía casi ocho meses de embarazo.

James, Pandora, Sirius, Remus y Lily desaparecieron, dejando unicamente a los Slytherin ahí en la sala. Regulus y Severus ayudaron a Iolanthe a levantarse y esta se fue a su habitación seguida de Narcisa y Alessia, mientras los chicos se dedicaban a limpiar el lugar.

—¿Cómo llevas lo de tus padres, Ale?—pregunto Iolanthe.

—Ya estoy mejor, no deben preocuparse.—sonrió Alessia.

Los padres de Alessia habían fallecido en cuanto los mortifagos invadieron Italia, por esa misma razón había sido capturada. 

—Sabes que estamos aquí para ti.—dijo Narcisa apretando una de sus manos.

Segundos despues, los dos chicos de la casa ingresaron con una charola llena de calderos con un liquido transparente que los mayores ya conocían, pero los menores no.

La poción de Almas Gemelas.

—Bien, para hacer entretenido el día de hoy, haremos la poción de Almas Gemelas puesto que los bebés de esta casa ya tienen 17 años.—se burló Narcisa, refiriendose a Regulus, Iolanthe y Alessia.

—¿Listos?—pregunto Severus extendiendo los tres calderos a los chicos.

—Sip.—respondieron los tres.

Severus sería un excelente profesor de Pociones, según palabras de todos los demas, puesto que en esa habitación la unica que lo igualaba en conocimiento de Pociones era Narcisa. Los otros tres eran, no malos, pero si era una realidad que apenas y pasaban en esa materia. Aún así, Severus consiguio lo imposible y les enseño a realizar la poción y ahora estaba lista para ser usada.

—Muy bien.—aplaudió Narcisa.— A la cuenta de tres:...

Narcisa comenzó la cuenta regresiva y justo cuando termino de decir el número uno, los tres chicos lanzaron una hebra de sus cabellos al caldero, el cual rapidamente soltó un humo, formando un nombre y diciendo:

—¡Regulus Black!

—¡Alessia Zabini!

—¡Sirius Black!

—En la madre.—susurraron Narcisa, Severus y Iolanthe.

Regulus y Alessia se quedaron quietos, palidos y confundidos, sin entender realmente porque sus nombres salieron en los calderos.

—¿Cómo es esto posible?—murmuro Regulus.

—¡Debe ser un error!—expreso Alessia.

—No lo es.—dijo Severus interrumpiendo la histeria y llamando la atención de todos.— Las personas que estan destinadas a morir jovenes suelen tener un alma gemela, pero esa alma gemela estará destinada a otra, la que si vivirá con el y con quien compartira toda su vida.

Se hizo un silencio incomodo donde Alessia se levanto de su lugar y salió cabizbaja, mientras que Regulus aun miraba incredulo su caldero. Por otra parte, Iolanthe se levanto de la cama para estirarse un poco, pues se sentía muy tensa.

—Reggie...¿estas bien?—pregunto Narcisa tomandolo del bromo.

—¿Te miaste encima, Lanthy?—pregunto Severus viendo el charco de agua bajo los pies de la chica.

—Rompí fuente, pendejo.—susurró Iolanthe asustada.

—Oh.

—¡AHHHHH!

Los gritos de Iolanthe resonaron en la habitación y Alessia entro asustada. Severus y Regulus cargaron a Iolanthe colocandola en la cama y tirando las sabanas al suelo mientras las chicas buscaban las cosas necesarias. Era una suerte que Alessia proviniera de una familia de Sanadores, por lo que desde hace tiempo se había decidido que ella daría seguimiento al parto.

—¡LUCIUS! ¡LLAMEN A LUCIUS!—gritaba Iolanthe sintiendo fuertes contracciones.—¡El tiene que estar aquí!

Narcisa rapidamente hizo un patronus en forma de lobo enviandole el recado a Severus.

(...)

Lucius y Barty salian de la mansión Lestrange, completamente adoloridos despues de la tortura que Voldemort les había dado, no solo a ellos, por no haber logrado capturar a Iolanthe Potter. Claro que lo que Voldemort no sabía es que Lucius personalmente se había encargado de confundir o esconder las pistas. En eso, un patronus apareció y la voz de Narcisa resonó:

—Es hora, debes venir de inmediato.

—¿Hora de que?—pregunto Barty confundido.

—¡Es hora!—dijo Lucius con los ojos bien abiertos y Barty lo comprendio.

Se aparecieron rapidamente en la sala de la casa de los Slytherin, donde Severus y Regulus les apuntaron con sus varitas mientras los gritos de Iolanthe resonaban.

—Hurón.—dijo Lucius la contraseña y corrió escaleras arriba.

—Manzanita.—dijo Barty siguiendo a Lucius.

Lucius entro al cuarto, Iolanthe lloraba y gimoteaba con las piernas abiertas. Lucius rapidamente se coloco en su espalda, tomandola de las manos y haciendo que recargue su cabeza en su pecho.

—¡E-Estas...aquí!—exclamo Iolanthe con alivio.

—Tranquila, cariño. Aquí estoy. Tu puedes.—besó su coronilla.

—¡Ahhhhhh! ¡Maldición!—exclamaba Iolanthe.

—¡Nunca había visto un parto tan doloroso!—exclamo Alessia con nerviosismo.

—¡Los embarazos Malfoy son así!—informó Lucius con dolor al sentir los apretones que le daba Iolanthe.— La ventaja es que los bebés no tardan en nacer. 

—¡AHHHHHH!

Durante cerca de dos horas, la habitación fue de solo gritos y quejidos, acompañados de palabras de aliento que las dos chicas y Lucius le brindaban. Detrás de la puerta esperaban Severus, Regulus y Barty, nerviosos y preocupados por la menor de los Potter.

El martirio culminó cuando un llantó infantil inundo la habitación y la puerta se abrió abruptamente, mostrando a los tres varones faltantes con una sonrisa.

—Es un precioso varón.—informó Alessia, tendiendole el bebé a Iolanthe, quien estaba siendo abrazada delicadamente por Lucius.

Iolanthe tomó al bebé en brazos y lo observó al igual que Lucius. Este tenía una pequeña mata de cabello rubio platinado y la piel blanca lechosa. Abrió los ojos en cuanto se calmo, mostrandolos de un hermoso gris. 

—Es nuestro bebé, Lucius.—dijo Iolanthe mirandolo risueña.

—Es nuestro hijo, Lanthy.—dijo Lucius besando su cabeza.—Muchas gracias, cariño.

—Bienvenido al mundo, Draco Malfoy.—susurró Iolanthe besando su frente.

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¡El draquis ya nació! 



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