Capitulo 26
—¡Cissy!...¡Cissy!...
Narcisa abrió los ojos con lentitud. El frío del piso de la celda helaba sus huesos, su cuerpo se sentía pesado y su vista no estaba del todo enfocada. Sintió unas manos despejar el cabello de su rostro y miró los ya conocidos ojos grises de Lucius.
—Que bueno que has despertado, lamento no haber podido venir este mes...me enviaron lejos.—le informó mirando a los lados.—toma esto.
Coloco en la mano de Narcisa un galeon de oro. Hizo puño la mano de Narcisa, escondiendolo. Se quito la capa y se le hecho sobre su cuerpo desnudo.
—No volveremos a vernos, Cissy...al menos no en mucho tiempo.—informó Lucius.—hoy te irás, no sueltes ese galeon. Mucha suerte.—acarició su cabello.
Lucius miró el rostro ausente de Narcisa. No quedaba nada de aquella fuerte y alegre chica Black. Suspiró pesadamente y le dirigió una mirada de lastima. Salió de la celda y subio las escaleras hasta el vestibulo.
—¿Ya te vas, Lucius? ¿Y tú capa?—pregunto Rabastan.
—Use una ultima vez a Narcisa, se la heche encima. Que asco tener que seguir usandola despues de mancharla.—espetó Lucius con frialdad.—vamonos, Bella, Barty.
—¡A divertirnos! ¡Amo torturar muggles!—exclamo Bellatrix dando brinquitos, mientras que Barty unicamente asintió.
Barty y Lucius compartieron una mirada antes de desaparecer junto a Bellatrix. Rabastan se fue a una mesa donde Rodolphus y Amycus Carrow jugaban snap explosivo. No se unio a la partida, pero se puso a revisar los nombres de los traidores a la sangre a quienes tenían orden de asesinar y marco los que ya habían sido resueltos:
Frank Longbottom
Alice Longbottom
Marleen McKinnon —muerta.
Dorcas Meadowes— muerta.
Alessia Zabini —capturada
Narcisa Black— capturada.
Iolanthe Potter
Severus Snape
Regulus Black
Sirius Black
James Potter
Theodore Nott
En cuanto Rabastan iba a escribir en el nombre de Theodore, una fuerte explosión resonó en la entrada de la Mansión Lestrange. Todos los mortífagos se levantaron de inmediato y se dispersaron para luchar. Rodolphus y Rabastan fueron de inmediato hasta la habitación de su señor, quien ya estaba listo junto a su serpiente Nagini.
—¡¿Quienes son?!—pregunto Voldemort furioso.
—¡La orden! ¡Mi señor!—respondieron los hermanos.
Voldemort soltó un gruñido de furia y con una seña les indico que se fueran de ahí. Antes de poder aparecerse, un hechizo reboto en Nagini, haciendo que esta se retorciera en el suelo y que Voldemort se sujetara de su abdomen.
—¡DUMBLEDORE!—grito Voldemort furioso.
—Es hora de terminar contigo, Tom.—dijo Albus Dumbledore con la varita en alto.
Mientras que ambos magos se enfrascaban en una poderosa pelea, Remus Lupin corría escaleras abajo rumbo a las mazmorras.
—La celda del fondo del lado derecho.—murmuró para si mismo, recordando las palabras de Lucius.
Arrugo la nariz con desagrado. Su olfato era extremadamente sensible por los genes licantropos, y ahí olía demasiado a sangre. Evito mirar las celdas a su alrededor, consciente de los cuerpos mutilados de gente inocente. Al llegar a la celda indicada, lanzó un hechizo que derrumbo la entrada de la reja y entro al lugar.
Sus ojos se aguaron y un nudo se instalo en su garganta al ver el suelo el cuerpo de Narcisa en posición letal. Era obvio que estaba desnuda por debajo de aquella capa negra que reconoció como la de Lucius. Corrio hasta ella y con cuidado la reviso.
Los ojos de Narcisa se abrieron levemente y Remus la acaricio con delicadeza.
—Te voy a sacar de aquí, cariño...nadie volvera a hacerte daño.—prometió Remus.
—R...us...—alcanzó a pronunciar Narcisa, reconociendolo.
—Que conmovedor.
Remus se giro de inmediato con la varita en alto, encontrandose con Rodolphus Lestrange, quien sonreía maniticamente.
—Vaya, vaya...el lobito esta aquí.—se burló Rodolphus y miró a Narcisa.— Viendo que moriran ambos aquí, te contare un secreto, pequeña Black...¿Sabías que este idiota es un licantropo y que por eso te estuvo rechazando todo este tiempo? ¡Y ahora esta aquí intentando rescatarte! ¡Que conmovedor!
—Maldito.—mascullo Lupin mirandolo con odio.
—Oh...supongo que si le conte un secreto a Cissy...también debería contartelo a ti, ¿no, Lupnin? Pero que podría decirte — hizo un ademan pensativo— ¡Ah! ¡Ya se! —chasqueo los dedos y lo miro con burla.— yo fui el primero en follarmela cuando llego aquí y lo he hecho cada maldita noche desde entonces.
—¡VOY A MATARTE!—grito Remus.
Para la sorpresa de Rodolphus, Remus no le lanzo un hechizo o algo por el estilo, no, nada de eso. Impulsado por el odio y guiado por sus instintos como Licantropo, lo tomó con fuerza por las solapas de la túnica y lo estampo en la pared.
—¡TE ATREVISTE A TOCARLA!—le grito enfurecido y sus ojos resplandecieron con el dorado signo de los licantropos— ¡VOY A DESPEDAZARTE!
Narcisa no podía moverse, su cuerpo estaba demasiado debil y maltratado, pero por primera vez en mucho tiempo estaba bien despierta y consciente. Despues del último grito de Remus, escucho un grito de dolor por parte de Rodolphus y dos sonidos de algo caer.
Ella no lo sabía, pero Remus le había arrancado la cabeza a Rodolphus y esa fue la escena que Severus se encontró al entrar a la celda.
—Mierda, Lupin—dijo Severus con sorpresa.—no volvere a molestarte, jamas.
En lo que Remus se tranquilizaba, Severus rapidamente fue donde Cissy, le coloco bien la capa y la cargo con delicadeza.
—Tomala tú, Lupin.—dijo Severus pasandosela.
Ambos salieron de la celda y comenzaron a caminar de regreso con lentitud y sigilo, puesto que era preferible que no los vieran. Tener a Narcisa en brazos los dejaba vulnerables. Se detuvieron abruptamente cuando una voz femenina pronunciaba el nombre de Severus.
Severus se acerco hasta una de las celdas y miró asombrado a Alessia Zabini.
—Ayudame...por favor...—rogó sollozando.
—Hazte para atras, derrumbare la reja.—dijo Severus y ella obedecio. Lanzó el hechizo y la ayudo a salir.—¿Puedes correr? Sino sube a mi espalda.
Ahora, ambos chicos cargando a ambas chicas, salieron de las mazmorras y corrieron hasta el vestibulo, donde la batalla continuaba y Regulus Black torturaba a los hermanos Carrow.
—¡ME LAS VAN A PAGAR, MALDITOS HIJOS DE PUTA!—gritaba Regulus furioso con lagrimas descendiendo de su rostro.
—¡Dumbledore ha muerto!—exclamo James llegando hasta el lugar.
—¡Tenemos que irnos, Reg! ¡No hay más tiempo!— dijo Sirius apurado.
Regulus lanzó por ultima vez un crucio a los hermanos Carrow y corrió junto a los demás. Tan pronto como pudieron salir de la mansión, se desaparecieron de ahí inmediatamente. Aparecieron en la casa de los Slytherin, donde Iolanthe, Pandora y Lily los socorrieron de inmediato.
—¡Cissy!—Iolanthe la abrazo por sobre Remus.—¡Llevala a mi cuarto, voy a atenderla!
Remus obedeció y juntos, seguidos por Sirius, fueron hasta el cuarto de Iolanthe. Lily corrio a socorrer a Severus y James, y Pandora a Regulus. En la habitación de Iolanthe, Narcisa estaba dentro de la tina mientras que Remus la hacía beber una poción que la hizo despabilarse.
—¿D-Dónde...?—susurro en voz muy baja.
—Ya estas a salvo, Cissy. Tranquila.—dijo Iolanthe vertiendo pociones en el agua, para ayudarla a curarse.— Nadie volvera a hacerte daño, te lo prometo.
—T-Theo...—murmuro.
Todos se tensaron. Remus se inclino y le tomo la mano con cariño, dedicandole una mirada de lastima.
—Lo lamento mucho, cariño...el murio al segundo día de que los capturaron. Llevabas tres meses secuestrada —informó Remus.
Narcisa rompió en un llanto desolador, siendo abrazada por Remus.
En la parte de abajo, Severus abrazaba a Regulus, quien lloraba en su hombro.
—Debiste haberlos matado.—dijo Severus haciendo referencia a los hermanos Carrow y la tortura que les dio.
—No merecen algo tan bueno como la muerte—dijo Regulus con frialdad— con esos crucios que les di...tendrán mucha suerte si pueden volver a hablar.
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