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Capitulo 19

Iolanthe miro a Sirius con los ojos bien abiertos, incredula. Sirius sonrió calidamente y la pego mas a el, pegando su frente contra la suya.

—No espero que me aceptes de inmediato, no cuando se que aun sufres por el idiota de Malfoy.—dijo Sirius.—pero...aquí estoy, ¿de acuerdo? no ire a ningun lado. Lo prometo.

—¿Por la garrita?—pregunto Iolanthe en un susurro, perdiendose en los ojos grises de Sirius.

—Por la garrita.—dijo Sirius, sonriendo.

Pasaron parte de la noche platicando de cosas sin sentido. No volvieron a tocar el tema de las almas gemelas, de Lucius o de lo que había pasado en Navidad. Simplemente estuvieron ahí, riendo y bromeando como muchas veces habían hecho. 

Al día siguiente, durante el segundo periodo de clases, Iolanthe caminaba junto a Regulus, Severus y Narcisa. Durante la mañana les habían contado todo lo que paso el día anterior en la clase de pociones. Regulus había intentado hablar con Theodore, pero este simplemente no había salido de su cuarto desde el día anterior.  Regulus estaba preocupado por el. Les confesó que durante la fiesta de la victoria sobre Gryffindor se había besado con el. Por otra parte, Severus y Lily ya estaban juntos, despues de la clase de Pociones, Severus se le declaro a Lily. Iolanthe les relató lo sucedido con Lucius y con Sirius, admitiendo que estaba algo sorprendida con los cambio en su vida.

La que peor lo estaba pasando era Narcisa, quien aquella tarde lucía ojerosa y triste. Según les dijo, hablo con Remus el día anterior, donde el le dijo que simplemente no debían estar juntos. Ahora ella se encontraba triste y muy deprimida, pues guardaba la esperanza de ser feliz con su alma gemela.

—Vamos, Cissy. Solo dos clases más y podremos ir a nuestro cuarto y comer chocolate hasta intoxicarnos.—dijo Iolanthe abrazandola.

—Bendito sea.—susurro Cissy desanimada.

De pronto, una explosión resonó en todo Hogwarts. Severus y Regulus actuaron rapidamente, colocandose sobre Narcisa y Iolanthe, protegiendolas. En cuanto todo eso paso, se levantaron con rapidez, sacando sus varitas en alto. 

Cientos de hechizos comenzaron a pasar por sus cabezas. Todo el alumnado combatia valerosamente. Los mortífagos habían entrado a Hogwarts siendo liderados por su señor oscuro, Lord Voldemort.

—¡Mierda! —grito Regulus defendiendose.

—¡Protejan a los menores!—grito la profesora McGonagall.

Mientras que los de cuarto año se llevaban a las salas comunes a todos aquellos menores, los de quinto en adelante, junto a los profesores, luchaban acaloradamente no solo con los mortífagos, sino también contra la mayoria de alumnos de Slytherin de sexto y septimo. 

—¡Avada Kedavra!—lanzó Bellatrix.

—¡REMUS!—Gritaron James y Sirius asustados sin dejar de combatir contra dos mortífagos.

Sin embargo, el cuerpo de Remus fue jalado por Narcisa, haciendo que la maldición impactara en una pared. Bellatrix la miro incredula, al igual que Remus. Narcisa se colocó frente a Remus y levanto la varita.

—¡No te atrevas a tocar a mi pareja!—grito Narcisa.—¡Depulso!

—¡Protego!—se protegió Bellatrix y la miro molesta.—¡No seas estúpida! ¡Ese maldito mestizo nisiquiera quiere estar contigo!

—¡Ese es muy mi problema!—grito Narcisa envalentonada— ¡Con mi pareja no, perra!

Las dos hermanas Black comenzaron una pelea magistral que llamo la atención de todos, pero aún así no dejaron de luchar. Mientras tanto, James, Sirius y Lily peleaban juntos contra los mortífagos.

—¡¿Donde esta Dumbledore?!—grito Sirius.

—¡En el Ministerio de Magia!—grito la profesora McGonagall.—¡No debe saber que nos estan atacando o ya habría venido!

—¡El no llegara!—dijo Voldemort lanzando un hechizo a la profesora, desmayandola. Dirigió su vista a James y levanto la varita, iniciando ambos una lucha.—¡Acabare contigo justo como lo hice con tus padres esta mañana! ¡Matare al último chico Potter!

—¡Hijo de Perra!—grito James luchando fuertemente contra el.

Iolanthe, quien recien había vencido a tres mortífagos, escucho lo dicho por Voldemort y jadeo de terror. Voldemort había asesinado a sus padres esa misma mañana. Sintió que su mente se desconecto de lo que pasaba ahí, miro a Regulus, quien herido continuaba luchando junto a un ensangrentado Severus. Narcisa, quien parecía estar perdiendo la batalla contra su hermana. Remus, Lily y Sirius, quienes luchaban dificilmente contra cinco mortífagos. Lucius, quien vestido como mortífago, muy discretamente defendía a algunos menores de Slytherin y continuaba luchando contra los alumnos. El cuerpo desmayado de la profesora McGonagall, su profesora favorita. Por ultimo, vio a su hermano a punto de perder la batalla contra Voldemort.

Sintió la ira, la rabia, la impotencía, crecer dentro de ella. Las lagrimas se agolparon en sus ojos, pero ninguna descendio por sus mejillas. Apreto tan fuerte los puños que se enterro las uñas y alzo el rostro con decisión.

—¡Avada Ke...!

—¡Expelliarmus!

El hechizo dio en Voldemort, quien cayo al suelo pero rapidamente se levanto, viendo como Iolanthe Potter se colocaba frente a su hermano, quien estaba de rodillas, jadeando.

—¡Vete, Lanthy! ¡Huye!—grito James.

—¡Lanthy!—exclamaron Sirius, Severus y Regulus.

Iolanthe no escuchaba nada, tenía el rostro lleno de ira y apuntaba firmemente a Voldemort, quien sonrió arrogante ante la mirada asesina de la chica. El hombre rio divertido.

—¡YA ME TIENES HASTA LA PUTA MADRE, IMBÉCIL! —grito Iolanthe sorprendiendo a todos, pues no era de decir groserias

—¡Eres una preciosura!—se burló el.

—¡¿Te crees un señor oscuro?! ¡Voy a mostrarte lo que si es magia negra!—grito furiosa.

La sonrisa de Voldemort no duro mucho, Iolanthe lanzó un poderoso hechizo que lo lanzó varios metros lejos y pronto ambos se vieron enfrascados en una poderosa batalla. De pronto, ya nadie se enfocaba del todo en sus peleas, solo podían observar como aquellas dos figuras luchaban con hechizos nunca antes escuchados para cualquiera que no fuera un aficionado a las artes oscuras. 

Aunque eso no era lo sorprendente, sino lo poderosa que estaba resultando ser Iolanthe Potter, aquella dulce y agradable chica de estatura media que no podía matar ni a una mosca, estaba acorralando al señor oscuro.

—¡Expelliarmus!—volvió a lanzar Iolanthe, quitandole su varita y sonrió arrogante.—¿Ya no piensas que soy preciosa?

Voldemort, furioso, lanzo un hechizo no verbal y emprendio la huida. Iolanthe evito su hechizo y al verlo correr, grito:

—¡VUELVE AQUÍ, MALDITO HIJO DE PERRA!

Enfurecida, corrio tras el lanzandole hechizo tras hechizo.

—¡LANTHY! ¡¿ESTAS LOCA?! ¡DEJA QUE SE VAYAN!—Grito Regulus siguiendo a su amiga, defendiendola de los mortífagos que intentaban atacarla.

—¡MATALO, LANTHY!—grito Narcisa y envalentonada, miro a su hermana.—¡CONFRINGO!

El cuerpo de Bellatrix salió volando, lanzandola probablemente hasta el bosque prohibido. Narcisa comenzó a correr tras Iolanthe y Regulus.

—¡PUTA MADRE, QUEDENSE QUIETOS!—grito Severus corriendo tras sus amigos.

Iolanthe persiguio a Voldemort hasta el puente cubierto, donde miles de mortífagos se iban, imitando las acciones de su lider. La joven Potter lanzó un fuego maldito que dio en la enorme serpiente que acompañaba a Voldemort.

—¡Nagini!—grito Voldemort soltando un jadeo de dolor, como si le hubieran arrancado una parte de el.

—¡FIRESTORM!—grito Iolanthe.

Varios anillos de fuego rodearon el lugar, quemando a los enemigos. Todos los mortífagos tomaron a Voldemort y se desaparecieron.

—¡Cobarde! ¡COBARDE!—Grito Iolanthe furiosa, queriendo ir tras el y siendo sostenida por Regulus.

—¡QUÉ TE QUEDES QUIETAAAAAA! ¡PARECES UN CHIHUAHUA ROJO!—grito Regulus estresado.

—Es que no se ha dado cuenta que se enfrento a Voldemort y que casi lo mata.—dijo Narcisa jadeando de cansancio.

—Cissy tiene razón.—dijo Severus.

Miraron a su alrededor, todo era un desastre, pero al menos estaban vivos. 

(...)

Despues de que el profesorado anunciara que todos estaban bien, Iolanthe había recibido los aplausos y felicitaciones de todos, pero ella en ese momento había estado aún muy molesta porque Voldemort se había escapado de sus manos. 

Ahora, dos horas despues de lo sucedido, estaba al borde del colapso en la enfermería:

—¡¿Cómo me dejaron enfrentarme a el?! ¡Merlín santisímo, va a matarme!—exclamo palida.

—Mato a tus padres, estabas furiosa.—dijo Narcisa y Iolanthe se callo.

Se acomodo mejor en la cama de la enfermería y suspiro mientras las lagrimas se agolpaban en sus ojos. Era verdad, sus padres estaban muertos. Todo por culpa de Voldemort.

De repente, Iolanthe abrió mucho los ojos y la expresión de ira volvio en su mirada.

—Dime, Reg...¿quienes sabíamos donde vivían mis padres?—pregunto sin realmente necesitar la respuesta.

—Nosotros y los merodeadores, debido al fidelio hasta eramos muchos.—expresó Regulus confundido.

—Si...nosotros...y los merodeadores.

Se levanto de la cama y salió rapidamente de la enfermería.

—Ay no, ¿ahora que?—dijo Severus y la siguieron.

—¿A donde vamos?—pregunto Narcisa siguiendola hasta la torre de Gryffindor.

—¡Nosotros y los merodeadores! ¡Los merodeadores!—grito Iolanthe furiosa.

—¡Ya entendí!—dijo Regulus.

En ese momento llegaron frente a la torre de Gryffindor, donde los merodeadores estaban reunidos junto a Lily. Sirius sonrió y quiso acercarse a Iolanthe, pero esta lo paso de largo y apunto su varita al cuerpo de Peter y exclamo:

—¡Petrificus totalus!

—¡¿Qué haces, Lanthy?!—pregunto James sorprendido pero sin atacar a su hermana. Tenía los ojos rojos por haber estado llorando.

Iolanthe no respondio, simplemente levanto la manga izquierda del chico y frente a ellos estuvo en todo su esplendor la marca tenebrosa.

Peter Pettigrew era un mortífago.

El los había traicionado.

Había vendido a los Potter.

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